“Todas las familias están con la guerrilla”

A la exguerrilla no le gusta que se hable de este tema; pero si nos interesa la verdad histórica, yo creo que un cajón que no debe quedar inexplorado: La Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalateca, y el Ejército Guerrillero de los Pobres les llevaron la guerra a los Ixiles.  Como parte de una estrategia enraizada en el Viet Cong, la idea era involucrar a los jóvenes y a sus familias en la aventura guerrillera y usarlos para derrotar al ejército, tomar el poder y establecer la dictadura del proletariado.

Los comunicados del EGP concluían con exhortaciones vehementes como: ¡A impulsar las luchas reivindicativas, la autodefensa y la guerra de guerrillas revolucionaria!  ¡A impulsar la guerra revolucionaria que nos conducirá a la toma del poder! ¡Hasta la victoria siempre! El Partido Guatemalteco del Trabajo concluía con ¡Por Guatemala, la revolución y el socialismo!

Cuento esto porque se me había pasado, inadvertido, lo que nos cuenta hoy José Raúl González en su columna: El EGP estimaba que todas las familias están con la guerrilla.  Dicha frase fue tomada de un manual hallado en un guerrillero muerto; y sospecho que la guerrilla estaba fanfarroneando, o estaba engañada; porque por las expresiones de muchos ixiles, sabemos que eso no era cierto.  No era cierto entre los ixiles, ni lo era entre otros grupos más numerosos.  Sin embargo era lo que la guerrilla necesitaba y lo que quería creer.  Servía a sus intereses la ilusión de que lidereaban una insurrección popular y generalizada.  Y servía a sus intereses -por ejemplo- que un grupo relativamente pequeño y concentrado en un área remota del país diera la impresión de que estaba totalmente involucrado en la revolución.  Así resultó que la mayoría de víctimas en esa región coincide con el grupo étnico que mayoritariamente habita en esa región. Pero no por su étnia, sino porque la guerrilla las había involucrado -voluntariamente, o por la fuerza de la imposición- en su lucha por el poder.

Es un crimen lo que hizo la guerrilla; y gracias a la mala fe de Fernando del Rincón, de CNN, se confirma, from the horses mouth, la relación que la guerrilla tenía con las familias indígenas a las que usaba como carne de cañón.

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2 comments

  1. Un par de cosas:

    1. Entonces que mal se defiende el presidente porque pudo haber dicho “estaba leyendo esa frase, no diciéndola” y ya está, sin embargo se enredó e hizo pensar lo que ya todos pensaban, que el estaba implicado en ese radicalismo de ver guerrilleros en todas partes.

    2. Entiendo que lo que critica en este artículo es que la guerrilla haya llevado el conflicto a zona Ixil y que al fanfarronear de que todas las familias estaban con ellos los condenaron.

    Si a eso vamos, un narco famoso podría empezar a dejar notitas por todos lados diciendo “Luis Figueroa es un narcotraficante” y ya si a usted lo arrestan o algo peor decimos que la culpa es del narco, no de la policía que debe antes investigar bien cada acusación y no creerse cualquier historia. ¿Entiende lo inválido de ese argumento?

    Ahora insisto, echo de menos en sus artículos una condena a las aberraciones que hizo el ejército. Siempre se escuda en la guerrilla. Esto es como decir que el violador a lo mejor hizo mal pero la culpa es de ella por vestir así.

    Un ejército debe proteger al ciudadano, y si ese ciudadano está acusado de algo, debe investigar antes de entrar en un pueblo, basarse en notas o chismes y asesinarlos a todos somatando bebés contra árboles y abriendo a las mujeres por la mitad. ¡Condene eso por Dios! usted es catedrático de una universidad.

    Y no, no me salga con que lea bien sus artículos, los leo bien y veo allí un gran escudo que justifica lo que sea por ideologías o odios a guerrilleros.

  2. Cierto; el Presidente se defiende mal. ¿Usted esperaría otra cosa?

    Ahora bien, con respecto al segundo punto, le reitero que lea bien. Usted miente cuando asegura que no condeno las aberraciones que hizo el ejército. En “La pulga sorda” escribí: “el Ejército cometió desmanes y crímenes lo cual puso a los campesinos entre la espada y la pared”; y escribo, también, “muchos ixiles fueron asesinados por colaborar con la guerrilla, o con el Ejército, o por la simple sospecha de colaborar con alguno de los dos bandos.”

    ¿Se da cuenta? Lo que sí es cierto es que este espacio -aunque objetivo- no es imparcial. Lo que busco es poner en evidencia algo que miles de otros espacios no mencionan para nada. Esto es que los guerrilleros les llevaron la guerra a los Ixiles y que los involucraron en su criminal pretensión de llegar al poder por la fuerza e instaurar la dictadura del proletariado.
    En la búsqueda de entender mejor qué es lo que ocurrió y en la búsqueda de la verdad, alguien tiene que recordar que los guerrilleros asesinaban, secuestraban, destruían, extorsionaban, y robaban.

    Claro que a la exguerrilla y a sus amigos no les gusta que se hable de esto; pero…como es parte de los hechos, creo que debe ser anotado en la historia. Es legítimo en la busca de la verdad anotar aquellos hechos objetivos que se suman a lo que ya sabemos.

    No es para justificar (¡Por supuesto!), sino para “ver el bosque” y no sólo “algunos árboles”.

    ¿Estaría usted de acuerdo con que, para entender qué ocurrió y escribir la historia, es mejor tener la mayor cantidad de elementos objetivos posibles?

    Mire…le agradezco su devoción como lector; pero…por favor…no me acuse de cosas que no hago, ni digo, para servir a sus argumentaciones. Me quita tiempo. Y me aburre.