En Guatemala, el Acuerdo Gubernativo 29-2004 obligaba a los salineros a añadirle yodo y flúor a su producto. Adicionalmente, los miembros de la Asociación Nacional de Salineros consiguieron que la sal importada -que carecía de flúor- fuera retirada del mercado.
El estado niñera chapín relevaba a los guatemaltecos de la responsabilidad de velar por su nutrición adecuada; y un grupo de empresaurios obtuvo protección contra la competencia. ¿Se dá cuenta?
Ahora, un grupo de salineros ha conseguido que la Corte de Constitucionalidad revoque la obligación de ponerle flúor a la sal. Esto es porque si toda la sal que hay en el país está fluorizada, por mandato de la legislación, ¿qué pasará con aquellas personas que sufren de fluorosis? Ellos no tendrían la posibilidad de conseguir sal sin flúor debido a que el estado niñera obliga a que toda la sal tenga flúor y a que los empresarios mercantilistas consiguieron prohibir que sea importada la sal sin el elemento que perjudica a quienes padecen por exceso de exposición al flúor.
Yo creo que la decisión de la CC, con respecto a revocar la obligación de fluorizar la sal es muy acertada. Yo digo que los guatemaltecos -por razones de salud y por respeto a la libertad individual- debemos tener derecho a escoger si queremos consumir ciertos productos, o no. ¡Sobre todo si nuestra salud está en riesgo!
Foto de un diente maya por http://ess.geology.ufl.edu/hodell/Maya_tooth.jpg