27
Nov 09

La CICIG y el contrabando

El comercio internacional no es más que el comercio entre personas (individuales, o jurídicas), y no no hay diferencia alguna entre dos personas comerciando entre la zona 1 y la zona 2 de la ciudad de Guatemala, o entre el municipio de Guatemala y el de Amatitlán, o entre el departamento de Escuintla y el de Santa Rosa. Tampoco la hay entre dos personas comerciando entre Guatemala y México, o Guatemala y cualquier país del mundo.


La diferencia -aparente- es artificial porque se basa en las fronteras, que son demarcaciones políticas. El comercio entre personas de Guatemala y México está regulado, controlado, prohibido, permitido y gravado, como no lo está el intercambio entre personas de San Marcos y de Petén, porque hay políticos que así lo disponen. Nada más. Si no fuera porque los políticos establecen regulaciones y gravámenes sobre el comercio entre personas de diferentes localizaciones políticas, el llamado contrabando no sería nada más, ni nada menos, que comercio o intercambio voluntario y pacífico. Como el que hay entre las personas de El Progreso y Quiché.

El contrabando, pues, no es un delito intrínsecamente inmoral odelicta mala in se, como se dice en la doctrina del Derecho. Es un delito sólo porque está prohibido por la ley positiva o delicta mala quia prohibita. El asesinato y el robo son delitos intrínsecamente inmorales porque violan derechos ajenos como el derecho a la vida y el derecho de propiedad; pero eso no ocurre con el contrabando qua intercambio.

El delito de contrabando existe, de forma artificial porque los políticos han dispuesto que las personas no pueden intercambiar bienes, a través de las fronteras, sin entregarle una porción de sus expectativas de ganancias a aquellos que controlan las fronteras. De hecho, el delito de contrabando tiene su origen en el despojo y en la expoliación que los que controlan las fronteras ejercen contra la propiedad de quienes intercambian pacífica y voluntariamente a través de ellas. Y encima los políticos disponen que, si las víctimas de la expoliación tratan de evitar ser despojados, incurren en delito.

Este es un caso típico en el que la legislación, en vez de proteger la vida, la propiedad y la libertad de las personas sirve para violar aquellos derechos y para convertir a los ciudadanos en súbditos. Por eso es que los aranceles son inmorales; y por eso es que es desatinado buscar la salud fiscal por medio de leyes más duras contra el intercambio voluntario y pacífico a través de las fronteras. Por eso es que es inaceptable la petición que Alvaro San Nicolás Colom le ha hecho a la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, para que le apoye en crear una unidad contra el contrabando.


La CICIG debe concentrarse en identificar y perseguir a los violadores de derechos individuales; y no distraerse en alcahuetear la expoliación y el despojo, o el proteccionismo; porque muchas vece los aranceles y las trabas contra el comercio son para proteger intereses económicos muy, pero muy particulares, generalmente propios de los empresaurios y de ciertos políticos.

21
Abr 08

¿Quién cuida lo que es de todos?

Leo que grupos de campesinos han usurpado 38 puntos estratégicos de la áreas protegidas de Petén en Guatemala. En total impunidad, permanecen invadidos parques nacionales, complejos arqueológicos y zonas de usos múltiples.

Y cuando leo eso me acuerdo de que los sindicatos hacen lo que quieren en el Ministerio de Educación y en la Dirección General de Migración. Me acuerdo de que la Sexta avenida de la zona 1 está plagada de ventas de CD piratas y de zapatos tenis de contrabando. Me acuerdo de que los policías se cuentan entre las filas de los asaltantes, los asesinos y los secuestradores. Entonces me pregunto, ¿quién cuida lo que es de todos? ¿Cuál es el rol del Estado en cuanto a la protección del patrimonio cultural de los guatemaltecos? ¿Quién podrá más, la dirigencia popular que instiga las usurpaciones, o el ánimo de resguardar los sitios arqueológicos? ¿De qué sirve que los sitios arqueológicos sean de todos, si terminan siendo de nadie? ¿A quién le pertenece el pasado?

Aaaaaaaaaaaaah, esas son demasiadas preguntas, diría uno de mis maestros.


15
Mar 07

Para más Pepe Batres

Leo que “Traerán aduanas de EE.UU. a Guatemala” y pienso en Las falsas apariencias, del poeta guatemalteco José Batres Montúfar:

Hubo simpre y habrá contrabandistas
que al gobierno defrauden sus caudales,
a pesar de los guardas, de los vistas,
los administradores, los fiscales;
inútilmente los economistas
con su ciencia y sus fórmulas legales
el medio de evitarlo van buscando:
¡Mientras más leyes hay, más contrabando!
Y yo de sopetón, sin que se entienda
que en materias que ignoro me entrometo,
a la dificultad hallo la enmienda;
y la quiero callar con el objeto
de colocarme al frente de la hacienda:
cuando la obtenga se sabrá el secreto,
que, en reserva, sin tropas y sin balas
consiste en suprimir las alcabalas.