Un cable de la agencia Efe informó sobre supuestas declaraciones de Carlos Castresana, titular de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, en el sentido de que que Guatemala tiene un “statu quo” endémico de corrupción, con 10 familias que son dueñas del país desde el tiempo de la colonia, y esa situación perdurará en el futuro, aunque ahora ha irrumpido un nuevo jugador: el narcotráfico. Según la agencia española de noticias, el Jefe de la Cicig también dijo que el país es un Estado en el que nadie cree, creado por unas élites criollas que nunca quisieron justicia. Además, se quejó por la falta de compromiso de los partidos políticos con su causa, vinculando su salida a “una campaña negra” impulsada por las mafias. Dicha información, que ayer mismo se publicó en las ediciones digitales de varios diarios, fue desmentida por la tarde por medio de un comunicado de la CICIG, en el cual se niegan dichas declaraciones.
Pues…puede ser que Efe mienta, o que su reportero no haya entendido lo que en realidad dijo Castresana; pero lo cierto es que, en mi experiencia de periodista, aprendí que muchos funcionarios y con demasiada frecuencia, dicen imprudencias y disparates que no quisieran ver publicados. Y entonces, alegan que no los dijeron, o que fueron malinterpretados por los reportaros. Por eso yo siempre usaba grabadora, aparato que me sacó de apuros en un par de ocasiones.
Por otro lado, ¿que es lo que, supuestamente, dijo Castresana? ¿Que Guatemala tiene un statu quo endémico de corrupción? Como dice mi amigo, Raúl: ¡Selena ha muerto! ¡Cantinflas está grave! Mi abuala, Frances, diría: So what else is news?
¿Dijo Castresana que son 10 familias que se sienten dueñas del país? A mí eso siempre me da algo de risa porque en ciertos círculos no se ponen de acuerdo en si aquellas familias son 12, o 14. ¡Y ahora el Jefe de la Cicig dice que son sólo 10. Lo que nunca he oído es que alguien que use este argumento enumere a las 14, 12, o ahora 10 familias esas. Su Castresana dió aquellas declaraciones, ¿está desinformado? ¿Por qué le faltaron entre 2 y 4 familias? ¿De veras ya son sólo 10?
La mera verdad, yo si creo que hay ciertas élites que se creen dueñas del país; pero honradamente también creo que es injusto decir que los buenos, entre ellos, nunca han querido justicia. Lo que creo es que nunca se han tomado el tiempo para explorar qué exactamente quiere decir justicia, no lo han hecho para explorar cuáles son los principios sobre los cuales fundamentan sus vidas y sus acciones en la esfera de la cosa pública. Creo que, cuanto mucho, han preferido irse por la vía del pragmatismo y del posmodernismo. Creo que ahora están shockeados porque, efectivamente, ese nuevo actor que es el narcotráfico, tiene una billetera más grande que la de ellos. Creo que se creyeron muy salsas y que creyeron que el problema no era el sistema, sino las personas.
Adicionalmente, esa consigna de las familias que desde la colonia controlan el país no es cierta porque cualquiera que conozca un poco de Historia de Guatemala sabe que las familias que eran económica y políticamente dominantes durante la época colonial, empiezan a dejar de serlo durante la primera época republicana; y nuevos grupos dirigenciales se constituyen con la Revolución de 1871 para ser, estos, sustituidos a mediados del siglo XX. Y ya lo dijo Ayn Rand, mi filósofa favorita: Las clases altas son el pasado de la nación, y la clase media es su futuro.
Finalmente, las declaraciones que se le atribuyen a Castresana muestran amargura porque no hubo compromiso con su causa. Pero, ¿y qué esperaba el autor de las declaraciones? En Guatemala no hay tal cosa como partidos políticos porque lo que hay con maquinas electoreras diseñadas para llegar al poder. La mafia, o las mafias y la Administración (porque no gobierno), no se de distinguen claramente unas de otra. Y en general, como decía el periodista Alvaro Contreras: En Guatemala no se puede levantar la frazada, porque uno no sabe a quién le va a dar frío. Adicionalmente, ¿de verdad alguien esperaba entusiasmo para recibir a un procónsul? ¿De verdad alguien esperaba entusiasmo por la abdicación de la Administración a sus obligaciones en materia de seguridad y justicia?
Esta polémida, entre Efe y Castresana me lleva a pensar, otra vez, que estoy en lo correcto cuando apoyo ProReforma.