12
Dic 10

Luces Campero iluminaron el cielo

¡Estupendas estuvieron las Luces Campero! Me encantan los colores, las formas y el modo en el que iluminan el cielo y la ciudad.

En este año, las Luces cumplieron 20 años de estarse celebrando. La primera vez, recuerdo que dispuse subir a verlas desde el Mirador en la carretera a El Salvador. Fue un desastre no sólo porque desde allá arriba se veían muy lejos y muy pequeñas, sino porque el tráfico fue espantoso.

Luego pasaron varios años en que no las vi. Durante un par de ocasiones las pude ver parcialmente desde la ventana de un edificio en la Plaza España; y desde mi casa anterior podía ver algunas entre las ramas de un hermoso árbol de Llama del bosque.

Anoche dispuse que, en vez de tomarles fotos, tomaría un vídeo para compartirlas aquí, en Carpe Diem.


12
Dic 10

Fiesta en el Mercado

Ayer estaba alegre el Mercado de la Villa de Guadalupe. Cómo en mi barrio se celebra la fiesta patronal, los inquilinos de aquel Mercado ponen música y hacen que ir a comprar las frutas y verduras sea más alegre que de costumbre….y hoy, la fiesta continúa hasta en la noche.


26
Nov 10

¡Celebración de la vida y de lo que la hace buena!

¿Cómo no dedicarle una noche a la celebración de todo lo bueno que hemos tenido en el año? ¿Cómo no celebrar a las personas que nos aman y que amamos, a nuestras familias y a nuestros amigos? ¿Cómo no celebrar las cosas buenas que tenemos: los frutos del trabajo, y la salud? ¿Cómo no celebrar a las ideas y a las personas que hacen posible lo que tenemos y lo que hace nuestras vidas más placenteras, más fáciles y más alegres?

A mí, por eso, me gusta mucho celebrar la fiesta del Día de Gracias.  La verdad sea dicha, las fiestas en las que se celebran la muerte y el sacrificio sólo me interesan como fenómenos sociales y como parte de las tradiciones (¡Y por la comida que se acostumbra en ellas!); pero, realmente, me parecen perversas.  ¡Que vivan la vida y la productividad!

Anoche celebramos con un pavo que hicimos en casa de acuerdo con la receta de mi bisabuela, Adela o Mami; acompañado por puré de camote, ensalada y un Quimera 2005, de Achaval Ferrer, que trajeron amigas queridas.  Y el toque chapín lo puso una torta de yemas, de Totonicapán, departamento guatemalteco famoso por sus panaderías, entre otras cosas.

He aquí una meditación valiosa sobre esta fiesta,  por el cuate Craig Biddle.


17
Sep 10

¡Mi último año en la década de los 40!

Imagen de previsualización de YouTubeHoy celebro que empieza mi último año en la década de los 40. ¡Y vaya si no tengo qué celebrar! Celebro a mi familia y a mis amigos y a las personas que amo y me aman. Celebro a los que me permiten andar a su lado. A los que me dejan compartir su mesa. A los que han sido generosos con sus ideas, con su cariño y con su respeto. A los que me han tendido una mano y a los que me han tenido paciencia. Celebro a los lectores de este espacio. Celebro que me acerco a cumplir medio siglo.
Por cierto que en 1961, el año en que nací, un equipo de médicos logró varias fecundaciones de óvulos humanos en un tubo de ensayo; el submarino atómico George Washington estuvo 67 días seguidos bajo el agua, lo cual fue un record; en el Cavern Club actuaron por primera vez Los Beatles; el criminal de Guerra Adolf Eichmann fue enjuiciado y sentenciado a muerte; Yuri Gagarin fue el primer ser humano en viajar al espacio y ocurrió el fracaso de Bahía de Cochinos; también aparecieron por primera vez Los cuatro fantásticos; . En ese año nacieron George Clooney, Enya, Michael J. Fox, Diana Spencer, Carlos Vives, Andrés Calamaro, Ralph Macchio y Nadia Comaneci. En ese año se estrenaron las películas Judgement at Nüremberg y West Side Story.

15
Sep 10

Celebración de Independencia en Centro Histórico

La noche del 14 de septiembre, que es la víspera de la celebración de la Independencia de Guatemala, se pone muy alegre en el Centro Histórico. Los grupos de personas que -de todas las edades y condiciones- llevan y traen antorchas por las calles son abundantes y de lo más variados. Aveces son pequeños grupos familiares y otras son equipos de barrios, o poblaciones. Algunos van solos, corriendo, y otros van en bicicletas, o acompañados por automóviles y autobuses. Algunos son sencillos, o otros son eleborados. ¡Todos van muy contentos! La verdad es que es muy alegre eso de ir a ver a los de las antorchas.
 
Tengo años de ir a verlos al Monumento a los Próceres; pero desde hace unos dos septiembres que dejó de ser la actividad popular casi espontánea, que era, para convertirse en una actividad gubernamental que le quitó lo bonito. Ahora hasta prohíben que los jóvenes se arrojen a la fuente que hay en el monumento y llevan artístas con programa y todo.
 
Así que en busca de la celebración perdida me fui al Centro y ahí la hallé. Con el añadido de que en la zona 1 desfilan docenas de pelotones de estudiantes con bandas que, igual que los grupos que llevan antorchas, cruzan aquella área de la ciudad de Norte a Sur y de Este a Oeste.
 
Hay que ir con paciencia porque el tráfico se pone pesado; pero si uno ya sabe a lo que va y va con tiempo, todo es diversión. Bueno…para mí, que me gozo estas cosas.
 
Al colegio que está en el vídeo lo vi frente al antiguo Hotel Panamerican que tiene una arquitectura muy característica; y por ahí vi pasar tres más y varios grupos de antorchas. Luego pasé entre la Plaza de la Constitución y el Parque Centenario para ir a ver otro colegio atrás del Palacio Nacional. Toda el área estaba limpia y había un ambiente seguro y tranquilo. Esta es una fiesta familiar que los chapines nos disfrutamos mucho y encima de todo el clima nos ayudó porque la noche estaba fresca y agradable.
 
El paseo concluyó en Café Casa, un lugar muy agradable y sabroso sobre la Sexta avenida y Décima calle, casi frente al antiguo estudio fotográfico del Canche Serra.
 
Esta es una escena muy divertida de la celebración de 2009; y estas son fotos de ese mismo año. Esto es lo que pasó en 2008. Por cierto que, lo que a mí me gusta de esta fiesta es su carácter festivo y lo mucho que se la goza la gente; me gustan su espontaneidad sencilla y cándida; y me gusta que se la disfruta todo el que quiere. No así su lado chauvinista; y los que han seguido Carpe Diem seguramente recordarán lo que he escrito del nacionalismo, del patriotismo, de todas esas cosas nefastas.
Aclaración: El vídeo que acompañaba esta entrada no lo pude pasar  cuando cambié plataforma, sin embargo se puede ver aquí.

03
Jun 10

¡Otra celebración!, ¿por qué no?

¿Y por qué no? Hoy celebro la tercera ocasión consecutiva en la que Carpe Diem supera los 1000 visitantes diarios; con el plus de que ayer fueron casi 2000 los visitantes. ¡Gracias!, y si les gustó, quédense.

La foto es por Marta Yolanda.

31
May 10

…¡y la vida continúa!

Siempre hay lugar para la celebración, a pesar de los desastres y el dolor humanos causados por el Volcán de Pacaya y la tormenta Agatha.
Dos niñas que acaban de hacer sus primeras comuniones van acompañadas por su familia. Cruzan la 9a. calle y 5a. avenida de la zona 1, en una ciudad castigada por la arena del volcán y la lluvia de la tormenta.
En esa esquina estaban la Pastelería Las Américas y, a su derecha (sobre la avenida), estaba la Barbería España, donde yo me corté el pelo durante varios años. Sobre la calle, a la izquierda, estaba el Banco del Agro y está el Hotel Panamerican; al final de la cuadra, a la derecha, estaba el almacén El Cairo.

11
May 10

Barquillos, horchata y refresco de canela

Típicos de las fiestas infantiles, en Guatemala, son los barquillos, los chiquiadores, el helado y los refrescos de horchata y de canela; también el pastel con turrón y los sandwichs de jamón y queso, y más recientemente los hot dogs, o las pizzas.

El sábado pasado, durante un almuerzo al que asistí, nos ofrecieron barquillos y turrón; y fue impresionante cómo reaccionamos en la mesa. ¡Aaaaaah, barquillos y turrón! Esas golosinas sacaron a los niños que llevamos dentro y ahí mismo brincó el espíritu ludico. Lo primero fue recordar el menú de las fiestas infantiles de casi todos los que estábamos en la mesa; y acto seguido el infaltable juego de ponerse los barquillos en los dedos.

La verdad sea dicha, nunca disfruté de las piñatas y de las fiestas infantiles. Me fastidiaba tener que socializar con niños desconocidos y -como era introvertido- detestaba ser el centro de atención cuando había que romper la piñata. Y para mí, lo único bueno que había en aquellos acontecimientos era el momento en el que comía mi helado con barquillos, y el momento en el que tomaba agua de canela (que ya no se acostumbra).

En casa nunca tuve una piñata. Mis padres organizaron dos, o tres en el colegio, cuando estaba en Pre-primaria y Primaria; y mi abuela, Frances, me hizo otra cuando tenía unos 5, o 6 años. En casa de mi abuelita Juanita y de La Mamita mi hermano y yo podíamos tener piñatas para dos cuando quisiéramos; pero poquísimas veces hicimos uso de esa facultad. Yo era un antisocial y mi hermano era el sacrificado.

¿Y cómo celebrábamos nuestros cumpleaños? Mis padres nos invitaban a cenar afuera, con amigos de ellos, o con alguno que otro tío, o tía. Y nos la gozábamos como micos. La primera vez que rompimos con el tema de la fiesta infantil fue cuando estaba en el Segundo año de primaria y cuando volví de clases, al medio día, mis padres me estaban esperando para ir a almorzar a La Antigua. Comparado con eso, ¿por qué iba a querer una piñata con críos?

Eso sí, antes y ahora, siempre estoy listo para comer barquillos con turrón. Y por lo visto, los niños que ahora son mis cuates, también.


26
Abr 10

Corazón apasionado…¡hoy es día pa´celebrar!

Con un par de versos que dicen Coração apaixonado…Só escuta a própria voz e ninguém mais, hoy celebro que ya le gané dos años a La Parca, luego del lance del 26 de abril de 2009. Celebro la vida ¡y celebro mi vida!; y a las personas que la han hecho posible con su amor y su cariño; con su paciencia, con su apoyo, con su talento y su lealtad.


Gracias mil…a todos aquellos que enriquecen mi vida.

23
Abr 10

Fotos de las Fiestas de Minerva

Con las Fiestas de Minerva o Minervalias, el presidente Manuel Estrada Cabrera celebraba a la juventud estudiosa; y desde su creación -en 1899 por sugerencia de Rafael Spínola- eran la máxima celebración de carácter nacional. Las Minervalias incluían deportes, arte, ciencia y tecnología. No parecían sólo fiestas de propaganda para exaltar la persona del señor presidente, sino que eran una expresión culta y civilizada del progreso y del régimen.

Carruaje japonés durante la Minervalia. Haz clic en la foto para ver más fotos.

 Mis abuelas y bisabuela me contaban historias de sus participaciones en estas celebraciones; y cuando veo las fotos, casi las oigo relatar cómo disfrutaban de la festividad.

En La época de Manuel Estrada Cabrera a través de testimonios orales inéditos, por Mauricio Pinto, se lee que las fiestas eran todo un acontecimiento que se iniciaba con actividades con el desayuno de los alumnos en las escuelas, que era gratuito, lucían el uniforme nuevo, se bailaba, marchaban y para finalizar, los participantes en el desfile recibían refrescos. El desayuno era de tamal, chocolate y panes franceses; y al concluir, a los niños les daban cinco pesos en almuerzo y el consabido refresco que seguramente era una gaseosa conocida como chibola.

Según Epaminondas Quintana, en la obra citada, Estrada creó las Fiestas de Minerva para agradecerles a los maestros y a los alumnos el trabajo que hacían, y pare elevar y aplaudir y hacer la educación como algo importante; y Carlos Samayoa cuenta que la intelectualidad de Guatemala sucumbió ante el atractivo de las fiestas a la diosa sabiduría y era frecuente la participación en ellas de renombrados escritores…y en general de los más granado de la sociedad de entonces…y en su tiempo vinieron a Guatemala ilustres escritores como José Santos Chocano, Porfirio Barba Jacob y Rubén Darío.

En Minerva y La Palma, el enigma de don Manuel, Catherine Rendón cuenta que el Templo de Minerva era un lugar popular para reuniones y paseos que, con cierta frecuencia, concluían en el cercano restaurante “Carissimi”; y relata, con respecto a las Minervalias, que la mayoría de los que las vivieron las recordaban con mucho cariño. Dice, Rendón, que los templos le servían a don Manuel para exportar su imagen de déspota ilustrado, especialmente en los Estados Unidos de América y Europa, puesto que quería inspirarles confianza para que invirtieran en Guatemala. En casa, dice Rendón, los templos sirvieron para asegurar el orden público y la lealtad a la persona del dictador.

En Conozca a Estrada Cabrera, por Héctor Gálvez, el Templo de Minerva es descrito como un bello y severo edificio, estaba construido como el Partenón de Atenas, sólidamente con elevadas columnas y elegante friso. En el interior y en la parte alta podían verse elegantes medallones que ostentaban los bustos de nuestros grandes hombres -en bajo relieve- que sobresalían en las bellas letras y sobre todo en su amor y dedicación por la enseñanza.

El Templo de Minerva de la ciudad de Guatemala, por cierto, fue dinamitado por el gobierno revolucionario de Jacobo Arbenz. El editorial de El Impacto, del 30 de mayo de 1953 relata que aquella destrucción…no tiene explicación, no se justificará nunca. No hacía daño a nadie, remataba elegantemente [la Avenida Simeón Cañas] y fue lo que durante mucho tiempo nos enorgulleció como país de cultura, aunque en realidad nuestra cultura está muy atrasada….un quezalteco ilustre lo mandó construir con el más noble de los fines; otro quezalteco minúsculo lo dinamitó.

Las fotos son de la revista Electra, de noviembre de 1908, que me prestó el cuate Mario Zebadúa.