09
Abr 13

Bitcoin y la escuela austriaca

La semana pasada les conté acerca de Bitcoin y de cómo es un tema caliente en círculos financieros.  También dejé en el aire la cuestión de si será sostenible, o no.

Hoy leí una nota que llama la atención sobre el hecho de que para la Escuela austríaca, y específicamente para Carl Menger, el dinero: un medio generalizado de intercambio, tiende a ser la materia prima más vendible  del momento, tomando en cuenta que vendibilidad, no es igual a valor.  A lo largo de la historia humana el oro se ha impuesto como moneda porque es durable, amalgamable, maleable, divisible, homogéneo y raro; pero sobre todo porque es vendible.  El autor del artículo, Patrik Korda, llama la atención sobre el hecho de que Bitcoin no es fácil de vender; y sostiene que hasta que la mayoría de los 7 billones de habitantes del planeta tengan acceso a la Internet, por medio de teléfonos móviles, la vendibilidad de Bitcoin no es fácil.  En su artículo, Korda también hace comentarios acerca de la anomimidad de Bitcoin y

Korda dice que no hay duda de que Bitcoin sea una respuesta espontánea a la inestabilidad monetaria que nos rodea.  En una orilla del estanque está la gente que está preocupada por el Euro y en otra están los preocupados por el daño que Barnake está dispuesto a hacerles a las reservas mundiales de monedas.  Pero advierte que no hay que perder de vista lo que nos enseña la Economía austriaca.

Este, por cierto, es el tipo de cosas por las cuales me fascina la Escuela austriaca.  De paso te sugiero ver Why Bitcoin is here to stay, una conversación con Jerry Brito; y Tendencia histórica de los Bitcoins, en Punto de vista económico.  He aquí el enlace a una serie de transacciones que pueden ser hechas con  Bitcoins.


05
Abr 13

“Bitcoin”, lo puro “utz”

¡Bitcoin es el tema de conversación más caliente, luego del de las amenazas bélicas del régimen de Corea del Norte!, y lo puro utz* es que Bitcoin es sólo buenas noticias. Son los dos temas de conversación con los que más me he topado desde que regresé del descanso.

Bitcoin es una moneda electrónica para usar en la Internet. Es un medio de pago, y actúa como una divisa real, con un patrón propio sin relación alguna con otras divisas, sin supervisión de banco central alguno, ni sometida a políticas monetarias. Su valor está fijado sólo por la oferta y la demanda. ¡¿Qué puede ser más bueno en estos tiempos en los que se ha hecho muy evidente el fracaso del estatismo en todo el mundo?!

Algunos expertos piensan que, cuando madure, Bitcoin va a cambiar las relaciones fundamentales de la sociedad tanto, o más que la Internet.  Y tu, que viste la generalización de la Internet ya puedes ir intuyendo qué es lo que significa aquello.  La Red facilitó el comercio y la comunicación; pero Bitcoin puede desactivar las posibilidades de operar de parte del estatismo como lo conocemos y hace innecesario el uso de costosos intermediarios financieros.  ¿Así, o más utz?

Las transacciones en Bitcoin son seguras, son públicas y controladas por la propia red de usuarios.  Incentiva el ahorro porque, al haber una cantidad finita de Bitcoin, cada unidad ganará más valor cuando se llegue al límite.  Los estatistas podrían intentar combatirla; pero siendo una moneda descentralizada, eso les va a ser muy difícil.

Todavía tiene desvenatajas: es vulnerable a la especulación porque es una divisa incipiente; y todavía no puedes comprar, con ella, en muchos lugares.  Ambas, sin embargo, se resuelven con el aumento de los usuarios.

¿Cómo la consigues? Descargas un monedero virtual y puedes comprarlas a cargo de dinero real, o puedes producirlas resolviendo un algoritmo complejo.  ¿Quiéres saber más de Bitcoin? Haz clic aquí.

Claro que ya ha habido cosas parecidas que ya no están en uso como eGold; y aún está por verse si Bitcoin será sostenible, o no.  Mientras, tanto, ¿te maravilla ser testigo de cosas como esta?  A mí, sí.

*Utz, es bueno, en idioma quiché.

Columna publicada en El periódico.


23
Mar 13

La venta de entradas para el concierto de Arjona

Como consecuencia de que algunas personas están vendiendo entradas para el concierto de Ricardo Arjona, hoy en Cayalá, otras personas están expresando molestia, indignación, enojo y otros sentimientos. Esto es porque se supone que el concierto es gratis y que -para conseguir entradas- la gente tenia que participar en distintas promociones como se dice por aquí.

Para entender el fenómeno sugiero una perspectiva. Milton Friedman ya nos había advertido que no hay tal cosa como un almuerzo gratis, ni un concierto gratis, en este caso.  Alguien está pagando lo que cuesta este concierto.  Los músicos no trabajan de gratis, los sonidistas y los de las luces no trabajan de gratis, la energía eléctrica no es gratis, como no lo son la seguridad, el transporte, el alojamiento, y todo lo demás.  Alguien lo está pagando…y se los está pagando a aquellos que recibieron entradas sin tener que pagar por ellas (directamente).

Ahora bien, esas entradas constituyen bienes; y una característica distintiva de los bienes es que son escasos.  Sólo hay X número de entradas, y no hay más.  Seguramente hay más fans de Arjona, que el número de entradas disponibles.

Dicho lo anterior,  las entradas escasas son regaladas por quienes pagan el concierto para el que las obtiene primero; y luego…entran en juego las valoraciones personales propias de las personas con respecto a los bienes.  Pero antes de continuar, por favor recuerda que las valoraciones son temporales y teleológicas (o sea que cambian y tienen propósitos).   De modo que, aquí y ahora, puede que el que las haya obtenido regaladas primero, valore aquellas entradas/bienes menos que X cantidad de quetzales; y que haya alguien más que valore las entradas/bienes más que X cantidad de dinero. El mercado de entradas hace felices a ambos, al que no quiere ir y tiene las entradas, y al que quiere ir y no tiene entradas.  Ambos ganan si hay intercambio.  Que es lo mismo que decir que ambos salen ganando, si llegan a un acuerdo voluntario y pacífico acerca de quién debería quedarse con las entradas e ir al concierto y quién debería quedarse con los quetzales y hacer otras cosas con ese dinero.  Toma nota de algo…las promociones para obtener entradas siempre involucraba que, quien las quería, tenía que comprar algo, comer algo, beber algo.  El que las quería tenía que invertir algo de dinero, sin tener la seguridad de que se iba a ganar la entrada que quería. Para muchos, las entradas tienen valor…y sólo es cuestión de hallar el precio.

Dicho lo anterior, el intercambio de entradas no debería molestar al que regala las entradas.  En parte porque mucha gente es fan de Arjona y mucha gente, de verdad quiere ir al concierto. En parte porque no es razonable querer forzar a la gente a asistir a un concierto al que no quiere, o no puede ir, aunque haya participado en el concurso y se haya ganado una entrada.  Tampoco es razonable la pretensión de forzar a la gente a desperdiciar el valor que podría tener una entrada/bien, que no va a a ser aprovechada; de modo que no pueda intercambiarla por algo que valora, o podrá aprovechar, más.  Y el argumento anterior también funciona para quienes quieren cambiar sus quetzales, por las entradas.  Finalmente, intuyo que la prohibición de intercambiar las entradas (o revender entradas en el caso de otras actividades) no es posible de hacer cumplir.

Tutti contenti si las entradas son intercambiadas pacífica y voluntariamente.  Pero, no.  Sospecho que la pretensión de eliminar el dinero en todo este asunto de las entradas viene de dos ideas muy malas.  La primera es una pretensión igualitaria según la cual todos tienen las mismas oportunidades de ir al concierto si las entradas/bienes son regaladas de acuerdo con un sistema en el que la suerte juega un papel importante. Pero ahí está que la suerte no está repartida de forma igualitaria (como nada lo está).  Esta idea tiene algo de demagógica y de populista.  La segunda es la idea de que si hay dinero involucrado las cosas son menos puras, menos bellas, menos elevadas.  Pero ya lo dijo Francisco d´Anconia: El dinero es un instrumento de cambio, que no puede existir a menos que haya bienes producidos y hombres capaces de producirlos. El dinero es la forma material del principio según el cual, los hombres que quieran tratar entre sí deben hacerlo a través del intercambio dando valor por valor.  Aquella idea es moralmente destructiva.

En conclusión, es mejor y más sano para todos que las entradas/bienes sean valoradas e intercambiadas sin que se censure, criminalice o desprecie a ninguna de las partes involucradas en aquellas valoraciones e intercambios.


13
Feb 13

El quetzal sigue perdiendo valor…y tus ahorros también

El quetzal, la moneda guatemalteca, sigue perdiendo valor.  El billete plástico de Q1 desaparecerá a partir de 2017 y será sustituido por la ficha de la misma denominación -pero elaborada con metales más baratos-.  Esto ya había sucedido con los billetes de papel, que eran más caros que su valor facial, y sucedió con los centavos que dejaron de valer hasta el cobre en el que estaban acuñados.

Esto es porque el monopolio estatal emisor de dinero fiduciario ha permitido que el dinero que imprime y acuña se multiplique tanto que su poder adquisitivo -en vez de aumentar- disminuya.  Y claro, no sólo disminuye el poder adquisitivo del dinero que ganas, sino que se evapora su capacidad de guardar valor para el futuro.  Eso quiere decir que cuando ahorras (a menos que lo hagas con estratégia financiera), pierdes.

…y luego la gente se pregunta que por qué es que no se multiplica más la riqueza.


21
Dic 12

Dinero

En su ropero, la tía de un cuate tenía una pequeña alcancía de plata en la que guardaba monedas de oro del siglo XIX. Debido a imágenes como esta, algunas personas modestas creen que la riqueza es acumular monedas.

Antes del capitalismo, cuando la riqueza no se hacía, tenía sentido acumular dinero –que, en general, era lo mismo que monedas de algún metal precioso. Los de una ciudad, saqueaban el oro de la ciudad vecina. Las riquezas que soñaban príncipes, generales y pillos, eran tomadas, o extraídas por la fuerza. Antes del capitalismo, el comercio, esa actividad pacífica y virtuosa que posiblemente fue el origen de la vida gregaria, permitía el tráfico de riquezas pero no las multiplicaba.

El capitalismo (que no es mercantilismo) liberó a los humanos de la necesidad de expoliar –legal, o ilegalmente– y les abrió la posibilidad de hacer riqueza o hacer dinero.

Ningún rico (chispudo) acumula monedas en una hucha, o en una caja fuerte a no ser que sea porque las colecciona, o algo parecido. Los ricos que merecen sus riquezas invierten su dinero, si quieren seguir siendo ricos. En realidad, si alguien acumulara monedas (como creen personajes como M.R. Morales) lo que ocurriría es que la inflación carcomería su riqueza. Los ricos, si quieren seguir siendo ricos, invierten sus riquezas en emprendimientos que –si son racionales– tienen posibilidades de ser exitosos. Y si no fracasan, muchas personas trabajan para ellos, muchas personas se benefician con lo que producen. Y crean riqueza. Los ricos emprendedores y exitosos hacen dinero y crean valor. En cambio, los ricos que lo son a causa de tomar dinero ajeno por la fuerza, destruyen valor.

Aun si un rico solo guardara su dinero en un banco, y no hiciera nada con él, en condiciones de mercado esas riquezas encuentran el camino para llegar a manos de alguien que intentará multiplicarlas. Y si tiene éxito en su empresa, crea riqueza.

La riqueza no se guarda en tecolotes de barro y sirve para vivir mejor; y a todos nos conviene que más personas se hagan ricas produciendo más y mejor, y que más personas trabajen produciendo. Si te interesa conocer la naturaleza del dinero, te recomiendo el discurso de Francisco D’Anconia en http://tinyurl.com/cvwkfqr/

Columna publicada en El Periódico.


16
Mar 12

¿Cuánto se ha desplomado el valor del quetzal?

Mi cuata @godivaciones retwiteó que, cuenta Ron Paul que hace 99 fue creada la Reserva Federal en los Estados Unidos de América y que, desde entonces, el valor del dólar se ha desplomado un 98%.

Y entonces, me pregunto…¿cuánto se ha desplomado el valor del quetzal desde que fue fundado el Banco de Guatemala?  ¿Alguien conoce el dato?


25
Abr 11

¿Los exportadores quieren precio político que los beneficie?

La apreciación del quetzal frente al dólar tiene alarmados a los exportadores, que perciben menos quetzales por sus ventas.  En consecuencia se reunieron con el Presidente del Banco de Guatemala para manifestarle su preocupación.  ¿Y para pedirle el privilegio de un precio político que los beneficie?

La noticia que reportó la reunión no lo dice; pero, ¿y si sí?  Lo que sí sabemos es que el Presidente del Banguat les dijo que la apreciación del quetzal es un fenómeno estacional y que no puede cambiar esa tendencia.  Supone, uno, que la petición iba en la dirección de que la banca central alterara el precio real del quetzal frente a la divisa estadounidense.  Algo interesante de estas notas es que que hablan de Los exportadores; pero, no dice cuáles exactamente.  ¿Serán todos, o serán algunos?

Los precios, verá usted, son mensajeros que les sirven a los actores económicos para decidir dónde y cuándo colocar sus recursos con el propósito de hacerlos más productivos.   Si los actores hacen su cálculo económico sobre precios reales y sus inversiones tienen éxito se crea la riqueza que sirve para que todos vivamos mejor; pero si los actores hacen su cálculo económico sobre precios alterados políticamente y sus inversiones tienen éxito, se crea riqueza para ellos, a expensas de todos los demás.

Por eso, y no porque la apreciación sea estacional, es que el Presidente del Banco de Guatemala hizo bien en denegarles su precio político, a los exportadores, si eso es lo que llegaron a pedir.   No es sano, y de hecho es empobrecedor, que la competitividad y el valor de la producción descanse sobre favores políticos y no sobre valores reales.  Esta forma de mercantilismo es una de las mayores fabricantes de miseria en la sociedad guatemalteca y debería ser identificado y condenado.


24
Mar 11

El dinero, ¿es la raíz de todos los males?

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En la voz de Francisco D´Anconia, por medio de su correo de voz, ¿es el dinero, la raíz de todos los males?

Se dice que el dinero es el origen de todos los males. ¿Alguna vez ha preguntado cuál es la raíz del dinero? El dinero es un instrumento de cambio, que no puede existir a menos que haya bienes producidos y hombres capaces de producirlos. El dinero es la forma material del principio según el cual, los hombres que quieran tratar entre sí deben hacerlo a través del intercambio dando valor por valor. El dinero no es instrumento de mendigantes que piden regalado a base de lágrimas ni de los saqueadores que arrebatan a la fuerza. El dinero se hace posible sólo por los hombres que producen. Ayn Rand, en Atlas Shrugged

¡Ya sólo faltan 21 días para el estreno de Atlas Shrugged, part 1!


24
Mar 11

Las chuladas de la banca central

El Banco de Guatemala tiene el monopolio estatal de la emsión de moneda; y como lo tiene, es el responsable de la inflación.  El banco central estatal ocasiona la inflación y luego pierde Q326 millones para combatir la inflación que él mismo generó.

Yo digo…¿por qué mejor no deja de hacer inflación desde el principio? ¿Por qué tiene que hacerla y luego perder dinero en combatirla?

La inflación, por cierto,  es el incremento de la oferta monetaria por encima de la demanda; y el oferente monopólico de quetzales es el banco central estatal, cuya junta directiva está dominada por funcionarios del Ejecutivo y de la universidad estatal, así como por grupos de interés.


17
Mar 11

Precios reales, y precios políticos

Los precios son mensajeros.   Llevan y traen la información necesaria para que los agentes económicos tomen decisiones acerca de dónde y cuándo colocar sus recursos.  A ese proceso, al de decidir dónde colocar recursos, se le llama cálculo económico; y el cálculo económico es imposible sin precios; y engañoso cuando no hay precios reales. Por eso es que son peligrosos los precios políticos, porque les proveen información distorsionada a los agentes económicos y porque responden a intereses políticos.  Con información distorsionada y sometida a intereses políticos, el cálculo que hacen los agentes económicos es hecho sobre bases falsas, o distorsionadas y sus decisiones resultan en desperdicio de recursos.

Por eso es que el precio del dólar no debe ser un precio político; y por eso es que el precio del dólar no debe responder a las exigencias de grupos de presión como el de los exportadores, o el de los importadores.  El precio del dólar debe ser el que es, y tanto exportadores como importadores deben hacer sus cálculos económicos con base en sus capacidades productivas y competitivas reales, ¡nunca sobre la posibilidad de obtener -o quitarles a otros- el favor político de conseguir un precio privilegiado!

Es inadmisible, pues, que -sea cual sea la causa- haya grupos de interés que puedan usar su poder de lobby, para obtener un precio político del dólar que lo beneficie.  Y menos si es a expensas de otros grupos, con menos poder de lobby, o sin capacidad de mover influencias.