14
Feb 12

Cuando no te alcance el sueldo…ahí te acuerdas de estos personajes

La Comisión de Finanzas del Congreso, presidida por el diputado del Partido Patriota y ex del FRG, Iván Arévalo, consiguió sin ningún problema el aval de 11 de los 15 diputados que la conforman para que el paquetazo fiscal presentado por el Ejecutivo sea trasladado sin discusión al pleno.

Sería bueno publicar los nombres de estos diputados. ¿Alguien los tiene? Esto es importante porque, luego de aprobado el paquetazo, el dinero que tomen los políticos y sus funcionarios les hará mucha falta a fin de mes. Esas familias querrán recordar quiénes fueron los diputados que aprobaron el despojo.


10
Feb 12

¿Diputados o “diputíteres”?

En 2011, Oscar Vian comentó que los males o beneficios que obtenga el país –como consecuencia de las elecciones generales– obedecerían, en gran medida, a la elección de diputados.  Y hoy, esa afirmación es importante.

Los diputados tienen en sus manos la posibilidad de evitar que se concrete la propuesta de aumento de impuestos más alta de nuestra historia reciente. Además, la propuesta que el Presidente de la República les llevó a los diputados (y que no envió por medio del Ministro de Finanzas como suele hacerse) castiga a los de siempre: a la clase media y a los asalariados.   Es a ellos (electores y tributarios) a quienes habrán de rendirles cuentas los diputados.  Y pronto sabremos quiénes de ellos son representantes responsables ante sus electores, y quiénes son diputíteres.

En la historia de Occidente han existido muchas rebeliones a causa de impuestos: una de las más célebres es la del té, en Boston; protesta que es precedente de la Guerra de Independencia.  En la Francia del ancien regime, la gabela fue la causa de mucha de la animadversión popular contra quienes ejercían el poder.  En Castilla, la Rebelión de los Comuneros ocurrió por el mal uso que de los impuestos hacía el Emperador; y en Nueva Granada, una rebelión con el mismo nombre ocurrió contra los impuestos.  En todos los casos, los políticos que impusieron, o elevaron, los tributos salieron perdiendo en el mediano plazo.  La gente les pasó la factura.

Hoy, los casos de Grecia, España, Portugal e Italia nos confirman que el Estado benefactor y los impuestos elevados no pueden crecer sin que haya consecuencias nefastas como desempleo y la quiebras de empresas, cuando no corrupción.  Nos confirman a dónde es que se llega cuando los tributarios y sus representantes no le ponen un ¡hasta aquí! a los grupos de interés que se benefician con los impuestos que le extraen a la gente.

Si tienes Twitter, o FB, hazles saber –pacíficamente– a los diputados que tienen una responsabilidad contigo y que no estás de acuerdo con que suban los impuestos sin que antes sean eliminados todos los privilegios del presupuesto; y sin que se acaben la mala administración y el desperdicio.  Dirige tus mensajes a @gudy_rivera, @congresoguate, @diputadolpa, @ninethmontenegr, y a @RobertoAlejosC .  Usa el Hastag #NoMasImpuestos.

Esta columna fue publicada en El Periódico.


09
Feb 12

Con razón no alcanza el dinero

¡Con razón los políticos quieren sacarles más dinero a los tributarios!  Un  informe de la diputada Nineth Montenegro indica que, en el Congreso, el año pasado se contrató a 842 personas en el renglón 022, lo cual significó una erogación de Q6.3 millones. En 2011 también se contrató a 192 trabajadores por medio del renglón 029, lo cual representó un gasto total de Q2.3 millones.  A simple vista parece que hay sobrepoblación, indicó la diputada.

¡Así no hay dinero que alcance!


06
Feb 12

El dilema falso en el Congreso

El sábado leí el siguiente titular: Tributos, o más deuda, dilema para Congreso; y pensé que es un dilema falso.  En primer lugar porque antes de llegar al dilema falso, los diputados deberían pedirle al Ejecutivo que haga recortes significativos en el Presupuesto.  ¡Que elimine de él toda aquella partida que signifique una transferencia política de recursos de los tributarios a intereses particulares!

Después de eso y de eliminar cualquier otra forma de mala administración, desperdicio y corrupción, entonces habría que ver si alcanza, o no, con el dinero que se les quita a los tributarios.

Si los políticos y sus funcionarios no pusieran el carruaje antes que el caballo, no tendrían aquel dilema falso.

En segundo lugar porque el dilema -en última instancia- no es para el Congreso; sino para los que pagan impuestos.  Son los tributarios son los que deberían de poder decidir si van a seguir, o no, financiando privilegios, financiando corrupción, y financiando desperdicios.  Son ellos -los tributarios y electores- los que deberían de decidir si siguen apoyando electoralmente a los diputados que los condenan al cargar con más tributos, o a endeudarse.


31
Ene 12

¿Y si tuvieras que empeñar los aretes de tu abuelita?

Grecia tiene un estado benefactor amplio -como el que los europeos y los gringos nos recomiendan- y tiene impuestos elevados -como el que los europeos y los gringos nos recomiendan- y ahora resulta que para pagar los impuestos, los griegos tienen que empeñar sus joyas.  ¿Cuánto tiempo pasará antes de que los chapines tengamos que empeñar joyas para pagar el estado benefactor y los impuestos crecientes?

¿Hace cuántos años fue que, a los griegos, les dijeron que no se preocuparan, que su gobierno era pequeño comparado con otros y que deberían elevar los impuestos para financier el crecimiento económico?  ¿Hace cuántos años los griegos no se imaginaban que iban a tener que empelar los aretes de la abuelita para pagar la fiesta en la que -socialistas como Papandreu- los habían metido?

Cuenta, Niki Kistatonis, en The New York Times, que, en Grecia, hay tiendas -casas de empeño y comerciantes de oro- que están en pleno auge den la medida en que los griegos escasos de efectivo entregan joyas y otros artículos de valor para llegar a fin de mes y pagar nuevos impuestos.  La historia la puedes leer en el suplemento de TNY que publicó el domingo pasado Prensa Libre.

Encima de todo, los políticos quieren más dinero de los tributarios y no tienen la capacidad de gastar bien todo el que reciben.  Ayer confirmamos que los tributarios guatemaltecos (y aún los no tributarios por medio de la inflación, que es un impuesto oculto) pagan multas e intereses por crétidos que les han sido otorgados a los políticos, y que -por ineficiencia- no son usados, ni ejecutados.  Las multas, por esa irresponsabilidad y esa ineficiencia, han crecido un 70 por ciento, y ahora resulta que se deben Q510 millones a causa de eso.

Y cuando sí se gastan tus impuestos, ¿sábes en qué se los gastan? Una secretaria ejecutiva del Congreso gana Q23,200 quetzales al mes, otra gana Q26,343.  Una enfermera del Congreso gana Q23,600 mensuales.  Y un conserje gana Q20,700.  ¡Así no hay plata que alcance! Ni con los aretes de la abuelita.

Cuando tengas que empeñar los aretes de tu abuelita, para pagar impuestos (¡porque fueron impuestos!) ¿te acordarás de cuando pudiste evitar la corrupción y el despilfarro y no lo hiciste?


30
Ene 12

¿Seguiremos en el camino de España?

A ver: España tenía (y tiene) impuestos altos, y un estado benefactor bastante completo, y ha tratado de resolver sus problemas financieros usando las mismas políticas que los causaron… la mejor prueba de que ha empezado otra grave recesión la acaba de dar la Encuesta de Población Activa del cuarto trimestre de 2011. Tras cuatro años de crisis, sin atisbo de recuperación, el mercado laboral español ha encajado uno de los golpes más duros. Solo en el epicentro de la Gran Recesión, en el paso de 2008 a 2009, el impacto fue mayor. Según la EPA, entre octubre y diciembre de 2011 se perdieron 348.000 puestos de trabajo y aumentó el paro en 295.300 personas respecto al tercer trimestre.

¿Qué dices…nos apuntamos para seguir en el camino de España, o hacemos las cosas de forma diferente?

La meditación viene al caso porque el G-40, grupo que incluye a muchos economistas y exfuncionarios responsables de los problemas financieros del sector público guatemalteco avalan la propuesta impositiva de la nueva administración.

¿Es como un mal chiste, o no? Los mismos economistas y funcionarios que hicieron crecer el presupuesto y elevaron impuestos; y los mismos economistas y funcionarios que no cuidaron el dinero de los tributarios, ahora avalan impuestos y presupuestos gigantescos. Es como querer resultados distintos, pero haciendo las mismas cosa, ¿o no?


20
Ene 12

Vacas e impuestos

La frase esa, de que los impuestos son impuestos porque son impuestos, solo es cierta en una sociedad de siervos, y no en una de ciudadanos. Solo es cierta en donde los mandatarios ignoran de que sobre ellos están los mandantes y está la ley. Solo es cierta cuando los funcionarios no recuerdan que el Gobierno es un sirviente peligroso y un amo temible.

Es una lástima que esa frase de los impuestos haya sido usada por el ministro de Finanzas, Pavel Centeno (a quien le tengo mucho aprecio). En realidad, en una república sana, los impuestos se discuten y se consultan con los mandantes. Y los tributarios –solo después de haber revisado y aprobado el presupuesto de gastos; y solo después de haber sido convencidos de que su dinero no va a ser desperdiciado, mal administrado, o simplemente robado– deciden si apoyan el presupuesto de gastos, o no. Si el poder proviene del pueblo, es ese soberano el que debe decidir qué cargas quiere acarrear, y con qué causas va a contribuir.

Me llamó la atención, también, la frase usada por un diputado oficialista, para referirse al paquete impositivo que la nueva administración está por proponer: Debe ser una reforma fiscal con la que el sector privado pueda mantenerse y seguir creciendo. Esa frase me recordó un chiste: Capitalismo es cuando tienes dos vacas, vendes una, compras un toro y crías terneros. Comunismo es cuando tienes dos vacas, el gobierno te las quita y vende la leche. Fascismo es cuando tienes dos vacas, y el gobierno te obliga a cuidarlas, para luego quitarte leche y venderla.

En realidad, los impuestos son robo. No son más que tomar dinero ajeno por la fuerza y repartirlo –políticamente– entre intereses privilegiados a los que, en muchos casos, los legítimos propietarios del dinero no les darían fondos de forma voluntaria. No sirven para el bien común, que es el bien de todos; sino para mantener tranquilos a los que viven de la teta del estado.

Así ha sido tradicionalmente entre nosotros; y toda administración –antes de atreverse a pedir más dinero de los tributarios– debería sentirse moralmente obligada a demostrarnos que, en esta ocasión, va a ser diferente. ¡Es inaceptable que la solución del problema fiscal excluya una revisión previa y exhaustiva del presupuesto de gastos!

Esta columna fue publicada en El Periódico.


16
Ene 12

¿Y cómo hago para darle el beneficio de la duda?

Veo, en Facebook, varios llamados para darle el beneficio de la duda a la nueva administración; y bueno, digo yo: ¿cómo le hago? Digo, porque ojalá tuviera una señal. A mí no me basta el cambio de personajes; quiero evidencias para ponerme racionalmente optimista.

Y aquí hay dos que no me dejan:

La primera es la amenaza de entrar de lleno a la guerra perdida contra las drogas. Los Estados Unidos de América el país más poderoso y rico del mundo, lleva en esa guerra desde los años 70 y a juzgar por los resultados no hay modo que la vaya ganando. México, que se metió de lleno en ella hace poquito, ya lleva casi 50,000 muertos contabilizados y yo dudo que vaya a ganar la guerra. En Guatemala, una guerra que sustituya al enfrentamiento de 36 años no puede significar sino más y más violencia y criminalidad. A mí, todo esto, mo me da ganas de ponerme muy optimista, ni de dar beneficios de duda.

La segunda es que la nueva administración quiere subir impuestos. Tomando en cuenta que el sector público no es ajeno a la economía del país; sino que forma parte de ella, si sube impuestos lo que significará es que trasladará más recursos del sector privado (que es el sector pacífico y voluntario de la economía) al sector público (que es el sector coertitivo y forzado de la economía). Elevar impuestos, sin controlar antes la corrupción, el desperdicio y la mala administración, no es buena señal. Elevar impuestos, sin ganarse antes la confianza de los tributarios, no es buena señal. A mí, así, no me dan ganas de ponerme muy optimista, ni de dar beneficios de duda.

Y sin embargo…¡como quisiera, de verdad, que las cosas cambiaran! ¡El optimista, en mí, se levantó el domingo en la mañana y aspiró el aire helado! Y luego deseó, con todo el corazón, que esta administración tenga éxito. Para que los niños dejen de morirse de enfermedades respiratorias y digestivas que son evitables. Para que los adultos consigan más y mejores empleos para que no tengan que convertirse en clientela para políticos inescrupulosos. Para que no tengamos que andar con miedo en las calles. Para que vivamos en paz, y en prosperidad.


29
Nov 11

¡Carajo!, así no se puede: ¿cómo se gastan tus impuestos?

¡Vaya!, es que hay que verlo para creerlo.  Hoy, Pedro Trujillo nos comparte cómo es que se gastan los impuestos que pagas.  ¿Sabías?

Yo digo que hasta que no se detengan actos como estos.  Hasta que los tributarios no percibamos claramente que se detuvieron la corrupción y el desperdicio; hasta que no quede ni un sólo grupo de interés viviendo de la teta del presupuesto del estado, es inaceptable que los políticos nos exijan más dinero a los tributarios.  Es evidente que les sobra la plata y que no la ejecutan, o que la malgastan.  A las pruebas me remito y cuenta, Pedro, que:

-Al 31 de octubre del 2011, seis ministerios y varias secretarías no llegan al 70 por ciento de ejecución presupuestaria, ¿para qué más presupuesto si son incapaces de ejecutarlo? Al de Salud Pública le quedan Q1 mil 141 millones, a Educación Q1 mil 358 y a Comunicaciones Q2 mil 595, pese a que los consultorios no funcionan, las carreteras están hechas un desastre y la educación primaria olvidada, aunque, por acuerdo ministerial, se aprueba a la muchachada los estudios, sin ruborizarse, de los 90 escasos días que asistieron a clase.

-El diputado Nuila liquida tres facturas por Q1 mil 193 en el Hotel Miralvalle de San Pedro Sacatepéquez, el 24/9/11, sábado, por cierto. Don Baudilio Hichos incluye factura de gasolina por Q1 mil 345, lo que hace suponer que maneja un tanque y comidas en el restaurante Altuna por Q1 mil 998, que revelan un feroz apetito. Doña Roxana acredita en el súper Q4 mil 254, haciéndole competencia a Wal Mart. El diputado Reynabel Estrada incluye dos facturas del mismo día (17/10/11) en Tamarindos por las groseras cantidades de Q4 mil 985 y Q4 mil 955, ¿se indigestaría? El diputado Ponce Guay justifica el fuleo de carros casi todos los días, en ocasiones dos veces. Mario Taracena hace rico a un tal Melqui Eliú Ramírez y a Alimentos y Servicios D’Lujo. Los de Líder mantienen, junto con otros, la Operadora del Centro Histórico con media de Q2 mil por gasto. L’Scala café, por el número de tiques, pareciera el lugar predilecto del señor Barquín o de sus asociados.

-La embajada itinerante indígena (sic) tiene asignado más de Q1 millón. Al Parque Zoológico La Aurora le endilgan Q3 millones. A la empresa de Ferrocarriles (¿existe?) Q750 mil. A la Facultad de Ingeniería de la Usac Q500 mil ¿por qué? A la oficina nacional del servicio civil Q34.4 millones. Al Parlacen, Q11 millones. Del deporte ni hablemos, pero véanlo. Al Colegio de Abogados y Notarios Q7.9 millones ¡Ah!, y a la Flacso, que se dice independiente, Q1.5 millones.

¡Carajo!, así no se puede.


14
Nov 11

Los políticos, ¿deben cumplir sus promesas?

Un cura de Quetzaltenango instó a sus feligreses a que les exijan a las nuevas autoridades a cumplir sus ofrecimientos.  Y cuando Candido leyó eso, me dijo: ¡Ya papo!  ¿No es que dicen por ay que hay que tener cuidado con lo que uno pide, porque no vaya  a ser que se le cumpla?

Cándido le dio una mordida a su conserva de coco y añadió: Mire que hay promesas de promesas; yo diría que  aquellos que ofrecieron subir impuestos y castigar más a los pocos que pagamos tributos, mejor no habría que recordarles su disparate.

Y Cándido tiene razón.  Digo que es mejor que los políticos socialistas no cumplan sus promesas y es mejor que los políticos mercantilistas no cumplan sus promesas.   De hecho, sería mejor que los políticos colectivistas (de todos los colores) y los políticos populistas se dedicaran a hacer nada.  Niente.