28
Sep 12

¡Pastel de Luna para el desayuno!

Ayer desayuné pastel de Luna. Es una costumbre china que, en otoño y en celebración del Festival Zongquiu o Festival de la Luna, sean elaboradas estas delicias. Los pasteles de Luna son densos y pesados comparados con los pasteles occidentales tradicionales; y suelen estar decorados con caracteres que aluden a la felicidad, la longevidad y otros buenos deseos, acompañados por imágenes de flores y conejos entre otros.

A mi me gustaron desde la primera vez que los probé, seguramente allá por finales de los años 90, gracias a mis amigos de Taiwán; y desde entonces siempre estoy pendiente de que salgan a la venta a mediados de septiembre. En Guatemala los venden en el restaurante Lai Lai.  Los hay sin huevo y con huevo.  Los primeros no serán ajenos al gusto occidental y de hecho pueden recordar algunos dulces tradicionales chapines hechos con camote; pero los segundos sí son un gusto adquirido que, a quienes nos fascina la comida oriental, nos parece encantador.

Los rellenos varían; pero usualmente son pastas de flor de loto, de frijoles dulces, o de alguna combinación de nueces y semillas.

 


25
Sep 12

Ninette izó la bandera

Mi colega Ninette Grosjean fue homenajeada por el Programa Cívico Permanente del Banco Industrial, a propuesta del Colegio de Humanidades.  ¡Felicitaciones, Ninettte!

Con Ninette pasamos buenos momentos en el Seminario de Filosofía del Centro Henry Hazlitt, que dirige el doctor Julio César De León Barbero.  Ella es filósofa, y yo no; pero eso es lo bueno, que uno siempre aprende algo de ella.


17
Sep 12

¡Hoy entro a la década de los cincuenta!

¡Chispas!, hoy cumplo 51 años y entro a la década de los 50.  Cumplo LI, en números romanos.  Hoy celebro que estoy vivo…y coleando; porque la cosa no se trata sólo de existir, se trata de ¡VIVIR!  Celebro que tengo una familia cariñosa y divertida.  Celebro que tengo amigos leales y extraordinarios.  Celebro que tengo una vida productiva rodeado de gente noble que la enriquece.  Celebro el amor que hay en mi vida.

Hace medio siglo estaba por cumplir un año de vida; y cuando me veo al espejo me alegro mucho por aquel pequeñito.  ¡Es una dicha que hayas llegado a ser un niño grande!

Nací en domingo, a las 2:45 p.m.  y pesé 7 libfas y 10 onzas y medí 50 cms.  A los quince días ya pesaba 8 libras y 3 onzas y medía 53 cms. Al año pesaba 24 libras y medía 76 cms.

Mi primera sonrisa fue al mes de haber nacido; levanté la cabeza a los 4 meses, me dí vuelta sin ayuda a los 5 meses, conocí a mis padres a los 4 meses, me senté sin ayuda a los 7 meses, nunca gatee, me paré sólo a los 10 meses, caminé con ayuda a los 9 y caminé sólo a los 11.  Mi primera risa fue a los 3 meses y medio, y desde entonces no he parado.


16
Sep 12

La fiesta del 14 estuvo muy alegre

Como en otros años, desde hace varios años, me gusta pasar la fiesta del 14 de septiembre en las calles para disfrutar de la candidez de la celebración y de la alegría de la gente.   Me emocionan y me conmueven las familias y los grupos de gente que salen con antorchas; y los que salen con sus bandas, o salen a apoyar a sus bandas preferidas.

Este año la novedad es que vi que en muchas empresas hubo celebraciones con música y de todo.  Otra novedad fue la de sombreros al estilo Dr. Seuss, pero en colores azul y blanco.  Me cayeron muy en gracia un grupo de patinadores y otro grupo que salió con sus perros.  No faltaron los grupos de jóvenes en bicicletas que antes eran muy divertidos en la fuente del Monumento a los Próceres.

Como en otras ocasiones dejé el auto en la Torre de Estacionamiento y caminé por la Sexta viendo y aplaudiendo alas bandas que venían de la Plaza de la Constitución.  Me gusta mucho cómo es que estas han evolucionado de los ritmos marciales sencillos que se usaban en mis tiempos, a los ritmos musicales complejos  y a las coreografías que están de moda ahora.  Me da mucha alegría ver a los jóvenes luciéndo sus talentos y gozando de los aplausos de la gente.  Es evidente que los chicos se gozan la experiencia.

Luego de caminar por la Sexta me encontré con unos amigos en el Pasaje Rubio, donde una chibola de cerveza mixta es un must; y de ahí cruzamos la Plaza de la Constitución rumbo las inmediaciones de La Merced en donde comimos muy sabroso y cantamos canciones ochenteras en uno de mis restaurantes favoritos del Centro Histórico

Al volver nos detuvimos en la Plaza de la Constitución para ver cómo izaban la bandera.  Fue una ceremonia muy digna con 21 salvas y todo.  Aunque la mosca en la sopa siempre la ponen los pipoldermos.  El jefe de los de turno se echó un discurso que parecía hecho hacía seis meses; y en el que dos veces se refirió negativamente a a las pasiones individuales. ¿Preferirá las pasiones colectivas?  Si bien las pasiones son sentimientos intensos que dominan la voluntad y pueden perturbar la razón, si hay que escoger yo las prefiero individuales, que colectivas.  Pero por otro lado, también se entiende por pasiones a las aficiones, o inclinaciones vivas por alguien , o por algo: como la pasión por la libertad.  ¿Cómo podría ser negativa, en ese sentido, una pasión por algo como la libertad?  Pasión también es el entusiasmo que se pone en algo que se hace, o se defiende.  A mí me da la impresión, por ejemplo, que los jóvenes que participan en las bandas, los que van en patines, los que llevan a sus perros, los que usan sombreros altos de colores azul y blanco, y los shutes que vamos a disfrutar de la fiesta en la calle, con la gente, le ponemos entusiasmo o pasión a esta celebración.  ¿Por qué es que esa pasión individual que cada uno de nosotros le pone al asunto es digna de dos reproches en un discurso presidencial?

En la plaza la gente cantó con alegría los himnos de Centroamérica y de Guatemala, la gente -y los niños en particular- gozaron y disfrutaron los fuegos artificiales y la lluvia de papelitos que cayo del cielo.  ¡A esas fiestas uno debe ir de la mano con su niño interior!  Y si el tuyo ya no está disponible -para tu desgracia- no te niegues la oportunidad de ver la celebración a través de los las miradas y los ojos de los niños que se hallan en las calles, y en la plaza.  Todo es dos veces más divertido, más maravilloso, y más intenso de esa forma.

¿Será por eso que a los columnistas de izquierdas y a los dirigentes populares les incomoda estas fiestas? ¿Será por eso que cada años dirigen sus fusiles de tinta y sus galíos contra los desfiles, las antorchas y otras formas populares de celebración y diversión? ¿Será que les incomoda que la gente celebre con candidez y alegría lo que ellos preferirían que fuera oscuro, snob e ininteligible?  ¡Ah como odian esta celebración aquellas gentes!  ¡Como quisieran que en vez de banderas azul y blanco las hubiera de colores rojo y negro!  ¡Como quisieran que en vez de quetzales y monjas blancas hubiera fotos del che Guevara!  Entonces no renegarían de los desfiles.

Ahora bien, ¿por qué es que un libertario que sabe que el nacionalismo es perverso se goza de esta celebración de Independencia?  Pues primero porque es una fiesta alegre.  Luego porque me recuerda mi infancia.  Un poco porque hace escupir bilis a los que ya mencioné arriba.  De plano porque no involucro en ella al nacionalismo, ni al patriotismo.  Y mil y una veces porque -aunque no se entienda bien- me gusta celebrar la libertad.  ¡Mi pasión individual es la libertad!; y cuando ando en las calles con mis amigos y entre un montón de gente que anda contenta y celebrando me gusta que sea con el lema de Libertad 15 de septiembre de 1821.


08
Ago 12

Día del orgasmo femenino

Gracias a mi amiga, Lucy, me acabo de enterar de que hoy es el Día Internacional del Orgasmo Femenino.

Por sexto año consecutivo se celebra esta iniciativa que surgió en Brasil (¿cómo iba a ser de otra forma?) . La misma surgió del concejal del pueblo brasileño de Esperantina que decidió compensar a su esposa por algunas deudas sexuales que tenía y propuso un día dedicado a estimular el placer sexual en su máxima expresión.

En Noruega este día es feriado y en Dinamarca el orgasmo es obligatorio, lo que significa que el hombre que no cumpla con satisfacer a su mujer es multado con un año de abstinencia que es vigilada por una mujer policía, dice la noticia.

Orgasmos obligatorios es el colmo del intervencionismo de los políticos en la vida de las personas.

Karla, amiga de Lucy, se la menta de que ella no tiene con quién celebrar; pero, técnicamente puede celebrar sola.  No es lo mismo, claro, pero where there is a will, there is a way.


28
Jun 12

El gigante necesitaba una acicalada

Este gigante, que necesitó una acicalada, bailaba durante la fiesta de San Juan Sacatepequez el domingo pasado. Tres personas se necesitaron para arreglarle el vestido y el collar.

Los gigantes son participantes tradicionales e infaltables en algunas fiestas populares.  Bailan y animan las fiestas en calles y plazas.  Tienen varios metros de altura y son portados por hombres, mujeres o niños que los hacen girar y balilar al ritmo de música de marimba.  Generalmente van en grupos y la gente los sigue y los aplaude con alegria.

Las armazones son de madera y van cubiertas por vestidos; llevan sombreros, collares y tienen cierto aspecto de dignidad en sus expresiones y movimientos.


10
May 12

Para meditar, y para todas las madres

Hoy, que es Día de la Madre, leo los diarios chapines y encuentro numerosas alusiones al sacrificio de las madres y a las madres sacrificadas. Y pienso…¿es a sacrificio a lo que se refieren? Por ejemplo, si una madre deja de comer para darle alimentos a sus hijos, ¿se está sacrificando?

La creencia general es que sí. Que si una madre deja de ir al cine con sus amigas para quedarse a cuidar a su hijo pequeño, eso es un sacrificio. Que si una madre deja de hacer cosas que hacía antes para ahorrar y tener plata con qué mandar a su hijo a la universidad, eso es sacrificio. Y así sucesivamente.

Empero, un sacrificio es, primero que nada, una acción a la que uno se sujeta con gran repunancia, o es sujetarse con resignación a una cosa violenta. Es abnegación, que a su vez es renunciar uno a sus intereses y a sus propias valoraciones. Hay sacrificio, por ejemplo, cuando uno entrega algo de más valor (para uno), a cambio de algo de menos valor (para uno). Ahora bien, si la madre valora (ama, quiere, respeta, admira y demás) al hijo y deja de comer por él, o deja de ir al cine con sus amigas, por él, ¿dónde esá el sacrificio? Si la madre valora y se interesa por su hijo más que por el cine, por decir algo, ¿dónde está la abnegación?

Es evidente, en aquel caso, que la madre cambia algo que valora (comer, o ir al cine), por algo que valora más (su hijo). No hay repugnancia, ni resignación frente a la violencia. Al contrario.

Entonces, ¿qué es eso que en los medios masivos y en la cultura popular se conoce como sacrificio maternal? Es costo de oportunidad.

Sí, por ejemplo, una madre gasta el tiempo y dinero que tiene en cuidar a su hijo, no puede gastarlos en ir al cine con sus amigas, y en otra cosa.  El costo de oportunidad es el valor del siguiente uso alternativo más valorado para los recursos escasos que una madre (o cualquiera) tiene.  El costo de oportunidad de ir al cine es el amor hacia el hijo (porque lo valora más).  Si el mejor siguiente uso alternativo de tiempo y dinero para cuidar al hijo amado es ir al cine; entonces el costo de oportunidad de cuidar al hijo es el placer de ir al cine. No hay tal sacrificio en este tipo de relación voluntaria y natural.  El costo de oportunidad se manifiesta, también, cuando una madre decide dejar de hacer cosas en el corto plazo, para conseguir o alcanzar otras mejores, en el largo plazo.

Claro que otro es el caso si se diera el uso de violencia; es decir, si la madre fuera obligada a cuidar a un hijo que no quiere, que no ama, que no respeta, que no admira. Entonces sí habría sacrificio, porque hay intervención de violencia que puede ser física, o no. Y claro, ese no es el tipo de relación que admiramos entre una madre y su hijo (o alreves).

En este Día de la Madre, ¡celebremos el amor! No celebremos el sacrificio, la repugnancia, la abnegación ni la violencia. Por mi parte, ¡celebró a mi madre! -Nora- cuyos amor, gozo por la vida, buen humor, generosidad y buen juicio han estado a mi lado tanto en los días de fiesta, como en los días adversos.

Este artículo lo publique, por primera vez, en 2008.  Lo publico de nuevo porque -de verdad- me parece inapropiada e indigna la forma en el que el concepto de sacrificio es usado en esta temporada.


23
Abr 12

A celebrar el Día del libro

Hoy, que es el Día del libro, voy a aprovechar para agradecer a todas las personas que influyeron para que yo aprendiera a disfrutar de esos estupendos amigos, compañeros, consejeros y cómplices que son los libros.

Primero a mi padre, porque cómo me gustaba encontrarlo sentado en la sala de la casa, libro en mano, en las tardes cuando yo regresaba de jugar en la calle con mis amigos.  Ahí estaba él, en un rincón y acomodado.  Y se veía tan bien, galán como era.  Sereno y absorto.  Yo quería ser así…o, por lo menos, hacer eso.

Luego a mi abuela, Frances, porque tenía una bilbioteca riquísima.  Llena de libros de de todo.  Desde Cervantes, Shakespeare y Dante; hasta novelitas de una de las cuales un día me dijo: I am tired of getting in and out of Amber´s bed.  Ella me enseñó a amar la lectura, y las novelas históricas.  Me enseñó a leer de todo y a apreciar distintos ángulos de lectura.

También a mi Tía Baby, porque ella tenía -en español- los libros que mi abuela, Frances, leía en inglés; y un día de tantos ella me regaló todos sus libros.  Leí bastante gracias a que los libros en español me facilitaban la lectura.

Finalmente a Conchita de Castellanos que me regaló mi primer libro propio, mío de mí. Para una Navidad me obsequió Corazón, de Edmundo de Amicis.

Corazón fue el primer libro serio, completo que leí, aunque ya había hecho un intento anterior.  Una tarde de aquellas me senté junto a mi padre con Hamlet en mano y lo empecé a leer.  No recuerdo por qué elegí  Hamlet en particular; pero cuando mi padre me vio con eso me dijo que quizás debería leer algo más como para mi edad.  Yo calculo que tendría unos 10 u 11 años, entonces.  Y me dió Vida y combates de Luis Angel Firpo (un boxeador argentino).  Y me explicó que el libro había sido de mi abuelo, y que a él le gustaba mucho el boxeo.  Recibí el libro e hice lo posible por leerlo, mas nunca lo terminé.

Lo que sí disfrutaba mucho, entre aquel episodio y esa navidad en la que recibí Corazón, era de leer enciclopedias y revistas Life que había varias en la casa de mis padres y en la casa de mi abuela.  También gozaba mucho leyendo series de historietas de la Editorial Novaro: Leyendas de América, Aventuras de la vida real, Clásicos del cine, Vidas ejemplares y Vidas ilustres.  Creo que esas me costaban Q 0.25 cada uno y como me costaba juntar la plata para comprarlas.


21
Feb 12

Lástima que el Carnaval no es una gran fiesta

Lastima que, entre los chapines de la capital, el Carnaval no es una gran fiesta. Claro que en los mercados hay cascarones abundantes y, anoche en la carretera de Muxbal vi montones de ellos; pero no es que sea una gran celebración popular.

Afortunadamente hoy en la mañana, vi a dos princesas, un vaquero y a un Harry Potter -con sus cascarones- listos para celebrar en el colegio. Ahí estaban los niños, contentos y en la calle, esperando los buses de sus colegios.

Tengo mi historia de Carnaval en el colegio, y la comparto cada tanto: Cuando mis jóvenes padres viajaban -o andaban de parranda- mi hermano, Juan Carlos y yo ibamos a vivir a la casa de mi abuelita Juanita y de La Mamita (su hermana). Ese era un mundo centrado en nosotros. Ligeramente sobreprotector; pero enormemente creativo y entretenido. Aveces, se podía decir que algo alejado de la realidad.

Cuando yo estaba en Segundo año de primaria nos agarró el Carnaval en esa casa. Por esos días, mi padre había regresado de alguna parte con un extraordinario traje de Batman para mí, y uno de Robin, igual de admirable para mi hermano. Those were the days, my friend!

Pues bien…llegado el martes nos vistieron de Batman y Robin, nos dieron sendas bolsas de cascarones y caminamos a la parada del bus, que quedaba como a dos cuadras de la casa. Mi hermano y yo íbamos en las nubes con nuestros disfraces. Veíamos cómo se aproximaba el bus. El bus se estacionó. Lo abordamos. Mi abuela y mi tía abuela nos dijeron adiós en la parada. Y el bus arrancó.

Y todos se nos quedaron viendo, porque ¡todavía faltaba una semana para el Carnaval! Mi hermano y yo eramos los únicos pendejos disfrazados.

Cuando era chico recuerdo haber hecho cascarones en dos ocasiones. Eso fue con mi tía abuela, La Mamita, que fue quien me enseñó la técnica de pintado. Ella guardaba cáscaras de huevo a lo largo meses, elaboraba el confetti, preparaba la añilina, cortaba el papel y hacía el engrudo necesario para sellar los cascarones. Y los niños, ¿qué hacíamos? Pues pintábamos los cascarones y nos pintábamos entre nosotros, combinabamos los colores, hacíamos diseños y nos divertíamos. Y si uno quería llevar la diversión un paso más allá, podía ponerle harina a algunos cascarones, travesura que había que hacer sin que La Mamita se diera cuenta.

Los cascarones son propios del Carnaval; y me he encontrado estos, hoy en el mercado. Son huevos vacíos, rellenos con confetti y un grano de maíz, coloreados con añilina y cubiertos con papel de China. De verdad quisiera saber para qué es el maíz.

La idea, con los cascarones es rompérselos a alguien en la cabeza; normalmente de forma sorpresiva y por atrás.

Actualización: La foto me la mandó mi amigo, Warren y de plano que ni mandada a hacer para esta entrada.


14
Feb 12

Sexo en el Día del amor, el cariño y la amistad

Aaaaaaaah, lo que escribió hoy, mi cuate Craig Biddle merece ser reproducido y compartido:  De acuerdo con el candidato presidencial republicano, Rick Santorum, el uso de anticonceptivos no está bien porque de alguna manera va contra lo que deberían ser las cosas; el sexo, según este pretendiente a ser el lider del mundo libre, debería ser sólo para propositos de procreación, y no simplemente por placer.

Es scary, ¿o no?

Craig es editor del Objectivist Standard; y si quieres saber por qué es que el argumento de Santorum es corrupto te recomiendo leer Ignore Santorum´s Depraved Prescription: Have Sex for Pleasure this Valentine´s Day.  Para un hombre racional, el sexo es una expresión de autoestima -una celebración de sí mismo y de su existencia, escribió Ayn Rand, a quien cita Craig; y el Día de San Valentín es un bueno para dedicarlo a celebrar la vida llena de gozo espiritual y placer sensual.