Con el pretexto de legislar para la protección de los periodistas, el partido político Convergencia promueve una legislación general de medios de comunicación (una ley mordaza) cuyos propósitos reales son colectivizar y restringir la libertad de expresión.
Convergencia es ese partido político que, en mayo pasado, la emprendió contra los medios informativos que ponen en evidencia al régimen revolucionario bolivariano; y condenó el apoyo que recibe el pueblo de Venezuela en su lucha contra la tiranía. Un partido que defiende el régimen criminal de Nicolás Maduro no tiene solvencia moral alguna para proponer legislación de protección a los periodistas, y menos, mucho menos si lo que busca es contribuir al pensamiento único y asfixiar a la libertad de expresión.
Al respecto, el Editorial de elPeriódico (hoy) dice: La Ley de Medios de Comunicación, en otros países como Venezuela, Argentina, Ecuador y Bolivia, se convirtió en una típica “Ley Mordaza”, cuyo objeto primordial es controlar el ejercicio de la libertad de prensa, bajo la justificación de un supuesto derecho colectivo a la información y de una necesaria tutela estatal o comunitaria.
Aquel tipo de legislaciones anulan la autonomía personal de los periodistas y de cualquiera que haga uso de la libertad de expresión, y anulan la diversidad y el pluralismo tan valiosos en el ejercicio de aquella libertad. Aquel tipo de legislaciones les da a los políticos y a los burócratas, así como a entes tan abstractos como la comunidad (¿Representada por activistas de la academia chavista que opera en la USAC?) la facultad de controlar la información que se divulga, en el supuesto de que los políticos, los burócratas y la comunidad saben que información es objetiva, veraz e imparcial. Según el del plan de los amigos de Maduro, los políticos, sus burócratas y la comunidad, garantizan que la población reciba una supuesta información objetiva, veraz e imparcial…siempre que coincida con los intereses de los autonombrados garantes, ¡por supuesto!
Lo que corresponde -no sólo por parte de las asociaciones de prensa (que ya la han rechazado), sino por parte de todas las personas (porque todos somos sujetos de la libertad de expresión)- es rechazar y condenar la pretensión de Convergencia (y la de cualquier otro cómplice de este ataque contra la libertad) en cuanto a imponer una legislación general de medios de comunicación que tenga como finalidad la restricción de la libertad de expresión (o de prensa). Dicha libertad ya está garantizada por la Constitución, por la Ley de Emisión del Pensamiento, la Convención Americana sobre Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. ¡No hace falta que los amigos de Maduro metan sus manos sucias en este tema!
Para entender el contexto inmoral de Convergencia, te invito a leer ¿Condenas el mal?, por Warren Orbaugh
La primera ilustración la tomé de aquí; y la segunda es el comunicado de Convergencia en apoyo a Nicolás Maduro, contra la libertad de expresión. .