Continuarémos obstaculizando el libre intercambio entre las personas; continuarémos castigando con impuestos a las personas traen alimentos, medicinas, ropa y otros bienes que los guatemaltecos necesitan; y si no lo podemos hacer con impuestos…lo haremos por la vía no arancelaria, siempre podemos inventar plagas, formularios y otros métodos para impedir el tráfico comercial. Haremos uso de la fuerza, si es necesario, para impedir que las personas intercambien pacífica y voluntariamente. Convertiremos a las personas en delincuentes, cada vez que quieran intercambiar su propiedad. Encareceremos arbitrariamente los productos que necesitan los guatemaltecos. Protegeremos políticamente a muchos empresaurios locales.
aduanas
28
Jun 10
Empeñados contra la corriente del desarrollo
20
Dic 08
Trocitos 101 para el gabinete económico
Si la pobreza es lo contrario a la riqueza; si nos ofende y nos duele la pobreza; si quisiéramos elimiarla, ¿qué deberíamos propiciar? Yo digo que lo que deberíamos propiciar es más y más riqueza.
Los que dicen que saben de eso, estiman que “para lograr un verdadero desarrollo del país con avences significativos” es necesario crecer cerca de 8% anual durante 10 años consecutivos. Crecimiento y desarrollo son los eufemismos que la burocracia nacional e internacional usa para referirse a la creación de riqueza y a la riqueza, porque esta palabra les da vergüenza, o qué se yo.
¿Cuándo ha crecido la economía de los guatemaltecos? La Junta Monetaria acaba de vaticinar que el crecimiento a diciembre de 2008 andará por 4%; y en noviembre de 2007 fue de 5.3%. O sea que, vamos tarde, mal y nunca.
¿Cómo se genera la riqueza? Pues mediante el ahorro y las inversiones productivas. No mediante el gasto, ni mediante el desperdicio, ni mediante aparentes inversiones que resultan ser no sólo improductivas, sino consumidoras de la poca riqueza que ha sido creada.
Aparte de los porcentajes citados arriba, hay muchos signos de que en vez de estar creciendo, la economía chapina es está encogiendo: Tanto el comercio como la industria han tenido menos actividad que el año pasado; y, de hecho, como sus ventas han bajado, también está bajando su aportación al fisco. Esto es muy malo porque en el comercio y en la industria, así como en otras actividades económicas, es donde trabajan los chapines. Y si bajan las ventas, ¿cuánto durarán los empleos? Otro signo es que ha caído la demanda de gasolina super. Esto ha tenido que ver con los precios altos que había hace unas semanas; pero también tiene que ver con que la gente está cambiando sus hábitos de consumo de gasolina para economizar unos quetzalitos.
Este es mal momento para pensar en aumentar los impuestos. Primero, porque es evidente que si las actividades económicas están creciendo sólo 5.4% en este año, comparado con el 16.6% que creció en 2007, eso quiere decir que la industria, el comercio, la construcción, el agro y otras actividades de esa naturaleza están en problemas. Y si esas actividades están en problemas, sus empleados están en problemas. Segundo, porque el dinero que se les quita a los tributarios, en vez de irse a inversiones productivas en el sector privado, se va a gastos improductivos (cuando no a corrupción) en el sector público.
Si yo tuviera que favorecer el ahorro y las inversiones productivas, para que crezca la riqueza y disminuya la pobreza, ¿qué haría? 1. Eliminaría el impuesto a los rendimientos de capital para que hubiera mas disponibilidad de recursos para inversiones productivas. 2. Eliminaría aranceles y aduanas para reducir el alza en los precios relativos, por el lado de la oferta de bienes, y así conseguiría que a los chapines les abundara más el sueldo. 3. Eliminaría la inflexibilidad del Código de Trabajo, para facilitar la movilidad laboral entre los guatemaltecos.
Yo estoy convencido de que la mejor política social es un buen empleo; y si queremos eliminar la pobreza, ¿qué mejor que más y mejores empleos?
15
Mar 07
Para más Pepe Batres
Leo que “Traerán aduanas de EE.UU. a Guatemala” y pienso en Las falsas apariencias, del poeta guatemalteco José Batres Montúfar:
02
Ene 07
Los súcubos
Cual sumisos y obedientes súcubos, algunos funcionarios, analistas y empresarios ven con preocupación que la Unión Europea, por medio de el jefe de su delegación en Guatemala, Joao Melo de Sampaio, haya criticado el atraso de la unión aduanera en Centroamérica.
Yo digo que no deberíamos someternos a las exigencias de los “países amigos”; y tampoco deberíamos acarrear el lastre de nuestros vecinos que prefieren tarifas altas, prácticas proteccionistas, barreras no arancelarias.
Los guatemaltecos deberíamos optar por la eliminación unilateral de los impuestos a las importaciones. La existencia de tarifas nos obliga, a los guatemaltecos, a pagar caras las cosas que necesitamos. Y muchas veces nos obligan a comprar cosas de menor calidad.
La existencia de impuestos a las importaciones funciona como la genialidad de aquel que le dice a un amigo: “Fijate vos que me baboseé al chofer de la camioneta: le pagué el pasaje y no me subí”.
En una actitud soberana, los guatemaltecos deberíamos eliminar unilateralmente los aranceles y quien quiera subirse al barco que sea bienvenido; y quien quiera quedarse atrás, pues, amén.
30
Dic 06
12 uvas
1. Estos son mis 12 deseos para Guatemala y los guatemaltecos en este Año Nuevo. ¿Qué tal si nos atreviéramos a romper paradigmas y nos decidiéramos no sólo tener un año mejor, sino un siglo mejor?
Primera uva: Acabemos con el Impuesto Sobre la Renta. Los guatemaltecos necesitamos más y mejores empleos, y más oportunidades para salir de la pobreza. La existencia de un impuesto a los rendimientos del capital es uno de los obstáculos para que haya más y mejores inversiones.
Segunda uva: Dejemos de preocuparnos por a quién darle nuestro voto en los próximos comicios. Enfoquémonos en cambiar el sistema porque si no lo hacemos cambiar, no importa quién llegue, su gestión será un fracaso más. Por favor, lea la propuesta de www.proreforma.org.gt
Tercera uva: Digámosle No a los privilegios. Optemos -de una vez por todas- por la igualdad de todos ante la ley sin distinción de posición económica, etnia, sexo, religión o lo que sea.
Cuarta uva: Abandonemos la arbitrariedad. Impidamos el aprovechamiento de la majestad de la ley por parte de grupos de interés para su propio beneficio. Decidámonos por apoyar la fundación de un estado de derecho, en vez de continuar con uno en el que los intereses de unos prevalecen sobre los derechos de todos.
Quinta uva: Aprendamos de José Batre s Montúfar: “¡Mientras más leyes hay, más contrabando!”. Cerremos de una vez las aduanas. Que se reconozca la libertad de las personas para intercambiar con cualquiera sin tener que sufrir coerción y sin tener que hacer pagos innecesarios.
Sexta uva: Para obtener su parte del presupuesto del Estado, grupos de ecohistéricos, de etnicistas, de proteccionistas, de sexistas y muchos otros, distraen nuestra atención con gritos de “¡Ahí viene el lobo, ahí viene el lobo!” ¿Qué tal si les decimos ¡hasta aquí!, y nos negamos a financiar sus aficiones y sus intereses?
Séptima uva: Dejemos de vivir en el pasado. Que Alvaro Arzú, Oscar Berger, los exguerrilleros, los burócratas y las ONG que viven de ellos se peleen por celebrar los acuerdos de pacificación. Los demás veamos al futuro, celebremos que ya no hay más guerra para defendernos del marxismo-leninismo y demandemos un gobierno que proteja nuestra vida, nuestra libertad y nuestra propiedad.
Octava uva: Sepultemos al pragmatismo, al posmodernismo y al relativismo. Probemos qué se siente vivir conforme a principios. Si decimos que defendemos la libertad, por ejemplo, defendámosla para todos y siempre, aunque nos perjudique personalmente en algún caso específico.
Novena uva: Pongamos en su lugar a los entrometidos organismos internacionales y a las embajadas de otros países Ni Cicig, ni guerra contra las drogas, ni contratos millonarios, ni leyes racistas, ni médicos activistas deberían ser aplaudidos. Comportémonos con dignidad para que “los amigos” dejen de tratarnos como si fuéramos subciudadanos de sus colonias.
Décima uva: ¿Qué tal si pudiéramos salir a caminar sin temor a que nos quitaran el celular, la billetera, el reloj…o hasta la vida? ¿Qué tal si hubiera seguridad para que recuperemos la confianza en Guatemala?
Undécima uva: Pasemos más tiempo con la familia y los amigos. Leamos más libros y veamos menos televisión. Tomemos mejor café y comamos mejor chocolate. Conozcamos Guatemala; y si no los ha probado, pruebe los refrescos de chan y de tiste.
Duodécima uva: Compartamos algo con alguien que no tiene; y como dicen por ahí: “trabajemos como si no necesitáramos el dinero, amemos como si nunca nos hubieran lastimado y bailemos como si no nos estuvieran viendo”.
En esta noche de Año Nuevo, mientras come sus 12 uvas, por favor piense en ¿qué tal si en vez de hacer siempre lo mismo, optáramos por tener un país mejor?
2. Mojito de año nuevo: Entra el médico y le dice a Raúl Castro: “Comandante, Fidel ha muerto”. Y Raúl le contesta: “¡Coño!, y ahora, ¿cómo se lo vamos a decir?”.
Publicada en Prensa Libre el sábado 30 de diciembre de 2006.