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Dic 06

12 uvas

1. Estos son mis 12 deseos para Guatemala y los guatemaltecos en este Año Nuevo. ¿Qué tal si nos atreviéramos a romper paradigmas y nos decidiéramos no sólo tener un año mejor, sino un siglo mejor?

Primera uva: Acabemos con el Impuesto Sobre la Renta. Los guatemaltecos necesitamos más y mejores empleos, y más oportunidades para salir de la pobreza. La existencia de un impuesto a los rendimientos del capital es uno de los obstáculos para que haya más y mejores inversiones.

Segunda uva: Dejemos de preocuparnos por a quién darle nuestro voto en los próximos comicios. Enfoquémonos en cambiar el sistema porque si no lo hacemos cambiar, no importa quién llegue, su gestión será un fracaso más. Por favor, lea la propuesta de www.proreforma.org.gt

Tercera uva: Digámosle No a los privilegios. Optemos -de una vez por todas- por la igualdad de todos ante la ley sin distinción de posición económica, etnia, sexo, religión o lo que sea.

Cuarta uva: Abandonemos la arbitrariedad. Impidamos el aprovechamiento de la majestad de la ley por parte de grupos de interés para su propio beneficio. Decidámonos por apoyar la fundación de un estado de derecho, en vez de continuar con uno en el que los intereses de unos prevalecen sobre los derechos de todos.

Quinta uva: Aprendamos de José Batre s Montúfar: “¡Mientras más leyes hay, más contrabando!”. Cerremos de una vez las aduanas. Que se reconozca la libertad de las personas para intercambiar con cualquiera sin tener que sufrir coerción y sin tener que hacer pagos innecesarios.

Sexta uva: Para obtener su parte del presupuesto del Estado, grupos de ecohistéricos, de etnicistas, de proteccionistas, de sexistas y muchos otros, distraen nuestra atención con gritos de “¡Ahí viene el lobo, ahí viene el lobo!” ¿Qué tal si les decimos ¡hasta aquí!, y nos negamos a financiar sus aficiones y sus intereses?

Séptima uva: Dejemos de vivir en el pasado. Que Alvaro Arzú, Oscar Berger, los exguerrilleros, los burócratas y las ONG que viven de ellos se peleen por celebrar los acuerdos de pacificación. Los demás veamos al futuro, celebremos que ya no hay más guerra para defendernos del marxismo-leninismo y demandemos un gobierno que proteja nuestra vida, nuestra libertad y nuestra propiedad.

Octava uva: Sepultemos al pragmatismo, al posmodernismo y al relativismo. Probemos qué se siente vivir conforme a principios. Si decimos que defendemos la libertad, por ejemplo, defendámosla para todos y siempre, aunque nos perjudique personalmente en algún caso específico.

Novena uva: Pongamos en su lugar a los entrometidos organismos internacionales y a las embajadas de otros países Ni Cicig, ni guerra contra las drogas, ni contratos millonarios, ni leyes racistas, ni médicos activistas deberían ser aplaudidos. Comportémonos con dignidad para que “los amigos” dejen de tratarnos como si fuéramos subciudadanos de sus colonias.

Décima uva: ¿Qué tal si pudiéramos salir a caminar sin temor a que nos quitaran el celular, la billetera, el reloj…o hasta la vida? ¿Qué tal si hubiera seguridad para que recuperemos la confianza en Guatemala?

Undécima uva: Pasemos más tiempo con la familia y los amigos. Leamos más libros y veamos menos televisión. Tomemos mejor café y comamos mejor chocolate. Conozcamos Guatemala; y si no los ha probado, pruebe los refrescos de chan y de tiste.

Duodécima uva: Compartamos algo con alguien que no tiene; y como dicen por ahí: “trabajemos como si no necesitáramos el dinero, amemos como si nunca nos hubieran lastimado y bailemos como si no nos estuvieran viendo”.

En esta noche de Año Nuevo, mientras come sus 12 uvas, por favor piense en ¿qué tal si en vez de hacer siempre lo mismo, optáramos por tener un país mejor?

2. Mojito de año nuevo: Entra el médico y le dice a Raúl Castro: “Comandante, Fidel ha muerto”. Y Raúl le contesta: “¡Coño!, y ahora, ¿cómo se lo vamos a decir?”.

Publicada en Prensa Libre el sábado 30 de diciembre de 2006.