09
Jun 08

Sí al desfile del ejército

Cuando era niño, uno de los paseos que más disfrutaba era cuando me llevaban a ver el desfile del 30 de Junio.

Yo creo que es mala idea que el ejército ejerza el poder; creo que es mala idea que el ejército (o cualquier otro organo del estado) no esté sometido a la ley; y creo que el ejército no debe andar alfabetizando, vacunando, ni enseñando a sembrar. Empero, el ejército es una institución destinada a mantener la independencia, la soberanía y el honor de Guatemala, la integridad del territorio, la paz y la seguridad interior y exterior, y como tal merece mi respeto.

Estoy plenamente consciente de que muchos malos militares han usado la institución armada para enriquecerse y para proteger sus negocios con la mafia. También se que en el contexto de la guerra contra las guerrillas marxistas-leninistas, muchos oficiales y soldados cometieron excesos; sin embargo, con todo y todo, mi generación le debe al ejército el no haber crecido en una dictadura totalitaria como la de Cuba, o como las de Europa Oriental y muchos países de Asias y Africa.

Por eso creo que es una injusticia y una canallada andar por ahí atribuyéndole al ejército “la responsabilidad de la violencia actual” y pidiendo que se humille a la institución armada. Aquel enfoque oculta que la delincuencia actual es consecuencia de la falta de autoridad de la administración y de que ni la Policía, ni los Tribunales, ni el Ministerio Público cuentan con apoyo político, presupuestario y técnico para cumplir su cometido. Oculta, también, la responsabilidad de la URNG en la guerra, cuya ambición por establecer la dictadura del proletariado fue el motor de aquel enfrentamiento.

Todo individuo que cometa delitos al amparo de cualquier organo estatal debería ser sometido a la ley; pero no porque en ella haya mafiosos y delincuentes se puede humillar y desprestigiar a una institución. Lo que hace falta es que se persiga y se castigue a los delincuentes; y lo que no hace falta es que -en beneficio de quién sabe qué intereses- se desmoralice y se desmorone al ejército; porque un día de estos -lean mis labios- lo vamos a necesitar.


11
Abr 08

Ejército sí; Policía, no

“Queremos patrullar junto al Ejército no con la Policía”, dijeron los dirigentes de la población de San Juan Alotenango, en Guatemala.

Un día después de los disturbios de en San Juan Alotenango, Sacatepéquez, que dejó como saldo dos personas muertas; cuatro policías y un periodista heridos; y cinco personas capturadas, los vecinos pidieron patrullar junto al ejército, como una condición para permitir el regreso de la Policía. La decisión de los pobladores se basa en la inseguridad en la que viven. De hecho, el problema en la noche del miércoles pasado empezó cuando algunos vecinos intentaron secuestrar a un supuesto extorsionista para lincharlo.

Curioso, ¿o no? En realidad no tanto. Los soldados son percibidos como menos corruptos y corrompibles que los policías. Durante muchos años, y en muchos rincones del país, el Ejército ha sido fuente de estabilidad y de seguridad. A mí no me agrada el militarismo; pero no me extraña que la gente desconfíe tanto de los policías.

En ausencia de estado de derecho, la gente tiende a buscar seguridad, orden y estabilidad en la fuerza.


26
Feb 08

Las dos caras de "Jano" Colom

Jano, como el presidente guatemalteco, Alvaro Colom, tiene dos caras: Con una de ellas, el Presidente chapín ofreció abrir los archivos del Ejército para “esclarecer el paradero de miles de guatemaltecos que desaparecieron durante el conflicto armado interno”. Empero, con la otra cara, las políticas de transparencia anunciadas por el gobierno de Álvaro Colom se entrampan, por lo que sus iniciativas contra el enriquecimiento ilícito tomarán más tiempo de lo previsto”.

Inmediatamente después de anunciar que los funcionarios de la administración socialdemócrata no van a dar a conocer sus estados patrimoniales completos (como lo había ofrecido), el Presidente se llena la boca con que va a ventanear a los militares. Y la cosa esa no se vería mal, si no contrastara tanto con la oscuridad y la neblina con las que Jano protege a sus funcionarios.

Pero claro, ¿cómo iba a sorprendernos algo así a los guatemaltecos? ¿No estamos acostumbrados a que nos den atol con el dedo?

Y mientras leo los diarios me topo con un anuncio, pagado por la Administración, con respecto a lo de los archivos militares y al esclarecimiento de lo que pasó durante el enfrentamiento armado. En el anuncio, Colom alardea: “Hay un sistema empeñado en esconder la verdad, pero hay un gobierno que tiene un Presidente que no la va a esconcer y que los resposnables de estos hechos sean llevados a la justicia”. Y luego lanza una afirmación altamente ofensiva: “Soy el Presidente de la República y vuevo a reconocer que fue el Estado el que generó toda esta masacre y esta tragedia humana que vivió Guatemala por tantos años*”.

Jano delira; porque la guerrilla quería imponer la revolución, con el objetivo de establecer la dictadura del proletariado al modo de Cuba, o de los países de Europa del Este que tanto admiraban y visitaban los comandantes que secuestraban, asesinaban, extorsionaban y detonaban para conseguir sus propósitos.

It takes two to tango, dice un dicho viejo. Y si de verdad existe un sistema empeñado en esconcer la verdad, como asegura Colom, ¡él es parte de ese sistema que pretende ocultar los motivos y los crímenes de la guerrilla! y que pretende echar toda la carga sobre el Estado que
-torpemente y como se quiera- estaba llamado a evitar que la incipiente, impedida y precaria democracia chapina se convirtiera en una dictadura totalitaria.

Perdonen, pero a mí esa doble moral me pone para ver gansos; reacción que tampoco puedo evitar cuando veo que las élites del país son indiferentes ante semejantes sinvergüenzadas.

*El Campo Pagado está en la página 51, de la Prensa Libre de hoy, y no pongo enlace porque no hay enlaces para los anuncios.


15
Feb 07

Lo pretencioso, lo absurdo y lo que no tiene madre

Ya era bastante kitsch, en el sentido de que era pretencioso y de mal gusto, que los chapines anduvíeramos de policías del mundo –cuando no podemos ni con lo de aquí-, como para que vaya resultando cierto que la adjudicación de los viajes de las misiones de paz al Congo es hecha a una empresa vinculada a militares retirados por parte del Ministerio de la Defensa, como lo informa hoy El Periódico. Según ese diario los boletos tienen un sobreprecio de casi Q12 mil.

Ya está mal que esta Administración mande a inocentes patojos guatemaltecos a morirse, como para que encima haya enriquecimeinto ilícito alrededor de la operación.

¿Qué hará la Insitución Armada para aclarar este asunto?


03
Dic 06

La pantomima y la indignidad

Algunos políticos, muchos exguerrilleros y un montón de buscadores de rentas parasitarias (relacionados con ONG) celebran 10 años de la firma de los inconstitucionales e ilegítimos Acuerdos de Paz.
Por eso lamento que hoy, en un remedo de festejo, un grupo de jóvenes soldados haya sido puesto a desfilar en la Avenida de las Américas. Yo creo que el Ejército no debería prestarse a pantomimas como la de esta mañana ya que perjudican la dignidad de la institución armada y de los jóvenes que prestan sus servicios en ella. ¡Va mi saludo para el Ejercito victorioso de Guatemala!
Claro que no estoy contra la paz, ni a favor de la guerra; pero aquellos acuerdos debieron haber sidosometidos a referendum, como manda la Constitución. En vez de eso fueron impuestos. Lo bueno de eso es que muy pocos son los que los toman en serio; pero lo malo es que minan la institucionalidad del país y contribuyen a que aumente la falta de autoridad moral de parte del sector gobierno. La única forma de tener una paz firme y duradera es respetando el estado de derecho y la Constitución.