Los migrantes chapines se van, y llevan con ello toda su guatemalidad. Se llevan lo bueno y lo malo. Se llevan el gusto por los tamales y el gusto por la marimba, y se llevan la manía de pelearse por puestos de influencia y de poder, así como la de buscar acceso al estado de bienestar. Esas se me hace que son las raíces de los enfrentamientos entre chapines abroad en el tema del ente asesor del Consejo Nacional de Atención al Migrante.
Simpatizo mucho con la causa de los migrantes en el sentido de que me da rabia que haya gente que tenga que dejar su familia y su tierra para ir a buscar una vida mejor; y en el sentido de que me indigna la forma en la que aquí y en otras tierras se trata a los migrantes. Simpatizo en el sentido de que así como creo que habría más posibilidades de bienestar para todos si hubiera libre movilidad de capitales, también las habría si hubiera libre movilidad de personas.
De hecho, a la derecha de este texto hay una encuesta sobre migración que quizás quiera llenar usted.
Sin embargo, lo que no está bien es que haya dirigencias de migrantes que quieran aprovecharse del estado niñera local-¡aún cuando están viviendo en otro país!-. No está bien que traten de legitimar organizaciones que buscan rentas parasitarias. No está bien que traten de hacer pasar por legítimas sus rencillas por la influencia y el poder.
El estado chapín, y esta administración en particular, no pueden ponerle atención a las necesidades básicas y elementales de los guatemaltecos, tales como la seguridad y la justicia. La adminisración es incapaz de proveer las condiciones jurídicas necesarias para que se desarrolle el mercado y haya prosperidad. ¡Por eso, en primer lugar, es que se van los migrantes! Y ahora resulta que hay dirigencias que quieren que el estado de bienestar que no funciona aquí, en casa, vaya y los atienda cuando están afuera.
Los migrantes chapines deberían tener cuidado con este tipo de dirigencias; porque aquí y en la Cochinchina huelen a buscadores de rentas parasitarias; de esos que, aquí, tenemos en abundancia.