29
Jul 25

Nos sacuden los sismos

 

Sentado y tranquilo estaba en mi oficina cuando sentí el crujir inconfundible que acompaña a los sismos.  ¿Qué ocurrió en un día como hoy; pero en 1773? 

El 29 de julio de 1773 a las 3:40 p. m. sucedió un terremoto en la ciudad de Guatemala. La foto es del Archivo Histórico de Guatemala/UFM AGCA Sig. A1. Leg. 1801. Exp. 11805.

Fueron bien breves porque, cuando me levanté de mi escritorio y me dispuse a grabar cómo se mece una de las perchas de libros que tengo en mi oficina, ya el movimiento se había detenido, en las tres ocasiones. Me quedo medio frustrado cuando no puedo grabar los movimientos. El cuarto movimiento telúrico no lo sentí para nada y eso que ya estaba en mi casa, en un piso 11.

¿Sabes qué me perturba mucho? Que en situaciones como esta y como ocurrió durante los encierros forzados del 2020, demasiadas personas pierden el más mínimo sentido de cortesía y de amabilidad. Demasiadas personas se ponen en “The Walking Dead” mode y eso multiplica las tensiones y crispa los ánimos. Sobre todo en el tráfico.  No importa en qué carro vayan, a las personas les sale el cobre en días como hoy.

Las magintudes fueron:

En la madrugada hubo uno de 4.5; pero ese nadie lo comentó. Todos, menos el de la madrugada que fue en Océano Pacífico frente Ocós, San Marcos; fueron en el Departamento de Jutiapa.

Desde los sismos de hace unos dias en casa tenemos preparadas y a la mano no sólo nuestras mochilas de emergencia; sino las carpas, catres y bolsas de dormir. Hoy comenté que si volvía con ganas, los iba a devolver a su lugar usual; pero ahí está que mejor no.

Haz clic aquí si deseas conocer algunas recomendaciones para antes, durante y después de un terremoto. Recuerda que Guatemala está asentada sobre tres placas tectónicas, tiene tres volcanes activos y está cruzada de fallas, tres de ellas muy inquietas.

Hoy, en la historia

Se les llama terremotos de Santa Marta a una serie de sismos fuertes que destruyeron la ciudad de Santiago de los Caballeros, actual Antigua Guatemala, en  1773, en un día como hoy.  A las 3:40 p. m. (hora que coincide con los movimientos de hoy) se produjo el primer temblor rápido y violento que hizo salir a los habitantes de sus casas. A las 3:50 un segundo temblor, más fuerte, causó la destrucción de edificios que se hundieron, o desplomaron.  El movimiento fue tanto horizontal, como vertical y nadie podía mantenerse en pie, ni aun de rodillas. 

El 7 de septiembre hubo un terremoto de magnitud tal que derribó edificios que habían quedado dañados desde el 29 de julio; y el 13 de diciembre dos fuertes sismos desataron un nuevo enjambre sísmico.

Estos terremotos fueron la excusa para trasladar la capital del Reino al Valle de la Ermita. 

En días como estos, la preparación y la calma son nuestras mejores herramientas. No dejemos que el miedo o la impaciencia nos conviertan en parte del problema. ¡Tomemos el control, mantengamos la cordura y sigamos adelante con prudencia! Y…¡Chispas! de verdad uno no quiere un terremoto en temporada de lluvias, y en manos de los semilleros.


08
Jul 25

La tierra salta, la calma manda

 

Una serie de temblores fuertes se ha sentido en Guatemala. Para mí, el segundo fue el más impresionante porque acababa de estacionar en el sótano del edificio Design Center en la zona 10. Fue impresionante porque, aunque no sentí el movimiento, sí lo escuché… y me recordó el traka, traka, traka del terremoto de 1976.

El sentido del humor chapín no falla. Luego del primer temblor, mi cuate, Alessandro envió el mensaje de arriba.

El primer temblor lo sentí en mi oficina donde me siento muy seguro. Como fue particularmente fuerte, me acordé de que durante el fin de semana mi teléfono me avisó que la batería estaba degradada y que no cargaba más del 75%. Esa es una situación que no me gusta porque —por mi experiencia de hace 49 años— sé que las comunicaciones son importantes. Me incomoda mucho que mi teléfono y mi compu tengan baterías descargadas; además, me arrepentí de no haber ido ayer a cambiar la batería. En fin. En la iShop del Oakland Place me agarró el tercer temblor fuerte. La diferencia de estos temblores, con otros de otras ocasiones, es que los de hoy no eran mecidos, sino que la tierra saltaba.

Al pasara del Design Center al Oakland Place había gente afuera, en la acera. En el centro comercial vi cómo muchas personas entraban en pánico y otras se ponían muy nerviosas. Con toda la razón del mundo, en esos momentos hay que actuar con prudencia, así que no conseguí mi batería.  Cuando salí, a traer mi carro, ya había un montón de gente en la calle.  Por cierto que me dio la impresión que el personal del Design Center manejó muy bien la evacuación expedita de los automóviles. A lo largo del camino hacia mi casa vi que había muchas personas en las calles afuera de sus trabajos y viviendas. 

Haz clic en la foto para ir al reporte actualizado de temblores en el mundo del USGS.

En el camino llamé a mi mamá para ver si necesitaba rescate; pero mi sobrino, Andrés, estaba con ella y la llevaría a su casa. En el edificio donde vivo se les solicitó a mis vecinos que evacuaran; pero para cuando llegué —porque el tráfico se puso particularmente denso—, ya todos habían vuelto a sus apartamentos. En mi casa solo se cayeron dos adornos; pero a un vecino se le estropeó una lámpara.

¿Sábes qué me perturba mucho? Que en situaciones como esta y como ocurrió durante los encierros forzados del 2020, demasiadaas personas pierden el más mínimo sentido de cortesía y de amabilidad. Demasiadas personas se ponen en The Walking Dead mode y eso multiplica las tensiones y crispa los ánimos.

Mientras tanto, aquí tenemos carpas, bolsas de dormir, catres y mochilas equipadas para el caso de que la cosa se ponga seria y haya que evacuar el edificio. Nuestros kits de terremoto tienen una mudada de ropa, baterías, una linterna, un par de botellas de agua, sendas latas de frijoles, elotes y atún, galletas de soda, antigripales, antialérgicos, analgésicos, antidiarréicos, fósforos, vodka y algo de dinero para cada uno. Mientras escribo estas líneas, a las 17:40 (central time), hubo otros brincos rápidos y las sirenas siguen sonando.

Sea como sean, uno de verdad no quiere que un terremoto nos agarre en manos de los semilleros. Otra muestra de humor chapín.

En Whatsapp algunos amigos han puesto fotos y vídeos de daños en la cúpula de la iglesia de Palín, la cuesta de Las Cañas rumbo a La Antigua, en Santa María de Jesús, un supermercado en Cayalá y así. Seguro que hay más daños y derrumbes en otras áreas. 

En Guatemala, la tierra nos recuerda que no estamos a cargo. Prepararnos y mantener la calma es nuestra mejor defensa.

@luisficarpediem

Una serie de temblores fuertes se ha sentido en Guatemala. Para mí, el segundo fue el más impresionante porque acababa de estacionar en el sótano del edificio Diagonal 6 en la zona 10. Fue impresionante porque, aunque no sentí el movimiento, sí lo escuché… y me recordó el traka, traka, traka del terremoto de 1976 #temblor #guatemala #chapinesenusa #sismo #kitdeemergencia #luisfi61

♬ I Feel The Earth Move – Carole King


05
Feb 25

Los sismos no son cosa del pasado

 

Bien dormido estaba cuando sentí el primer jalón y luego el temblor. Estaba tan dormido que dudé si me levantaba, o no a tomar mi tradicional vídeo en el espejo y, habiéndolo hecho, diferí para hoy la publicación del fenómeno aquí en Carpe Diem, así como mi reporte para el United States Geological Survey.

Haz clic en la ilustración para saber más.

El temblor de hoy en la madrugada fue especial porque ayer fue el aniversario número 49 del terremoto de 1976. Y, habiendo dicho eso, ¿ya tienes tus kits de terremoto en casa? Siempre aprovecho estas ocasiones para recomendar su preparación.

En casa, los nuestros tienen, cada uno, una mudada de ropa, baterías, una linterna, un par de botellas de agua, sendas latas de frijoles, elotes y atún, galletas de soda, antigripales, antialérgicos, analgésicos, antidiarréicos, fósforos, vodka y algo de dinero. También incluimos una carpa y bolsas de dormir.

El clavo es que ahora no tenemos dónde ir a acampar. En 1976, durante unos días dormimos en los autos, en la calle, hasta que unos amigos nicaragüenses de mis papás nos enviaron carpas, y eso mejoró nuestra experiencia. Pasados otros días, entramos a dormir a la sala de la casa y, al cabo de otros pocos días, cada quien a su dormitorio. Pero ahora no hay jardín, y nuestra sala queda a once pisos del suelo.

En fin, Guatemala está sobre tres placas tectónicas y cruzada a diestra y siniestra por fallas geológicas activas, aparte de tener tres volcanes en constante actividad. Por eso, no es raro que haya sismos cada tanto y que algunos sean mortíferos, como el de 1976 y los de 1917 y 1918.

Los sismos de 1917 y 1918 representaron para Guatemala grandes pérdidas humanas y materiales; sin embargo, a pesar de las difíciles condiciones, hubo gestos de solidaridad, apoyo y también anécdotas y vivencias que contaban quienes sobrevivieron a aquellas catástrofes. En la conferencia de abajo te comparto relatos que escuché de familiares sobrevivientes de esos desastres.

https://newmedia.ufm.edu/coleccion/conmemorando-los-terremotos-1917-1918-de-guatemala-cien-anos-despues/vivencias-y-anecdotas-de-los-terremotos-1917-1918/

Los terremotos en Guatemala no son cosa del pasado. Son parte de nuestra historia, pero también de nuestro futuro. ¿Estamos listos para el próximo?


04
Feb 25

Terremoto y humor negro

 

Hoy que se cumplen 49 años desde el terremoto de 1976, un poco de humor negro chapin: A la iglesia de El Carmen, en la Octava avenida de la zona 1 se le cayó el tímpano, lo que dejó a la vista el órgano del templo. Entonces: ¿Cuál fue la iglesia más pornográfica? La del Carmen porque tenía el órgano expuesto.  

De aquello me acordé porque Juan Pablo Mata publicó una serie muy buena de fotos inéditas de aquel movimiento telúrico y entre ellas hay una de Santa Rosa que se parece a la del Carmen. Unas 23,000 personas fallecieron a causa de aquel acontecimiento trágico.

Desde este ángulo no se ve el órgano; pero si se ve el tímpano caído. Iglesia del Carmen. La foto la tomé de Facebook.

Esto es lo que recuerdo de aquella madrugada fatídica:

Bien dormido estaba y me despertó el sonido horrible como de un tren que pasaba junto a mi cama, y al instante: el estremecimiento de la tierra. Mi cama se agitaba y yo tardaba en despertar del todo, tratando -al mismo tiempo- de entender qué es lo que estaba pasando.

Cuando cesaron los movimientos me levanté y me vestí. Mientras lo hacía escuchaba los llamados confusos de mis padres y mis hermanos. Una librera había caído sobre la cama de mi hermano, Gustavo. Pero había sido detenida por la cabecera y no lo había lastimado. Mi madre, o mi padre habían sacado a mi hermana, Guisela, que era la más pequeña; y mi hermano, Juan Carlos, estaba sacando a su perro, Manix, de debajo de la cama. Simón, el papá de Manix acompañaba a mis papás como era su costumbre.

Salimos a la calle y todo estaba en orden…excepto los vecinos que también estaban afuera. Mis padres sacaron los carros a la calle y empezaron a sacar de la casa agua, colchas, y seguramente algo de comer.

Al amanecer todo estaba bien a nuestro alrededor. Parecía que no había pasado nada porque todas las casas estaban en pie y el único daño en la nuestra lo había sufrido una botella de Emulsión de Scott que se había caído en el comedor.

Esto es la prehistoria; así que no había teléfonos y no había forma de comunicarse con mis abuelas que vivían del otro lado de la ciudad; así que, al nomás salir el sol, con mi papá, fuimos en su busca. Cuando salimos de la zona 15 y llegamos al columpio de Vista Hermosa vimos los primeros daños alarmantes. La carretera estaba quebrada y había derrumbes. Más adelante había una pared que había colapsado. En la medida en que avanzábamos hacia el centro y hacia el norte de la ciudad veíamos más destrucción, y el corazón se me aceleraba.

Recordaba las historias que mi tía abuela, La Mamita, contaba acerca de los terremotos de 1917 y 18. Recordaba historias de la ciudad devastada, de cómo su familia había tenido que ir a acampar al Parque Concordia. Recordaba historias de la escasez de agua y de alimentos y de la gripe española. Todo aquello daba vueltas en mi cabeza.

Esta foto me impresionó porque, ¿te imaginas a la familia que vivía ahí? Foto de Juan Pablo Mata.

Llegamos a la zona 3 donde vivían mi abuelita Juanita y La Mamita. Ahí la devastación era casi total. Había casas completamente destruidas y había escombros en las calles. Yo me imaginaba sacando los cuerpos de las dos viejitas… y en fin…fue un inquietante caminar a lo largo de tres, o cuatro cuadras de ripio esparcido en las calles. Se sentían la angustia y la desolación de las personas. Cuando llegamos a su casa, las viejitas estaban bien. La casa estaba resquebrajada pero en pié. Ellas y unas amigas, tomaban café en la sala, con los perros y todo estaba bien. Sacamos a las señoras y nos llevamos lo más necesario antes de dejar cerrado el inmueble.  Luego nos fuimos a la casa de mi abuela Frances. Al llegar a la Avenida Independencia nos enteramos que varias casas se habían ido al barranco y que había muertos. Rápidamente llegamos a la casa de mi abuela, que estaba en perfectas condiciones.

Ahí estaban  mi abuela Frances; Helen, una amiga de ella; mi tía Patricia y mis primos. Luego de constatar que todo estaba bien pasamos gasolina del carro de mi abuela al de mi padre y como yo tragué un poco de combustible en el proceso, fui al enorme congelador de mi abuela y me comí dos panes congelados. Y ese fue mi desayuno.

Entonces volvimos a nuestra casa, con la abuelita Juanita y La Mamita; y mi madre -con ayuda de mis hermanos- ya tenía todo organizado allá.

Para hacer la historia corta, durante varios días las viejitas durmieron en la sala de la sala de mis padres, mientras que ellos, mis hermanos y yo dormíamos afuera.  Primero en el garage bajo las mesas de ping pong convertidas en dormitorio; y en loa autos. Un par de días más tarde en el jardín, en carpas que nos enviaron de Nicaragua unos amigos de mis papas. Yo dormí con mi ropa a la mano durante casi tres años.

¿Estás preparado para el próximo terremoto? ¿Tienes tu kit de terremoto?


28
Ago 24

¿Sentiste el temblor?

 

Estoy sentado en mi oficina y suave, suavecito se movió todo. Leo que el temblor de ahora fue de magnitud 6.1 y que su epicentro fue en el Océano Pacífico frente al Puerto La Libertad, en El Salvador. 

Haz clic en la foto para ver más información.

¿Ya tienes tus kits de terremoto en casa? Siempre aprovecho estas ocasiones para recomendar su preparación.

Los nuestros tienen, cada uno, na mudada de ropa,  baterías, una linterna, un par de botellas de agua, sendas latas de frijoles, elotes y atún, galletas de soda,, antigripales, antialérgicos, analgésicos, antidiarréicos, fósforos, vodka y algo de dinero cada uno. También incluimos una carpa y bolsas de dormir. 

El clavo es que ahora no tenemos donde ir a acampar.  En 1976 durante unos días dormimos en los autos, en la calle; hasta que unos amigos nicaragüenses de mis papás nos enviaron carpas y eso mejoró nuestra experiencia. Pasados otros días entramos a dormir a la sala de la casa y al cabo de otros pocos días cada quién a su dormitorio.  Pero ahora no hay jardín, y nuestra sala queda a once pisos del suelo.

En fin, Guatemala está sobre tres placas tectónicas y cruzada a diestra y siniestra por fallas geológicas activas. Aparte de tener tres volcanes activos. Por lo que no es raro que haya sismos cada tanto y que algunos de estos sean mortíferos como el de 1976 y los de 1917 y 1918. 

Los sismos de 1917 y 1918 representaron para Guatemala grandes pérdidas humanas y materiales, sin embargo, a pesar de las difíciles condiciones hubo gestos de solidaridad, apoyo y también anécdotas y vivencias que contaban quienes vivieron esas duras experiencias. En la conferencia de abajo te comparto relatos que escuché de familiares sobrevivientes de aquellas catástrofes.

https://newmedia.ufm.edu/coleccion/conmemorando-los-terremotos-1917-1918-de-guatemala-cien-anos-despues/vivencias-y-anecdotas-de-los-terremotos-1917-1918/


11
Jun 24

Jalonazo de temblor

 

Justo me acababa de meter a la cama cuando sentí el jalonazo del temblor de hoy. Fue como si alguien halara mi cama con fuerza y luego el edificio se quedó meciendo y sonaron las sirenas.

Haz clic en la foto para ver más información del sismo.

El sismo tuvo una magnitud de 4.9 lo que, en realidad. no es mucho. El epicentro fue a 17 kilómetros de la ciudad de Guatemala, cerca de San Pedro Ayampuc. 

Lo diferente de este movimiento telúrico fue que primero tembló un poquito y luego se sintió un jalonazo fuerte. Rápido y fuerte.

@luisficarpediem

¡Temblorón! #temblor #earthquake #luisfi61 #sirena

♬ sonido original – Luis Figueroa

¿Ya tienes tus kits de terremoto en casa?

Los nuestros tienen, cada uno, na mudada de ropa,  baterías, una linterna, un par de botellas de agua, sendas latas de frijoles, elotes y atún, galletas de soda,, antigripales, antialérgicos, analgésicos, antidiarréicos, fósforos, vodka y algo de dinero cada uno. También incluimos una carpa y bolsas de dormir. 

El clavo es que ahora no tenemos donde ir a acampar.  En 1976 durante unos días dormimos en los autos, en la calle; hasta que unos amigos nicaragüenses de mis papás nos enviaron carpas y eso mejoró nuestra experiencia. Pasados otros días entramos a dormir a la sala de la casa y al cabo de otros pocos días cada quién a su dormitorio.  Pero ahora no hay jardín, y nuestra sala queda a once pisos del suelo.

En fin, Guatemala está sobre tres placas tectónicas y cruzada a diestra y siniestra por fallas geológicas activas. Aparte de tener tres volcanes activos. Por lo que no es raro que haya sismos cada tanto y que algunos de estos sean mortíferos como el de 1976 y los de 1917 y 1918. 

 


12
May 24

Me despertó el temblor

 

Hoy tocó amanecer a fuerza de temblor con uno de magnitud 6.4. Estaba medio despierto y sentí los primeros movimientos suaves, luego se puso intenso y se escuchó la alarma.

El epicentro de este temblorón fue frente a la barra del Río Suchiate que está en la frontera sur entre Guatemala y México.

¿Ya tienes tus kits de terremoto en casa?

Los nuestros tienen, cada uno, na mudada de ropa,  baterías, una linterna, un par de botellas de agua, sendas latas de frijoles, elotes y atún, galletas de soda,, antigripales, antialérgicos, analgésicos, antidiarréicos, fósforos, vodka y algo de dinero cada uno. También incluimos una carpa y bolsas de dormir. 

Haz clic en la foto para ver la información sobre el sismo.

El clavo es que ahora no tenemos donde ir a acampar.  En 1976 durante unos días dormimos en los autos, en la calle; hasta que unos amigos nicaragüenses de mis papás nos enviaron carpas y eso mejoró nuestra experiencia. Pasados otros días entramos a dormir a la sala de la casa y al cabo de otros pocos días cada quién a su dormitorio.  Pero ahora no hay jardín, y nuestra sala queda a once pisos del suelo.

En fin, Guatemala está sobre tres placas tectónicas y cruzada a diestra y siniestra por fallas geológicas activas. Aparte de tener tres volcanes activos. Por lo que no es raro que haya sismos cada tanto y que algunos de estos sean mortíferos como el de 1976 y los de 1917 y 1918. 


07
Feb 24

El temblor de anoche

 

Anoche sí sentí el temblor; porque el de la mañana…ni enterado; y lo curioso es que -seguramente a la hora del temblor de la mañana- yo les estaba explicando a mis estudiantes la importancia de tener un kit de terremoto.

Haz clic en la imagen para ver información sobre este sismo.

Les expliqué que Guatemala está sobre tres placas tectónicas y cruzada a diestra y siniestra por fallas geológicas activas. Aparte de tener tres volcanes activos. Por lo que no es raro que haya sismos cada tanto y que algunos de estos sean mortíferos como el de 1976 y los de 1917 y 1918. 

¿Qué tienen nuestros kits de terremoto en casa?

Una mudada de ropa,  baterías, una linterna, un par de botellas de agua, sendas latas de frijoles, elotes y atún, galletas de soda,, antigripales, antialérgicos, analgésicos, antidiarréicos, fósforos, vodka y algo de dinero cada uno. También incluimos una carpa y bolsas de dormir.

¿Sabes para qué son útiles las sirenas sísmicas?

Un cuate que sabe de estas cosas me explicó que hay 33 sirenas instaladas en el bulevar Los Próceres, el Obelisco, toda la Séptima Avenida y parte de la calle Martí.

No todas las construcciones tienen al mismo ingeniero estructural y la escala se percibe de menor, o mayor intensidad. Las alarmas se encienden de manera automática al llegar a 5 grados para arriba la intensidad.

El primer motivo para las sirenas es que si estás en un edificio en dónde no se siente nada a pesar que está temblando relativamente fuerte, esto puede presentar un riesgo porque significa que el edificio no es antisísmico, o por lo menos no al 100%. De acuerdo a la intensidad de la escala, el edificio puede presentar daños en la estructura y causar una catástrofe. La intención es que aunque no sientan que está temblando, sepan que deben prepararse para evacuar.

Entonces los edificios deben tener protocolos de evacuación, cosa que se que en muchos no existe, ni administración hay. En el mío, por cierto, hubo simulacro e información por parte de los bomberos, hace más de seis años y creo que no estaría de más repetirlo porque hay mucha gente nueva y mucha gente que, por imprudente, no acudió a la sesión informativa.

Otro motivo para las sirenas es que son para las personas que se encuentran caminando, o en movimiento dentro de un vehículo, si estás en movimiento el sismo no es perceptible y por ello, al sonar una alarma tan fuerte, te tiene que poner en avisó de que está temblando y que la intensidad puede presentar un riesgo.

Acá entra el otro problema, que los conductores sepan cómo actuar al escuchar la alarma, porque la misma desesperación puede causar que aceleren, personas que salgan corriendo de los lugares y sean atropelladas, y más


04
Feb 24

A 48 años del terremoto del 76

 

¿Conoces a alguien que cumpla 48 años de edad en enero?, es decir que ya esté rascando el medio siglo, pues esa persona nació en 1976 el año en el que los guatemaltecos sufrimos un terremoto que costó 23,000 vidas humanas. Yo estaba por cumplir 15 años de edad.

Si eres de los que se asusta con los temblores, imagínate como fue aquello que tuvo una magnitud de 7.5 y sus réplicas. Imagínate lo que es despertarte a las 3:03 de la madrugada con la impresión de que un tren entra a tu cuarto durante 39 segundos.

La revista National Geographic, de junio de 1976, fue dedicada al terremoto en Guatemala.

Esto es lo que recuerdo de aquella madrugada fatídica:

Bien dormido estaba y me despertó el sonido horrible como de un tren que pasaba junto a mi cama, y al instante: el estremecimiento de la tierra. Mi cama se agitaba y yo tardaba en despertar del todo, tratando -al mismo tiempo- de entender qué es lo que estaba pasando.

Cuando cesaron los movimientos me levanté y me vestí. Mientras lo hacía escuchaba los llamados confusos de mis padres y mis hermanos. Una librera había caído sobre la cama de mi hermano, Gustavo. Pero había sido detenida por la cabecera y no lo había lastimado. Mi madre, o mi padre habían sacado a mi hermana, Guisela, que era la más pequeña; y mi hermano, Juan Carlos, estaba sacando a su perro, Manix, de debajo de la cama. Simón, el papá de Manix acompañaba a mis papás como era su costumbre.

Salimos a la calle y todo estaba en orden…excepto los vecinos que también estaban afuera. Mis padres sacaron los carros a la calle y empezaron a sacar de la casa agua, colchas, y seguramente algo de comer.

Al amanecer todo estaba bien a nuestro alrededor. Parecía que no había pasado nada porque todas las casas estaban en pie y el único daño en la nuestra lo había sufrido una botella de Emulsión de Scott que se había caído en el comedor.

Esto es la prehistoria; así que no había teléfonos y no había forma de comunicarse con mis abuelas que vivían del otro lado de la ciudad; así que, al nomás salir el sol, con mi papá, fuimos en su busca. Cuando salimos de la zona 15 y llegamos al columpio de Vista Hermosa vimos los primeros daños alarmantes. La carretera estaba quebrada y había derrumbes. Más adelante había una pared que había colapsado. En la medida en que avanzábamos hacia el centro y hacia el norte de la ciudad veíamos más destrucción, y el corazón se me aceleraba.

Recordaba las historias que mi tía abuela, La Mamita, contaba acerca de los terremotos de 1917 y 18. Recordaba historias de la ciudad devastada, de cómo su familia había tenido que ir a acampar al Parque Concordia. Recordaba historias de la escasez de agua y de alimentos y de la gripe española. Todo aquello daba vueltas en mi cabeza.

Llegamos a la zona 3 donde vivían mi abuelita Juanita y La Mamita. Ahí la devastación era casi total. Había casas completamente destruidas y había escombros en las calles. Yo me imaginaba sacando los cuerpos de las dos viejitas… y en fin…fue un inquietante caminar a lo largo de tres, o cuatro cuadras de ripio esparcido en las calles. Se sentían la angustia y la desolación de las personas. Cuando llegamos a su casa, las viejitas estaban bien. La casa estaba resquebrajada pero en pié. Ellas y unas amigas, tomaban café en la sala, con los perros y todo estaba bien. Sacamos a las señoras y nos llevamos lo más necesario antes de dejar cerrado el inmueble.  Luego nos fuimos a la casa de mi abuela Frances. Al llegar a la Avenida Independencia nos enteramos que varias casas se habían ido al barranco y que había muertos. Rápidamente llegamos a la casa de mi abuela, que estaba en perfectas condiciones.

Ahí estaban  mi abuela Frances; Helen, una amiga de ella; mi tía Patricia y mis primos. Luego de constatar que todo estaba bien pasamos gasolina del carro de mi abuela al de mi padre y como yo tragué un poco de combustible en el proceso, fui al enorme congelador de mi abuela y me comí dos panes congelados. Y ese fue mi desayuno.

Entonces volvimos a nuestra casa, con la abuelita Juanita y La Mamita; y mi madre -con ayuda de mis hermanos- ya tenía todo organizado allá.

Para hacer la historia corta, durante varios días las viejitas durmieron en la sala de la sala de mis padres, mientras que ellos, mis hermanos y yo dormíamos afuera.  Primero en el garage bajo las mesas de ping pong convertidas en dormitorio; y en loa autos. Un par de días más tarde en el jardín, en carpas que nos enviaron de Nicaragua unos amigos de mis papas. Yo dormí con mi ropa a la mano durante casi tres años.

¿Estás preparado para el próximo terremoto? ¿Tienes tu kit de terremoto?


28
Ene 24

Despertar sísmico y el temblor lleva a leche y champurradas

 

Bien dormido estaba la noche del viernes cuando a las 11:52 p. m. me despertó un temblor de tierra.  Como siempre calculé si valía la pena levantarme, o no.  Concluí en que sí y -como siempre- me fui a la sala a grabar el movimiento.

Haz clic en la foto para ver la información.

¿Por qué hago esto? Porque vivo en un piso alto, así que no es como que me pueda poner a salvo si el temblor pase a ser el terremoto.  Porque si no es el terremoto la verdad es que puedo relajarme y concentrarme en el movimiento.  Porque me gusta, y no soy de salir despavorido en desabillé.  Yo, que tenía 15 años cuando el terremoto de 1976 se que ese tipo de movimientos telúricos no son cosa a tomar a la ligera; pero los temblorones no me inquietan.

En casa tenemos, además, mochilas equipadas para el caso de que tengamos que evacuar el edificio.  Nuestros kits de terremoto tienen una mudada de ropa,  baterías, una linterna, un par de botellas de agua, sendas latas de frijoles, elotes y atún, galletas de soda,, antigripales, antialérgicos, analgésicos, antidiarréicos, fósforos, vodka y algo de dinero cada uno. También incluimos una carpa y bolsas de dormir.

Claro que despiertos a la media noche, ¿cuál es el paso siguiente? Un asalto rápido a la cocina en busca de un vaso de leche y champurradas….y el tik tok correspondiente.

@luisficarpediem

Temblor en la ciudad de Guatemala. Magnitud 6.1 #temblor #earthquake #luisfi61

♬ sonido original – Luis Figueroa

Si te interesan los terremotos, en 2018, al cumplirse 100 años de los terremotos de 1917-18 la Universidad Francisco Marroquín organizó una serie de conferencias y une exposición fotográfica. Haz clic aquí para ver las conferencias; y haz clic aquí para ver la que yo ofrecí, titulada Vivencias y anécdotas de los terremotos de 1917-18.