Hace un rato regresé de dar un paseo por el área de Coatepeque. Fue un fin de semana extraordinario en el que conocía gente buenísima y comí cosas deliciosas como miel de garbanzos, pan de leche y pan de huevo, los mejores aguacates del universo, caldo de gallina de patio, atol de maíz negro y jengibre, crema de elote, tacos de cerdo, hígado fresco, tortillas del comal, horchata y otras maravillas.
Lo mejor, sin embargo, fueron las historias que escuché durante estos dos días y que, seguramente, iré relatando algunas poco a poco en este espacio.
El pelo en la sopa, sin embargo, fue la atorazón de tráfico que encontré justo antes del peaje de Marnhos en la autopista al Pacífico. Lo peor de todo es que uno va a caer a esa trampa luego de que ya ha pasado por el desvío a la carretera vieja y por el desvío hacia La Antigua, de modo que uno queda atrapado ahí, sin posibilidades de escape inmediatas.
Afortunadamente justo antes de llegar al peaje pude regresar y volver por Alotenango, Ciudad Vieja y La Antigua, sólo para caer en una nueva trampa justo después de San Lucas Sacatepéquez.
Pregunto: ¿No será posible que a los responsables de estas tonteras no les de por arreglar todos los ingresos a la ciudad capital al mismo tiempo? ¿No será que a los responsables de las carreteras y a los propietarios de la autopista no se les ocurre avisar que habrá atorazón antes de que uno pase por los desvíos que podrían aliviar la situación?
Afortunadamente yo venía en la mejor compañía y por fortuna el fin de semana había sido tan bueno, que las colas de más de tres horas no lograron estropearlo.
Hola Luis..Que bueno que anduviste por mi tierra ! bueno la de mis ancestros..pueblo que me trae recuerdos de la niñez y me hace suspirar por el pan de “la unica”, y las “granizadas con conserva” ..
Ahhh por cierto..esa foto que muestras en el blog , porque era ? espero no este asi para la vacacion de Semana Santa ..porque sera un caos !
Eeeeeeeh!! Me encanta esa área y sus tradiciones de Semana Santa. Y la comida, mmmmmmmmmmm. La foto es justo antes de llegar al peaje; pero la cola ya venía así por lo menos media hora antes. Es espantoso. Y me ocurrió igual hace como tres semanas que estuve en el mar. Saludos.
Ay que malo, me dio mucha hambre al leerlo, el Quiché también es muy bonito así que lo invito a que conozca por allá.En cuanto al ”bendito” trafico, Ay Dios, creo que todos lo hemos padecido, viajo cada 8 días al interior y salir de San Cristóbal es un verdadero dolor de cabeza, ¡¡¡que terminen ya por favor!!!Una vez casi tengo un accidente de tan desesperada que venia, afortunadamente no paso a mayores. XDQue bueno que usted que venía bien acompañadito así las cosas terribles se alivianan un cachito. Buen inicio de semana, un gusto leerlo de nuevo.
uy no, creo que la Semana Santa mejor me quedo en mi casita y no me voy al mar!
Que tal LuisFi,Creo que fuimos compañeros de tráfico ayer sin siquiera darnos cuenta. Yo también estuve mis tres horas en el tráfico aunque venía del puerto y el tráfico empezó nomás llegue al pueblo… en fín, fue un largo viaje.Ahora, yo creo que es más que un pelo en la sopa: “es año de elecciones” que es la excusa más esperada y utilizada por los guatemaltecos que saben que en este país aparentemente se elige cada 4 años a los Representantes del país en el Congreso y al Ejecutivo.El problema es que eso es algo que tenemos que escuchar cada cuatro años con “aparente resignación e impotencia”. ¿Hasta cuándo la gente va a permitir ser engañada, abofeteada y asaltada en sus narices?Para mí… el problema es que acá hay un montón de conformistas y comodones que están más acostumbrados a la cobardía, a pecar de ignorantes y finalmente a la noción de que las cosas “siempre se han hecho así”. Claro, eso es siempre y cuándo no vean directamente afectados sus intereses.Bueno, vamos haciendo el cambio. Poco a poco; pero a veces la sensación de que no avanzamos me quita el aire y me sofoca como el calor que había ayer a las 5pm en un carro que no se movía ni pa’adelante ni pa’atrás.
Animoooooooooooooooooooo!!
¡Chispas!, tengo por lo menos siete años de no ir por el mero Quiché. La última vez que anduve por allà recuerdo que mi mejor almuerzo fue en una aldea bien metida en la montaña; y nos dieron arroz con un caldo de gallina espeso y rojo que estaba delicioso. No parecía ni cakik, ni subanik porque tenía otra sazón bastante menos elaborada; pero deliciosa. Y nos lo sirvieron de una forma muy curiosa. Los hombres estabamos sentados a la mesa con mantel y una botella de licor, y sobre una tarima. Y abajo, sentadas en la grama, almorzaron las mujeres y los niños. El lugar era encantador y la compañía fue muy generosa y alegre.