Hoy, en el Salón del Pueblo del Congreso de la República, será expuesto el proyecto ProReforma, de reforma constitucional. Yo lo apoyo porque creo que tendremos una mejor sociedad si la fundamos sobre principios que, por ejemplo, eliminen los privilegios en vez de multiplicarlos; principios que protejan absolutamente los derechos individuales de todos por igual, sin importar condición económica, étnia, sexo, religión, ni nada parecido; y principios que hagan posible que los intereses colectivos no prevalezcan sobre aquellos derechos individuales.
derechos individuales
31
Ago 09
ProReforma en el Congreso
11
Ago 09
Libertad, nacionalismo y otras inquietudes
Me gustan la palabra libertad en el escudo nacional y la idea de que el quetzal es nuestra ave símbolo porque no puede vivir sin libertad. Me gusta la pureza de ideales que representa la monja blanca, y me gusta que la ceiba sea un árbol tan majestuoso y que en las monedas de 5 centavos esté acompañado por la frase: Libre crezca fecundo. Pero me siento muy incómodo con el colectivismo de los nacionalistas y de los patriotas; y me siento muy incómodo con su altruismo y con el carácter casi místico que le dan a la patria. Y, con todo y todo, yo amo a la mía porque es mía, porque aquí está enterrado mi ombligo, y porque me gustan sus aromas, sus sabores, sus texturas, sus sonidos y sus colores.
Porque creo que es oportuno, comparto con ustedes algo que escribí hace un par de años sobre este tema.
Muchos de nosotros valoramos los principios éticos, jurídicos y económicos de una sociedad de personas libres y responsables. ¿Notó el orden? Eticos, primero; jurídicos, despúes; y económicos, de último. Esto es importante, porque para quienes compartimos aquel ideario, la razón de ser de la defensa de la libertad se basa más en la capacidad de esta para preservar la dignidad de las personas, que en su eficiencia para producir bienes y servicios. Lo virtuoso, para nosotros, es aquello que contribuye a la vida plena, digna y feliz de las personas.
Esto nos lleva a que para muchos de nosotros son más importantes los derechos individuales de las personas, que los intereses colectivos de la clase, de la étnia, del gremio, de la sociedad, de la nación, o del estado.
Por eso nos enfocamos más en los derechos individuales iguales para todos, que en los intereses nacionales, o colectivos. Por favor, note usted que no he dicho que los intereses inviduales deban prevalecer sobre los intereses grupales. Esto es muy importante, para no caer en equívocos.
Desde mi punto de vista, los valores cívicos que vale la pena respetar son aquellos que contribuyen a la preservación de los derechos individuales; en contraposición a los valores cívicos que someten los derechos individuales a los intereses del estado, o, peor aún, a los intereses de los grupos que controlan el estado. En ese sentido es que la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad son principios que aprecio, pero el sacrificio y el nacionalismo no lo son; y sin embargo, estos dos son tenidos como principios rectores por algunos sectores de nuestra sociedad, y hasta por el estado, por supuesto.
¿Vió la pelítula The Patriot, de Mel Gibson? En ella el se ilustra cómo es que, para el protagonista, Benjamin Martin, la razón de su lucha patriota primero son su familia y su granja. Esa es una visión patriota compatible con el liberalismo. En contraste, en Gladiator, con Russel Crowe, Maximus sacrifica su vida y su familia por el Imperio (el estado); y en mi opinión esa es una visión nacionalista incompatible con el liberalismo.
Ocurre un sacrificio cuando uno entrega algo de gran valor en beneficio, o a cambio de algo de menor valor, o de ningún valor. El sacrificio no debe ser confundido con el costo que hay que pagar para alcanzar cosas de gran valor. Por ejemplo, si yo no voy a una fiesta porque me quedo estudiando, eso no es sacrificio. No lo es porque, si me quedo estudiando es porque yo valor más el estudio y los bienes que luego tendrá gracias a mis éxitos en el estudio, que lo que pudiera divertirme en una fiesta. El no ir a la fiesta es el costo que hay que pagar para obtener algo mejor en el futuro, no un sacrificio. Ir a la guerra a defender valores que no comparto; eso sí es sacrificio. Y generalmente se tiene como una virtud cívica servir a la patria en condiciones de guerra.
Como explica Alberto Benegas-Lynch (h), el nacionalismo está imbuido de relativismos, a tal grado de que se habla de la verdad alemana, o de la conciencia africana y cosas así. Los partidarios del nacionalismo hacen aparecer a la nacion como algo natural cuando en verdad consituyen constructos establecidos por la fuerza. Probablemente nada haya más antinatural que la delimitación de las fronteras que son el resultado de acuerdos entre partes beligerantes, luchas y conquistas, cuando no directamente de la rapiña. A este respecto, recomiendo el ensayo publicado por Benegas-Lynch (h) en la revista Laissez-Faire de marzo de 1995.
Benegas-Lynch (h) explica que todo indivuduo lleva una cierta combinación genética que no le pertenece más que a él y este es el punto de partida en la historia de cada uno. En definitiva la histora de los grupos no es lineal y homogénea: cada persona usa su libre albedrío de forma distinta y los movimientos migratorios y las correspondientes asimilaciones producen modificaciones adicionales que deben considerarse y tomarse en cuenta. El argumento de la historia común constituye una especie de petición de principios: si las naciones se constituyen por medio de la fuerza y además se establecen trabas migratorias de diversa naturaleza, es lógico que apareza una tendencia a la historia común. Pero las naciones nos deforman porque tienen una historia común, o más bien tienen una historia común porque el establecimeinto de una nación requiere de la fuerza y los obstáculos migratorios se encargan de fortalecer esa historia común.
Dice Benegas Lynch (h) que el nacionalismo pretende establecer una cultura alambrada, una cultura cercada que hay que preservar de la contaminación que ocasionarían aquellos aportes generados fuera de las fronteras de la nación. Se considera que lo autóctono es siempre un valor y lo foráneo un desvalor, con lo que se destroza la cultura para convertirla en una especie de narcisismo que cada vez se asimila a lo tribal que al espíritu cultivado que es necesariamente cosmopolita.
El afecto al terruño, a los lugares quen que uno ha vivido y han vivido los padres y el apego a las buenas tradicioens es natural, incluso la veneración a estas tradiciones es necesaria para el progreso, dice Benegas Lynch (h); pero una cosa es declamar un irrefrenable amor telúrico a personas y cosas con las que tenemos afinidad y cercanía, y otra distinta es hacer a un lado otras sólo porque están del otro lado de una frontera política artificial.
Yo comparto el punto de vista de Benegas Lynch (h). Y comparto la idea de que más valiosos que el orden, o que el respeto a los intereses colectivos, lo son la vida, la libertad y la propiedad de los individuos; así como su derecho a la búsqueda de la libertad, o el derecho a la búsqueda de la verdad (aunque esta ofendiera los valores nacionales, o los de la patria). Creo que la cooperación social pacífica, es más valiosa que la preservación forzosa de las fronteras nacionales, o que la imposición forzada de los valores, las tradiciones, o los ideales del grupo, o de los grupos que ejerzan el poder desde el estado.
Por eso es que, como muchos otros, siento más amor por la libertad, que amor por la nación. Es cuestión de prioridades, claro; o del orden de la escala de valores que cada uno de nosotros tiene, como individuo.
11
Jun 09
Para los cuates Antonio y Gary, algo sobre derechos
En el post sobre la Gestapo del tabaco, los cuates Antonio y Gary se han involucrado en una discusión muy valiosa sobre la naturaleza de los derechos.
Los seres humanos, como personas individuales, tenemos derechos. Los grupos no; porque precisamente los derechos los gozan los individuos no porque el grupo se los conceda, ni los goza para bien del grupo, sino que los goza para defenderse de la colectividad y de los otros.
Cualquier cosa, parecida a un derecho, de la cual gocen sólo unos, y no todos los miembros de una sociedad; cualquier imitación de derecho de la que las personas gocen de cuando en cuando;cualquier pseudoderecho que para disfrutarlo haya que pasar sobre los derechos ajenos; y cualquier otra gracia que concedan la colectividad, o el tirano de turno, no son derechos, sino privilegios.
Usted tiene derecho a la vida; y para ejercerlo no le pidió permiso a su vecino, ni al gobierno. Pero además, al ejercerlo, no afecta la vida, la libertad, la propiedad, o el derecho a la búsqueda de la felicidad de nadie. Por otro lado, si yo pretendo vivir a costillas de otras personas, es decir, reclamando para mí una parte del fruto del trabajo, el tiempo, u otros recursos de mis vecinos, entonces me hago de privilegios.
Si todos somos iguales ante la ley, podemos ejercer nuestros derechos; pero si hay leyes especiales para unos, que no se le aplican a otros, entonces se ejercen los privilegios.
02
Jun 09
En Santiago Atitlán sí son ciudadanos, no súbditos
Durante una consulta popular, unos 1500 pobladores de Santiago Atitlán rechazaron la ley del Impuesto Unico sobre Inmuebles y luego de cuatro horas y media de deliberaciones y fue suscrita un acta en la que consta que los ciudadanos no aceptan pagar.
11
May 09
Interesante observación sobre ProReforma
El sábado, la lectora Maribel Scoffield hizo una valiosa observación sobre ProReforma. Dice Scoffield que La base jurídica del sufragio universal descansa en un antiguo principo general del Derecho, “lo que concierne a todos, debe ser aprobado por todos”. Y la comentarista asegura que ProReforma quebranta ese principio porque propone la división del Organismo Legislativo en dos cámaras; y aunque todos los ciudadanos adultos pueden elegir representates para la cámara baja, no todos pueden hacerlo con los de la cámara alta. Scoffield subraya que en la elección del Senado no participa toda la población ciudadana adulta; sino, solamente, un grupo minoritario de quinquagenarios y sexagenarios.
24
Mar 09
Sólo los delincuentes podrán andar armados
Cuando las armas y las municiones están prohibidas para la gente honrada, ¿quiénes serán los únicos que tendrán acceso a las armas? Los delincuentes. Y los diputados, claro, y la policía, y el ejército; pero eso no es consuelo. Además, lo relevante es que mientras que la gente honrada no podrá tener, ni portar armas, los mareros, los asesinos de pilotos, los ladrones, y los mafiosos, ni reepetarán la ley, ni registrarán sus armas, ni las entregarán.
Cuando las armas y municiones estén prohibidas para la gente honrada, sólo el Smiley y su gente andarán armados.
Australia es un ejemplo de un país en el que las leyes duras contra las armas legales no sólo no han disminuido la criminalidad violenta, sino que esta ha aumentado. La prohibición de las armas ha conducido hacia más delincuencia en países como Canadá.
Juan Carlos Hidalgo nos cuenta que “en Gran Bretaña se hizo ilegal la tenencia de armas de fuego en 1997, sin embargo eso no evitó que la violencia armada aumentara un 40% desde entonces, de tal forma que hoy en día más súbditos británicos mueren a causa de armas de fuego que antes que el Parlamento prohibiera su tenencia. La policía de ese país indica que la violencia se ha “diseminado como un cáncer”, según reporta la revista Observer. Por las mismas fechas Australia también prohibió una amplia variedad de armas de fuego. No obstante, en los 4 años después de que la ley fuera aprobada los asaltos a mano armada aumentaron un 51%, los ataques violentos un 24% y los homicidios involuntarios en un 16%.
¿Y qué sucede cuando se les permite a los ciudadanos portar armas? En Estados Unidos, más de una treintena de estados han flexibilizado los requerimientos para andar armado y han experimentado en promedio reducciones del 4,4% en el crimen violento, 10% en los homicidios, 3% en las violaciones, y 5,7% en los asaltos agravados como lo han demostrado las investigaciones del economista John Lott del American Enterprise Institute”.
Cuando las armas y municiones estén prohibidas para la gente honrada, sólo los delincuentes andarán armados.
03
Mar 09
No hay mejor dinero que el oro
No hay mejor dinero que el oro; ya lo dice la canción: There is no money, like gold money, like no money I know. Everything about it is appealling; parafraseando la canción de Rosemary Clooney.
De Judy Shelton: “Bajo el patrón oro, si la gente cree que el papel moneda impreso por el gobierno está perdiendo valor, la gente tiene el derecho de cambairse al oro. El dinero fiat, o sea al dinero sin valor instrínseco que el gobierno obliga a recibir, pierde su valor cuando el gobierno crea más de lo que pude ser absorbido por la economía real y productiva. Mucho dinero fiat resulta en inflación, lo que ayuda a ciertos sectores primero, como la vivienda y el sector financiero; pero a la larga eleva los precios en general”. Léalo usted en The Wall Street Journal, del 11 de febrero de 2009.
El senador estatal Greg Walker, de Indiana, ha presentado una propuesta de ley que le permitirá a su estado ofrecerles a sus habitantes elegir entre oro y plata, o un pago electrónico equivalente. La ley se llama Ley del Dinero Honesto. Léalo usted en indianahonestmoney.com
“El capitalismo es culpado por los males de la intervención estatal, y por eso es que más intervención estatal es propuesta para curar aquellos males. ¿La Gran Depresión? A pesar de la evidencia masiva de que la Reserva Federal y otras políticas gubernamentales fueron responsables por el crash y por la inhabilidad de la economía para recuperarse, el laissez-faire fue culpado. Consecuentemente, el poder del gobierno sobre la economía fue dramáticamente expandido. Y, ¿qué hay de la crisis de energía de los 70? A pesar de la abundante evidencia de que fue ocasionada por la inflación monetaria exacerbada por el abandono de lo que quedaba del patrón oro, empeorada por los controles de precios, las petroleras ambiciosas fueron culpadas. La solución prescrita fue que el gobierno ejerciera más control”. Esto es de un artículo por Yaron Brooks y Don Watkins, del Ayn Rand Center.
Arthur J. Rolinck y Warren E. Webber, en Money, Inflation, and Output under Fiat and Commodity Standards, mediante el análisis de la historia de 15 países, encontraron que bajo los estándares fiat las tasas de crecimiento de varios agregados monetarios son más altamente relacionadas con la inflación que bajo estándares como el oro. El crecimiento monetario y la inflación también son más altos. Esto está en The Journal of Political Economy, Vol. 105, N0. 6 Pp. 1308-1321, publicado por The University of Chicago Press.
26
Feb 09
¿Un caso más de hipocresía migratoria?
Tres migrantes originarios de Bután están atrapados en el aeropuerto La Aurora desde la semana pasada por haber extraviado sus documentos. Babú, Ramichi y Limbo querían llegar a Canadá en busca de una mejor vida; pero se quedaron varados en Guatemala cuando perdieron sus pasaportes al ingresar al país y no pudieron continuar el viaje.
Ese es un caso más, en el que se pone a prueba cuál es la verdadera naturaleza de los sentimientos y las políticas migratorias de los guatemaltecos. Los extranjeros en apuros migratorios, ¿serán tratados como en México y en los Estados Unidos de América son tratados nuestros connacionales que se encuentran en aprietos parecidos, o serán tratados como nosotros quisiéramos que fueran tratados los chapines que salen en busca de mejores oportunidades?
Bután, por cierto, es un país curioso. Allá por 2006 el rey del lugar dispuso incluir como eje de su estrategia de desarrollo un índice de felicidad. Hágame usted el favor. Allá, “la mano feliz del estado” planifica la felicidad y la mide…¿será por eso que sus habitantes se van a Canadá, aunque corran el riesgo de quedarse atrapados en Guatemala?
24
Feb 09
Vecinos de El Zapote enloquecieron
Un grupo de vecinos de El Zapote instaló altavoces en una residencia, para que se escuchara a todo volumen la voz de un niño que pide: “No más disparos, por favor; nos asustan”. ¿Cuál es la causa de semejante desatino? Que a esa gente le molesta ser vecina del Club de Caza, Tiro y Pesca, que está ahí desde 1946.
Lo curioso es que los promotores de los altavoces no han aceptado que el Club tome medidas de mitigación del ruido; sino que lo que quieren es que el Club se vaya de allí, donde ya estaba antes de que muchos de los protestantes llegaran a vivir ahí. Uno de ellos, literalmente dijo que creyó que era un barrio tranquilo, pero el primer fin de semana se dio cuenta de que “era un campo de batalla”. Ciertamente que debe ser molesto vivir al lado de un campo de tiro; pero dicho polígono ya estaba ahí, y a mí que no me digan los que “llegaron creyendo que era un barrio tranquilo”, que no sabían que ahí había disparos.
Adicionalmente, ¿a qué clase de persona se le ocurre poner altavoces con un niño pegando berridos, para contrarrestar los disparos de los aficionados al tiro? ¡Ese lugar ha de ser de locos!; y me recordó, por cierto, que para la invasión de Panamá, cuando Manuel Noriega se refugió en la Nunciatura, los gringos pusieron altavoces alrededor de aquella embajada y la iluminaban con potentes reflectores, para desesperar al depuesto Hombre Fuerte panameño.
Yo creo que aquí hay un caso de histeria contra las armas, caso que se hace evidente por el hecho de que los vecinos no aceptan las medidas de mitigación. Creo que si el Club no causa daños, sino molestias y encima ofrece disminuirlas y creo que si el Club estaba antes que los vecinos hostiles, se debe respetar el derecho de propiedad del Club.
En situaciones semejantes, cuando algunas iglesias se instalan en ciertos barrios y llegan con sus megáfonos estridentes, los vecinos quedan desamparados porque creen que si se quejan violan la libertad de cultos y la de expresión, lo cual no es cierto; quedan desamparados porque están inmersos en la cultura de lo políticamente correcto; y quedan desamparados porque temen represalias. Este no es el caso del Club porque el mismo ya estaba ahí cuando llegaron los vecinos; y porque esa organización ha ofrecido mitigar el ruido que ocasiona.![]()

