Una de las cosas que más me gozo de las fiestas de fin de año chapinas son los fuegos artificiales. ¡Qué derroche de luces y que maravilla de colores! Los juegos pirotécnicos hacen de la ciudad un gran escenario de alegría y de ingenio.
¡Feliz año nuevo! Que 2007 venga cargado de prosperidad y de amor para todos!
En esta ocasión tuve la oportunidad de pasar la Navidad y la nochevieja con tres personas extranjeras distintas, y me llamó mucho la atención lo impresionadas que estaban con la cohetería y las luces. También me llamó la atención que se dieron cuenta de que en sus lugares de orígen (Hawaii y Toulouse) espectáculos como este sólo se dan bajo estrictos control y regulación estatales; en tanto que aquí, en la Tierra de la Eterna Primavera, la fiesta es un estupendo orden espontáneo.