30
Oct 09

Comparto mi ambiente con una garza

Una hermosa garza blanca ha dispuesto visitar la fuente -con sabrosos peces- que está frente a la Biblioteca Ludwig von Mises. Hace un momento bajó del árbol en el que estaba y se dispuso a merendar.


No es usual que esas aves anden por aquí; y según mi amiga Ana Lucía Ortíz, que tomó la foto, es posible que se haya separado de su parvada durante la migración, o bien que venga de algún jardín de los alrededores.

En el Arboretum de la Universidad Francsico Marroquín hay bastante información sobre las aves propias del valle de Guatemala. El Arboretum de la UFM ofrece las lecciones perdurables para todos aquellos interesados en proteger el medio ambiente:

  1. Que son las personas en lo particular quienes deben preocuparse y responsabilizarse de su entorno, procesando la información específica de tiempo y lugar de sus localidades para descubrir nichos ecológicos.
  2. Que no existe incompatibilidad entre el crecimiento económico y la calidad del medio. Al contrario, mientras mayores son los ingresos de la personas, mayores son los recursos que se pueden poner a la disposición de la protección del ambiente.
  3. Que la efectiva protección del ambiente depende del establecimiento de instituciones que protejan los derechos individuales. El reconocimiento de la propiedad privada constituye una condición esencial para mejorar la calidad del medio ambiente. Esto permite ampliar los procesos de mercado que generan los recursos para mejorar el nivel de vida de las personas y, además, para crear espacios de alto valor ecológico.


14
Oct 09

¿Se estropearon los huevos?

Los huevecillos que una palomilla vino a dejar a mi ventana, el 26 de agosto pasado, siguen ahí; pero no dan señas de progreso alguno. Los de arriba ya se ven muy deteriorados, y aunque los de abajo todavía parecen llenitos, no les veo buena cara. En fin…ahí están.


30
Sep 09

¿Se pasmaron los huevos?

¿Será que se pasmaron los huevecillos de palomilla? Ya llevan casi un mes en mi ventana y no se ve que evolucionen.


18
Sep 09

Los huevos siguen ahi

Luego de tres semanas, así están los huevecillos de oruga que una palomilla depositó en mi ventana.


10
Sep 09

Los huevos en mi ventana

Así están los huevecillos de oruga que una palomilla tuvo a bien dejar, en mi ventana, hace un par de semanas. Los de abajo se ven más saludables que los de arriba; y me pregunto si habrá, por aquí, algún entomólogo, o alguien que sepa ¿cuánto tiempo más voy a tener que esperar para ver a los pequeños monstruos?

08
Sep 09

Esto ha de ser cuestión de perspectivas

¿Quién estará más impresionado por el encuentro cercano, el pequeño Sebastian, o la pequeña lagartija?


03
Sep 09

Semana de huevos

He aquí los huevecillos de palomilla que, hace una semana, se instalaron en mi ventana. Siguen tal cual. Me pregunto si estarán vivos. ¿De dónde sacaría, la palomilla, la idea de que mi ventana era un buen lugar para dejar estas vainas? ¿No hubiera sido mejor en el bosque?

¡¿Cuánto tiempo más tendré que aguantarlos?!

27
Ago 09

¿Orugas espantosas en mi ventana?

Anoche vi una como palomilla posada en mi ventana. Y aunque se estuvo ahí por un buen rato no le puse atención porque yo andaba ocupado en otras cosas. ¡Chispas!, vean lo que me dejó. Seguramente son huevos y de ahí saldrá una multitud de orugas repugnantes.

Lo siento, pero no tengo aprecio alguno por las orugas -y en general, por ningún insecto-. Lo complicado, ahora, es que me da mucha curiosidad. Me gustaría saber qué y cómo ocurrirá. ¡Estoy en un dilema! ¿Dejo los huevos para ver que pasa porque me gana la curiosidad, o los elimino para evitarme el asco de ver las orugas?
Hace unos siete u ocho años, llegó a la ventana de mi oficina una rana arborícola a hacer su metamorfosis y el proceso fue fascinante; pero una ranita verde, no es lo mismo que un montón de orugas.

23
Feb 09

El Santo Tomás en llamas

El volcán Santo Tomás, conocido localmente como Cerro Pecul, se encuentra sometido a uno de los peores desastres ecológicos de los últimos años en nuestro país. Gracias a mi amiga, Renata, por llamar la atención sobre este incendio.

El Volcán Pecúl, fue declarado como área protegida en 1956 y se encuentra ubicado entre los departamentos de Quetzaltenango, Suchitepéquez y Sololá, abarcando varios municipios.

Su importancia ambiental radica en que contiene por lo menos tres diferentes ecosistemas que albergan diversidad de especies de flora y fauna cuya rareza en Guatemala y el mundo, les otorgan relevancia para su conservación. También es importante como zona donde se originan varios ríos de la región.

A pesar de ser área protegida (como la Laguna del Tigre, Punta de Manabique, y otras áreas iguales que están amenazadas por invasores y por narcos), el Volcán Pecúl se está quemando, desde hace 8 días, un incendio forestal consume los bosques del área y a pesar de que muchas personas particulares y representantes de entidades públicas y municipalidades del área, han intentado controlar el incendio, muchos extraordinarios especímenes de fauna han muerto debido al humo y al fuego emanado.

El área alberga especies únicas en el mundo, tales como el pinabetes, tillándsias, canacs, algunas de orquídeas muy raras, quetzales, auroraa, pavos de cacho, cerdos de monte, chipes cabeza rosada, pumas, coyotes, zorros, jaguarundi, pizotes, tángaras, y muchísimas más que en este momento ¡se están muriendo quemadas!

La capacidad de las entidades a nivel regional, ha sido rebasada por este siniestro, debido a su magnitud (hasta el día de hoy se han quemado 350 hectáreas de bosque, incluyendo uno de los pocos bosques naturales de pinabete que aún existía en el país y que se constituía en parte fundamental del futuro de esta especie única a nivel mundial); y a las dificultades que representa el terreno para realizar las labores de control (un rango de 40 a 100 % de pendiente). Existen áreas inaccesibles para los voluntarios y personal de las entidades, carencias de equipo para sofocar el incendio, y existe mucho agotamiento físico y mental de los involucrados (el camino más corto para llegar a la cima se recorre en no menos de 4.5 horas a pie, a partir de donde los vehículos se quedan parqueados, todo el camino es una pendiente pronunciada).

Se necesita más ayuda para controlar el desastre, principalmente el apoyo de vehículos aéreos que puedan lanzar agua y sofocar el incendio en los sitios donde el personal no puede realizar sus labores.


17
Nov 08

Casa Xara, un finde entre la lluvia horizontal

 

Acabo de estar en el túnel del tiempo; porque pasé un par de días en el Molino Helvetia, en Tecpán.

Helvetia tiene unos 100 años y era un molino de trigo. En sus inicios era movido por el agua del río adyacente y ahí se producía harina con el trigo que se cultivaba a inmediaciones. Con la modernidad, la fuerza hidráulica fue sustituida por energía eléctrica; y más recientemente, la actividad molinera fue trasladada a la ciudad capital.

Allá, en Tecpán, quedaron la casa patronal, la maquinaria, los silos, la presa, los talleres, la casa del molinero, la capilla y un bosque exuberante bañado por la lluvia horizontal, como se le conoce allá a la neblina.

Tuve la suerte de ser alojado en la casa Casa Xara; una edificación de madera de allá por los años 50, que está impregnada de ese aroma relajante que tienen las casas que son calentadas con leña, casi a diario. En ella se hallan revistas de los años 20 y 30, baúles para cruzar el Atlántico, docenas de detalles encantadores y un inconfundible ambiente de casa de campo, entre sereno, sobrio y ensoñador.

La Casa del Molino es diferente. Buena parte de ella es de los años 20, cruje en consecuencia y su aroma es dulzón porque queda justo al lado de las viejas instalaciones molineras. En ella se vive un ambiente rústico, familiar y misterioso.

En ambas casas, y en el molino, el tiempo se ha detenido.

El bosque que rodea el molino está lleno de encinos, pinos, cipreses y pinabetes, muchos de ellos majestuosos. Está habitado por helechos y una gran variedad de flores. Y claro, entre sus habitantes se encuentra, también, una pléyade de aves. De hecho, y sin ser experto, a mi me despertaron por lo menos 8 diferentes piares y graznidos. Por cierto que, ¿saben qué música me hubiera gustado escuchar allá? Fiesta de pájaros, de Jesús Castillo; y Las cuatro estaciones, de Antonio Vivaldi.

Los cantos de las aves, el rumor del río, el viento entre los árboles y el silencio son los ruidos que rodean Helvetia. Y en ese medio, tan propicio para intercambiar ideas y para pensar, tuve la dicha de pasar dos días, invitado por la Asociación Guatemalteca de Intérpretes y Traductores, con motivo de su Seminario 2008. Ahí presenté una conferencia titulada Del telégrafo al blog.

Allá estuve acompañado por Ana Herrerías, empresaria que hace posible Casa Xara; así como por la escritora Carol Zardetto; el dramaturgo Rubén Nájera; y un elenco extraordinario que incluía a Valentina, la astróloga; y a Judy, la actriz.

En esa compañía y en aquel ambiente, pasé un fin de semana en el cual aprendí mucho.