18
Jul 08

Los precios reales benefician a todos

Hoy leo que el dólar ha bajado a Q7.38 por $1.00; y en el imaginario popular prevalece la idea que veo en un titular: “caída afecta remesas y exportaciones y favorece importaciones”.

Esta visión de que un precio afecta a unos en beneficio de otros viene de la creencia puramente intuitiva de que en el mercado las relaciones son una suam cero; o bien, tiene una génesis dialéctica que supone que unos tienen que estar enfrentados a otros. En el mercado, que se basa en intercambios voluntarios y en el intercambio de valores, ni hay enfrentamiento, ni las cosas son cuestión de suma cero. Las ganancias de unos, no implican pérdidas para otros. A menos que ocurra algo perverso…a menos que haya una intervención política que permita que unos se aprovechen de otros. A menos que unos puedan usar la ley para beneficiarse a costillas de otros. Entonces sí que hay enfrentamiento y entonces sí que las relaciones suman cero.

El simplismo del titular citado supone que el precio del dólar debe beneficiar a importadores, o a exportadores y que estos colectivos son los únicos que hay (o que importan), que están perfectamente diferenciados y que “son”, al margen de los individuos que los componen. Ese es un error colectivista que los analistas cometen cuando analizan desde perspectivas superficiales y de copy and paste.

Como los precios son portadores de información (acerca de la escasez y la abundancia) de los bienes; los precios sirven para saber dónde colocar recursos y sirven para hacer el cálculo económico. Precios mentirosos, generan decisiones desinformadas. Y, por ejemplo, si el precio del dólar está artificialmente elevado, quienes estén pensando en invertir en algo, reciben el mensaje falso de que podrían obtener ganancias elevadas en ciertos negocios de exportación que, de no ser por el precio mentiroso, no serían rentables. Y claro, a los que eran rentables a precios que ya no son los del mercado (o que no están subsidiados) tampoco se les puede garantizar rentabilidad perpetua…y menos a costillas de otros.

De vuelta a la idea de que el tema cambiario es un enfrentamiento entre exportadores e importadores, quienes así lo ven olvidan que “las exportaciones pagan las importaciones y viceversa. Cuanto mayores sean nuestrs exportaciones, tanto mayores deberáns er también nuestras improtaciones, si es que aspiramos a percibir el precio de las primeras. Cuanto más reducidas sean nuestras importaciones, menos conseguiremos exportar. Sin importaciones no podemos exportar, pues los países extranjeros carecerían de los fondos necesarios para pagar nuestras mercancías”. Así lo explica Henry Hazlitt, en La economía en una lección, obrita valiosísima que deberían leer miembros de la Junta Monetaria, periodistas, empresarios y blogueros.

Por otro lado, los tractores, los fertilizantes, los insecticidas y otros insumos para los exportadores son importados y se pagan en dólares. Las personas que están pagando sus casitas(y esperan el IUSI confiscatorio del alcalde Arzú), sin duda pagan en dólares. Muchos bienes de capital para la creación de más y mejores empleos, son importados y se pagan en dólares. ¡La gasolina, el diesel y el bunker se compran en dólares!

Si uno entiende el mensaje de Hazlitt y se da cuenta de que la economía no es cuestión de tesis contra antitesis, la perversión de los precios artificiales para el dólar y los subsidios cambiarios ya sea para importadores, o para exportadores, se hace evidente.

Lo único que beneficia a todos (sin privilegios), porque provee información real es un precio real. No uno político y mentiroso, creado para beneficiar deliberadamente a unos, en perjuicio de otros.


10
Jul 08

Usted sabe más que los técnicos del Banguat

Mientras que el Comité Técnico del Banco de Guatemala analiza “los mecanismos para detener el alza inflacionaria”, los banqueros se oponen a un alza en las tasas de interés; y la Junta Monetaria espera las recomendaciones del banco central para modificar la tasa líder.

En el fondo, lo que ocurre es que los técnicos (con ayuda de los medios de comunicación, o al revés) confunden las causas con los efectos cuando tratan el tema de la inflación y el del encarecimiento del costo de vida. Usted, sin embargo, ya sabe que el alza generalizada en el nivel de precios no es lo mismo que la inflación. Sabe que la inflación es una de las causas principales del encarecimeinto de la vida; pero sabe que no son lo mismo.

Usted sabe que el elevado precio internacional de los combustibles es una causa del alza generalizada en el nivel de precios; sabe que el subsidio cambiario para los exportadores, que mantiene caro el dólar, también contribuye a que los combustibles sean costosos; sabe que los impuestos a los combustibles tambien encarecen la gasolina y el diesel, y que todo ello hace que el transporte y los bienes y servicios sean innecesariamente más caros.

Como usted conoce las causas, también sabe cuáles son los remedios: la eliminación de aquel subsidio y la eliminación de aquél impuesto.

Usted sabe que la inflación, propiamente dicha, es causada por el aumento de la cantidad de dinero en el mercado, por encima de la demanda. Sabe que la única entidad que “mete” dinero en el mercado es el banco central. Usted conoce las causas y también sabe cuál es el remedio: que el Banco de Guatemala deje de meter dinero (o sea, que deje de inflar).

Usted sabe, por supuesto, que reparar una política monetaria irresponsable, mediante una política monetaria sana, requiere de tiempo; y sabe que para que no salga más caro el caldo que la gallina, antes que meterse a manipular las tasas de interés, lo que las autoridades monetarias deben hacer es explicarle a la gente que ya han detenido “la maquinita” y que ya han dejado de robarle poder adquisitivo a los quetzales.

Es mejor informar a las personas acerca de la verdad; que engañarla con políticas cortoplacistas y perjudiciales.


03
Jun 08

De regreso al futuro

Cuando hago la broma de que la socialdemocracia chapina nos va a llevar de vuelta a las prácticas de los gobiernos de Arana, Laugerud y Lucas es en serio. Hoy, por ejemplo, nos enteramos que que la administración Colom se ha propuesto “que se cumpla la Ley Obligatoria y de Fomento para el Cultivo de Granos Básicos —decreto 40-74— , la cual obliga a propietarios o arrendatarios de tierras a utilizar un 10 por ciento del total de su extensión para la siembra de granos de primera necesidad”.

Supuestamente el Presidente cree que la escasez de granos se agrava por no haber aplicado aquella normativa que castiga con multas a los proietarios y arrendatarios de terrenos de más de 100 manzanas, que no cultiven granos básicos en el 10% de ellas.

La normativa viola el derecho de propiedad y el derecho a la libertad de los afectados; e impondrá costos inesperados, y más de una vez inaguantables, en los productores de alimentos. Y esos costos, ¿adivinen ustedes quiénes los pagan? Cuando sean trasladables los pagarán los consumidores y eso anulará el efecto remoto que pudiera tener la siembra obligatoria de granos. Cuando no sean trasladables, los pagarán los que se queden sin empleo.

En fin…como escribió Henry Hazlitt, “el objeto de la ciencia económica…es percibir consecuencias secundarias. También lo es, naturalmente, prever consecuencias generales. Para ser breves: es la ciencia que calcula los resultados de determinada política económica, simplemente planeada o puesta en práctica, no sólo a corto plazo, y en relación con algún grupo de intereses especiales, sino a la larga y enrelación con el interés general de toda la colectividad”.

Quienes promueven chizpazos como el Decreto 40-74 pueden creer que es una buena idea; pero si le prestan atención a la ciencia económica y toman en cuenta los efectos de su idea en el largo plazo y en la generalidad del país, rápidamente se darán cuenta del despropósito.


21
May 08

¡Sorpresa!, los precios acordados son una farsa

Cándido anda sorprendido y no puede entender porqué es que los precios solidarios, acordados entre la administración socialdemócrata y algunos empresarios, resultaron inoperantes, cuando no una farsa total. Lo que pasa es que Cándido no sabe que los precios no son el resultado de acuerdos y de pactos.

En el caso del aceite vegetal, la administración dijo que el precio acordado es de Q14.84 para la presentación de 750 mililitros. Sin embargo, esa presentación casi no se encuentra en los puntos de venta. El hecho es que alguien está tomando atol con el dedo; alguien se lo está proporcionando.

El viceministro de Economía, Erasmo Velásquez, prometió que verificará los datos y que desconoce si el acuerdo se había convenido con una marca específica o más, pero que si esa presentación no se usa mucho en el consumo popular habría que replantear el acuerdo con los empresarios.

En el caso del pollo importado se reportan precios que van dese Q6.75 a Q7.50 por libra, en piezas de pierna y cuadril. En varias carnicerías visitadas ayer, se vendía a Q7.50 la libra, aunque en otras tenía un precio de Q8. “No puedo rebajarla de Q8, porque los proveedores ya me la vendían más cara cuando el Gobierno sacó sus precios”, contó Gloria Monzón, que sabe más que Cándido y que el viceministro porque es encargada de una carnicería en la zona 1, y no tiene un pelo de tonta.

Velásquez afirmó que no se trata de precios “sugeridos” que se puedan mover en algún rango; sino son precios “acordados” para mantenerlos estables. A cambio de qué, pregunto yo.


16
May 08

Colom se chupa el dedo

“Nosotros somos conscientes que ese período de tiempo es cuando la población aprovecha para resolver todo lo que dejaron pendiente en casa, pero también creemos que sería bueno que durante media hora apagaran la televisión o dejaran de hacer cuestiones domésticas y se dedicaran a hablar alrededor de una mesa”, dijo Carlos Colom, presidente de la Comisión Nacional de Energía Eléctrica.

Dichas declaraciones ocurrieron cuando el funcionario comentó que da las 6:00 a las 10:00 p.m., el consumo de energía se dispara porque la gente se encuantra en sus casas y enciende luces y aparatos domésticos.

En la misma dirección absurda que algunos correos electrónicos invitan a apagar las luces, o a dejar de usar el teléfono móvil durante cierto tiempo; la CNEE pretende que los chapines regresemos al siglo XIX . La idea es que así contribuiremos a un ahorro nacional de energía.

La idea de la CNEE parte del falso supuesto de que el consumo de energía es nacional cuando, en realidad, el consumo es individual. Si usted gasta mucha energía eléctrica, usted tiene que pagar una factura elevada por ese consumo elevado. Usted gasta, usted paga. Usted deja de gastar, y usted es el que ahorra. No el país, ni la sociedad, ni nadie más…a menos que el consumo de usted esté subsidiado. Pero entonces, el problema es del que subsidia, y de aquellos a los que se les extraen recursos para pagar el subsidio; pero no de usted.

Usted sabe cuándo y cómo utilzar mejor la energía que está dispuesto a pagar; y es un sinsentido que Colom y su Comisión pretendan hacerlo sentir mal porque ve su progama favorito de televisión, o porque pone el microondas para hacer sus poporopos mientras mira la tele.

Desde que ha subido todo, yo administro mejor el uso de mi lavadora de ropa; pero no puedo pretender, porque no tengo derecho a hacerlo, que mi vecino haga lo mismo. Mi factura es cosa mía, y la de él es cosa suya.

La colectivización de la responsabilidad por el uso de la energía que uno paga es una trampa metodológica en la que no debemos caer.


16
May 08

Atinadas sugerencias de Nineth Montenegro

Muy atinadas son las dos intervenciones de la diputada Nineth Montenegro en las noticias de hoy. Al comentar los absurdos precios solidarios de la administración socialdemócrata, Montenegro se refirió a la importación de productos como una forma de facilitar la competencia y abrir la posibilidad a mejores precios.

La clave para mejores precios en el mercado no está en garantizar monopolios, ni en ejercer controles; sino en mantener abierto el ingreso al mismo de modo que cualquiera que quiera ofrecer productos a precios bajos, con la calidad que los consumidores desean, pueda hacerlo sin coerción, ni privilegios.

Sus declaraciones contrastan con las de Eramso Velásquez, viceministro de Economía, que lamentó que la administración no pueda usar la fuerza contra los proveedores de bienes que no quieran, o no puedan hacerlo en las condiciones que demanda su despacho. Claro que él no lo dijo así; pero usted, que sabe leer entre líneas no se deja engañar.

La diputada Montenegro también se manifestó a favor de que el Ejecutivo suspenda el subsidio al transporte urbano.

A lo largo de los años, dicho servicio ha caído víctima de los vicios propios del mercantilismo y del populismo. Encadenado a precios tope, aferrado a los monopolios de las rutas, pegado a la teta del subsidio y sujeto a criterios políticos, en vez de económicos.

Tres serían las políticas que empezarían a resolver el problema del transporte públicos: 1. Mejorar la seguridad ciudadana para que no sea peligros ir en bus, o caminar hacia él; 2. eliminación de los privilegios monopólicos en las rutas; y 3. liberación del control de precios.

Si a usted le interesa el tema más a fondo, he aquí una propuesta más detallada.


13
May 08

Precios fijos, ¿a qué costo?

Hoy se anuncia que por tres meses la harina, el pollo y los aceites vegetales no subirán de precio; que los empresarios de esos sectores están dispuestos a cumplir con un acuerdo con la administración socialdemócrata para que aquellos productos no se sigan encareciendo. Claro que dicha medida sólo será sostenible mientras las condiciones del mercado lo permitan. El mismo presidente Colom ha explicado que más que eso, podría poner en riesgo la estabilidad económica.

Sin emmbargo, ¿qué siginifica este acuerdo? En primer lugar hay que entender que los precios de la harina, el pollo y los aceites no suben porque los empresarios de esos ramos sean unos malvados. Ideas como esa sólo caben en cabecitas que han sido demasiado sometidas a consignas de barricada.

Los precios suben por varias razones: Si hay inflación (exceso de masa monetaria), los precios suben. Si los productos escasean, los precios suben. Si las materias primas se encarece, los precios suben. Si la gente usa el maíz para hacer combustible, en vez de para dárselo a los pollos, o para comerlo, los precios suben. Y así nos podemos ir.

Al final de cuentas, digamos que el maíz para dárselo a los pollos se pone caro y caro, es natural que producir pollos también salga más caro. Y si a eso le sumamos que la gasolina para transportar pollos también es cada vez más costosa, también es más costoso que el pollo llegue a la mesa. El productor de pollos puede subirle a su producto, sólo hasta donde el consumidor de pollos esté dispuesto a pagarle; porque si sube más, ya no venderá sus aves, y tendrá pérdidas.

Ahora bien, los polleros han decidido seguirle la tonada a la administración y han prometido no subir sus precios durante tres meses. Y entonces, ¿qué pasará si siguen subiendo el maíz y la gasolina? Los polleros en vez de subirle unos centavos este mes, otros el siguiente y otros el siguiente, tendrán que subirle un montón en el cuarto mes. O tendrán que perder.

Pero recuerde usted que sólo pueden subirle al precio del pollo, hasta donde los compradores estén dispuestos a pagar. Ni un centavo más.

La moratoria para el alza en los precios es un engaño cruel porque la gente de buena fe se cree de verdad que un acuerdo así es posible. Menos mal que los involucrados advirtieron que sólo lo sostendrán mientras las condiciones del mercado lo permitan, lo cual evidencia que la realidad se impone al final de cuentas y que el acuerdo es sólo para ganarle tiempo a la administración.

Y por último uno se pone a pensar: la moratoria de precios, ¿fue a cambio de que se le cerraran las fronteras a las importaciones de huevos, harina y aceites?


12
May 08

El ñaque de las 10 medidas

La administración socialdemócrata chapina presentó un paquete de “diez medidas para sobrellevar la crisis”.

El problema con el paquete es que se apoya en premisas equivocadas; y, en consecuencia, sus resultados serán erróneos. La primera medida, por ejemplo, es impulsar acuerdos voluntarios para detener el alza de precios. Puesto así, parece evidente que los políticos y asesores encargados de la economía, creen que los precios son algo que se establece entre ellos y los productores. Parecen ignorar así, de tajo, toda la teoría de precios y la ley de la oferta y la demanda. Parecen ignorar que la inflación es un fenómeno monetario.

No voy a ocuparme a fondo, ni de todas las medidas porque no vale la pena. Baste mencionar que incluyen el tradicional uso de la fuerza como en el control de lo que ellos llaman especulación y acaparamiento (medida retro que fracasaba en los 70 y 80). Incluyen la apertura de más posibilidades para el clientelismo y los privilegios, como el plan de emergencia para producir granso básicos y alimentos, el impulso a las alianzas público-privadas para promover la infraestructura, y la repartición de subsidios en forma de transferencias monetarias condicionadas.

Léanme los labios: Las medidas que no sean intrasecendentes, van a ser perjudiciales. ¿Por qué? Porque a pesar de que las medidas dicen buscar el funcionamiento sano y transparente del mercado, lo que los pipoldermos persiguen, en realidad, es hacer que el mercado funcione como ellos quieren; lo cual es la causa de la crisis, en primer lugar. Los privilegios, los subsidios, el dirigismo, son las causas de la crisis aquí, y en el resto del mundo.

Hay una medida que me gusta, y aunque una golondrina no haga verano; lo cierto es que la austeridad del gasto público por lo menos hará que el costo de tener gobierno sea menos cargoso para los tributarios y para sus familias.

En lugar de tanta musaraña retórica y populista, yo haría tres cosas adicionales a la última mencionada:

1. Eliminaría las aduanas para que cualquiera pueda traer productos baratos de donde quiera que los encuentra.
2. Liberaría el mercado laboral para que cualquiera pueda trabajar voluntariamente en lo que considere necesario.
3. Eliminaría el impuesto sobre los rendimientos del capital para que haya más y mejores oportunidades de trabajo.

Sin tanta paja…mi paquete no sería un ñaque.


25
Abr 08

¿Quién está mintiendo?

El presidente socialdemócrata, Alvaro Colom, asegura que alcanzó un acuerdo con los azucareros para que el precio del edulcorante no suba…pero los productores de azúcar niegan que haya tal arreglo. ¿Quién miente?

Esto me recuerda que, hace poco y como consecuencia de que el presidente Colom ha estado viajando en aviones prestados por empresaurios, en Guatemala se ha desatado una discusión acerca de la ética de aquellos préstamos. El vocero presidencial, Fernando Barillas, llegó hasta a decir que esos préstamos eran consecuencia de un acuerdo con el Comité Coordinador de Asociaciones Agricolas, Comerciales, Industriales y Financieras (que es la organización cúpula del sector empresarial); especie que fue desmentida rápidamente por el CACIF.

¿Quién miente?


18
Abr 08

¿Precios acordados?, pueblo baboseado

Una de las mayores recompensas que se obtienen cuando uno estudia algo de ciencia económica es que lo ayuda a uno a poner los pies sobre la tierra. Hoy leo que el presidente socialdemócrata, Alvaro Colom Prepara lista de precios acordados; y que El gobierno espera estabilizar precios, y no puedo dejar de pensar en que alguien se está engañando a sí mismo, y está tratando de engañarnos a todos.

Las leyes de la economía, como la de la gravedad, pueden ser evadidas. Algunas personas, por ejemplo, podemos volar; pero sólo lo podemos hacer por tiempo limitado, no todas al mismo tiempo y a un costo. Algunos, por andar volando, se dan platanazos. Y tarde, o temprano, hay que regresar a la tierra.

Igual ocurre con fenómenos económicos como el de los precios. Algunos precios pueden ser alterados e intervenidos; pero sólo por tiempo limitado, no todos al mismo tiempo y a un costo. Meterse a manipular precios, generalmente termina en somatones. Y tarde, o temprano, los precios reales se manifiestan.

El costo de no contar con precios reales y de acordarlos es que se dificulta, o imposibilita el cálculo económico (que nos indica dónde colocar nuestros recursos escasos), y que genera fenómenos como escasez, mercados paralelos, criminalización de acciones que de otra forma no tendrían por que ser delictivas, mengua moral de las personas, desautorizacion de la autoridad, incremento en la necesidad del uso de la fuerza en las relaciones sociales, y otras consecuencias muy negativas para la convivencia social pacífica.

La falta de educación económica y no haber leído a Federico Bastiat, lleva a la mayoría de las personas a desconocer que en economía, lo que no se ve es tan importante, o más importante que lo que no se ve. Por eso es que la gente más sencilla cree que los precios los ponen los productores. Por eso es que Colom cree que puede acordar precios con los industriales, los agricultores, los comerciantes, y demás.

Empero, el fenómeno de precios no escapa a las leyes de la economía y de la teoría general de la acción humana; y resulta que los precios son consecuencia de millones y millones de interacciones individuales que conocemos como oferta y demanda. Y por eso es que el precio de las manzanas no lo fija el productor cuando dice que las frutas que vende valen Q15 la mano; sino que lo hace el comprador cuando le dice que no le pagará más de Q10; y ambos acuerdan que las manzanas se van por Q12.

Eso sí, si el comprador le paga Q15 al vendedor, sin chistar. ¡Entonces es cuando las manzanas valen Q15 la mano! El valor de las cosas lo determina aquel para quien son valiosas. Y el precio, si no está manipulado por terceros, generlamente refleja aquel valor.

Es cándido que la administración socialdemócrata crea que puede acordar precios con un grupo de productores, simplemente porque esos acuerdos son total y absolutamente irrelevantes. Es como sacrificar una gallina para que la cosecha del año entrante sea abundante, porque no hay relación causal. Y es patéticamente cándido que se lo crean la Prensa y algunos que se dicen intelectuales. Es una sinvergüenzada que engañen a la gente con esto de los precios acordados y que creen expectativas falsas entre la población más vulnerable.

Si usted está genuinamente intersado en saber cómo se crean los precios y sobre cuál es su función, seguramente disfrutará esta conferencia del maestro Osvaldo Schenone. Dura una hora y 40 minutos pero vale la pena si su inquietud es la de curiosidad intelectual.