15
Jul 11

¿Hacia una reforma fiscal?

Los impuestos, como los conocemos, son una forma de robo. No son más que tomar dinero ajeno por la fuerza y repartirlo –políticamente– entre intereses particulares a los que, en muchos casos, los legítimos propietarios del dinero no les darían fondos de forma voluntaria y pacífica. Así, los impuestos menguan la calidad moral de las personas porque, acciones que podrían ser benevolentes, se convierten en forzadas, obligatorias y desprovistas de virtud.

Dicho lo anterior, y como desde niños se nos entrena a no cuestionar las potestades expoliadoras de los políticos socialistas y de sus funcionarios, celebro que se esté hablando seriamente de una reforma fiscal que comience con mejorar la calidad del gasto y hacerlo transparente. Aunque suene a Viólame, pero solo un poquito, una reforma de este tipo es mejor que la política depredadora que prevalece.

Para citar una analogía de James Grant, en The Golden Rule of Fiscal Discipline, hasta ahora les hemos dado a los políticos una tarjeta de crédito sin límite, sin intereses, sin cuota de membresía y sin vencimiento; pero lo que deberían tener, si tanta es la necedad, es una tarjeta de débito.

Ningún pacto fiscal debe ser aceptado, por los tributarios, si se negocia entre grupos de interés, sin tomar en cuenta a los tributarios. Ni Hillary Clinton, ni Francisco Dall’Anese, ni la exguerrilla tienen que decirnos cuántos impuestos hay que pagar.Ningún pacto fiscal debe ser aceptado si los tributarios no tienen evidencias de que la corrupción ha sido detenida, de que el presupuesto ha dejado de servir a grupos de interés, y de que se han reducido la mala administración y el desperdicio.

Si es necesario pagar el costo de tener gobierno, los impuestos no deben crear ventajas, ni desventajas para las personas que se dedican a una, u otra actividad social. Los impuestos deben ser simples y los tributarios deben saber por qué están pagando. No deben obstaculizar la formación de capital, ni sabotear las oportunidades de bienestar, ni debilitar la economía. Deben ser limitados.

Una reforma que no tome en cuenta aquello no es más que otro esquema de expoliación y debe ser rechazado por los tributarios; ya que sobre ellos es que pesa el costo de las partidas de transferencia de recursos, los desperdicios y la corrupción. Sobre ellos pesan las partidas que asfixian la prosperidad.

En memoria de Facundo Cabral: Hay que ser felices en este mundo; porque los que no son felices se la pasan jodiendo a los demás.

Columna publicada en El Periódico.

Actualización: El 14 de octubre de 2011 fui notificado de que esta columna me hizo acreedor del Premio para el mejor artículo de periódico, en el Concurso Anual Charles L. Stillman 2011.  Eeeeeeeeeeeeeeh!! Este es el cuarto Premio Stillman que recibo.  La premiación ocurrirá el 11 de noviembre de 2011.


13
Jul 11

La ligereza de Rigoberta Menchú y el asesinato de Cabral

A ver, ¿qué es lo primero que se le ocurrió decir a Rigoberta Menchú luego del asesinato de Facundo Cabral?  La Premio Nobel, empresaria y candidata presidencial le dijo, a quien quisiera oirla, que el asesinato del cantutor había sido un mensaje grande y que Cabral había sido muerto por su pensamiento y no por otra cosa.  Menchú apuntó el dedo hacia los fascistas de la extrema derecha; y dijo que los hechores son profesionales y estratégicos que quieren golpear a nuestra lucha en América Latina y a la izquierda en Guatemala.

La palabra técnica para la insoportable levedad de Rigoberta Menchú es bullshit.  Porque ahí está que no.  Ahí está que el lamentable, vergonzoso y repugnante asesinato de Cabral fue el subproducto de algo que -si Menchú fuera un poquito más seria y respondable- debería quitarle el sueño.

Vídeos y huellas apuntan a que el crimen fue un asunto del crimen organizado.  Si es así, el asesinato de Cabral tiene más que ver con la masacre de 27 en Petén y con la guerra perdida contra las drogas, que con los delirios de la Premio Nobel.

La empresaria de farmacias, por cierto, es la candidata favorita y recomendada por una carta pastoral de la diócesis católica de San Marcos.  En ella, el obispo Alvaro Ramazzini recomienda votar por Rigoberta Menchú.  En esa carta, al lado del usual bla, bla, bla de la lucha de clases y de la explotación, la diócesis marquense menciona como una de las causas de la pobreza al crimen organizado.   Talvez el prelado debería reunirse con su recomendada y cambiarle el CD.

Finalmente, un consejo de Cabral para Menchú: Mi hermano era comunista, hasta que el capitalismo le dió una oportunidad.


10
Jul 11

Nostalgia, jugo de zanahoria y Facundo Cabral

El jugo de zanahoria me gusta mucho, muchísimo; y tenía añales de no tomarlo.  Cuando era niño me dieron tanto jugo de zanahoria que, por el caroteno, hubo una temporada que me puse amarillo.  A mí eso me causa mucha risa porque me imagino el susto de mis padres cuando vieron el color que estaba tomando.

Años después, en la casa de mis padres se volvió a consumir este jugo delicioso con alguna frecuencia; pero con más prudencia.  Y con el bagazo que quedaba, al que se le añadía azúcar y jugo de naranja, mi madre hacía unos dulces que adornaba con hojas de hierbabena y que parecían pequeñas naranjas.

Cuando se estropeó el extractor de jugos en casa de mis padres, y yo me mudé a la mía, dejé de tomar jugo de zanahoria y sólo lo degustaba cuando se me presentaba la ocasión en algún lugar supuestamente saludable y vegetariano.

Hoy, sin embargo, mientras oíamos canciones de Facundo Cabral y la nostalgia y la tristeza nos envolvían, el jugo de zanahoria trajo recuerdos de aquellos tiempos en los que nada era malo y todo era brillante.  Tiempos en los que todo se arreglaba con un vaso de jugo de zanahoria y con un beso.  Y recordé que en la vieja versión de Carpe Diem, luego del concierto de Cabral en Guatemala, en 2009, el lema era:  Hay que ser felices en este mundo; porque los que no son felices se la pasan jodiendo a los demás.  Frase que el cantautor dijo en el Teatro Nacional y que a mí me pareció muy atinada.


09
Jul 11

El ominoso asesinato de Facundo Cabral

Dos veces he sentido vergüenza por Guatemala.  ¿Y rabia?…esa la siento con alguna frecuencia; cada vez que veo lo que podría ser esta tierra hermosa, y no es.  Cada vez que veo niños descalzos y niños con hambre.  Cada vez que leo que alguien recibió un balazo, o doce.  Los chapines buenos, sin embargo, siempre me sacan de la oscuridad y me animan a seguir creyendo que Guatemala tiene un futuro mejor.  Hasta que pasan cosas como la de hoy.

Hoy es una de aquellas dos veces porque Facundo Cabral, el célebre cantautor argentino fue asesinado en la ciudad de Guatemala cuando se dirigía al Aeropuerto La Aurora.  Como muchos guatemaltecos, todos los días, Cabral fue baleado y todavía no se sabe por qué exactamente.

Estoy en Fort Lauderdale asistiendo a la Objectivist Conference 2011, y antes de saber la noticia del asesinato de Cabral, estaba desayunando con un grupo de gente a la que le contaba lo increíblemente compleja y estupenda que es la Semana Mayor en Guatemala; y me estaba esmerando en describir los sonidos, los colores, los aromas y los sabores.

La segunda vez que sentí vergüenza por Guatemala fue cuando fue asesinado Juan Gerardi.  En esa ocasión estaba estudiando en la Univesity of Maryland; y me costó mucho explicar qué clase de país era aquel en el que un obispo era asesinado.

¿Qué clase de país es uno en el que Facundo Cabral es asesinado?  ¿Qué clase de país es uno en el que cerca de 19 personas son asesinadas diariamente y la gente cree que con sólo quejarse en Facebook ya hizo lo suyo?

Comparto algo de Cabral que le copio a mi cuata, Lilian: Cuando me marché de mi casa, niño aún, tenía siete años, mi madre me acompañó a la estación, y cuando subí al tren me dijo: Este es el segundo y último regalo que puedo hacerte, el primero fue darte la vida y, el segundo, la libertad para vivirla.

En esta hora oscura los dejo con un texto de mi filósofa favorita, Ayn Rand: En nombre de lo mejor que hay en ti, no sacrifiques este mundo a los peores. En nombre de los valores que te mantienen con vida, no permitas que tu visión del hombre sea distorsionada por lo feo, lo cobarde, lo inconsciente en aquellos que nunca han conseguido el título de humanos. No olvides que el estado natural del hombre es una postura erguida, una mente intransigente y un paso vivaz capaz de recorrer caminos ilimitados. No permitas que se extinga tu fuego, chispa a chispa, cada una de ellas irremplazable, en los pantanos sin esperanza de lo aproximado, lo casi, lo no aún, lo nunca jamás. No permitas que perezca el héroe que llevas en tu alma, en solitaria frustración por la vida que merecías pero que nunca pudiste alcanzar. Revisa tu ruta y la naturaleza de tu batalla. El mundo que deseas puede ser ganado, existe, es real y posible; es tuyo.

La foto es por mi amiga, @mydda durante el concierto al que asistimos en abril de 2009.

Hoy, a las 9:00 a.m.  (Central Time) y en Libertópolis, puedes escuchar la transmisión especial sobre el asesinato de Facundo Cabral.


27
Oct 09

¡Un aniversario más de Carpe Diem!

El 14 de octubre pasado, este espacio cumplió 3 años de existencia; y !gracias a ustedes, los lectores!, en esta semana ha sido el número 7 en el ranking de popularidad de los blogs guatemaltecos registrados en Blogalaxia; y es el número 9 entre los top 10 blogs de Guatemala, según Blogs de Guatemala. En Blogalaxia también es el número 38 entre los top 128 blogs de opinión de Latinoamérica.


Desde octubre de 2006 he posteado casi todos los días, más de una vez al día; y, la verdad sea dicha, me gozo mucho esta actividad.

El primer motto de Carpe Diem fue ¡Por la libertad y la razón!, que son dos principios que valoro mucho y que trato de que guíen mi vida. Recientemente, sin embargo, lo cambié por una frase que le escuché al cantautor Facundo Cabral: Hay que ser feliz en esta vida; porque quienes no son felices se la pasan jodiendo a los demás. Y como lo explicó mi filósofa favorita, Ayn Rand, Metafísicamente la vida es el único fenómeno que es un fin en sí mismo, un valor ganado y mantenido por un constante proceso de acción. Desde esa perspectiva ambos lemas están interconectados.

A ustedes que visitan y disfrutan Carpe Diem, en este espacio -intolerante con el colectivismo, políticamente incorrecto y sibarita- les doy las gracias. ¡Muy agradecido, muy agradecido, muy agradecido!

28
May 09

Ocho locuras nuevas

Si posteo en este espacio más de una, o dos veces al día; y si me como dos cubiletes y un vaso de leche a las 2:30 a.m. luego de un temblorón (como en esta madrugada)…¿podría estar loco?

Pues hoy me he topado con 8 New Ways You Might Be Insane, artículo publicado en The Daily Beast por mi amigo Constantino; y parece que me he salvado por un pelo.  Sin embargo, según el Diagnostic and Statistic Manual of Mental Disorder, de la American Psichiatric Association, ahora hay estos ocho nuevos desordenes mentales.
1. Binge-Eating Disorder: ocurre cuando las personas consumen, con frecuencia, grandes cantidades de comida.
2. Night Eating Syndrome: ocurre cuando las personas tienen el hábito de asaltar el refrigerador durante la noche.
3. Internet Addiction: o sea, cuando las personas no pueden dejar de jugar por internet, o satisfacen sus deseos sexuales por esa vía, o cuando no pueden dejar de consultar el email o los cibertextos.
4. Sex Addiction: es cuando se presenta un patrón de amantes sucesivos a los que sólamente se les usa.
5. Compulsive Shopping: se caracteriza por compras excesivas que ocasionan inquietud o alguna forma de impedimento.
6. Embitterment Disorder: esta forma de amargura suele ser el resultado de algun trauma; pero como dice Facundo Cabral, hay que ser feliz, porque las personas infelices se la pasan jodiendo a los demás.
7.  Pathological Hoarding:  tradicionalmente conocido como una forma del desorden obsesivo-compulsivo que consiste en la manía de acumular y guardar cosas.
8. Pathological Bias: es una forma extrema de intolerancia que lleva a cuestiones como racismo, homofobia, y otros prejuicios.
Desde otra perspectiva, el doctor Thomas Szasz, autor de Psyichiatry: The Science of Lies, citado por Constantino, duda del buen juicio que haya detrás de la multiplicación de desórdenes mentales.  Los psiquiatras fabrican diagnósticos mentales de la misma forma en que el Vaticano fabrica santos, dice Szasz.

25
Abr 09

Un buen rato con Cabral

Cuando aquel hombre menudo y con bastón entró al escenario, el lugar se iluminó e hizo palidecer a las seguidoras; y el público se levantó para recibirlo con un aplauso atronador y cariñoso.  Evidentemente cariñoso. La gente lo quiere…y ahora se por qué. 
A mí me fue ganando de a poquito.   La alegría es la forma luminosa del amor, dijo y me ganó un montón; y luego cantó poesía.  Aaaaah, Facundo Cabral cuenta sus relatos y canta con talento entrañable.  ¡Como me gocé la seguidilla de su abuela; la de su pueblo que sólo tenía una calle, de una sóla vía; y la de Borges!   Ahora quiero un disco de Cabral.
Mi pueblo tenía un ladrón y un policía, de modo que cuando algo se perdía, ya sabíamos quienes podían haber sido; contó.  

Nos acercamos a Borges y cuando nos preguntó que qué hacíamos, un impertinente le respondió que eramos colegas suyos.  Ah, dijo el Maestro.  Y, ¿qué escriben?, preguntó.  Y mis compañeros respondieron que escribíamos música de protesta.  A lo que Borges contestó: Que interesante; porque cuando estoy enojado, no puedo escribir nada.

Yo le digo lo mismo al pobre…que al rico: Cuenta conmigo.

Mi hermano era comunista, hasta que el capitalismo le dio una oportunidad.

¡Que buen rato pasé anoche, escuchando a Facundo Cabral!; y ahora entiendo por qué es que la gente lo recibió con tanto cariño y por qué es que lo despidió con más.  A mí…Cabral me pareció una celebración de la alegría y de todo lo que es bello, bueno y pacífico.
La foto es por mi amiga Marta Yolanda.