Magallanes y un DJ en el espacio

La expedición de Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano partió, de España, el 10 de agosto de 1519.  Salieron cinco navíos con 239 hombres; Magallanes murió durante el viaje y Elcano volvió con una nao y 17 personas a bordo.  Quinientos años después el astronauta, Luca Parmitano, mezclará música en la EEI y se convertirá en el primer DJ que transmitirá, desde fuera de la Tierra, para una fiesta en Ibiza.  ¿Así, o más fascinante?

Haz clic en la imagen para escuchar a Javier Esparza cuando relata la gesta de Fernando de Magallanes y de Juan Sebastian Elcano. Fernando de Magallanes, dominio púbico, via Wikimedia Commons.

Te invito a estas meditaciones luego de lo intensa que fuera la temporada electoral en Guatemala, y como pausa para agarrar fuerzas.

Desde que en Tercer grado leí las hazañas de Francisco de Orellana en el Amazonas ese tipo de aventuras siempre me han emocionado; como me emociona la exploración del espacio desde la hazaña del Apolo 11.   ¿Qué tienen en común las aventuras de Magallanes, Elcano, los del Apolo 11, Orellana y…y un astronauta DJ?

Todas, y más, sólo son posibles si adoptamos la primacía de la existencia como principio rector de nuestras vidas; es decir si entendemos que la realidad está por encima y antes de cualquier consideración y si entendemos que la razón es el instrumento que tenemos para conocer la realidad, entender sus leyes causales y usarlas.  La primacía de la existencia se opone a la de la consciencia porque esta última sostiene que lo que crea y gobierna la existencia es nuestra capacidad de percibir.  ¿A dónde hubieran llegado Magallanes, Elcano, Parmitano, Orellana y los del Apolo 11 si no hubieran partido de que la realidad existe independientemente de sus preferencias, caprichos, o deseos?

Todas aquellas, y más, son posibles si entendemos la premisa del universo benevolente, que parte de la convicción de que las ideas importan, lo que quiere decir que la verdad importa y que la mente importa.  Parte de la convicción de que, aunque los accidentes y fracasos son posibles, no son la esencia de la vida humana.

Si te interesan las aventuras de los exploradores del siglo XVI, te recomiendo La cruzada del océano, de Javier Esparza; y si te interesan temas como la primacía de la existencia y la premisa del universo benevolente, te recomiendo las obras de Ayn Rand.

Columna publicada en elPeriódico y en el CEES.

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