Algunas veces, en medio de hechos que podrían ser noticiosos, la presencia de la Prensa ocasiona que se alteren los ánimos y que las cosas se salgan de su justa dimensión.
“Estábamos en una calle haciendo tomas de los grupos que empezaban a congregarse. La gente sólo se reunía. De repente, uno de los que estaban al frente se dio cuenta de que mi compañero y yo estábamos grabándolos y empezó a vociferar y a saltar con violencia. Agitaba un palo y se dirigió al grupo que lo seguía; y en un momento todos le siguieron en sus gritos y en sus brincos. Gritaban muy fuerte, tomaron piedras y empezaron a destrozar vitrinas y automóviles”.
Hace años, después de una serie de disturbios ocasionados por migrantes haitianos en varias ciudades de los Estados Unidos de América, tomé un curso de producción de noticias por televisión. El curso lo dieron una productora y un camarógrafo de Miami y la anécdota anterior la relató el camarógrafo para ilustrar cómo es que la presencia de las cámaras tiene “efectos secundarios” que pueden ser perjudiciales y que pueden ofuscar la conducta de las personas.
Yo creo que algo así es le pasa a Rodolfo Quezada y que por eso es que domingo a domingo dispara homilías como cañón suelto. El Cardenal sabe que la prensa está ahí para llenar segundos y cuartillas, de modo que se siente presionado para opinar. Digo esto porque tengo cuates que creen que él hace esas cosas con mala intención; y porque por un momento creí que lo hacía por ignorancia. Ahora creo que sólo es porque el pobre se siente presionado.
El domingo pasado, por ejemplo, el Príncipe de la Iglesia especuló sobre las regalías que deberían recibir las empresas mineras, sobre turismo y sobre ambientalismo.
El último día de 2007, al purpurado hizo observaciones acerca de si José y María habían sido migrantes ilegales e incursionó en los campos de la economía y del salario para dar su opinión sobre aquellos temas. El 24 de diciembre no estuvo tan mal porque habló de Nacimientos; pero el 17 ya había dado una “cátedra” de economía al hablar sobre el consumismo y el mercantilismo, e hizo cábalas sobre la naturaleza del valor.
Así puede uno irse hasta no a saber cuándo y lo que se va a notar es que Quezada se luce, frente a las cámaras, comentando hechos de actualidad y difundiendo sus peculiares hipótesis sobre los campos más diversos del conocimiento humano. Su Eminencia llena cuartillas y ocupa segundos como pocos.
Yo creo que esa avidez mediática les hace daño a su organización y a su rebaño. Si no, ¿por qué es que la mayoría de chapines cree que la Navidad es el 24 de diciembre? Para el guatemalteco promedio, el 25, que es el verdadero día de la fiesta de la Natividad, no sirve más que para recuperarse de la goma y para levantarse tarde. ¡Hasta las misas del gallo se hacen bien temprano el 24!; práctica que pareciera confirmar, de forma imprecisa y algo velada, que la fiesta es ese día.
Algo así ocurre con la festividad de la Pascua. El chapín promedio recuerda con solemnidad y a grandes costos la pasión y muerte de Jesús. Por eso es que el Viernes Santo es el la cúspide de la Semana Mayor. Tres fastuosas procesiones recorren las calles capitalinas, además de una multitud de pequeños santoentierros, de barrio. La Antigua Guatemala se pone sus mejores galas y el mensaje de llorad y arrepentíos cunde en los corazones.
¿Y qué pasa en el Domingo de Resurrección? Niente. Ese es el día en que los guatemaltecos se curan de la cruda adquirida como consecuencia de la parranda del Sábado de Gloria. El chapín promedio conmemora la muerte; y deja pasar la oportunidad de celebrar la vuelta a la vida.
En vez de hacer tantas homilías sobre política y economía, Quezada y su equipo ya podrían concentrarse en cuestiones religiosas que contribuyeran a la formación y al crecimiento espirituales de su rebaño. El prelado seguramente no saldría tanto en los medios; pero su grey se lo agradecería.
Publicada en el diarioPrensa Libre el sábado 12 de enero de 2008
Ud. tiene mucha razón ya que la mayoría de los católicos, padecemos de cierto “sentimentalismo” que sencillamente nos hace caer en las cosas mencionadas en su post. Pero no sé si tuvo la oportunidad de escuchar al párroco de la iglesia Santo Cura de Ars, José María Ruíz Furlán, mas conocido como “Padre Chemita” (Q.E.P.D.)de hecho, dicho personaje tenía cierta habilidad para envolver a su grey fácilmente, aparte que (a mi criterio) era mordaz y muy directo; entonces creo que todos los servidores de Dios (por lo menos los que he visto y escuchado, incluyendo a otros que a mi gusto mas bien son excelentes motivadores de algunas iglesias cristianas)tienen esa “virtud” de aprovechar su situación. Por otra parte, acerca de la semana mayor y las pascuas, lo mismo sucede por ejemplo con pentecostés, corpus christi, etc por mencionar algunas, donde también la mayoría de gente, ni visto y oído! Buen post y éxitos.
razón ha de haber para creyentes religiosos en que se va a la congregación que sea a escuchar/discutir temas de fe. sin embargo, los discursos religiosos siempre han estado vinculados con el ámbito político que les rodea: el de la obediencia al rey/ el marxismo como salvación de américa/ el neopentescotal que han usado algunos republicanos; en fin, soy ateo, y sinceramente creo que cualquier discurso religioso es una postura política, un partido, un pedacito de orilla. comprenderá que el hecho de que en los púlpitos se conglomeren discursos declaradamente partidarios es parte de la dinámica social que siempre han sostenido las religiones desde diferentes matices y posturas.que álvaro colom vaya a agradecerle al(os) ser(es) metafísico(s) que quiera su nueva posición en el juego político es asunto de él; pero si resulta sospecho que bajo el estandarte de “unidad” forme tour por otras congregaciones religiosas. digo, no es fácil vivir en un país donde no se puede discutir la ciudadanía de las minorías sexuales/ el aborto/ hasta los mismos estatus ciudadanos regulares (familia, matrimonio, soltería, etc.) sólo porque a unos cuantos se les ocurre que hay que algo que les mira desde el cielo y les castigará si no acceden a coartar la libertad del(a) otro(a).en fin, esos discursos seguirán ahí y no hay porque callarlos. quizá será mejor entrar al diálogo con los que se pueda, hacer oposición tanto a quezada toruño como a harold caballeros, pero aceptando su postura, a mi criterio, dañino, pero ni modo, desde su marco real: políticos-religiosos.
Hola soy de Genova y he estado buscando fotos de municipio si usted tiene algunas me las podria en viar gracias-