08
Mar 24

Del miedo a la esperanza, reflexiones sobre predicciones fallidas

 

El mundo se quedará sin petróleo en 10 años, sentenció la U. S. Bureau of Mines en 1914.  El mundo se quedará sin petróleo en 13 años, advirtió el U. S. Department of Interior, tanto en 1939, como en 1950. El mundo se quedará sin petróleo y sin otros combustibles fósiles en 1990, espetó Paul Erlich en 1973. Ese mismo personaje; pero en 2002, movió las fechas fatales para 2030 y 2050.

Pero mira lo que ha pasado, a pesar de que el consumo de petróleo ha crecido en el mundo, también han crecido las reservas del oro negro.  Esto es porque se ha multiplicado los yacimientos tradicionales y no tradicionales de petróleo; y porque han mejorado sustancialmente las tecnologías de extracción, producción y aprovechamiento del petróleo y de sus subproductos.

Lo cierto es que a pesar de la bola de cristal de Erlich y de las de los burócratas, la disponibilidad de petróleo ha crecido y por ningún lado se ve que vaya a acabarse.

¿Por que qué me llamó la atención este tema? Porque estoy leyendo con mis estudiantes Progreso y sentido común, el capítulo III de Los fundamentos de la libertad, de Friedrich A. Hayek; y la semana pasada leímos El poder creador de la civilización libre, el capítulo II de ese mismo libro. Podría compartir mucho de esos capítulos pero te dejo cuatro ideas, por lo pronto: La mayoría de las ventajas de la vida social, especialmente de las formas más avanzadas que denominamos `civilización´, descansa en el hecho de que el individuo se beneficia de más conocimientos de los que posee y que El desarrollo del conocimiento y el desarrollo de la civilización son lo mismo únicamente cuando por tal conocimiento significamos algo que incluye todas las adaptaciones humanas al medio que nos rodea y al que han sido incorporadas las experiencias pasadas. También que sería más correcto pensar en el progreso como un proceso de formación y modificación del intelecto humano; un proceso de adaptación y aprendizaje en el cual no sólo las posibilidades conocidas por nosotros, sino también nuestros valores y deseos cambian continuamente.  Finalmente, la idea de que sólo los totalitarios saben claramente como quieren lograr los resultados de sus particulares ideas de progreso, mientras que el mundo libre sólo puede mostrar sus logros pasados, dado que por su misma naturaleza, es incapaz de orecer cualquier `plan´detallado.

Aquellas reflexiones vienen a cuenta porque en 1970 se estimaba que habría otra edad de hielo en diez años.  En 1980 se leía que la lluvia ácida destruiría todas las cosechas en la próxima década. En los 90 el enemigo era la destrucción de la capa de ozono que tenía sólo 10 años de vida. En 2000 la historia iba por la próxima desaparición de los cascos polares.

En algún momento de los años 90 tuve la dicha de conocer y entrervistar a Julian Simon, autor de The Ultimate Resource, de The State of Humanity y de Its Getting Better All The Time, obras en las que -con data- desmanteló los mitos cataclísmicos que difundían los Erlichs y las Gretas de todos los tiempos.  Ni hay menos bosques, ni las aguas están más contaminadas, ni las materias primas son cada vez más caras, ni la gente trabaja más, ni se derritieron los polos, ni se acabó el petróleo.

Eso sí…en muchos países hay impuestos para contrarrestar las predicciones apocalípticas y cada vez hay más regulaciones para controlar las vidas de las personas en función de las cábalas siniestras y pedantes del World Economic Forum y otros espacios parecidos.

Para apreciar el valor del progreso humano, valor que damos por sentado porque suele ser pedestre y cotidiano, te invito a que googlees: Hans Rosling: The Magic Washing Machine, TED Talk y que visites con frecuencia humanprogress.org.  un espacio que expone que la evidencia de académicos individuales, instituciones académicas y organizaciones internacionales muestra mejoras dramáticas en el bienestar humano en gran parte del mundo. En las últimas décadas, estas mejoras han sido especialmente sorprendentes en los países en desarrollo. Desafortunadamente, a menudo existe una gran brecha entre la realidad de la experiencia humana, que se caracteriza por mejoras graduales, y la percepción pública, que tiende a ser bastante negativa sobre el estado actual del mundo y escéptica sobre las perspectivas futuras de la humanidad.

Es un gran recurso para poner en perspectiva mucha de la negatividad y del pesimismo que rondan por todas partes.

Columna publicada en República.


22
Mar 22

Encierros, pobreza y destrucción

 

Los encierros forzados de 2020 han contribuido a que unas 100 millones de personas, la mayoría de ellas viviendo en países en desarrollo, vuelvan a caer en la pobreza extrema.  Aquellos encierros han tenido efectos destructivos no sólo en la economía de las personas, sino en su salud física y psicológica.  ¿Aquello no es suficiente para conmoverte? También los ha tenido en el ambiente, en la fauna y en la flora.

Si quieres enterarte te sugiero echarle un ojo al artículo True Environmentalists Should Prioritize Economic Prosperity, por Alexander C. R. Hammond.

Hoy, que es el Día mundial del agua, quizá deberíamos meditar más acerca del rol que tiene la pobreza en el desperdicio y la degradación del agua, quizá deberíamos meditar mas acerca del rol de la propiedad en la conservación y elevación de la calidad del líquido vital. Si te interesa el tema del agua, estoy seguro de que una visita a PERC te va a ser de mucha utilidad.


07
May 21

La inmundicia en los ríos

 

En 1948 el río San Francisco inundó Panajachel.  Mi bisabuela contaba que causó muchísimos daños.  Ella misma, su casa y su hotel Casa Contenta sufrieron estragos de los que nunca se recuperaron totalmente.  La estructura de la que ahora es mi cama sobrevivió al lodo y a las piedras.  Pero aquellas agua y lodo de hace 73 años, no eran los de ahora cargados de popodrilos, pipirañas y cacaimanes.  Como los de casi todos los ríos del país.

En esta semana, José Eduardo Valdizán compartió imágenes que dan rabia del San Francisco, del río Villalobos y del río Platanitos cargados con aguas pestilentes y contaminadas.

Las fotos son de José Eduardo Valdizán.

Claro que algo tienen que ver fábricas y cultivos en las cuencas; pero, la verdad sea dicha, las heces, jeringas usadas, colchones, yinas, ropa y otras porquerías que van a parar a los ríos son responsabilidad de miles de personas inmundas que toman la decisión de tirar sus porquerías en las cuencas.  La foto del Platanitos que muestra Valdizán es incontestable.  Los tubos de desagüe de las casas que bordean el río evidencian que hay individuos que no tienen empacho alguno en echar sus excrementos en la corriente de agua.

Río Platanitos. Foto por José Eduardo Valdizán.

Las personas son responsables; pero también las autoridades, que más que autoridades son pipoldermos. La contaminación de los cursos de agua ocurre a la vista (y muchas veces para alivio) de esos caciques mal llamados alcaldes.  SI un río cruza el municipio, algunos munícipes lo ven como el medio más barato y rápido de deshacerse de la basura y deposiciones de sus vecinos.  Ocurre a la vista de ese ñaque conocido como Ministerio de Ambiente.

De cuando en cuando veo a unas yutuberas de la costa sur que me gustan porque son auténticas.  Son buenas personas que viven sus vidas, trabajan y disfrutan de lo que tienen; y a veces se bañan en el río que pasa por su poblado.  ¡Y qué alegre es bañarse en el río, ¿sí, o no?!  Pero luego me pregunto, ¿qué porcentaje invisible de detritus viaja por las aguas en las que se bañan las familias, o en las aguas que beben?  Sin propietarios, las aguas son de todos, y de nadie.

Columna publicada en elPeriódico.


24
Ago 18

El caldo más caro que la gallina

En Guatemala se dice que el caldo salió más caro que la gallina, cuando los costos de un beneficio supuesto son más elevados que beneficio esperado.  De eso me acordé cuando fui al mercado central a comprar telas típicas y el hombre de la tienda me contó, orgulloso, que las bolsas que usa para entregar mercadería son de maíz.  ¿Qué vino a mi mente? Ceteris paribus, si el uso de maíz para hacer bolsas se generaliza el precio del maíz se va a elevar y los más pobres van a tener que pagar más por las tortillas.

Luego me acordé de que he visto correos electrónicos con una petición para que los receptores no los impriman y la intención es salvar árboles.  ¿Qué viene a mi mente? Que el papel no se hace con maderas de las selvas de Petén, sino que con pulpa de maderas de árboles cultivados en fincas para ese propósitoCeteris paribus, si la demanda de papel disminuye, también se reduce la demanda de pulpa de madera y, en consecuencia, la demanda de árboles de finca.  ¿Y? ¡Se reduce el incentivo más eficaz para sembrar árboles!

El domingo fui a cenar a un hotel y la orden incluía una naranjada frozen.  La misma vino sin pajilla y ¿cómo fregados se toma uno una bebida frozen sin pajilla?  La bebida la devolvimos y pedimos una gaseosa.  El mesero, orondo, nos explicó que aquello era para proteger el ambiente y que por esa misma razón no se ponían manteles en las mesas.  ¿Qué se me ocurrió allí?  Una pregunta: ¿Llegaremos al momento en que las sábanas no sean cambiadas sino cada mes para proteger el ambiente? 8-|

Mientras escribo esto me acuerdo de algo que publicó mi amigo, Ramón: las bolsas de papel y de tela son más contaminantes que las de plástico.  El ambientalista Bjørn Lomborg, ha explicado que necesitaríamos reusar 43 veces una bolsa de papel, 7,100 veces una de algodón normal y 20,000 veces una de algodón orgánico para que sean mejores para el medio ambiente que una sola bolsa de plástico.  ¿Te das cuenta? El caldo nos va a salir más caro que la gallina.

Columna publicada en elPeriodico.


05
Ago 18

Sequía, cambio y colapso maya

Como atiendo muchos visitantes extranjeros, con frecuencia debo responder a la pregunta de por qué es que colapsó la civilización maya.

Con base en conferencias a las que he asistido y a artículos especializados que he leído, mi respuesta siempre va en cuatro vías: 1. Sequías que causaron falta de lluvias, y en consecuencia malas cosechas, entonces hambre, multitudes hambrientas y enojadas, y luego sacerdotes, aristócratas y monarcas decapitados.  2. Malas filosofía y tecnología, incapaces de entender y de enfrentar efectivamente lo que estaba ocurriendo. 3. El mantenimiento de élites improductivas y ciudades inmensas que pesaba sobre las masas cuya productividad era precaria.  4. Lo de siempre: guerras, enfermedades y tecnología insuficiente que dificultaban el comercio.

En un plazo de tiempo no muy prolongado, las principales dinastías desaparecieron y las ciudades más importantes fueron abandonadas a su suerte. Aunque los mayas sobrevivieron, su poder económico y político fue desde entonces una triste sombra de tiempos mejores.

Recientemente, con base en los análisis de los isótopos de oxígeno en un lago de Yucatán,  científicos confirmaron que sequías extremas y muy frecuentes fueron una de las causas principales del colapso maya.

Nuestras reconstrucciones paleoclimáticas ponen de manifiesto que durante este periodo se produjo un descenso en la cantidad de lluvia anual de un 40 al 55 por ciento, con picos de hasta el 70 por ciento, y una reducción de la humedad ambiental de hasta un 7 por ciento, en comparación con la actualidad», ha enumerado este investigador.

Y me pregunto: ¿Un Protocolo de Kyoto que hubiera reducido las emisiones de dióxido de carbono, metano, oxido nitroso; así como de hidrofluorocarbonos, perfluorocarbonos y hexaflourouro de azufre, hubieran detenido aquel proceso? ¡Por supuesto que no!, porque el cambio climático no es antropogenico.  El cambio no es causado por los seres humanos, sino que es una constante de toda la vida en la naturaleza de las cosas aquí en el planeta Tierra. Es el dinamismo y no la estasis lo que no cambia.

La foto la tomé desde la pirámide El tigre, en El mirador.


27
Jun 18

Agua peligrosa en Amatitlán y Mixco

En algunas colonias de Amatitlán y de Mixco, el agua no sólo sale muy caliente de los grifos, sino que llega muy contaminada.  ¿Quién es responsable de los daños materiales y personales que causa aquella situación?

Pregunto porque estoy seguro de que hay una larga cadena de políticos y burócratas -locales y nacionales- directa e indirectamente relacionados con la calidad del agua que llega a la gente en aquellas poblaciones.  A mí eso me lleva a pensar que ni el estatismo, ni el involucramiento de políticos y burócratas en estos temas, es garantía alguna de seguridad para la gente.  Los problemas con el agua vienen de años y cuando haya una tragedia, o varias como consecuencia de la mala calidad del agua, ¿qué políticos y burócratas se van a echar la culpa y van a evadir responsabilidades?

Cuando yo era niño, y con mis padres íbamos a la casa de Amatitlán de mis tíos abuelos Freddy y Olga, una de mis experiencias favoritas era la de que mi tía Ruth -en la lancha- a los niños nos llevaba a ver las aguas calientes y sulfurosas que había en el lago.  Yo me fascinaba con eso; pero no es lo mismo verlo como una maravilla para niños que vivir con el problema a lo largo de años y años.

En Amatitlán la gente tiene que dejar que el agua baje de temperatura antes de bañarse con ella, o usarla para lavar. El agua agarra mal olor, posiblemente por el azufre.  ¿Alguien sabe si esa agua es apta para bañarse con ella todos los días, o para cocinar?  ¿Qué efectos tiene en la ropa?  ¿Qué minerales contiene? ¿En qué proporciones?

El asunto es similar en la zona 7 de Mixco, con el agravante de que allá se ha hallado arsénico en el agua.  En esa área el agua viene de pozos privados administrados por los condominios; pero…¿no se supone que hay políticos y burócratas que supervisan la calidad de esas obras?  Digo…así como hay políticos y burócratas que emiten licencias, supervisan obras, dan permisos, niegan licencias y permisos, y así.

Vas a ver que, cuando haya una tragedia, lo que no va a faltar es la fila de políticos y burócratas diciendo que el asunto no era su responsabilidad.  Pero tampoco va a faltar la fila de vecinos y desarrolladores diciendo que el asunto era responsabilidad de los políticos y burócratas, y no suya.

La foto es del lago de Amatitlán.


15
Mar 18

¿Qué está en peligro, el clima, o la libertad?

¿Qué está en peligro, el clima, o la libertad? es la pregunta que planteó Vaklav Klaus durante la I Conferencia sobre medio ambiente y libertad organizada por la Red de Amigos de la Naturaleza.

Ese, por cierto, es el subtítulo de su obra Planeta azul (no verde).

Durante su conferencia, el expresidente y ex primer ministro de la República Checa; recordó que la doctrina del calentamiento global no está basada en la ciencia; y que, en consecuencia, la ciencia por sí misma no basta para refutarla.  Klaus expresó su temor de que la nueva evidencia y los detalles técnicos sobre la realidad del clima tampoco tengan efectos en aquella doctrina y en sus consecuencias ya que los creyentes en aquella doctrina están más interesados en la ideología, que en la ciencia, los datos y las técnicas.

Como alguien que ha experimentado personalmente -y por largo tiempo- la planificación central y la pretensión de organizar el rol de la sociedad mediante directivas desde arriba, me siento obligado a advertir contra las ambiciones y los argumentos de los creyentes en este ambientalismo agresivo.  Sus argumentos y sus ambiciones son muy parecidos a los que oíamos cuando vivíamos bajo el comunismo.  Son muy parecidos, dijo Klaus.

Por ignorancia, o por mala fe -y porque descubrieron que lo del calentamiento global es una carta fácil de jugar- muchos políticos promueven políticas basadas en aquellas doctrinas, y no toman en cuenta el largo plazo, explicó el ex Presidente.

Si vamos a resistir estas ideas, deben ser resistidas desde la política, porque los argumentos científicos son insuficientes.  Debemos explicarle a la gente que lo que está en peligro no es el clima, sino la libertad, añadió.

Puedes ver, aquí, una parte del discurso de Klaus; y aquí puedes ver otra parte.


17
Nov 17

Era una chica plástica

A finales de los setenta había una canción que decía: Era una chica plástica, de esas que veo por ahí;  y, cosas que pasan, de eso me acordé cuando vi la portada de elPeriódico el martes pasado y vi la inmundicia en la bahía de Omoa, a causa de la basura arrastrada ahí por el río Motagua.

Escucha el podcast aquí.

Hace un año y en ese contexto, el Congreso de la República conoció la inciativa de una legislación que regula el uso y comercialización de las bolsas de plástico en el país; lo cual significa acudir al uso de la fuerza del gobierno para obligar a la disminución del uso de aquellos productos que son de bajo costo, prácticos y fáciles de usar.

Los plásticos y las bolsas plásticas, sin embargo, están en desventaja frente a otros contaminantes porque flotan y por lo tanto son dramáticamente visibles.  Los contaminantes que se van al fondo de lagos y ríos, no se ven.  Los contaminantes que se diluyen en la tierra y en las aguas, no se ven.  Los contaminantes que se dispersan en el aire, no se ven.  Aquello hace que los plásticos –que son económicos y prácticos– sean el blanco de los políticos y de los legisladores, a pesar de sus virtudes.  ¿Sabes que la industria del plástico está entre los top ten de exportaciones e importaciones aquí en Guatemala? Eso significa que miles de familias llevan el pan a su mesa como consecuencia de empleos en aquel sector productivo.

Todo este tema de los plásticos y otros desechos sólidos, cuando se aborda desde una perspectiva política, reguladora y hasta populista, pierde de vista una realidad: aquellos materiales llegan a ríos y lagos porque la gente inmunda los tira ahí.  Como no hay responsabilidad alguna –ni a nivel individual, ni a nivel municipal- por no disponer apropiadamente de la basura, esta se hace presente de forma repulsiva.  Y se podrán legislar toda forma de regulaciones y prohibiciones; pero si la causa de fondo no se resuelve, sólo habrá víctimas y no habrá responsables.  De paso…no debería ser tarea del Ejército, ir a limpiar la suciedad de la gente; y al final de estas meditaciones me acordé de Do you ever feel like a plastic bag, canción de Katy Perry.

Esta columna fue publicada en elPeriódico y de ellos es la foto que ilustra la entrada.


26
Abr 17

¿Cómo cuidamos a Nemo y a Bambi?

En el cajón de mis recuerdos más queridos están mis paseos por el río San Juan, en Petén; por el río Lagartero, en Huehuetenango; y por el río Cahabón, en Alta Verapaz. Por eso me duele las fotos del basural que la gente tira en los ríos y va a parar al lago de Amátitlán (donde pasé inolvidables fines de semana en mi adolescencia), y las fotos del basural que la gente arroja en los ríos de Huehuetenango.

El plástico es especialmente escandaloso porque como flota, se ve. Pero la gente vierte todo tipo de basura e inmundicias en los ríos, lagos y lagunas.  Acabo de oír la historia de un alcalde que, cuestionado de por qué es que tenía un basurero expuesto en su jurisdicción, dio como excusa el hecho de no tener un río grande en el cual echar los desperdicios. ¡Así es como están las cosas! y las respuestas políticas tradicionales a problemas como los de la basura y la contaminación están pasando por prohibir y gravar. Un caso más en el que, como advirtió Henry David Thoreau, por cada mil personas atacando las ramas de un problema, hay una sola atacando sus raíces.

¿Cuál es la raíz de males como la mala administración de la basura y la contaminación? Hay una relación estrecha entre la pobreza y el descuido, y la destrucción del ambiente. Esta no es una afirmación ideológica, sino que es un hecho:

La lucha contra la pobreza no es, pues, sólo una prioridad para rescatar la dignidad humana, para evitar que los niños mueran antes de los 4 años por enfermedades evitables, o para evitar que familias enteras languidezcan en la desnutrición.  Es una prioridad para salvar a Nemo y a Bambi.

Las políticas que perpetúan la pobreza e impiden la creación de riqueza no sólo son las responsables de la muerte, la insalubridad y la infelicidad de millones de personas, sino que son responsables de que los niños no puedan disfrutar de nadar sanamente en ríos y lagos, y de que Nemo y Bambi se asfixien en las aguas, o se intoxiquen con quién sabe qué porquería.

Las políticas que impiden la flexibilidad de los contratos laborales, las que castigan el ahorro, las que gravan los rendimientos del capital, las que obstacuilizan la generación de enegía, la multiplicación de emprendimientos productivos, las que encarecen los bienes y los servicios, las que crean privilegios, y las que minan la propiedad, son las políticas fabricantes de miseria.  Miseria que resulta en contaminación y en destrucción del ambiente.

¡Para salvar vidas humanas, y para elevar la calidad de las vidas de millones de personas!, pero también para salvar a Nemo y a Bambi, y para mojarse los pies en los ríos de Huehue, y en los del todo el país, ya es tiempo de que nos pongamos serios y -habiendo comprendido cuáles son las causas de la riqueza- desmontemos todo el entramado ideológico y legal que perpetúa la pobreza. ¿Te apuntas?

La foto es del río Lagartero, en Huehuetenango.


07
Nov 16

Los pipoldermos contra el cambio climático

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Un recuento rápido:  Los pipoldermos chapines de todos los tiempos no han podido rescatar el lago de Amatitlán, no han podido evitar el deterioro rápido del lago de Atitlán, no han podido evitar que ríos y barrancos sean depósitos de todo tipo de inmundicias. No lo han logrado a nivel municipal (donde se supone que la gente está interesada porque se trata de su ambiente inmediato) y no lo han logrado a nivel nacional.  Pero eso sí…¡los pipoldermos del momento ya tienen un plan da acción nacional contra el cambio climático! como consecuencia de los Acuerdos de París.

En resumen habrá partidas presupuestarias para una gran variedad de oficinas burocráticas y Organizaciones no gubernamentales…que recibirán dinero de los tributarios por medio de sus contactos políticos. ¡Habrá viáticos y viajes a foros y congresos internacionales!

El culto del cambio climático antropogénico sostiene que aquel fenómeno que ha estado presente en toda la historia y la prehistoria del planeta Tierra, es ocasionado por los seres humanos…y especialmente por los seres humanos industrializados…y tu vas a pagar la factura.

Si te interesan temas como el conservacionismo, el ambiente, el cambio climático y otros desde perspectivas científicas y no ideológicas, te recomiendo que visites Rana.