10
Oct 12

“Carpe Diem” celebra aniversario

Carpe Diem, este espacio, de periodismo de reflexión por la libertad y la razón, cambió de look.  Esto es porque ahora, en octubre, celebro 6 años de publicar el blog, casi a diario.   Hay 5,485 entradas.

Gracias miles a los visitantes, y a los que dejan comentarios (siempre que tengan la bonhomía de identificarse y que no insulten a las personas a las que les tengo cariño y respeto).  Gracias a los que están suscritos y a los que leen las entradas en Facebook y en Twitter.  Gracias a los que se ríen, se enojan y lloran conmigo.  Gracias a los que me mandan enlaces, fotos, vídeos y otros materiales.

En 6 años de bloguear he aprendido un montón y no es fácil enfrentarse todos los días a un público exigente.  Unos porque con ellos comparto valores y detectan cuando incurro en inconsistencias; y otros porque no comparto valores con ellos y me exigen que piense mejor mis argumentos.

Este blog nació porque pensé que era bueno publicar mi columna -que ahora es publicada generosa y semanalmente por el diario guatemalteco  El Periódico– en un rincón propio del ciberespacio.  Existe porque, en Filosofía: quién la necesita, mi filósofa favorita, Ayn Rand recomendó:  Si a usted le interesa seriamente luchar por un mundo mejor, empiece por identificar la naturaleza del problema.  La batalla es ante todo intelectual (filosófica)…en una batalla intelectual, no es preciso convertir a todo el mundo.  La historia fue hecha por minorías, o, más precisamente, por movimientos intelectuales los cuales son hechos por minorías…No deje pasar una oportunidad para expresar sus puntos de vista sobre las cuestiones importantes…Si alguna vez se implanta una dictadura en este país, será por la negligencia de aquellos que guardaron silencio.

Carpe Diem significa Apodérate del día y resume bien mi visión del mundo. La libertad es el valor fundamental que guía mi vida y mis reflexiones en este espacio. Vivo en Guatemala, un país que aún está por ser construido y en el que los derechos individuales y la igualdad ante la ley tienen una existencia precaria. Por eso, aquellos son mis temas favoritos para estos comentarios. Con todo y todo, este espacio existe al amparo del artículo 35 de la Constitución de la República; y del 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (por si acaso), en ejercicio de mi libertad de expresión. Me gustan la cocina, la lectura y la compañia de mi famila y de mis amigos. También me gusta pasar tiempo conociendo mi país y a su gente. Al perpetrar Carpe Diem -un espacio políticamente incorrecto- comparto con mis lectores algunas reflexiones y experiencias en busca de lo que es bueno, lo que es bello y lo que es pacífico. ¡Por la libertad y la razón!

¡Gracias por visitar Carpe Diem!


13
Mar 12

¿Para qué sirven los relatores de la ONU?

Hoy, José Raúl González nos cuenta sobre la zafada de alfombra que Frank La Rue -relator de la libertad de expresión de la ONU- les hizo a los periodistas guatemaltecos Sylvia Gereda y Pedro Trujillo.  La Rue, calificó de falsedades y mentiras (sin fundamento alguno) el trabajo periodístico de ambos periodistas que puso en evidencia que las embajadas de Suecia y Noruega financian a grupos delincuenciales.

A La Rue le bastó que el enviado diplomático de Suecia dijera que lo publicado por los periodistas no era cierto, para darles la espalda y intentar desacreditar a dos periodistas prestigiosos.

José Raúl se pregunta, y yo me adhiero a la pregunta, si el Relator es un vocero de los gobiernos que le patrocinaron sus aventuras de cuando colaboraba con la guerrilla marxista-leninista, o si es un verdadero defensor de la libertad de expresión.

Yo digo que son una plaga los relatores o burócratas internacionales que simpatizan con causas totalitarias y colectivistas.  Ponerlos a cuidar los derechos individuales es tan absurdo como amarrar chuchos con longanizas.


12
Abr 11

“Carpe Diem”, la blogósfera y APEE

Junto a un grupo destacado de blogueros, ayer participé en un panel titulado The Institutional Evolution of the Blogosphrere, durante la Conferencia de la Association of  Private Enterprise Economic Education.

Los temas abordados fueron los objetivos de las bitácoras involucradas, el éxito que han conseguido, y la evolución de los blogs.  Hablamos de cómo ha cambiado la blogósfera y qué tan efectiva es en la discusión de temas propios de la economía y la política.  También exploramos algo del futuro.

Yo relaté cómo es bloguear en un país en el que los derechos individuales son precarios y en el que hay una administración muy interesada en controlar la libertad de expresión.

Los blogueros participantes fueron Arnold S. King, de EconLog; Michael C. Munger, David R. Henderson y Edward J. López, de Division of Labour; Art Woolf, de Vermont Tiger; y yours truly, de Carpe Diem; moderados por Amy M. Willis, del Liberty Fund.

Hoy actuaré como Chair en un panel llamado The Place of Economics in Education.


12
Mar 11

Hoy es el Día mundial contra la censura en Internet

La celebración, cada 12 de marzo del Día mundial contra la censura en Internet, les rinde homenaje a los usuarios de la Red que viven y luchan en países donde hay censura y a su lucha por la libertad en Internet.  Países como Cuba, China y otros.  La importancia de Internet en estos entornos es fundamental porque el resto de medios están controlados por los políticos y sus burócratas.

Con respecto a la censura, Ayn Rand explicó que:   “Censorship” is a term pertaining only to governmental action. No private action is censorship. No private individual or agency can silence a man or suppress a publication; only the government can do so. The freedom of speech of private individuals includes the right not to agree, not to listen and not to finance one’s own antagonists.

Por supuesto que si un no entiende la naturaleza de la propiedad privada, no puede entender la de la libertad de expresión; y eso hace que algunas personas crean que el ejercicio de su libertad de expresión debería obligar a otros a darle espacio, e incluso hasta financiarla.

Aquí en Carpe Diem, que es un espacio privado de uso público, se entiende por libertad de expresión el derecho que tiene cualquier persona de expresar sus ideas, valores, propuestas, opiniones, y otros.  Eso significa que el propietario de Carpe Diem (o sea yo) tiene el derecho de decidir el contenido que  considera verdadero, falso, útil o inatingente.   Si un lector o usuario acepta las reglas de participación -identificarse y hacerse responsable; no agredir, ni usar falacias ad hominem contra personas ni organizaciones a las que les tengo cariño y respeto; y no tollear– entonces puede hacer uso del espacio. Carpe Diem reconoce la libertad de expresión que tienen los irresponsables, irrespetuosos y trolles, siempre que lo hagan en sus propios espacios, con su propio tiempo y con sus propios recursos.  Que se consigan sus propios seguidores…y sus propios trolls.

09
Feb 11

La libertad de expresión, las falacias y el engaño

En este espacio se recibe, con frecuencia, la visita del lector Carlos Fajardo.  Y con la misma frecuencia que el visita Carpe Diem, se le publican sus comentarios.  Esto es a pesar de que, en ellos, el visitante acude generalmente a prácticas que en el boxeo equivalen a los golpes bajos.  En ese sentido, Fajardo abusa de la hospitalidad que recibe en este espacio.

Para muestra, un botón: el más reciente de aquellos golpes bajos es el que usó cuando comentó la entrada que se titula Pacto político, atol con el dedo y el emperador desnudo.   En ella, al criticar la distinción que hay entre democracia y república, Fajardo quiere hacer creer, a los lectores, que dicha distinción es un huevo de serpiente y que quienes distinguimos entre ambos no nos atrevemos a definir.

Fajardo, también, acude múltiples tipos de falacias -generalmente ad hominem– para descalificar lo que no puede desvirtuar con argumentos válidos.

Lo de que quienes distinguimos entre democracia y república no nos atrevemos a definir ambos términos es mentira; fácilmente evidenciada por el hecho de que Aristóteles hizo la distinción en La República; y los liberales más modernos, como Alexis de Tocqueville, en La democracia en América,  también hicieron la distinción.  Autores del siglo XX, como Ludwig von Mises y Friedrich A. Hayek también han escrito sobre el asunto. Y, por cierto, no estoy de acuerdo con el segundo en sus ideas sobre la democracia. Pero eso es otro par de zapatos.

En términos contemporáneos, autores como Edward Cline, Walter Williams, Glenn Woiceshyn, Alexander Marriott, Amit Ghate, Allen Forkum, Jessica Nappi y Carter Laren, entre otros, han abundado en el tema.  Hace pocas semanas Marta Yolanda Díaz-Durán y Warren Orbaugh, en Todo a pulmón, hicieron un programa completo al respecto.

¿De dónde saca Fajardo que los liberales no definimos las diferencias entre democracia y república?  ¿Por qué trata de engañar a los lectores? ¿Por qué?

Hasta ahora le he tenido paciencia a Fajardo y he publicado su retórica; pero cuesta tenerle paciencia. Verán los lectores:  Carpe Diem es un espacio privado de uso público.  Respeto la libertad de expresión de Fajardo y de todos, pero me pregunto: ¿estoy moralmente obligado a prestar mi espacio para que él, o cualquier otro lector, use falacias y distorsione la realidad con quién sabe qué propósitos? Y la respuesta es que no.  No.

Respeto la libertad de expresión de Fajardo y de cualquiera otro; pero -como corresponde- ejercida en su propio espacio, con sus propios recursos, y con su propio tiempo.  Invito a Fajardo, por ejemplo, a que establezca un blog propio y que desde ahí, con toda libertad, se exprese cuanto quiera y como quiera y contribuya al diálogo como pueda.  Nunca me atrevería a negarle su derecho a la libre expresión en su espacio y con sus recursos; pero puedo reservarme el derecho a negarle el uso de mi espacio y de mis recursos.

Verán los lectores: un derecho se basa en un pacto voluntario y su ejercicio implica las obligaciónes de no dañar a otros, ni infringir cargas a nadie con él.  De esa cuenta, en Carpe Diem no me siento obligado a cargar con falacias repetidas, repetidas y repetidas.  Ni a patrocinarlas.

Cuando en una sociedad unos se atribuyen derechos, a costa de obligar a otros, esa sociedad vive bajo un doble estándar moral que mina la cooperación social pacífica que es el cimiento de la mismísima sociedad.  No estoy, ni puedo estar, obligado a prestarle mi espacio y mis recursos a la repetición de falacias que tergiversan los principios y los valores que aprecio.

¡Bienvenido el diálogo!; pero, por favor, sin falacias y sin distorsiones retóricas deliberadas y repetitivas.


28
Ene 11

“Todos los tiranos se abrazan como hermanos…” 2

Sigo a @yoanisanchez en Twitter y dos de sus twits más recientes me han llamado mucho la atención.  El primero dice Estrategia repetida: mientras algo estremecedor ocurre afuera, los represores internos aprietan los tornillos en la Isla.  Este me puso a pensar en que, a la dictadura cubana, seguramente no le conviene que los habitantes de la Isla conozcan lo que está ocurriendo en el Oriente Medio.  Y todo esto que está sucediendo en Túnez, Egipto y Yemen, me recuerda lo que ocurrió en Polonia, Alemania oriental, Hungría, Checoslovaquia, Albania, Rumanía y toda Europa del Este allá por 1989.  ¿Será que lo que está ocurriendo en el Levante es tan viral como lo que ocurrió en el bloque soviético? ¿Será que se puede contagiar a otras sociedades sometidas a la dictadura.

Esto último me lleva al segundo twit de Yoani: SMS de Dagoberto Valdes: Parece que algo se mueve en toda #CubaA pocos dias de 1er aniversario de #OZT El alma de la Nacion es irreprimible.

En Cuba, los SMS juegan un papel importante para la comunicación entre los ciudadanos y para denunciar a la dictadura.  ¿Es posible que la revolución de Facebook, Twitter y los SMS alcance a La perla de las Antillas?

Como dice la canción de Ana Belén: Todos los tiranos se abrazan como hermanos; pero, ¿podrán los tiranos resistir la revolución de Facebook, Twitter y los SMS?

En Medio Oriente, sin embargo hay un caveat con dos partes:  Primera, es que allá están clamando por democracia; y no por un sistema republicano.   Segunda, es que las revoluciones se sabe quién las empieza; pero no quién las termina.  Y allá, en aquella región del mundo, la amenaza de que las revoluciones sean recogidas por el fundamentalismo islámico es una realidad que ser tomada en consideración.


28
Ene 11

Egipto de vuelta al tiempo de las pirámides

Más de 16 millones y medio de usuarios de Internet, en Egipto, fueron desconectados de la Internet, los SMS y de la telefonía móvil, cuando el régimen de Hosni Mubarak ordenó el corte de aquellos servicios en todo aquel país africano.  Primero fueron Facebook y Twitter, y luego fueron la Internet y las redes de telefonía.

Esta decisión -sin precedentes- fue una acción legal, claro, porque ahora las dictaduras se aseguran de contar con los instrumentos de legislación necesarios para aplastar las libertades de las personas, sin tener que acudir a la fuerza como primera instancia.  ¡Por eso es que hay que tener cuidado con la legislación que les permitimos aprobar a los que ejercen el poder temporalmente!

Curiosamente, el manotazo del régimen de Mubarak ha resucitado la importancia de una tecnología y una actividad de comunicaciones que, aunque ya habían demostrado su valor en casos de emergencias, también es cierto que habían sido rebasadas y habían quedado como reservadas para connoisseurs: la de los radioaficionados.

Los radioaficionados egipcios son, ahora, él último recurso para mantener vivas las redes de comunicación que les permiten a los habitantes de aquel país -y a los que observamos lo que allá está pasando- tener información de primera mano acerca de cómo evoluciona la rebelión contra la dictadura y que acciones toma esta contra su gente.

Aaaaah, ¿qué sería de las dictaduras -y de los dictadores wannabes– si no pudieran eliminar la Prensa independiente y las opiniones que las cuestionan? Eso sí; al final, la tecnología que empodera a los individuos y les disminuye a los políticos la posibilidad de controlar la información es la que les permite a las personas defenderse de la dictadura.


27
Ene 11

Facebook y Twitter peligrosos para los tiranos

Facebook y Twitter son peligrosos para las dictaduras.  Lo vemos ahora en Egipto y lo vimos en Irán.  El hermano de mi amiga Carolina y su familia viven en Cairo; y hoy, su cuñada llamó a mi amiga para contarle que el régimen de Hosni Mubarak había prohibido aquellas redes sociales y que, aunque por el momento habían Internet y correo electrónico, era posible que estos también fueran prohibidos.

Facebook y Twitter empoderan a los ciudadanos y a los tributarios más allá de lo que los políticos que controlan el poder están dispuestos a tolerar.

Antiguamente los tiranos y los tiranos wannabes censuraban -o compraban- a los diarios, radios y televisión que podían.  Recuerdo haber oído, una vez, la historia de que la dictadura de Myanmar había condenado a ocho años de prisión a alguien que tenía un fax allá por los años 90.  Ahora, cuando cada ciudadano y cada tributario es su propio transmisor de ideas en las redes sociales, estas son el blanco de los rencores y de las iras de los que quieren tener el control absoluto de las poblaciones sobre las que ejercen el poder.

No nos extrañe, pues, que Hugo Chávez y alguno de sus admiradores quieran censurar Facebook y Twitter, cuando no el correo electrónico. En momentos de pánico, no es extraño que los tiranos wannabes la agarren contra facebookeros y twitteros.

Cuando se trata de defender la república y el estado de derecho, en dictaduras y en dictablandas, Twitter y Facebook han probado ser instrumentos poderosos.  Pero, como todo instrumento, debe ser usado y aprovechado.  De nada sirve que están ahí…si en vez de ciudadanos hay súbditos, y si en vez de actuar como tigres, las personas actúan como ovejas.


19
Ene 11

Acometida contra la libertad de expresión

El problema de creer que todos están complotando contra uno, es que así no se puede tener una conversación de buena voluntad.  No se puede intercambiar información, ni se puede aprender de los demás, si uno descarta la posibilidad de que los desacuerdos no sean parte de una conspiración.

Yo creo que a la administración de Los Colom y a la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala les está pasando aquello.  Y creo que de verdad creen que todos conspiran contra ellos; o peor aún, es posible que necesiten fabricar conspiraciones con el propósito de cerrar las tenazas contra la libertad de expresión.

El más reciente intento en esta última dirección es el proceso que la CICIG, por medio del Ministerio Público le sigue a Rodolfo Ibarra, a quien acusa de orquestar una campaña de desprestigio en contra suya.  Y, ¿cuáles son las supuestas pruebas que tiene el MP?

Las columnas de opinión de Marta Yolanda Díaz-Durán, Estuardo Zapeta, Gabriel Orellana, Pedro Trujillo, José Miguel Argueta, y trabajos periodísticos de Haroldo Sánchez, Francis Urbina, y Rubén Velásquez.  Todos ellos periodistas de larga tradición en medios como Siglo Veintiuno, Prensa Libre, Nuestro Diario, Guatevisión, y Telediario, entre otros.

El MP supone que, como estas personas se han expresado de modo que contraría a la CICIG, esas personas -muchas de las cuales se conocen entre sí y hasta son amigos- son parte de una conspiración orquestada por Ibarra, e incluso han sido pagados para participar en ese complot.

Todo aquello no tiene sentido porque si el mundo es un pañuelo, Guatemala lo es más.  De modo que el hecho de que las personas se conozcan, se comuniquen y compartan valores y perspectivas no debería extrañarle a nadie.  De hecho, como dice el dicho: Birds of a feather fly in flocks.  No hay forma de suponer, razonablemente, que toda asociación y coincidencia de personas que comparten valores y visiones es una conspiración.  Aquello es un sin sentido porque supone que las personas no tienen principios, ni valores y que necesitan ser pagadas para expresar sus opiniones sinceras.

Todo aquello no tiene sentido porque muchas de aquellas personas tienen años y años de defender el estado de derecho desde las perspectivas filosófica, ética, jurídica y política para mencionar algunas, aún desde antes de que en este país se hablara de comisiones como la CICIG.  Aquello carece de sentido porque, ¿qué clase de periodismo harían aquellos periodistas que nunca cuestionaran a aquellos políticos -locales e internacionales- que ejercen el poder?  ¿Qué clase de periodismo sería aquel que temiera tocar ciertos temas para no ofender a la CICIG?

Todo aquello no tiene sentido porque, ¿qué república sana podría funcionar sin el libre intercambio de ideas y sin la libertad de expresión?  ¿Qué república sana podría ser fundada sobre la ausencia de libertad para disentir?

Empero, y en este mundo torcido, todos aquellos disparates apuntan a que lo que buscan Los Colom, el Ministerio Público y la CICIG  es asustar a la opinión pública y perjudicar a quienes los critican.  Los procesos judiciales frívolos son costosos y desgastantes para quienes los sufren; y no tienen costo alguno para quienes los inician con dinero de los contribuyentes.  Utilizan instrumentos legales para dar la apariencia de ser legítimos.  Limitan la libertad de expresión sin tener la apariencia de ser censura.  Como son contra sólo unos, el gremio periodístico tarda en reaccionar, o no reacciona.  No importa cuántos ejemplos similares hayan oído que ocurren en Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Ecuador y Argentina, el Gremio no se da por aludido.

¿Y cómo es que buscan validar -Los Colom, el MP y la CICIG- su teoría de la conspiración?  Con dictámenes de funcionarios como Carlos Morales Monzón, de la radio estatal; y Gustavo Bracamonte Cerón, de la universidad estatal.  Estos peritos han sido los encargados del humo y los espejos que respaldan las acciones de aquel trío de víctimas con lágrimas de cocodrilo.

En Guatemala, la libertad de expresión está siendo sitiada y minada mediante el uso de instrumentos legales y mediante la fabricación de conspiraciones.  Y usted, ¿no está alarmado?


08
Dic 10

La guerra contra Occidente y los WikiLeaks

A estas alturas del partido, es evidente que lo que dijo lord Acton, en el sentido de que el poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente es cierto por donde quiera que se lo vea.  De ahí que debería ser impensable entregarles el poder absoluto a los administradores del estado; y debería ser inadmisible que ellos consideren moralmente aceptable mantener sus acciones fuera del dominio público.  Hay ahí afuera tantos políticos ávidos de poder que debería pararnos los pelos a todos.  Y si los hay en países con largas tradiciones constitucionales, sistemas republicanos  y estados de derecho bastante enraizados, ¿cómo será en sociedades donde hay poco, o nada de aquello?

El individualista y antiestatista que hay en mí, no puede sino reaccionar con repugnancia ante la idea de que los políticos pueden tener secretos y no rendirles cuentas a los electores y a los tributarios; pero…¿y qué tal si la exposición de aquellos secretos beneficia directamente a los enemigos de valores como el estado de derecho, el sistema republicano, la tecnología, la razón, y otros afines?

Therere is a bigger picture que no terminé de ver hasta hoy en la tarde.   Las filtraciones que originan estas meditaciones ocurren en medio de una guerra que rebasa a las administraciones de Barack Obama y de George W. Bush y a sus miserias; y que rebasa a los mismísimos Estados Unidos de América.  Ocurre en medio de una guerra declarada del Islam contra Occidente.  Es decir, una de el misticismo y el colectivismo, contra la razón y el individualismo.  No nos engañemos, el ataque del 11 de septiembre de 2001, contra las Torres Gemelas, no fue uno contra la administración Bush, ni contra los EUA; fue uno contra la civilización.  Esta es una guerra contra el individualismo, la razón, la libertad, el capitalismo, las ciencias,  la tecnología, el estado de derecho, y otros valores que hacen posible la civilización.

En el contexto de aquella guerra, exponer que a Cristina Kirchner podría faltarle un tornillo es anecdótico y hasta podría parecer divertido; pero descubrir cuáles son los lugares estratégicos y las industrias vitales, no sólo para los EUA, sino para la sobrevivencia de Occidente,…eso es como traición.  Moralmente es como afirmar que lo de las Torres Gemelas fue un acto de libertad de expresión. ¿Recuerda, usted, a Efialtes en la historia de Leónidas y sus 300 espartanos? El tenía sus motivos…;pero cuando les mostró a los Persas una ruta alternativa para el paso de las Termópilas, ¿estaba haciendo uso de su libertad de expresión, o de la libertad de información?

Ah, como quisiera yo que este asunto fuera sólo cuestión de desenmascarar a José Luis Rodríguez Zapatero, a Daniel Ortega y a Hugo Chávez, entre otros; pero con todo y el daño que el gobierno de los Estados Unidos de América les hace con su guerra perdida contra las drogas, a los pueblos que podrían ser sus amigos, al final de cuentas hay hechos que no deben ser ignorados para entender la big picture.

1. El misticismo y el colectivismo le tienen declarada una guerra a Occidente, a la razón y al individualismo.

2. Sería bueno que el pueblo de los EUA reconocieran que la guerra perdida, de sus gobiernos, contra las drogas, mina las relaciones con los que deberían ser sus amigos naturales y lo hace vulnerable frente a sus verdaderos enemigos.

3. Esto es importante porque en la guerra que el Islam le declaró a Occidente, se juegan el futuro de la vida civilizada en todo el Globo.

4.  En esta guerra, si ha de ser ganada por Occidente, hay que tomar en cuenta lo que Ayn Rand escribió en Capitalism: the unknown ideal (Capitalismo: el ideal desconocido).  En el capítulo denominado La Anatomía del Compromiso, Rand describe algunas reglas acerca de trabajar con principios en la práctica y acerca de la relación de aquellos con objetivos concretos. a. En todo conflicto entre dos hombres (o dos grupos) que comparten los mismos principios básicos, gana el más consistente. b. En toda colaboración entre dos hombres (o grupos) que se apoyan en diferentes principios básicos, es el más maligno, o irracional, es el que gana. c. Cuando los principios básicos opuestos están abierta y claramente definidos, eso obra en ventaja del lado racional; y cuando no están claramente definidos, sino que están ocultos o difusos, eso obra en ventaja del lado irracional.

Por esto es que, consciente de la guerra que enfrenta la civilización, al final de cuentas no puedo sentirme cómodo cuando los enemigos de Occidente se regodean porque han sido expuestos los lugares y las industrias estratégicas de los EUA.   No puedo sentirme cómodo cuando los principios no están claramente definidos, sino que están ocultos o difusos.

Pero, ¿cuáles son los principios atingentes?  El primero es reconocer que sí hay una guerra y que en esa guerra hay amigos y enemigos.  El segundo es que no es racional pensar que aquello que beneficia a  los enemigos y a los aliados de los enemigos de Occidente, en esta guerra, va a ser bueno  para Occidente; ni siquiera si aquellos enemigos y sus aliados no siempre salen bien parados.  El tercero es que no es racional pensar que aquello que perjudica a Occidente va a ser bueno para Occidente; ni siquiera aquello que, de paso, perjudica a los enemigos de la civilización.

Cabe la posibilidad de que el futuro de Occidente no dependa de la sobrevivencia de los estados-nación y de que las filtraciones terminen de acabar con los estados-naciones.  Entonces, el mundo que conocemos tomará giros que cambiarán nuestros paradigmas.  Y seguramente deberíamos prepararnos para esa eventualidad.  Sin embargo, si han de ocurrir los cambios en esa dirección, el éxito sólo podrá fundamentarse en la razón y en el individualismo; y no en el misticismo y en el colectivismo.  Por ese motivo es que, aún en medio de la guerra, Occidente en general, y los Estados Unidos de América en particular, deben abrazar a los valores que le son propios y ser fiel a las ideas que hicieron posible esta gran civilización.

Dicho lo anterior, ¿qué pasa con la libertad de expresión?  Pues esta es la facultad de expresar, compartir y publicar los pensamientos, ideas, obras y acciones propias; no las de otros.  ¿Cabe hablar de libertad de prensa? Sí; pero distinguiendo lo que es de interés público, de lo que es de interés del público; y recordando siempre que, como nos dejó dicho Viktor Frankl, la libertad y la responsabilidad son inseparables.  Puede que conocer la lista de lugares estratégicos y la de industrias vitales sea de interés del público; pero la conservación de Occidente es de interés público.  Al menos en las sociedades que gozan de sistemas republicanos, y en las que se vive por derecho, y no por permiso.

Esto de los WikiLeaks rebasa a las administraciones de Obama y de Bush, y rebasa a los Estados Unidos de América como estado-nación.  Esto de los WikiLeaks tiene que ver con el futuro de la civilización.

Y, por cierto, si quiere leer algo sobre Occidente, le recomiendo El genio de Occidente, por Louis Rougier; un libro pequeño y estupendo para leer cuanto antes.  En tanto que, para una perspectiva útil sobre esta guerra, le recomiendo Winning the Unwinable War, por Elan Journo.