Los migrantes chapines se van, y llevan con ello toda su guatemalidad. Se llevan lo bueno y lo malo. Se llevan el gusto por los tamales y el gusto por la marimba, y se llevan la manía de pelearse por puestos de influencia y de poder, así como la de buscar acceso al estado de bienestar. Esas se me hace que son las raíces de los enfrentamientos entre chapines abroad en el tema del ente asesor del Consejo Nacional de Atención al Migrante.
Simpatizo mucho con la causa de los migrantes en el sentido de que me da rabia que haya gente que tenga que dejar su familia y su tierra para ir a buscar una vida mejor; y en el sentido de que me indigna la forma en la que aquí y en otras tierras se trata a los migrantes. Simpatizo en el sentido de que así como creo que habría más posibilidades de bienestar para todos si hubiera libre movilidad de capitales, también las habría si hubiera libre movilidad de personas.
De hecho, a la derecha de este texto hay una encuesta sobre migración que quizás quiera llenar usted.
Sin embargo, lo que no está bien es que haya dirigencias de migrantes que quieran aprovecharse del estado niñera local-¡aún cuando están viviendo en otro país!-. No está bien que traten de legitimar organizaciones que buscan rentas parasitarias. No está bien que traten de hacer pasar por legítimas sus rencillas por la influencia y el poder.
El estado chapín, y esta administración en particular, no pueden ponerle atención a las necesidades básicas y elementales de los guatemaltecos, tales como la seguridad y la justicia. La adminisración es incapaz de proveer las condiciones jurídicas necesarias para que se desarrolle el mercado y haya prosperidad. ¡Por eso, en primer lugar, es que se van los migrantes! Y ahora resulta que hay dirigencias que quieren que el estado de bienestar que no funciona aquí, en casa, vaya y los atienda cuando están afuera.
Los migrantes chapines deberían tener cuidado con este tipo de dirigencias; porque aquí y en la Cochinchina huelen a buscadores de rentas parasitarias; de esos que, aquí, tenemos en abundancia.
Qué tal Luis!Cuanto más leo y leo de las cosas en Guate me dan menos ganas de regresar, aunque la tierra y la sangre llaman fuertemente. Aclaro que no vivo en un país de primer mundo, vivo en uno subdesarrollado como Guatemala.
Estoy de acuerdo que la chamarra no alcanza para los que estan en Guatemala menos para cubrir a los que no. Pero lo que si es cierto es que de la forma que protegemos y/o apoyamos a los Guatemalatecos, imigrantes o turista, en muchos casos da pena. En lo particular he vivido dos experiencias claras como ciudadana guatemalateca y como ciudadana americana. En el año 1996 andaba viajando por el mediterraneo en un año sabático después de terminar mi licenciatura en Economía. Me encontraba en Egipto con una situación en la que necesitaba ayuda de mi embajada de Guatemala y la respuesta de la embajadora fue decirme que ni me podia recibir, atender o ayudar pues yo tenia la culpa por andar en un pais como Egipto. (Puesto que soy mas pilas que bonita igual sali de mi problema pero no es el punto). El año pasado en Guatemala me robaron mi computadora y como venia de hacer un negocio traia mi pasaporte Americano en mi maletin. Eso fue viernes el lunes ya tenia en mis manos un nuevo pasaporte extendido por la Embajada Americana como servicio a mi como ciudadana. Ahora, to be fair, tambien tengo experiencias positivas de embajadas Guatemaltecas aunque no se si son porque tenia conectes. También tengo historias de horror de como fui tratada en aeropuertos o fronteras cuando iba solo de turista a los EEUU, no digamos de lo denigrante que es el ir a rogar una visa Americana.De cualquier forma mi punto con esto es que los Guatemaltecos, especialmente aquellos menos afortunados de estar con un estatus legal y/o contar con recursos económicos y de educación merecen y necesitan todo el apoyo legal y logístico que los guatemaltecos en guatemala y del gobierno de Guatemala puedan brindar.