En la película Ironman 2, cuando en una audiencia el senador Stern trató de apropiarse -para el bien común- de la armadura que T. Stark había diseñado y construido, ¿qué le contestó el empresario al político? Le dijo: ¿Quieren mi propiedad? No, no pueden tenerla. Es una escena intensa y muestra al creador y emprendedor en toda su grandeza material y ética.
En la novela El manantial, cuando H. Roark es procesado por destruir una obra suya que había sido alterada sin su consentimiento y en violación del contrato que la había hecho posible, el arquitecto explico que nada nos es dado en la Tierra. Todo lo que necesitamos debe ser producido. Y aquí el ser humano afronta su alternativa básica, la de que puede sobrevivir en sólo una de dos formas: por el trabajo autónomo de su propia mente, o como un parásito alimentado por las mentes de los demás. El creador es original. El parásito es dependiente. El creador enfrenta la naturaleza a solas. El parásito enfrenta la naturaleza a través de un intermediario. El interés del creador es conquistar la naturaleza. El interés del parásito es conquistar a los hombres.
De aquellas dos escenas me acordé cuando vi la audiencia, en el Congreso de los EE.UU., en la que se citó a J. Bezos, de Amazon; T. Cook, de Apple; S. Pichai, de Google y M. Zuckerberg de Facebook. Salvando las distancias -porque hasta cierto punto ninguno de ellos es Stark, ni Roark- eran escenas como sacadas de la peli y de la novela. Ciertamente del lado político, la mesa estaba llena de senadores Stern.
¿Qué tiene que ver esto con los chapines en estado de calamidad? Pues que muchas veces, algunos, se confunden al creer que los políticos (y especialmente los políticos colectivistas) representan al bien común; y muchas veces se ataca a los emprendedores, creadores e innovadores. Es cierto que hay empresarios mercantilistas y sinvergüenzas, pero también es cierto que hay políticos decentes. Pero piensa, ¿cómo pasarías el estado de calamidad y el encierro sin emprendedores, creadores e innovadores? ¿Cómo sería un futuro sin ellos? Uno a merced de parásitos.
Columna publicada en elPeriódico.