05
Oct 21

Altruismo vrs. solidaridad

 

A veces por ignorancia -porque todos somos ignorantes en muchas cosas- y en veces por mala intención para crear un hombre de paja, o para confundir, algún comentarista equivoca el concepto de altruismo con el de solidaridad, o benevolencia.

Si la confusión ocurre en el cuchubal, o durante las chelas después de la chamusca es útil aclarar que no son lo mismo; pero si ocurre en el contexto de la gran discusión ética y política sobre la naturaleza de la sociedad y las funciones del gobierno, la aclaración es imperativa.

En la calle, la gente suele creer que una persona altruista es una persona benevolente, o solidaria; pero filosóficamente no es así.  Especificamente en el contexto de la filosofía Objetivista, en el que son excluyentes un concepto del otro.

No confundas el altruismo con lo que no es.

El padre del concepto de altruismo es Augusto Comte, en El catecismo de la religión positivista, donde sostuvo que las personas pertenecemos a la sociedad y que, en consecuencia, no existen derechos, sino sólo obligaciones para con los demás.Todo derecho humano es tan absurdo, como inmoral, elaboró Comte, para concluir en que el sacrificio es el deber moral de toda persona. El principio básico del altruismo es que el hombre no tiene derecho a existir por sí mismo, que el servicio a los demás es la única justificación de su existencia, y que el autosacrificio es su más alto deber moral, virtud y valor, dice Ayn Rand en Filosofía, ¿quién la necesita?

No confundas el altruismo con amabilidad, buena voluntad, o el respeto por los derechos de los demás. Aquellos no son principios primarios, sino consecuencias que, de hecho, el altruismo hace imposibles. El principio irreductible del altruismo, el absoluto básico, es el autosacrificio, lo que significa; autoinmolación, abnegación, autodestrucción, lo que significa: el yo como estándar del mal, el altruismo como estándar del bien, explica Rand en esa obra.

La benevolencia tiene que ver con tener buena voluntad o simpatía hacia otras personas, o hacia sus obras, como cuando un cuate está enfermo y se le quiere ayudar. Tiene que ver con la caridad, que es obrar desinteresadamente en favor del prójimo (próximo) sin esperar nada a cambio.  Tiene que ver con la filantropía, que es el aprecio  el amor que se tiene a los semejantes y a sus obras en bien de la comunidad y de ahí con la solidaridad que tiene que ver con la adhesión o apoyo incondicional a causas o intereses ajenos, especialmente en situaciones comprometidas o difíciles.

¿Ves? Si todos somos sacrificables, de acuerdo con los principios altruistas, es imposible ser benevolente, caritativo, filántropo, ni solidario. De ahí que ni el capitalismo, ni la cooperación social pacífica sean posibles cuando prevalecen los principios altruistas en la sociedad. No es posible la cooperación social, si unas personas están convencidas de que ellos y los demás son sacrificables.

En el espíritu de confundir conceptos -por ignorancia, o por mala voluntad- también suelen confundirse los conceptos de libertarianismo con Objetivismo.  Otra vez, si eso ocurre en una charla de amigos es útil aclarar la diferencia abismal; pero si ocurre en la gran conversación ética y política sobre la naturaleza de la sociedad y las funciones del gobierno, la aclaración es imperativa. Sobre todo en el caso de alguien de la talla de Samuel.

El libertarianismo es una postura política y parte básicamente de la idea radical de que otras personas no son tu propiedad y de que, por lo tanto, debemos respetar los proyectos de vida de los demás en tanto esos proyectos no violen los derechos de terceros.  Varias filosofías coinciden en sus principios políticos con aquel postulado; de tal modo que los libertarios pueden estar de acuerdo con aquella idea radical y diferir en otros principios.

La política es una parte de la filosofía.

El Objetivismo es un sistema filosófico o una filosofía y por lo tanto tiene componentes metafísicos (¿Qué es la realidad?), epistemológicos (¿Podemos conocer la realidad y cómo?), éticos (¿Cómo debemos actuar de acuerdo con la realidad?), políticos (¿Cómo debemos relacionarnos con los demás?) y estéticos (¿Cuál es nuestro sentido de vida y qué es lo importante?).  Warren Orbaugh explica muy bien esto en Objetivismo: la filosofía benevolente.

¿Ves? La política es sólo una parte de la filosofía.  No todo libertario es objetivista; y ciertamente que los objetivistas no son libertarios.  Por ejemplo, a lo largo de mi peregrinaje intelectual he pasado de preferir la etiqueta de liberal clásico a la de libertario (porque comparto la idea radical de que otras personas no son tu propiedad y de que, por lo tanto, debemos respetar los proyectos de vida de los demás en tanto esos proyectos no violen los derechos de terceros), y a profundizar más en mi estudio del Objetivismo.

No es correcto, pues, confundir libertarianismo con Objetivismo y criticar una filosofía, con base en criterios de propios de una postura política con la que puede tener algunos principios en común.  ¿Sabes? Es como confundir peras con manzanas y si es por ignorancia no hay mucho clavo; pero si es con mala intención, no se vale.

No es raro que las confusiones se den sin mala voluntad, sólo porque a veces no seguimos el consejo de Adler y van Doren en How to Read a Book, en el sentido de que debes identificar las palabras importantes en un libro y descubrir cómo las usa el autor … determinar el uso de estas palabras, tal como se usan con precisión.

Es inútil leer un texto de Objetivismo y persistir en la practica de entender altruismo como la tendencia a procurar el bien de las personas de manera desinteresada; pero…repito…el fenómeno no es raro. Por ejemplo, en el contexto de la economía de la escuela austríaca, subjetivo quiere decir personal en el sentido (acertado) de que las valoraciones son personales ya que las hace el sujeto; pero en un contexto objetivista, subjetivo tiene que ver con la doctrina (equivocada) de que podemos vivir, actuar y lograr nuestros objetivos al margen, e incluso en contradicción con los hechos de la realidad. Si discutimos el concepto de subjetivo sin el contexto filosófico apropiado, ni austríacos, ni objetivistas pueden entenderse.  Hay que descubrir cómo usa las palabras el autor y usarlas con precisión si uno quiere tener una conversación honesta y productiva.

Hay muchos casos similares: egoísmo irracional, es un sinónimo aceptable, pero no sustituye a altruismo; democracia liberal no sustituye a república, ni con canciones; contribuyente no sustituye a tributario; y capitalismo de amiguetes; no sustituye a mercantilismo.

Pero ya para concluir, porque estoy se hizo largo, ni el libertarianismo, ni el Objetivismo excluyen la solidaridad, la benevolencia, la caridad, ni la filantropía.  El Objetivismo, como filosofía, si identifica que el altruismo es perverso y estoy seguro de que el libertario promedio también considera que nadie es sacrificable. ¿Tu que piensas? ¿Crees que hay personas sacrificables?


03
Dic 15

Zuckerberg, Chan, Max y yo

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Mi maestro Manuel F. Ayau contó, un vez, que él tenía negocios con Bill Gates…porque le compraba software para su oficina y su casa con alguna frecuencia.  Así de pasada lo que dijo Muso parece una de sus humoradas; pero detente y léelo de nuevo: cuando un millonario como Gates se hace inmensamente rico porque les vende a Ayau, a tí y a millones de personas los productos que fabrica, o diseña, los que reciben los productos ganan más de lo que entregan a cambio.  El intercambio no es un juego de suma cero.

De aquello me acordé ahora que mucha gente está embobada con la historia de que, en el contexto del nacimiento de su hija, Max,  Mark Zuckerberg y su esposa prometieron dar el 99% de sus acciones de Facebook para promover el potencial humano y la igualdad. Específicamente para personalizar el aprendizaje, curar enfermedades, mejorar la conectividad de las personas y cosas asi (importantes).  ¿Qué tienen en común estos propósitos? Tienen en común que son necesidades y las necesidades se satisfacen con recursos económicos.  Esos hay que producirlos y el ambiente más propicio para producirlos es uno de libertad, es decir: uno de ausencia de coacción arbitraria por parte de otras personas, y del poder político.

Alex Epstein recién llamó la atención sobre el hecho de que entre las 2,234 palabras que Zuckerberg usó para describir lo que él más valora en el mundo no está incluida la palabra libertad.

Habiendo dicho eso, es triste que en las redes sociales muchas personas celebren la decisión de Zuckerberg y su esposa porque de esa manera devuelven algo a la sociedad.  ¡Como si hubieran tomado algo que no les correspondía!  En el mismo espíritu en que mi maestro, Manuel F. Ayau recibía de Gates todo lo que él quería a cambio de su dinero, ¿no recibimos, todos los usuarios de Facebook mucho a cambio de…cuánto pagas tú por usar Facebook?  ¿Te das cuenta? Tu, yo, la sociedad y todos los usuarios de los productos de Zuckerberg, Gates y otros millonarios regalones recibimos más de ellos de lo que damos a cambio, cada vez que hacemos negocios con ellos.

Los millonarios regalones como Gates y Zuckerberg no están allí como: Aquí casual, haciendo millones; ni sus fortunas son consecuencias de haber tomado de la sociedad (o más bien de los individuos que formamos la sociedad) más de lo que han entregado.  Sus millones no son consecuencias aleatorias de nada, o de casi nada.  De hecho, para hacer sus fortunas, tienen que haber dado a cambio algo que los individuos que formamos la sociedad valoramos mucho.  Es un hecho que ya dieron, están dando y van a dar; pero no van a devolver.

Celebro la benevolencia filantrópica enraizada en las grandes tradiciones de personajes como Rockefeller y Carnegie; pero me sería digna de admiración si en vez de ser consecuencia de sentimientos como la culpabilidad y algo de vergüenza, fuera consecuencia de virtudes como el orgullo.

Foto por TechCrunch  [CC BY 2.0 ], via Wikimedia Commons


14
Oct 13

Las mutaciones del socialismo francés

La izquierda socialista francesa ha dejado de representar a los obreros y se está hundiendo.  Y, ¿a dónde se movilizan los votantes que favorecen las políticas colectivistas, estatistas y altruistas propias de los socialistas de izquierda? Mutan y se mueven hacia el conservadurismo nacionalista de la extrema derecha.  Otra forma de colectivismo y estatismo altruista.  No es por casualidad que el nacionalsocialismo fuera considerado de extrema derecha; ni que Mussolini hubiera empezado su carrera política en el socialismo, antes de desarrollar el fascismo.

Los socialistas se refugian en otras formas de socialismo…no el liberalismo.  En realidad, las antípodas de los socialismos de izquierda y de derecha se hallan en el liberalismo clásico con sus compromisos con la defensa de los derechos individuales de todos (sin distinción de clase social, étnia, ni nacionalidad)  y con los límites al ejercicio por medio de leyes generales y abstractas.

En Francia el grupo político beneficiado por la migración política de los socialistas es el Frente Nacional, de Marine Le Pen; y la crisis del socialismo francés coincide con la balcanización de las izquierdas. El PCF (que fué el segundo partido de Francia, en su día) se ha convertido en un grupúsculo gesticulante, entre otros grupúsculos, como el Nuevo Partido Anticapitalista (2 % intenciones de voto), el Frente de Izquierdas (que une al PCF y otros gupúsculos, que no suman juntos más del 10 % de las intenciones de voto), y los ecologistas que oscilan entre el 5 y el 6 % de las intenciones de voto. Ese arco iris de izquierdas electoramente minoritarias refleja con precisión la ausencia de liderazgo, el vacío de ideas, los enfrentamientos fratricidas y el alejamiento histórico de los obreros y el antiguo voto popular.

Gracias al cuate, Manuel, por la pista.


06
Jul 12

Altruismo y sacrificio

Toda conclusión está condicionada por cierto contexto de conocimiento, un contexto que -normalmente- consiste en un número de premisas.  En toda discusión intelectual, entonces, debemos considerar cuál es el contexto cognitivo de la audiencia.  Ese fue el tema que abordó Peter Schwartz en la sesión general de hoy en la Objectivist Conference.

Si el sacrificio es una pérdida neta; entonces…¿qué debemos considerar cuando estamos conversando con altruistas? ¿Cuáles son las premisas que condicionan sus creencias en la virtud del sacrificio y en la maldad del egoísmo?  Y más importante aún, ¿cuál es el orden jerárquico en el que podemos abordar y refutar esas premisas? ¿Qué clase de ejemplos concretos se necesitan para ilustrar nuestros argumentos?  Schartz toca estos temas en The Tyranny of Need, un libro que está escribiendo; y en el que ofrece argumentos convincentes contra el altruismo y a favor del egoísmo.


05
Dic 11

Jóvenes engañados y servidumbre

La Secretaría de Servicio Cívico -creada por la administración socialdemócrata de Los Colom-Torres/Espada- les debe Q11 millones 654 mil a los miles de patojos que participaron en los proyectos del plan piloto del referido programa.  Muchos jóvenes, engañados, han cumplido con las 728 horas de servicio que les impuso la ley; pero la Administración ha incumplido su parte del trato.

Dimos nuestro tiempo con entusiasmo y los primeros meses no nos dieron ni un centavo; y después recibimos una cantidad que no llega ni siquiera a la mitad de lo ofrecido, dijo uno de los chicos que fueron reclutados para este programa altruista.

Tal y como lo dije en su momento la ley del servicio cívico y su reglamento establecen una forma de servidumbre.  Lo es porque, como la esclavitud, no es contractual.   Los jóvenes se verán forzados a integrar el servicio cívico y, aunque la retórica estatista establece que el alistamiento es voluntario, luego hay sorteos en los que los jóvenes no se pueden rehusar a participar.  Y si los reclutandos no cumplen con la obligación de servir, hay un castigo que les niega el derecho constitucional a ser electos, o a ser nombrados como funcionarios, o empleados públicos. La ley fuerza a los jóvenes a integrarse a los trabajos del servicio cívico; y aunque se supone que va a haber una remuneración, está por verse qué clase de paga es.  No podría, ¡por supuesto!, ser menor a la del salario mínimo.  Y, aunque fuera igual, o superior, el hecho de que no sea contractual, sino impuesta, sólo acentúa el carácter de servidumbre que tiene esta disposición medieval y abusiva.


23
Jun 10

El corazonote de los chavistas

Luego de los desastres que ocasionó la tormenta Agatha, el régimen chavista, de Venezuela, mandó a Guatemala 12 toneladas de ayuda humanitaria entre alimentos, mantas, pañales y 100 metros de puentes de guerra. La ayuda vino en un barco de la Armada Bolivariana.

Pero los chavistas, como buenos altruistas, son candiles de la calle y oscuridad de su casa; ya que recién se conoció que cien mil toneladas de alimentos, importados por una empresa estatal para los mercados socialistas, se pudrieron en los muelles de Puerto Cabello. Los alimentos descompuestos hedían como 100 perros muertos, dijo una persona consultada.
El orate, Hugo Chávez, minimizó el asunto diciendo que lo desperdiciado no llega ni al 1% de lo que distribuye la estatal Productora y Distribuidora Venezolana de Alimentos; y acusó a la oligarquía de inflar el caso para desprestigiar la lucha por la soberanía alimentaria del pueblo.
Por cierto que ese concepto, el de soberanía alimentaria está definido en el proyecto de ley del sistema nacional del desarrollo rural integral, en el Congreso de la República de Guatemala, como que el Estado de Guatemala define soberanamente la modalidad, época, tipo y calidad de la producción alimentaria, en forma sostenida y con el menor costo y riesgo socio ambiental y garantiza la seguridad alimentaria nacional, facilitando el acceso de indígenas y campesinos a medios de producción, protegiéndola de las importaciones subsidiadas y de toda forma de competencia desleal.
O sea que le reserva a la Administración las decisiones de cómo, cuándo y qué alimentos producir; y establece un mecanismo proteccionista y paternalista. Vaya usted a saber qué va a ocurrir cuando un grupo de políticos socialistas y sus funcionarios dispongan qué producir y qué no, cuándo producirlo y cuándo no, y cómo producirlo y cómo no.

03
Jun 10

Facta, non verba; y ¡esta es para premio!

Esta debería recibir un premio. Es uno de los ejemplos más groseros y claros del estado niñera, de la moral del sacrificio y de la mentalidad altruista en acción, que leído. Es de Antonio Carrera, un experto en manejo de emergencias, de la Universidad de Texas:

Debe trabajarse una ley que endurezca acciones: cuando alguien debe evacuar un área debe hacerlo de inmediato. Cuando se le preguntó si, ¿aún usando la fuerza?, Carrera respondió: Esa persona que se niega a abandonar su vivienda, que tiene todo el derecho, está comprometiendo la vida de quienes tratan de salvarlo.
Si quiere saber algo más sobre la moral del sacrificio, seguramente querrá leer La rebelión de Atlas contra la moral del sacrificio, en Objetivismo.org

01
Jun 10

“Dear John” en el cine

Dear John fue la peli que fui a ver el domingo en Magic Place. Y fue buena opción por tres razones principales:

1. Me relajó luego de los acontecimientos de entre el jueves y el sábado.
 
2. Me gustó mucho por el uso de las cartas y el correo de verdad. Y esto es porque a mí me gusta escribir cartas. Me gusta tomar el papel y la pluma…y escribir. Cuando estudiaba en la University of Maryland yo escribía a casa todas las semanas. Ya fuera en el campus, o en algún rincón en Washington, D.C.  escribía tres cartas. Disfrutaba mucho, no sólo de escribir las cartas, sino de cerrar los sobres y de irlos a dejar al correo. Creo que el uso de cartas es algo que no debería abandonar. Es, quizás, un arte que debería cultivar. Y es muy recomendable para relajarse y para ordenar las ideas, así como para conservar y compartir recuerdos e impresiones
 
3. La tagline de la Dear John es: Is duty enough reason to live a lie? y esa es la razón de fondo por la cual me gustó la peli; porque cuestiona el concepto del deber. Esa idea del deber es causa de mucho sufrimiento y de mucho sacrificio . En la peli, los protagonistas se sacrifican por otros: él por el estado, y ella por otros que la necesitaban. Ambos renuncian a lo que de verdad valoran para entregarse al deber….y a la mentira. Cada vez que tomamos decisiones irracionales, cada vez que sacrificamos lo que valoramos, y cada vez que falseamos la realidad, ponemos en riesgo nuestra felicidad y nuestras vidas.
 
Cada vez que actuamos de forma altruista, estropeamos nuestras vidas (y/o las de otros); y ahora, no es común que el cine y el arte pongan en evidencia esa realidad. Por eso me gustó mucho Dear John.