La primera vez que supe de los migrantes guatemaltecos en los EE.UU. fue a principios de los 80 cuando un amigo, de Panajachel, me encargó un libro que vendían en Paiz, sobre el tema. En él leí horrores.
Ahora que hay indignación por la separación de niños y madres migrantes, práctica que debería terminar desde ayer, es oportuno recordar que los chapines se van, arriesgan sus vidas y a sus familias porque aquí no hay suficientes oportunidades para salir de la miseria. Se van, a causa de los fabricantes de miseria.
Aquí, si pones un negocio te expones a las extorsiones de los mareros y muchas veces a las de tus vecinos. Aquí la Corte de Constitucionalidad no falla en el caso de la mina San Rafael. Aquí la educación estatal sirve a los sindicalistas, y no a los pobres. Aquí, desde el púlpito, la cátedra y los medios de comunicación se ataca a la creación de riqueza, se obstaculiza la productividad y se promueven políticas destruccionistas.
¿Te extraña que el Banguat prevea que la inversión extranjera vaya a pique? ¿Qué significa eso? Menos productividad, menos oportunidades de empleo, menos posibilidades de mejorar salarios. Y, sin embargo, grupos de interés, y políticos y burócratas locales e internacionales insisten en tomar el dinero de los tributarios por la fuerza y desviarlo del sector productivo hacia el sector coercitivo de la economía. Y los impuestos –que la gente paga para evitar ir a prisión y con su trabajo– sirven para asfaltar carreteras hacia aldeas inventadas.
¿Por qué no hay oportunidades? Porque las aduanas obstaculizan el comercio y sirven a la expoliación, porque el Código de Trabajo impide la flexibilidad laboral, porque los de Codeca roban energía. Porque los fabricantes de miseria, en el sector privado y en el sector estatal no descansan. Porque se castiga el ahorro, porque la gente tiene expectativas irracionales de sus elecciones irracionales y de políticas irracionales. Porque aquí no se respetan la vida, la libertad, ni la propiedad, ni la igualdad ante la ley. Aquí, la ONU socava el desarrollo económico. Por eso se va la gente.
Columna publicada en elPeriódico.
… y porque el gobiernista de los EEUU apoya una política de guerra contra las drogas que estimula la demanda en EEUU y debilita la seguridad de Guatemala obligando a los chapines a protegerse y buscar oportunidades.