Luego de unos días de bloqueos y violencia en Guatemala y porque en consecuencia muchos productos no pueden ser transportados y se estropean y se pierden; aparte de que los bloqueadores fuerzan el cierre de mercados y supermercados, muchas frutas y verduras ya no están disponibles y las que hay están carísimas. Los chapines, armados con el célebre sentido del humor que nos caracteriza, hemos enfrentado esta adversidad con savoir faire.
Por algún motivo que se pierde en redes sociales, las papas y los tomates se han vuelto emblemáticos de este problema grave que enfrentan las familias; y uno de mis memes favoritos es el del ceviche a Q50, pero si es con tomate, entonces Q625.
El meme lo tomé de Facebook.
De Raúl es esta foto de tomates y va acompañada del siguiente pie: Antes de irme a dormir debo guardar mis tomates en la caja fuerte y activar la alarma. Hoy me enteré de que hasta en El Salvador están caras y escasas las papas porque las importan de Guatemala.
Los tomates están carísimos.
Majito me escribió: Hoy comí papas…y chirmol. Me siento de alcurnia.
Una lectora escribió…y me alarmó: Ya de fiambre, ni hablar, verdá, usté.
Agricultores y transportistas están teniendo pérdidas graves. La foto la tomé de Tik Tok.
En lo peor de las tragedias, o en las vísperas de una, los chapines siempre muestran su sentido del humor. Inmediatamente después de el terremoto de 1976, que dejó cerca de 25,000 muertos, hubo un chiste inolvidable. En la Tele había un anuncio de insecticida en el que una ama de casa lo rociaba en la cocina, mataba a todas las cucarachas y preguntaba con voz de bóveda:¿Queda alguna cucaracha que decir? Y entonces el chiste era que, luego del terremoto se abrió el cielo y una voz como de trueno preguntó: ¿Queda alguna cucaracha que decir?
Recogí este aguacate en el jardín de mi trabajo para acompañar el ceviche..sin tomate, por supuesto…
Te acuerdas de los mineros chilenos. Alguien escribió algo muy chistoso (y no sé quién es) durante los días de angustia previos a su rescate. Tomé aquel texto y lo adapté a la carestía y encarecimiento de las papas y tomates a causa de los bloqueos.
Ricardo Arjona habría escrito una canción cursi sobre papas y tomates.
Alfonso Portillo habría depositado en Francia y en Nueva York el dinero para importar papas y tomates.
Arévalo dispondría que sólo pueden comprar papas y tomates los que fueron guerrilleros, o pertenecen a un colectivo oprimido.
Giammattei estaría pidiendo un impuesto, bonos y un préstamo no reembolsable para importar papas y tomates…e igual no vendrían.
Rigoberta Menchú diría que ella también sembraba papas y tomates, para pedir resarcimiento.
Jennifer Harbury diría que está casada con todos los que cultivan papas y tomates.
Iván Velásquez habría inventado que ellos mismos, las papas y tomates, se bloquearon. La ONU ya habría organizado una comisión y ya hubiera publicado 14 docenas de informes inútiles al respecto.
La PMT y Tu Muni los estarían esperando camiones con papas y tomates con un arbitrio y varias multas, todas ilegales.
Habría un grupo de dirigentes populares esperando los camiones de papas y tomates con teas, y galones de gasolina.
Sandra Torres no permitiría que se vendieran papas y tomates hasta que todos tuvieran “stickers” de su cuarta campaña electoral.
Los narcos estarían usando un túnel para traer papas y tomates…y otras cosas..
No se resolvería la crisis porque Ramazzini y Madretierra se opondrían a abrir importar papas y tomates y a que se sembraran más papas y tomates..
No se resolvería la crisis porque porque el vicepresidente Castillo no tomaba la decisión de facilitar la importación de papas y tomates, y cuando la tomó mandó las papas y los tomates a otro lado.
Ya estaban aquí las papas y los tomates; un bloqueo organizado por Semilla, los 48 cantones y USAID causaron que se pudrieran en una carretera.
Habría tres ONG vinculadas a funcionarios peleándose por el presupuesto para importar papas y tomates.
Ese humor negro, tan de aquí, ¿será una forma de resignación frente a la tragedia y una forma de seguir adelante con la vida? Se puede contar con el humor chapín hasta en las circunstancias más bizarras.
