armas
24
Mar 09
Sólo los delincuentes podrán andar armados
Cuando las armas y las municiones están prohibidas para la gente honrada, ¿quiénes serán los únicos que tendrán acceso a las armas? Los delincuentes. Y los diputados, claro, y la policía, y el ejército; pero eso no es consuelo. Además, lo relevante es que mientras que la gente honrada no podrá tener, ni portar armas, los mareros, los asesinos de pilotos, los ladrones, y los mafiosos, ni reepetarán la ley, ni registrarán sus armas, ni las entregarán.
Cuando las armas y municiones estén prohibidas para la gente honrada, sólo el Smiley y su gente andarán armados.
Australia es un ejemplo de un país en el que las leyes duras contra las armas legales no sólo no han disminuido la criminalidad violenta, sino que esta ha aumentado. La prohibición de las armas ha conducido hacia más delincuencia en países como Canadá.
Juan Carlos Hidalgo nos cuenta que “en Gran Bretaña se hizo ilegal la tenencia de armas de fuego en 1997, sin embargo eso no evitó que la violencia armada aumentara un 40% desde entonces, de tal forma que hoy en día más súbditos británicos mueren a causa de armas de fuego que antes que el Parlamento prohibiera su tenencia. La policía de ese país indica que la violencia se ha “diseminado como un cáncer”, según reporta la revista Observer. Por las mismas fechas Australia también prohibió una amplia variedad de armas de fuego. No obstante, en los 4 años después de que la ley fuera aprobada los asaltos a mano armada aumentaron un 51%, los ataques violentos un 24% y los homicidios involuntarios en un 16%.
¿Y qué sucede cuando se les permite a los ciudadanos portar armas? En Estados Unidos, más de una treintena de estados han flexibilizado los requerimientos para andar armado y han experimentado en promedio reducciones del 4,4% en el crimen violento, 10% en los homicidios, 3% en las violaciones, y 5,7% en los asaltos agravados como lo han demostrado las investigaciones del economista John Lott del American Enterprise Institute”.
Cuando las armas y municiones estén prohibidas para la gente honrada, sólo los delincuentes andarán armados.
23
Mar 09
Notas sobre la ley de armas
16
Mar 09
Sí hay sentido común por ahí
12
Mar 09
Abuso y privilegio de los diputados
05
Mar 09
Conversación entre delincuentes
Imagínese usted, dice Cándido mientras remoja su champurrada en la leche con café, la siguiente conversación entre delincuentes:
– Miren, muchá. La nueva ley de armas sólo permite 800 municiones al mes.
– ¿Y qué vamos a hacer, jefe?
–Pues respetarla, men. Así que de ahora en adelante, cuidadito con desperdiciar balas; y se van pensando en que no más de dos asaltos por semana, para racionar bien. ¡Y que quede claro, que nadie vaya a comprar municiones bajo de agua, y menos si son de la Policía! ¡La ley se respeta, muchá!
10
Feb 09
¿Movimiento contra las policías privadas?
A ver, ¿cuál es la necedad de prohibir las licencias de armas? Es obvio que a los que menos afecta esa disposición es a los delincuentes, porque precisamente, a ellos les pela la ley. Afecta a los ciudadanos que tienen armas para defenderse; pero mi amigo Cándido me confesó el domingo que él tiene sus armas de defensa sin registrar y me comentó que el cree que la mayoría de personas que tienen armas para su defensa, no las registran.
Entonces, ¿a quién perjudica aquella disposición? Mi hipótesis es que va dirigida contra las policías privadas. A falta de seguridad ciudadana, en Guatemala hay muchas empresas que prestan seguridad. No son policías propiamente porque no tienen autoridad alguna, ni persiguen criminales, ni efectúan investigaciones legalmente válidas, ni nada parecidas. En su mayoría sus elementos son exsoldados y expolicías, medio entrenados y medio armados. Eso sí, como en todo, hay empresas muy buenas y responsables, y otras que no. Las empresas estas no son de policías privados propiamente, sino de guardias. ¡Y entre las profesionales, todas están registradas y sus elementos tienen licencias debidamente!
Y claro, esas empresas cuidan desde bancos y embajadas, hasta cines, pasando por farmacias, clubs, restaurantes, universidades, casas particulares, centros comerciales, fincas, industrias, tiendas, y francamente todo.
Ahora bien, si aquellos guardias -que proveen la seguridad que la administración es incapaz de proveer- son eliminados, ¿quién va a cuidar la vida y la propiedad de las personas que queden desprotegidas? ¿Cuál es el interés de acabar con este recurso ciudadano? ¿Para qué quiere, la administración, el monopolio de las armas, si es incapaz, ¡totalmente incapaz!, de proveer un mínimo de seguridad?
Así como nos hemos enterado de que los policías nacionales son secuestradores, narcos y extorsionistas, por ejemplo, así nos hemos enterado de que los jefes de presidios son cómplices de los criminales que supuestamente tienen a su cargo. Y por eso es que las guardias privadas son necesarias. A la hora de un intento de asalto, ¿puede usted confiar en las supuestas autoridades?
02
Dic 08
Narcomatanzas
Por lo menos dos grupos distintos de narcos se agarraron a tiros luego de una carrera de caballos, en Huehuetenango. Se estima que los muertos fueron 20, entre traficantes de estupefacientes y víctimas circunstanciales.
11
Sep 08
Armas: ¡¿En qué cabeza cabe?!
Una nueva ley de armas ha sido presentada en el Congreso y su principal característica es que no limita el número de armas que pude tener una persona y el único requisito que pide, para tenerlas, es que el poseedor tenga una licencia por cada tres de ellas. Yo aplaudo esta iniciativa porque la anterior, desarmaba a los ciudadanos honrados.
Lo que me parece descarado y una sinvergüenzada, es la justificación para hacerlo. El diputado Luis Mendoza, presidente de la Comisión de Gobernación del Congreso, dijo que es para equilibrar entra las demandas de la sociedad civil y las de los empresarios de armas que pedían dejar en libertad la adquisición de municiones.
La explicación de Mendoza pone en evidencia lo que sabemos y sospechamos: que la legislación chapina está plagada de normativas hechas a la medida de los grupos de interés que tienen influencia y poder. En vez de leyes generales y abstractas que protejan los derechos individuales y el cumplimiento de los contratos, el Legislativo es una churrería de normas mandadas a hacer, particulares y concretas, hasta con nombre y apellido.
La verdadera justificación para no negarles a la gente la facultad de poseer y portar armas registradas reside en el derecho a la defensa que todos tenemos qua personas. Los delincuentes prefieren víctimas desarmadas. Los delincuentes ni registran sus armas, ni piden licencias para portarlas y cometer crímenes con ellas. Y encima de todo, la administración y el Estado son demostradamente incapaces de proveer un mínimo de seguridad y justicia. En esas condiciones, el indiscutible derecho individual a la defensa de la vida y de la propiedad es, sobradamente, la única justificación necesaria para que el estado niñera se mantenga al margen de este asunto.
Más, aún, las armas en manos de los ciudadanos no sólo sirven para defender legítimamente la vida, la propiedad y la libertad contra los delincuentes; sino para garantizar la protección de aquellos derechos en caso de que la administración (depositaria del poder público y del monopolio del uso legítimo de la fuerza para proteger los derechos individuales) se convierta en una sistemática violadora de los derechos que está llamada a proteger. Esto, claro, no les gusta a los políticos; pero ¿quién dijo que tiene que gustarles? Total, “el poder público proviene del pueblo y los funcionarios son depositarios de la autoridad”.
Lamentablemente, entre la manía regulatoria de los grupos de interés que dicen representar a la sociedad civil, y la rapiña de los pipoldermos y de sus patrocinadores, se olvida lo más importante.
10
Jul 08
La ley de armas mueve a risa…y a llanto
Las leyes de armas dan risa. Les dan risa para los delincuentes (y pueden ser motivo de llanto para las víctimas potenciales) porque ya se imaginará usted qué tan preocupados están los criminales sabiendo que la nueva ley absurda “no fija límites a cuántas armas puede portar una persona”, y “permite adquirir hasta mil municiones semanales”. Como si los delincuentes fueran a detenerse por esas nimiedades.
Imagínese usted el siguiente diálogo:
-“Vos, ¿secuestramos al hijo después de asaltar al papá?”
-“No vos, porque por respeto a la ley de armas sólo pudimos comprar suficientes municiones. Si los diputados hubieran aprobado la nueva ley, no tendríamos esta limitación”.
-“Aaaah, lástima vos; pero…que bueno por las víctimas”.
-Sí, mano. Mejor vamos a echarnos una cerveza. Ah, no, porque ya son las 10 y es ilegal que nos vendan cerveza a esta hora.
¿Cuándo fué la última vez que usted conoció a un asaltante y secuestrador respetuoso de la ley? ¿Por qué será que los delincuentes prefieren víctimas desarmadas? ¿Cuántos delincuentes registran sus armas?
Ahora bien, lo que mueve al llanto profundo es que Luis Mendoza, el diputado de la socialdemocrata Unidad Nacional de la Esperanza está vinculado a una tienda de armas. Si ser diputado no es intrínsecamente malo, tampoco lo es ser propietario de una armería. Sin embargo, es evidente que hay un conflicto de intereses. Esta torpeza de la UNE puede tener el efecto nefasto de acelerar la aprobacion de la nueva y absurda ley de armas.