La administración Giammattei dejó inconclusas las rehabilitaciones de cinco puentes en la carretera al Atlántico… y la administración Arévalo —con 18 meses en el poder y el presupuesto más alto de toda la historia fiscal chapina— no ha podido sacar adelante aquellos trabajos en una de las principales rutas comerciales del país. De eso me enteré el domingo.

Hay puentes abandonados en todas partes. Este está sobre el río Negro. Haz clic en la foto para ver el paso por ese puente sin barandas.
¿Y de qué me entero hoy en la mañana? De que la administración semillera quiere endeudarnos más a los guatemaltecos, a pesar de que tiene sin usar Q24 mil millones y de que es incapaz de ejecutar obras de inversión a nivel de ministerios clave y de los Consejos Departamentales de Desarrollo. ¿Qué es lo que ejecuta la administración actual? Sueldos, privilegios y dietas.
Por supuesto que tú ya sabes que los gobiernos —el de Arévalo, el de Giammattei y cualquiera otro— no invierten. Invertir es utilizar dinero, tiempo o conocimiento en alguna actividad con la expectativa de obtener beneficios o ganancias a futuro; pero como las «inversiones» gubernamentales no buscan rendimientos y suelen ser subsidiadas, en realidad destruyen valor. Eso sí… por supuesto que hay alguna diferencia entre construir un puente y pagar el sueldo de 100 burócratas o un político.
Ya sabes, también, que tarde o temprano el endeudamiento lo pagamos con impuestos, inflación o más endeudamiento.
La gente supone que los políticos y burócratas estatistas nos endeudan para enriquecerse ellos, y puede que sea así en un porcentaje; pero el objetivo es electoral. Nos endeudan para comprar clientela con la esperanza de que esa clientela les dé apoyo electoral.
¡Basta ya! Hace ratos que es hora de exigir transparencia y un alto al estatismo. No más deudas para financiar gastos: que los gobiernos trabajen para los guatemaltecos, no para comprar clientelas. Antes de que sea tarde hay que buscar opciones no estatistas para mejorar la infraestructura del país. Puentes, carreteras, puertos, aeropuertos, escuelas, hospitales y más.
Actualización: Un lector que sabe de esas cosas nos llama la atención sobre los puentes y escribe: ¿Has visto los puentes? Aquí el mayor problema no es lo que no han pagado, sino la justificación para las intervenciones en esos puentes. En la adminsitración anterior, el ministro de turno, que sí controlaba de este asunto, decidió replicar la tecnología del puente sobre el Motagua (en El Rancho) en los demás puentes de armadura metálica. Esto, a pesar de que el puente que hicieron los taiwaneses sobre el Motagua es atirantado (con cables que sostienen la plataforma horizontal a unas bases localizadas en los extremos del puente), una tecnología totalmente distinta a la de los puentes tradicionales sobre la ruta en cuestión. ¿Era esa la mejor solución? ¿Es esa combinación tecnológica una propuesta compatible con la tecnología vieja? ¿Construir las torres sobre los approaches del puente, debilitando los anclajes a la carretera (cuestión que sucedió, como puede uno darse cuenta al pasar por uno de ellos) era un solución ideal? ¿O habrá sido corrupción? ¿El costo de esas dudosas intervenciones hace sentido, o están sobrevaluadas?