Lo que no te dicen de los impuestos

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El Bono revolucionario que se asignaron en la Corte de Constitucionalidad tuvo un costo de Q3.2 millones para los tributarios.  Ese dinero salió de impuestos que estaban destinados a la justicia. Si el bono para un magistrado es de casi Q73 mil, ¿cuánto será para la Presidenta que se auto recetó aquel privilegio?

Como aquel bono salió de impuestos quiere decir que los tributarios trabajaron para producirlo y que les fue quitado.  Aquel dinero no salió de la nada y  cuando el tributario promedio imagina que el fruto de su trabajo va a ser usado en mejorar el sistema de justicia, no se imagina que el fruto de su trabajo va a ir a servir para que la Presidenta de la C.C. ¿compre carro nuevo, amortice su casa nueva, o se vaya de viaje a fin de año?

Como aquel bono salió de impuestos quiere decir que los que produjeron el dinero para pagarlos –o sea sus legítimos propietarios– no lo pudieron usar para reparar su pichirilo, pagar el alquiler de la casa, ahorrar para la cuesta de enero, o invertirlo en mejorar la fábrica, ampliar inventario, o abonar cultivos.

El dinero que los políticos y funcionarios toman de la gente como tú –a quien le quitan los impuestos antes de que recibas el cheque de fin de mes– no lo puedes usar para tus necesidades porque en gran porcentaje sirve para satisfacer las necesidades de los que tienen acceso a él por medio del presupuesto del estado.  Algo sirve para pagar puentes que se caen, escuelas con maestros que no llegan a clases y hospitales sin medicinas; pero la mayoría de lo que pagas de impuestos sirve para sueldos, bonos, y prebendas, muchas veces para plazas fantasma, o para funcionarios que ganan Q73 mil al mes.

Recientemente nos están dando atol con el dedo al decirnos que si no se paga un impuesto adicional, la justicia no va a mejorar. ¡Hasta mi cuate, Carlos M., me escribió diciendo que prefiere pagar un impuesto más, a tener que sufrir a las maras!; pero ese es un dilema falso.  Deliberadamente elimina la opción de sanear la administración pública y eliminar privilegios antes de entrar a –siquiera–considerar el impuesto extra.

Que no te digan, que no te cuenten.

Columna publicada en elPeriódico; y la ilustración la tomé de Facebook.

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