¿Precios acordados?, pueblo baboseado

Una de las mayores recompensas que se obtienen cuando uno estudia algo de ciencia económica es que lo ayuda a uno a poner los pies sobre la tierra. Hoy leo que el presidente socialdemócrata, Alvaro Colom Prepara lista de precios acordados; y que El gobierno espera estabilizar precios, y no puedo dejar de pensar en que alguien se está engañando a sí mismo, y está tratando de engañarnos a todos.

Las leyes de la economía, como la de la gravedad, pueden ser evadidas. Algunas personas, por ejemplo, podemos volar; pero sólo lo podemos hacer por tiempo limitado, no todas al mismo tiempo y a un costo. Algunos, por andar volando, se dan platanazos. Y tarde, o temprano, hay que regresar a la tierra.

Igual ocurre con fenómenos económicos como el de los precios. Algunos precios pueden ser alterados e intervenidos; pero sólo por tiempo limitado, no todos al mismo tiempo y a un costo. Meterse a manipular precios, generalmente termina en somatones. Y tarde, o temprano, los precios reales se manifiestan.

El costo de no contar con precios reales y de acordarlos es que se dificulta, o imposibilita el cálculo económico (que nos indica dónde colocar nuestros recursos escasos), y que genera fenómenos como escasez, mercados paralelos, criminalización de acciones que de otra forma no tendrían por que ser delictivas, mengua moral de las personas, desautorizacion de la autoridad, incremento en la necesidad del uso de la fuerza en las relaciones sociales, y otras consecuencias muy negativas para la convivencia social pacífica.

La falta de educación económica y no haber leído a Federico Bastiat, lleva a la mayoría de las personas a desconocer que en economía, lo que no se ve es tan importante, o más importante que lo que no se ve. Por eso es que la gente más sencilla cree que los precios los ponen los productores. Por eso es que Colom cree que puede acordar precios con los industriales, los agricultores, los comerciantes, y demás.

Empero, el fenómeno de precios no escapa a las leyes de la economía y de la teoría general de la acción humana; y resulta que los precios son consecuencia de millones y millones de interacciones individuales que conocemos como oferta y demanda. Y por eso es que el precio de las manzanas no lo fija el productor cuando dice que las frutas que vende valen Q15 la mano; sino que lo hace el comprador cuando le dice que no le pagará más de Q10; y ambos acuerdan que las manzanas se van por Q12.

Eso sí, si el comprador le paga Q15 al vendedor, sin chistar. ¡Entonces es cuando las manzanas valen Q15 la mano! El valor de las cosas lo determina aquel para quien son valiosas. Y el precio, si no está manipulado por terceros, generlamente refleja aquel valor.

Es cándido que la administración socialdemócrata crea que puede acordar precios con un grupo de productores, simplemente porque esos acuerdos son total y absolutamente irrelevantes. Es como sacrificar una gallina para que la cosecha del año entrante sea abundante, porque no hay relación causal. Y es patéticamente cándido que se lo crean la Prensa y algunos que se dicen intelectuales. Es una sinvergüenzada que engañen a la gente con esto de los precios acordados y que creen expectativas falsas entre la población más vulnerable.

Si usted está genuinamente intersado en saber cómo se crean los precios y sobre cuál es su función, seguramente disfrutará esta conferencia del maestro Osvaldo Schenone. Dura una hora y 40 minutos pero vale la pena si su inquietud es la de curiosidad intelectual.

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  1. Espyder, no sé por qué no salió tu comentario; pero…efectivamente, los precios sí pueden ser acordados; pero ¿a qué costo? ¿Vale la pena? ¿Cuáles son las consecuencias no intencionadas de eso? ¿Qué alcances reales tiene el acuerdo?