Las dos caras de "Jano" Colom

Jano, como el presidente guatemalteco, Alvaro Colom, tiene dos caras: Con una de ellas, el Presidente chapín ofreció abrir los archivos del Ejército para “esclarecer el paradero de miles de guatemaltecos que desaparecieron durante el conflicto armado interno”. Empero, con la otra cara, las políticas de transparencia anunciadas por el gobierno de Álvaro Colom se entrampan, por lo que sus iniciativas contra el enriquecimiento ilícito tomarán más tiempo de lo previsto”.

Inmediatamente después de anunciar que los funcionarios de la administración socialdemócrata no van a dar a conocer sus estados patrimoniales completos (como lo había ofrecido), el Presidente se llena la boca con que va a ventanear a los militares. Y la cosa esa no se vería mal, si no contrastara tanto con la oscuridad y la neblina con las que Jano protege a sus funcionarios.

Pero claro, ¿cómo iba a sorprendernos algo así a los guatemaltecos? ¿No estamos acostumbrados a que nos den atol con el dedo?

Y mientras leo los diarios me topo con un anuncio, pagado por la Administración, con respecto a lo de los archivos militares y al esclarecimiento de lo que pasó durante el enfrentamiento armado. En el anuncio, Colom alardea: “Hay un sistema empeñado en esconder la verdad, pero hay un gobierno que tiene un Presidente que no la va a esconcer y que los resposnables de estos hechos sean llevados a la justicia”. Y luego lanza una afirmación altamente ofensiva: “Soy el Presidente de la República y vuevo a reconocer que fue el Estado el que generó toda esta masacre y esta tragedia humana que vivió Guatemala por tantos años*”.

Jano delira; porque la guerrilla quería imponer la revolución, con el objetivo de establecer la dictadura del proletariado al modo de Cuba, o de los países de Europa del Este que tanto admiraban y visitaban los comandantes que secuestraban, asesinaban, extorsionaban y detonaban para conseguir sus propósitos.

It takes two to tango, dice un dicho viejo. Y si de verdad existe un sistema empeñado en esconcer la verdad, como asegura Colom, ¡él es parte de ese sistema que pretende ocultar los motivos y los crímenes de la guerrilla! y que pretende echar toda la carga sobre el Estado que
-torpemente y como se quiera- estaba llamado a evitar que la incipiente, impedida y precaria democracia chapina se convirtiera en una dictadura totalitaria.

Perdonen, pero a mí esa doble moral me pone para ver gansos; reacción que tampoco puedo evitar cuando veo que las élites del país son indiferentes ante semejantes sinvergüenzadas.

*El Campo Pagado está en la página 51, de la Prensa Libre de hoy, y no pongo enlace porque no hay enlaces para los anuncios.

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