Allahu Akbar! y otros gritos espeluznantes

Al grito de Allahu Akbar! –que significa Dios es grande, Dios es más grande, Alá es grande, o Alá es el más grande– Sayfulló Saípov presuntamente protagonizó un ataque terrorista que costó la vida de ocho personas y dejó 12 heridos en Nueva York.  Las autoridades dicen que Saípov es un lobo solitario; pero ha sido inspirado por el Estado islámico o DAESH.

Escucha el podcast aquí.

El atentado que aquel migrante uzbko llevó a cabo –al volante-– no es un incidente aislado, sino que ha sido precedido por actos similares en el contexto de una guerra islamista contra Occidente. Sólo en 2017 ha habido tres atentados con vehículos en Londres, uno en Estocolmo y otro en Barcelona.

Empero, el uso de algún dios para cometer actos de violencia no es nuevo.  Por supuesto.

En los años 70 recuerdo haber leído la noticia de que, en España, grupos de extremistas llegaban a los lugares donde se reunían los hippies y al grito de ¡Viva Cristo Rey! aquellos golpeaban a los jóvenes, les cortaban el pelo y los vejaban.  Los protagonistas de aquellos actos eran los Guerrilleros de Cristo Rey, un grupo parapolicial cuyo objetivo principal era combatir a los movimientos antifranquistas; pero que no dudaba en imponer la moral fascista a palos.

El mismo grito era usado por los cristeros, en México, cuando –en oposición a la educación socialista que promovía la Constitución de 1934– aquel grupo desorejaba maestros rurales.

Occidente representa, entre otras cosas valiosas, el respeto a los derechos individuales de todos por igual y el método científico.  Si Occidente ha de sobrevivir, no va a ser sobre el reclamo vacío de que mi dios es mejor que el tuyo; sino mediante el uso de la razón y la lógica, así como mediante el reconocimiento de que gente como la que admira y apoya al Estado islámico, es enemiga de la confianza, la paz, el comercio, el derecho, la libertad y todo lo bueno que implica la civilización. Si te interesa este tema, te recomiendo el libro Winning the Unwinnable War: America’s Self-Crippled Response to Islamic Totalitarianism, por Elan Journo.

Esta columna fue publicada en elPeriódico; y la ilustración es por TRAJAN 117. BY-SA 3.0, via Wikimedia Commons

Comments

comments

Comments are closed.