02
May 11

Los políticos que inflan, les roban a los pobres

En Guatemala, andar perdido como el hijo de La llorona, es estar clueless o Más perdido que Adán en el Día de las Madres.  Así anda Eduardo Lora, economista jefe del Banco Interamericano de Desarrollo.

Lora no se explica por qué es que en Gutemala hay aumentos de precios importantes, en los alimentos, cuando Guatemala es un país exportador de aquellos y cuando tiene un tipo de cambio flexible.

Yo creo que a Lora le pasa lo que a los economistas clásicos cuando se perdían preguntándose que por qué es que los diamantes son más caros que los panes.  Lora olvida que no se trata de los alimentos en general, sino de estos alimentos en particular, aquí y ahora.  Lora también olvida la ineludible ley de la oferta y la demanda.  Y como uno puede ignorar la realidad, pero no las consecuencias, lo cierto es que los alimentos caros en Guatemala es muy posible que lo sean porque la gente tiene billetes para pagarlos.  Billetes inflacionarios, claro.  Billetes con poco poder adquisitivo, claro.  Pero los tiene.  Y los tiene provistos deliberadamente por el monopolio emisor de billetes que es el banco central.  Banco cuya junta directiva, socialdemócrata, está controlada políticamente por la Administración en el Ejecutivo.

¿Por qué son caros los alimentos en un país productor de alimentos? Porque los políticos inflan.  Y porque, en consecuencia, la gente tiene billetes para pagar los precios que hay.

Por que eso es que, en justicia, Lora no está perdido del todo.  El problema sí es la capacidad de compra de los pobres, que ha sido disminuida porque a los pobres se les paga con dinero inflacionario, dinero que tiene poco poder adquisitivo.

Nada tiene que ver con programas de ransferencias condicionadas; mismos que si acaso resolvieran algo, nada tendría que ver esa solución con el problema de fondo y originario que es de orden monetario.  Si los políticos no inflaran, y no ocasionaran el problema, entonces no habría necesidad de resolver el problema.  Los políticos que inflan son los peores enemigos de los pobres porque les roban poder adquisitivo.

Y claro, en el BID creen que la inflación es la consecuencia del alza en los precios; en vez de reconocer que es al revés y que los precios suben, porque los políticos inflan.


14
Abr 11

No es sólo entre exportadores e importadores

Hoy leo que la creencia generalizada es que la baja en precio del dólar beneficia o perjudica sólo a importadores y a exportadores.  Pero eso no es cierto.  Cuando el dólar está barato, aquellos que amortizan en dólares los precios de sus casas, también salen beneficiados.  Aquellos que pagan el alquiler de sus casas, también salen beneficiados.

Los que producen ropa, comida y otros bienes, con materias primas importadas, también salen beneficiados; y salen beneficiadas todas las personas que trabajan en esas industrias, y las personas que proveen a esas industrias y a sus trabajadores.  Se benefician los comercios que distribuyen lo que producen aquellas industrias.

Todas aquellas personas pueden ahorrar lo que ya no gastan en la compra cara de la divisa estadounidense, o pueden usar lo que les sobra para adquirir otras cosa que antes no podían comprar.

Los precios son mensajeros que nos indican dónde colocar nuestros recursos para obtener lo máximo de ellos. Si los precios son reales -beneficien a quien beneficien en el corto plazo- todos ganamos porque los recursos son asignados de forma racional con información real.  Si los precios no son reales y son fijados políticamente, sólo se benefician aquellos a quienes, políticamente, se ha decidido beneficiar con los precios alterados.

Ojalá recordáramos esto cuando vemos a los exportadores haciendo campañas para que paguemos dólares más caros.  Lo que no se ve es más importante que lo que se ve.


01
Abr 11

Otra vez trasteando los precios

La tasa de interés es el precio del crédito; no el precio del dinero, como creen algunos.  El precio del dinero es lo que se puede comprar con él; por ejemplo, el precio de Q2.50 es un ejemplar de El Periódico; y aquí, donde estoy escribiendo esta nota, el precio de Q7 es una lata de Coca-Cola.

El vendedor de diarios, con el ejemplar que le entrega al comprador, adquiere Q2.50; y la chica que despacha las gaseosas, con su lata de Coca-Cola, compró mis Q7.

El crédito es otra cosa; no sólo involucra el préstamo en dinero, sino el compromiso de devolverlo en el plazo pactado y según condiciones específicas.  Involucra expectativas.

Si las autoridades monetarias alteran la información que -como precios- llevan y traen las tasas de interés, alteran la información con la que los actores toman decisiones económicas con respecto a aquellas expectativas y desinforman.  Esa desinformación puede llevar a la toma equivocada de decisiones y al desperdicio de recursos.

Sepa usted que la causa principal de la crisis económica mundial fue el manoseo político de las tasas de interés.


23
Mar 11

Lecciones de la gasolina cara

La conciencia de que los precios de las gasolinas están altos está causando que los usuarios sean más prudentes en el uso de sus vehículos.  La gente optimiza y mide el uso de sus vehículos, porque sabe que si no lo hace, tendrá que pagar las consecuencias.  Literalmente.

¿Qué pasaría si los precios de las gasolinas fueran subsidiados con dinero de los tributarios?  Aparte de que ocurriría una transferencia inmoral de recursos; lo que ocurriría es que la gente dejaría de estar conciente del precio real de los combustibles y ya no tendría incentivo alguno para optimizar el uso de sus vehículos, ni para hacerlo con prudencia.

El tráfico, que se ha reducido porque la gente usa menos sus automóviles, volvería a los niveles que tenía cuando a la gente parecía no importarle lo que tenía que pagar por los combustibles.

Una vez más, y como siempre, los precios están actuando como mensajeros para que las personas tomen decisiones racionales y asignen sus recursos en donde más les importa y les conviene.  Sin precios reales o subsidiados, las personas recibirían información alterada y tomarían decisiones con información falsa.

En Occidente ha aumentado el contrabando porque es más barato traer combustibles mexicano, que pagar el sobreprecio que -por impuestos- tienen aquí los combustibles.  Es que, ¿cómo iba a ser de otra forma si allá el combustible es $1.5 más barato que aquí? ¿Por qué es que los consumidores no iban a querer gasolinas más baratas?

Veamos…¿y qué pasaría si se le pusieran precios topes a las gasolinas?  Pasaría que los expendedores marginales tendrían que cerrar sus negocios y que mucha gente que despacha gasolina o trabaja como seguridad en las gasolineras se quedaría sin trabajo.  Pasaría lo que pasaba cuando se le ponía precio tope a cualquier cosa.  Ustedes talvez ya no se acuerdan…pero cuando se le ponían precios topes al pan, a las baterías, al papel toilette y a otras cosas, estas desaparecían y había que comprarlas o de mala calidad, o de contrabando.

Podemos evadir la realidad; pero no es posible evadir las consecuencias de evadir la realidad.  Esa es la lección valiosa que nos está dejando la gasolina cara.


17
Mar 11

Precios reales, y precios políticos

Los precios son mensajeros.   Llevan y traen la información necesaria para que los agentes económicos tomen decisiones acerca de dónde y cuándo colocar sus recursos.  A ese proceso, al de decidir dónde colocar recursos, se le llama cálculo económico; y el cálculo económico es imposible sin precios; y engañoso cuando no hay precios reales. Por eso es que son peligrosos los precios políticos, porque les proveen información distorsionada a los agentes económicos y porque responden a intereses políticos.  Con información distorsionada y sometida a intereses políticos, el cálculo que hacen los agentes económicos es hecho sobre bases falsas, o distorsionadas y sus decisiones resultan en desperdicio de recursos.

Por eso es que el precio del dólar no debe ser un precio político; y por eso es que el precio del dólar no debe responder a las exigencias de grupos de presión como el de los exportadores, o el de los importadores.  El precio del dólar debe ser el que es, y tanto exportadores como importadores deben hacer sus cálculos económicos con base en sus capacidades productivas y competitivas reales, ¡nunca sobre la posibilidad de obtener -o quitarles a otros- el favor político de conseguir un precio privilegiado!

Es inadmisible, pues, que -sea cual sea la causa- haya grupos de interés que puedan usar su poder de lobby, para obtener un precio político del dólar que lo beneficie.  Y menos si es a expensas de otros grupos, con menos poder de lobby, o sin capacidad de mover influencias.


12
Feb 11

El Banguat, repartidor de ventajas y de perjuicios

En lo que va del año, el banco central de Guatemala ha intervenido 8 veces para mantener artificialmente alto el precio del dólar y favorece, deliberadamente, a los grupos de interés que se benefician de esas intervenciones.  Esto, claro, en perjuicio directo de aquellas personas y grupos a quienes favorecería un precio real.

A pesar de que se sabe que los movimientos en el precio del dólar tienden a ser estacionales; y a pesar de que se sabe que cuándo se alteran los precios se perjudica su función de mensajeros, y se dificulta el cálculo económico, las autoridades del Banco de Guatemala insisten manipular el precio del dólar.


14
Ago 10

Sutura de emergencia en 1973

Hace 37 años, una sutura de emergencia, en el Hospital Bella Aurora que actualmente es el Hospital Las Américas, costaba Q16.

Mi madre ha estado escarbando entre papeles viejos y esta es otra de las cosas interesantes que encontró.

02
Ago 10

¿Cuánto costaba un parto en 1966?

Tres días de hospitalización por parto, en el Sanatorio El Pilar de la ciudad de Guatemala, costaba Q65 en 1966. Haga usted cuentas que el quetzal estaba a la par del dólar y réstele la inflación.

28
Abr 10

El álbum del Mundial, y ¿por qué valen las estampas?

Los economistas clásicos, y los antiguos, se preguntaban que por qué es que los diamantes son más valiosos que los panes; paradoja que no se explicaban siendo que los diamantes no eran necesarios para la vida, y los panes sí.

El error de aquellos pensadores fue el de no caer en la cuenta de que las personas no escogen en abstracto, sino que personas concretas tienen que escoger entre cantidades específicas de diamantes (o de panes), en condiciones bien específicas y particulares. No es lo mismo escoger, valorar o preferir entre X cantidad de dimantes y X cantidad de panes en un penthouse de Guanhattan, luego de haber cenado, que hacerlo entre X cantidad de diamantes y X cantidad de panes en el corredor seco, luego de 3, ó 4 días de no haber comido. Por eso es que los clásicos y los antiguos no resolvían lo que les parecía una paradoja, porque creían que el valor estaba en los diamantes, o en los panes; y no descubrían, aún, que las valoraciones o preferencias son subjetivas o personales (aunque no subjetivas qua irracionales).
Por eso es que a muchas personas les sorprende que la estampa de la Triple Cero Calciatori, del Album Oficial de la Copa Mundial de Fútbol pueda costar Q0.08 centavos si sale por suerte en un sobre de 5 estampas; Q100 al menudeo; y Q175 en ciertos comercios de la carretera a El Salvador, cerca de la ciudad de Guatemala. ¿Q175 por una estampa de fútbol? ¡Claro!, porque no es cualquier estampa. El precio indica que esa es una estampa que, de acuerdo con sus prioridades personales, la gente valora mucho.
La Triple Cero no cuesta más en los comercios citados porque tenga más tinta, porque sea más grande, porque sea más clara, o porque sea más hermosa. La gente paga más por ella porque la quiere, porque la prefiere y porque la elige de acuerdo con sus gustos, valoraciones y preferencias personales. Si la gente no quisiera, prefiriera o eligiera aquella estampa, la misma se quedaría en los sobres y en las cajas de los vendedores, sin valor alguno.

03
Feb 10

El Banguat ataca de nuevo

Cuando el precio del dólar se mantiene artificialmente alto, por parte de las autoridades del Banco de Guatemala, dichos funcionarios perjudican deliberadamente a los importadores, a los que alquilan casas o están amortizando la suya, a los usuarios de gasolina, diesel y otros combustibles importados, a los que necesitan bienes de capital traídos del exterior para producir, y a muchísimas personas más.


Cuando el precio del dolar se mantiene artificialmente alto, por parte de las autoridades del banco de Guatemala, dichos funcionarios benefician deliberadamente a los exportadores.

Cuando las autoridades del Banco de Guatemala impiden que el precio del dólar funcione como informador confiable para los agentes económicos comete un acto de censura y, arbitrariamente, perjudica, o favorece a ciertos actores económicos. La de intervenir en el precio del dólar es una decisión política que confirma dos cosas: Una, es que es cierto que el estado es una ficción por medio de la cual todo el mundo trata de vivir a expensas del resto, como dijo Federico Bastiat; y otra, es que la arrogancia de los políticos y de sus funcionarios es inmensa. La tercera es que los más, más, más perjudicados por estas intervenciones políticas y arbitrarias son los más pobres y vulnerables en la sociedad. Los que tienen que pagar más, a pesar de que no suben sus ingresos, y los que no pueden defenderse de las artimañas de los exportadores y sus lacayos en el banco central.

Claro que las intervenciones se hacen en el marco de una ley y se podría argumentar que el Banco igual interviene para abajo que para arriba; pero las consecuencias son lo que importa al final. Cada vez que el Banguat interviene beneficia, o perjudica a alguien a sabiendas; y cada vez que interviene, censura y altera el sistema informativo de los precios.

Por cuarta ocasión en 2010, el Banguat compró dólares del mercado cambiario para frenar la caída del valor de la divisa en el país. Ayer compró $10 millones. El tipo de cambio de referencia se ubica hoy en Q8.29 y en algunas ventanillas bancarias hasta en Q8.38. ¿Cuánto más bajo estaría si el Banco de Guatemala no mantuviera el dólar artificialmente alto? No sabemos, ni podemos saber.

Encima de todo, los expertos del banco central chapín no entienden lo que está pasando con el dólar; y si a usted le interesa este tema, seguramente querrá escuchar este reportaje de Peter Schiff, sobre el colapso de aquella divisa.