23
May 07

Se nos muere la izquierda

“El Instituto Centroamericano de Estudios Políticos (Incep) concluyó en un análisis que la división de los partidos de izquierda en el país en este proceso electoral podría desembocar en su desaparición, si no llegan al cinco por ciento de votos o no logran al menos un diputado”.

¡Se nos muere la izquierda!, parece ser el lamento que empaña el ánimo en los circulos políticos más jurásicos de Guatemala. Comparto con ustedes algo que escribí al respecto en 2003 y que, en su mayoría, es válido en el contexto actual.

No creo que sea posible unificar a la izquierda. En primer lugar por el proverbial hecho de que “en donde hay dos izquierdistas reunidos, hay tres organizaciones en pugna”. Esto no me lo inventé yo, me lo contaron dos izquierdistas distintos, en dos ocasiones diferentes.

El segundo motivo, relacionado con el primero, es que muchos izquierdistas no han terminado de perdonarse entre sí las traiciones que se hicieron unos a otros durante la guerra que coprotagonizó la URNG, con el Estado de Guatemala. Para esto basta leer dos, o tres de las novelas que escribieron los exguerrilleros y sus simpatizantes en todo el espectro izquierdista. Todas están llenas de reproches, denuncias y amargura por las traiciones, los soplos y las ejecuciones que ocurrieron en plena lucha. ¡El gobierno del partido de Ríos Montt está lleno de izquierdistas!

El tercer motivo es que el socialismo está de modè. Vea usted el eslogan de la ANN: Hacer la revolución. ¿? Uno con dos dedos de frente se pregunta por qué habríamos de querer hacer la revolución, si los países “revolucionarios” de los años 40, 50, 60, 70 y 80 están sacudiéndose ese polvo. A las víctimas de los regímenes socialistas les fue como la culpa traidora; y la sobrevivencia de estos fue posible sólo gracias a la ayuda de países capitalistas. En el mundo moderno, ni siquiera izquierdistas como Lula y Gutiérrez, o como González y Blair duermen como roncaban. Solo el orate de Chávez está atorado con Castro.

El cuarto motivo es que los más chispudos entre los izquierdistas saben que el socialismo no funciona. Saben que no funciona porque en ese sistema no es posible el cálculo económico. Saben que no funciona porque multiplica los privilegios y acaba con el Estado de Derecho. Saben que el único socialismo posible lo es por la fuerza de las armas, o por la fuerza de la legislación arbitraria y abusiva. Saben que el socialismo mengua la vida ética. Los más chispudos, como no se conforman con consignas, se sienten incómodos con sus compañeros más modestos. Ahí los tiene usted, ven neoliberales hasta debajo de la cama; claman contra los tratados de libre comercio, como si de verdad fueran para el libre comercio. Ahí andan, vociferando contra la privatización, pero con teléfono móvil al cinto, y por fin, con línea fija en su casa. Por ahí van, lanzando anatemas contra los Estados Unidos, pero desviviéndose porque los inviten a la celebración del President´s Day. ¿Total?

La izquierda se nos muere y sólo nos deja el populismo.Todo esto viene porque hace unos días leí un comunicado en el que un grupo de ciudadanos, preocupados por el escenario de una izquierda con escasas perspectivas, llamaba a la conformación de una opción unida de la izquierda. El comunicado exhorta a las fuerzas políticas de izquierda para que “se sienten a concretar coincidencias políticas con el propósito de conformar una gran alianza que enfrente con éxito el futuro electoral.” Aquella agonía viene de lejos.

En abril de 1990 la Tercera Encuesta Guatemala Elecciones 1990, elaborada por la Cámara de la Libre Empresa, nos mostraba lo siguiente: A la pregunta de cómo debe ser el presidente ideal, de derecha o de izquierda, 60% de los guatemaltecos pensaba que de derecha, en tanto que sólo 5% opinaba que de izquierda. A la pregunta de cuál era la tendencia compartida por más guatemaltecos, los encuestados respondieron que casi 30% eran de derecha moderada, 22% de centro y 9% de extrema derecha, en tanto que sólo 8% dijo ser de izquierda moderada y 3% de extrema izquierda.Esto no es muy diferente a los resultados de La Encuesta, Elecciones 2003, en la que la UNE anda por 7.2% en intenciones de voto; o peor aún, la URNG a duras penas anda por 1.7%, la ANN ni aparece en el mapa.

Talvez sea posible una opción unida de la izquierda, si la dirigencia logra limpiar sus telarañas; pero al paso que va el movimiento, solo será para desaparecer en el olvido, o para hacerse izquierdistas “lite”, como sus colegas de otras latitudes.

La UNE ha mejorado su posición, claro; pero distanciandose de la exguerrilla (de la que su candidato fue candidato) y perfilandose en el mainstream. Más indiferenciada y más anodina.


23
May 07

¡¿Cuántos van a votar por él?!

“Estuve disponible cuatro años (sin inmunidad). La ley es clara, y hay que hacer uso de ella en función de los intereses. Si los otros son inútiles y no supieron presentarlo (demandas), es cuestión de ellos”, dijo ayer Efraín Ríos Montt, en alusión a los grupos de derechos humanos que anunciaron que impugnarán la inscripción de él como candidato a diputado.

El viejo general tiene razón en varias cosas:

  • La gente no tiene empacho en hacer uso de la ley en función de sus intereses. Como lo advertía Frederic Bastiat: La ley no es un instrumento de justicia; es un instrumento de expoliación.
  • Aquellos grupos, que dicen defender los derechos humanos, son una caterva de inútiles.

A mí lo que me da rabia es que me acordé del Jueves Negro y del cinismo que caracteriza al Frente Republicano Guatemalteco. Y, ¿saben que me da más rabia? Que en estas elecciones no va a faltar la gente que vote por Rios Mont, por Luis Rabé, por Aristides Crespo, por Haroldo Quej y por toda esa gavilla.

Muchos de los miembros de aquellos grupos, que defienden más intereses particulares que derechos humanos, en realidad odian a Ríos Mont porque fue un elemento clave para evitar que la guerrilla se hiciera con el poder e instaurara la dictadura del proletariado. Ese odio los envenena y los incapacita.


25
Mar 07

Del lector, César Elí Rivera

Del lector César Elí Rivera, recibí el siguiente comentario:

Señor Ríos:
Esta Corte,
basada principalmente en noticias, artículos, comentarios, testimonios y aportes publicados en los principales medios de comunicación del país, en especial, el artículo de Prensa Libre referente a los 25 años del Golpe de Estado “PERSISTEN SECUELAS DEL GOLPE” (23/03/07, pág. 5),
A Usted Le Declara:
1. CULPABLE DE FOMENTAR FRAUDES ELECTORALES:
por haber aceptado ser candidato y ganar la presidencia para el lado “equivocado”.
2. CULPABLE DE PERMITIR GOBIERNOS COMO EL DE LAUGERUD Y LUCAS:
por no haberse quedado a “defender” su triunfo.
3. CULPABLE DE QUE EL PAÍS NO TENGA SUFICIENTE ENERGÍA HIDRÁULICA:
por cancelar importantes proyectos del gobierno de Lucas que si bien estaban plagados de corrupción, también, incluso, además, tenían la buena intención de brindar algo de energía a la población.
4. CULPABLE DE FOMENTAR GOLPES DE ESTADO:
usted provocó que en los escasos 16 meses que duró su gobierno, sectores descontentos con usted, por no haberse alineado usted a ellos, sintieran en ocho ocasiones repentinos deseos e impulsos de intentar darle golpe.
5. CULPABLE DE HABER PROVOCADO TAMBIÉN LA IRA DE ESTABLISHMENT SOCIALISTA
INTERNACIONAL:
por haber derrotado militar y políticamente a una organización ahijada, URNG.
6. CULPABLE DE IMPEDIR QUE NUESTRO PAÍS FUERA TAN DEMOCRÁTICO Y LIBRE COMO
LO ES ACTUALMENTE CUBA, (CON EL PARTIDO COMUNISTA COMO ÚNICA OPCIÓN):
por haber derrotado al Comunismo en nuestro país.
7. CULPABLE DE QUE NUESTRA CONSTITUCIÓN, EN LUGAR DE SER UN CUERPO DE LEYES
GENERALES, HAYA TENIDO QUE INCLUIR NECESARIA Y CASUÍSTICAMENTE UN ARTÍCULO DEDICADO A USTED:
por insistir una y otra vez en ser candidato presidencial y asegurar que tiene apoyo.
8. CULPABLE DE IMPEDIR QUE NUESTRO PAÍS FUERA TAN ESTABLE POLÍTICA, SOCIAL Y
ECONÓMICAMENTE COMO LO ES ACTUALMENTE EL SALVADOR, (CON EL PARTIDO NEOLIBERAL ARENA CON VARIOS PERÍODOS CONSECUTIVOS EN EL PODER):
por haber fundado su propio partido, el FRG y constituirlo en una amenaza para el sistema político y status quo guatemalteco.
9. CULPABLE DE LA “ESCANDALOSA” CORRUPCIÓN DURANTE EL GOBIERNO DEL FRG:
¿qué? ¿no pudieron hacerlo más discretamente como los otros gobiernos, incluyendo el actual?
10. CULPABLE DE QUE LA PREMIO NOBEL DE LA PAZ, RIGOBERTA MENCHÚ, HAYA TENIDO
QUE BAJAR DE SU PODIO Y ENTRAR AL LODO DE LA POLÍTICA:
por insistir en que su partido vuelva al poder y usted mismo ser Presidente del Congreso por otros cuatro años. ¿No se suponía que a estas alturas, usted y el FRG deberían estar políticamente acabados?
En fin, esta Corte le declara a usted, General Ríos, culpable de todo lo anteriormente expuesto y mucho más, pues todavía están pendientes las investigaciones por:
a. Su supuesta complicidad con el reciente hundimiento en la zona 6,
b. Su posible conexión con Mel Gibson para la promoción de Apocalypto y,
c. Por el hecho de que nuestra selección mayor de fútbol no haya podido
levantar vuelo durante todo el período en el cual, usted, “muy coincidentemente”, ha estado políticamente activo. Razón suficiente para sospechar, ¿verdad?
Atte.,
El juicio de la “historia”
CesaRivera


10
Feb 07

¿Aplanadora? ¡No!

A finales del año pasado varios precandidatos presidenciales, y no son todos los que están, ni están todos los que son, fueron consultados acerca de si les gustaría tener una aplanadora en el Congreso.

El diario Siglo Veintiuno le preguntó a Efraín Ríos Mont si son necesarias las aplanadoras; y él contestó que a veces son necesarias. También le preguntó a Luis Flores Asturias; y él contestó que prefiere aplanadora legislativa. Ellos ya no están en la contienda, pero sus respuestas no dejan de ser sintomáticas. ¡Los políticos prefieren tener aplanadoras, que someterse a la división del poder!

Otto Pérez Molina también fue consultado y él se inclinó por una aplanadora responsable. Por último, Fritz García-Gallont, dijo favorecer una democracia dirigida. Por él y su aplanadora, supongo.

No se a usted, pero a mi me para el pelo pensar que los políticos chapines no se hallan sin tener el control total. ¡Al diablo con la división del poder!, parecen decir los ciudadanos que pretenden, o han pretendido la primera magistratura del país.

Con el control del Organismo Ejecutivo en manos del Presidente; y con el control del Organismo Legislativo en manos de los diputados del mismo partido que el Presidente; ¿qué les impediría tomar el control del Organismo Judicial? ¿Qué los detendría para acaparar la Corte de Constitucionalidad, la Junta Monetaria, y qué se yo qué más?

Por eso es que los tributarios y los electores debemos insistir en el voto cruzado; es decir, debemos votar por un partido para la presidencia, y por diputados de otro partido distinto para el Congreso. Y por otros para las alcaldías.

Yo entiendo que los políticos criollos prefieran no tener que negociar, y prefieran no tener que priorizar proyectos. Entiendo que quisieran que se hiciera todo lo que se les antoje sin el molesto balance de poder y sin la inquietante fiscalización de los otros organismos del Estado. Pero eso no nos conviene a los que pagamos impuestos y a los que votamos; y siendo que como nuestra democracia está siendo construida, todavía, deberíamos huir de la concentración del poder, como se huye de la peste.

El mero hecho de que los políticos de siempre añoren una aplanadora, debería ser la bandera roja que nos lleve a pensar: ¡Ya papo, hay que votar cruzado!

La división del poder es una de las características fundamentales del estado de derecho. En ese sentido, se apareja con el constitucionalismo, con el respeto a los derechos individuales, y con la igualdad de todos ante la ley, entre otras.

No hay que caer en la trampa de suponer que la concentración del poder quiere decir que este esté en manos de una sola persona exactamente, lo cual sería prácticamente imposible en una democracia como la chapina. Quiere decir que el poder se encuentra concentrado en un mismo grupo de personas, en un mismo partido, o en una misma rosca.

Si todos “son coyotes de la misma loma”, no es posible hacer efectiva la fiscalización que el Legislativo debe hacer, de otros organismos; ni es posible el control jurisdiccional que los tribunales debe ejercer sobre las decisiones de los funcionarios de los otros dos organismos.

Si todos “se tapan con la misma chamarra”, los caprichos del gobernante serían aprobados, sin chistar, por sus diputados sumisos; y ¿qué juez, nombrado por estos últimos, se atrevería a cuestionar las decisiones de sus patrones?

Es cierto que la división del poder dificulta la toma de decisiones y entrampa algunos procesos. Pero la historia política chapina es una de abusos, de sinvergüenzadas, de arbitrariedades y de excesos que se cometen ¡aún habiendo división del poder! ¿Qué no ocurriría si, como en tiempos de la tristemente célebre Democracia Cristiana, el Ejecutivo y el Legislativo volvieran a ser “una sola carne”?

Publicada en Prensa Libre el 10 de febrero de 2007.