Precios fijos, ¿a qué costo?

Hoy se anuncia que por tres meses la harina, el pollo y los aceites vegetales no subirán de precio; que los empresarios de esos sectores están dispuestos a cumplir con un acuerdo con la administración socialdemócrata para que aquellos productos no se sigan encareciendo. Claro que dicha medida sólo será sostenible mientras las condiciones del mercado lo permitan. El mismo presidente Colom ha explicado que más que eso, podría poner en riesgo la estabilidad económica.

Sin emmbargo, ¿qué siginifica este acuerdo? En primer lugar hay que entender que los precios de la harina, el pollo y los aceites no suben porque los empresarios de esos ramos sean unos malvados. Ideas como esa sólo caben en cabecitas que han sido demasiado sometidas a consignas de barricada.

Los precios suben por varias razones: Si hay inflación (exceso de masa monetaria), los precios suben. Si los productos escasean, los precios suben. Si las materias primas se encarece, los precios suben. Si la gente usa el maíz para hacer combustible, en vez de para dárselo a los pollos, o para comerlo, los precios suben. Y así nos podemos ir.

Al final de cuentas, digamos que el maíz para dárselo a los pollos se pone caro y caro, es natural que producir pollos también salga más caro. Y si a eso le sumamos que la gasolina para transportar pollos también es cada vez más costosa, también es más costoso que el pollo llegue a la mesa. El productor de pollos puede subirle a su producto, sólo hasta donde el consumidor de pollos esté dispuesto a pagarle; porque si sube más, ya no venderá sus aves, y tendrá pérdidas.

Ahora bien, los polleros han decidido seguirle la tonada a la administración y han prometido no subir sus precios durante tres meses. Y entonces, ¿qué pasará si siguen subiendo el maíz y la gasolina? Los polleros en vez de subirle unos centavos este mes, otros el siguiente y otros el siguiente, tendrán que subirle un montón en el cuarto mes. O tendrán que perder.

Pero recuerde usted que sólo pueden subirle al precio del pollo, hasta donde los compradores estén dispuestos a pagar. Ni un centavo más.

La moratoria para el alza en los precios es un engaño cruel porque la gente de buena fe se cree de verdad que un acuerdo así es posible. Menos mal que los involucrados advirtieron que sólo lo sostendrán mientras las condiciones del mercado lo permitan, lo cual evidencia que la realidad se impone al final de cuentas y que el acuerdo es sólo para ganarle tiempo a la administración.

Y por último uno se pone a pensar: la moratoria de precios, ¿fue a cambio de que se le cerraran las fronteras a las importaciones de huevos, harina y aceites?

Comments

comments

2 comments

  1. la verdad que esto para mí es un “parte-aguas” como todas las disque soluciones de siempre… bueno! si se le pudiesen llamar soluciones.En fin, el otro día me decía un cuate – a modo de broma – “ahora a puros frijoles me voy a mantener…” ummm no creo que esté tan fuera de la realidad vos! – le dije.Saludos!

  2. Cristian Mejia

    pues hay mas de 12 millones de cabecitas…