¡Wow!, hoy comenzó el Club de lectura de La rebelión de Atlas y habemos 48 personas en la primera sesión. Hay estudiantes, profesores, profesionales; jóvenes y maduros; hombres y mujeres.
Ayn Rand
24
Sep 09
El club de "La rebelión de Atlas": ¡Somos 48!
16
Sep 09
Este es John Galt hablando…
Este es el primer episodio de un proyecto en desarrollo de XCowboy2 para visualizar usando imagenes y vídeos de hechos actuales el discurso de John Galt del libro La rebelión de Atlas, por Ayn Rand.
Gracias a krisangel23 por esta magnífica idea hecha realidad.
22
May 09
¿Llamaradas de tusas?
En Guatemala, se dice que alguien es llamarada de tusa cuando su fuego es efímero, cuando sólo es bulla pasajera. Esto es porque las llamas de las hojas que cubren las mazorcas del maíz o tusas, no son duraderas.
1. En todo conflicto entre dos hombres (o dos grupos) que comparten los mismos principios básicos, gana el más consistente.
2. En toda colaboración entre dos hombres (o grupos) que se apoyan en diferentes principios básicos, es el más maligno, o irracional, es el que gana.
3. Cuando los principios básicos opuestos están abierta y claramente definidos, eso obra en ventaja del lado racional; y cuando no están claramente definidos, sino que están ocultos o difusos, eso obra en ventaja del lado irracional.
07
Abr 09
Dos entrevistas sobre el capitalismo
30
Mar 09
Extraordinaria actualidad de La rebelión de Atlas
19
Mar 09
"La rebelión de Atlas" está hot
¿Por qué es que una novela de misterio de los años 50 tendría que estar hot en las listas de Amazon? Porque es La rebelión de Atlas, por Ayn Rand; una novela que cuenta la historia de la economía de los Estados Unidos de América desmoronándose bajo el peso de las intervenciones y de las regulaciones estatales. Y mientras eso ocurre, se le hecha la culpa del descalabro a la economía de mercado y a la codicia. Frente al desmoronamiento, Washington responde con más controles, y, ¿sabe qué? la crisis sólo empeora. Así explica el renovado éxito de La rebelion de Atlas, Yaron Brook, del Ayn Rand Institute, citado por The Ayn Rand Center.
La novela es casi una profecía; pero esto no se debe a artes mágicas ni a nada parecido. Se debe a que Rand sabía que “la naturaleza, para ser gobernada debe ser obedecida”; y sabía que la realidad es, independientemente de nuestros caprichos y de nuestras necesidades. Si no se entienden las verdaderas causas de la crisis, no sólo no se pueden aplicar los verdaderos remedios; sino que se empeora la situación.
Hoy, en la lista de clásicos de Amazon, Atlas Shrugged ocupa los dos primeros lugares del ranking; y en la lista general de los más vendidos, la novela ocupa el tercero y quinto lugares.
14
Mar 09
El dinero y la virtud
Cuando Lord Acton escribió que El poder corrompe, y el poder absoluto tiende a corromper absolutamente; mucha gente leyó y escribió que el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente. Y con ello se altera el verdadero significado de la frase. Igual pasa con lo que escribió San Pablo acerca del dinero. El apóstol dijo que El amor al dinero es la raíz de todos los males, y mucha gente entendió que el dinero es la raíz de todos los males.
Por eso me cayó en gracia que la frase estuviera bien citada en la puerta trasera de un autobús del transporte colectivo. Uno esperaría que si en ese ambiente hay el cuidado de citar bien las frases, ese mismo cuidado debería haber en otros ambientes que uno creería que son más cultivados. Mi ejemplo favorito del descuido con respecto a la importancia de citar bien es cuando uno dice que los intereses colectivos no deben privar sobre los derechos individuales, y algunas personas entienden, o dicen que uno ha dicho que los intereses colectivos no deben privar sobre los derechos individuales.
Yo creo que, como hizo el camionetero, hay que hacer un mínimo esfuerzo por citar correctamente. Especialmente porque el dinero está muy lejos, lejísimos, de ser la raíz del mal.
De hecho, como escribió Ayn Rand: El dinero es el barómetro de las virtudes de una sociedad. Cuando usted vea que el intercambio se realiza no por consentimiento sino por compulsión. Cuando usted vea que para producir, usted necesita obtener permiso de los hombres que no producen nada. Cuando usted vea que el dinero fluye hacia aquellos que no negocian bienes, sino favores. Cuando usted vea que los hombres se hacen ricos por corrupción y palancas en lugar de por su trabajo, que las leyes no lo protegen a usted contra ellos, sino a ellos contra usted. Cuando usted vea que la corrupción es recompensada y la honestidad es un sacrificio personal, usted sabrá que su sociedad está condenada.
Si le interesa saber más acerca de la relación del dinero con la virtud, por favor lea aquí.
02
Mar 09
La vida está imitando al arte
Cada vez que el gobierno de los Estados Unidos de América interviene en el mercado, al poco tiempo, los lectores corren a comprar La rebelión de Atlas, por Ayn Rand. ¿Por qué? La respuesta está en uno de los más recientes grupos de Facebook: Read the news today? It is like “Atlas Shrugged” is happening in real life. Quizás es que la vida está imitando al arte.
03
Feb 09
¡Feliz cumpleaños, Ayn Rand!
Ayn Rand nació el 2 de febrero de 1905; y su contribución a la defensa moral del capitalismo no ha sido igualada.
Sus novelas y sus argumentos han inspirado a miles y miles de personas comprometidas con la infinita dignidad de los individuos, con la libertad y con el derecho a la búsqueda de la felicidad.
En esta efemérides -a aquellos de ustedes que saben que el hombre es un ser heroico, cuyo propósito moral en la vida es su propia felicidad, para quien la realización productiva es su más noble actividad, y la razón su única guía– les recomiendo el vídeo A Sense of Life. El mismo está disponible en Take One, la tienda de vídeos de Plaza Futeca, en la zona 14.
30
Ene 09
Wachik’aj, las ideologías y ProReforma
Sigo comentando las criticas que el blog Wachik’aj le hace a ProReforma; y otro tema que abordó Martín es el de las ideologías.
Curiosamente, Martín se queja de que los chapines no estamos acostumbrados a debatir los argumentos; pero su exploración sobre el tema de las ideologías se pierde en distracciones y ofensas. Por ejemplo, cuando acusa a los promotores de ProReforma de mentir y de engañar, y hasta de algo tan absurdo como de querer ocultar que muchos de nosotros somos libertarios. ¡Esto es el colmo!, porque aunque yo no voy hablar por los demás promotores de ProReforma, ¿quién ignora que soy libertario? ¡Yo presumo de ser libertario! De hecho, hace ratos le tuve que explicar, a Martín, las diferencias entre los neoliberales y nosotros los libertarios.
Martín abusa, porque ¿por qué es que gente como Manuel F. Ayau iba a no aceptar que es libertario? ¡Hasta las piedras saben que Ayau, y docenas de promotores de ProReforma somos libertarios, paleoliberales, liberales clásicos, objetivistas, austriacos, u otras cosas parecidas! Martín abusa cuando clama: “Mentira. Acepten que todos son libertarios. No engañen”. Abusa porque trata de cuentearse a sus lectores, haciéndoles creer que los promotores de ProReforma hacen y dicen, lo que sólo él dice que hacen y dicen.
W se queja de que los chapines no estamos acostumbrados a debatir argumentos; pero, ¡Chispas!, si eso no le gusta (y yo comparto su disgusto), ¡que no lo haga él! ¡Que discuta argumentos, y que se deje de falacias ad hominem! Usted perdonará que le dedique tantas líneas al tema; pero aunque este tipo de recursos ofenden a la inteligencia y arrastran el nivel de las discusiones, vale la pena ocuparse de ellos para ponerlos en evidencia.
Ahora entremos en materia.
Es totalmente cierto que los libertarios, liberales clásicos y afines defendemos la vida, la libertad y la propiedad; es cierto que sostenemos que el poder del estado debe ser restringido; es cierto que no aprobamos que leyes concretas y específicas violenten aquellos derechos y la esfera de acción privada de las personas. ¿Con qué está, usted de acuerdo?
Pregunto, porque ¿cómo sería una sociedad en la que la vida, la libertad y la propiedad de las personas no fueran respetadas? ¿Le gustaría, a usted, vivir en una sociedad así? ¿Le gusta, a usted, vivir en una sociedad así?
Pregunto, porque lo de las leyes tiene que ver con algo que usted tiene que decidir. ¿En dónde prefiere vivir, en una sociedad en la que usted pueda hacer todo lo que desee, excepto aquellas cosas que por ser violatorias de los derechos individuales estén prohibidas por la ley; o en una en la que usted sólo pueda hacer lo que está permitido por la ley, aunque lo que vaya a hacer no viole los derechos de nadie? De esto se trata la distinción entre normas generales y abstractas, frente a las que son específicas y concretas. ¿Prefiere vivir en una sociedad en la que las leyes prohíban y castiguen las conductas criminales y el fraude; o en una en las que las leyes controlen, dirijan, especifiquen, y ordenen? ¿Prefiere vivir en una sociedad de personas libres, o en un hormiguero?
Yo quisiera saber qué prefiere W; porque, al parecer, su autor cree que aquellas aspiraciones libertarias son ideología. Y, ¡ay Martín!, ¿dónde están tus argumentos que tanto extrañas en otros?
Si uno va a un diccionario corriente, ideología es “la manera de pensar de cada uno[1]”; pero una simpleza así no es digna de Wachik´aj. ¿Por qué no exploramos mejor, y con profundidad, lo que es una ideología? Según Walter Scott, Napoleón despreciaba las ideologías porque, “sólo podían ejercer influencia sobre jovenzuelos de cerebro inflamado[2]”.
Dicho lo anterior, veamos dos visiones encontradas acerca de las ideologías, que sí vale la pena explorar en este contexto:
Ayn Rand explica que “una ideología política es un conjunto de principios apuntados a establecer o mantener un cierto sistema social; es un programa de acción de largo alcance, con los principios sirviendo para unificar e integrar pasos particulares en un curso coherente [3]”. En este sentido, como ProReforma es un proyecto de largo plazo que busca establecer normas que faciliten un sistema social más justo, y como se basa en principios unificadores como el respeto absoluto a los derechos individuales y a la igualdad de todos ante la ley, pues…bien podría responder a aquella definición de ideología. Sin embargo, la corriente de libertad que prevalece entre los promotores de ProReforma es otra. Ludwig von Mises, nos dice que las ideologías “son doctrinas sobre la forma de comportarse, es decir, sobre los fines últimos a que el hombre debe aspirar durante su peregrinar por la tierra[4]”.
¡Es en este sentido, austriaco, en el que ProReforma no es, ni puede ser ideología! De hecho, es en este sentido que el libertarianismo no puede ser ideología. Porque en tanto que a las ideologías les importa mucho orientar los fines individuales de las personas hacia los presuntos fines de la sociedad; al libertarianismo los fines no le interesan. Dice Mises que “puesto que nadie puede reemplazar los juicios de valor del sujeto en acción por los propios, es inútil enjuiciar los anhelos y las voliciones de los demás. Nadie está calificado para decidir qué hará a otro más o menos feliz. Quienes pretenden enjuiciar la vida ajena, o bien exponen cuál sería su conducta de hallarse en la situación del prójimo, o bien, pasando por alto los deseos y aspiraciones de sus semejantes, se limitan a proclamar, con arrogancia dictatorial, la manera en que el prójimo serviría mejor a los designios del propio crítico[5]”.
¡Más claro, no canta un gallo! En este sentido, en el Misiano, las ideologías se ocupan de los fines y del camino que ellas conocen para llegar a ellos; ya los libertarios, liberales clásicos y afines lo que nos interesa son los medios. Nos interesa saber si son idóneos, o no. Y ahí nos quedamos. Los que apoyamos ProReforma creemos que el proyecto es un medio atinado para conseguir una sociedad más justa, en la que cada cual pueda perseguir y alcanzar sus fines particulares, siempre y cuando no perjudique a terceros. Y ahí nos quedamos. No nos interesa imponer fines, ni señalar caminos. Eso se lo dejamos a las ideologías (en el sentido napoleónico y en el sentido misiano), de las cuales desconfiamos; y más si son totalitarias. Esto es porque como escribió Hannah Arendt “a lo que aspiran las ideologías totalitarias no es a transformar el mundo exterior o a transmutar revolucionariamente la sociedad, sino a transformar la propia naturaleza humana[6]”. Y en cambio, el libertarianismo respeta la naturaleza humana; con sus imperfecciones y todo.
En cuanto a sus objetivos, ProReforma explica claramente que “lo único que pretendemos es que impere el Derecho y la igualdad ante la ley para que todos los guatemaltecos, gobernantes y gobernados, con mismos derechos y obligaciones, vivamos en un país donde impere la paz, la justicia y la prosperidad”. ¿Está usted ideológicamente de acuerdo (en el sentido randiano), o en desacuerdo con estos planteamientos? En serio…¿quién puede estar en desacuerdo?
Ah, como quisiera que este fuera el tono de las discusiones sobre ProReforma –sin ninguneos, ni falacias-. Francamente me lo disfrutaría mucho más, si el asunto se tratara de argumentos. Eso sí, con todo y todo, seguiré comentando las críticas de Martín.
[1] Rances, diccionario ilustrado de la lengua española. Editorial Ramón Sopena, Barcelona, 1976. P. 403
[2] Alberto Méndez Martínez. Fundamentos generales de la ciencia política. B.Costa-Amic Editor, México, 1972. P. 206
[3] Ayn Rand. Capitalismo: el ideal desconocido. Grito Sagrado Editorial, Buenos Aires, 2008. P. 289
[4] Ludwig von Mises. La acción humana. Unión Editorial, Madrid, 2001. P. 214
[5] Ludwig von Mises. Ibidem. P. 24
[6] Hannah Arendt. Los orígenes del totalitarismo. Taurus Ediciones, Madrid, 1974. P. 556.