De Balam a Baco, un paseo alegre por el zoológico

 

Con lo que a mi me gusta ir a ver a los animales y al zoológico, ¿vas a creer que no iba a La Aurora desde 2014? 

El jaguar se paseaba y daba la impresión de que estaba inquieto.

Por suerte a mis compañeras Majito, Clarita, Raquel y Ardriana se les ocurrió que fuéramos el viernes pasado, con Raúl.

Me emboban los grandes felinos como jaguares, tigres de bengala, leones y panteras.  Me encanta saludar a Balam y cuando veo a la pantera me acuerdo de la peli Cat People, con Malcolm McDowell y Natasia Kinsky. Las jirafas siempre me parecen encantadoras y un poco surrealistas.  No me imagino una visita al zoológico sin pasar a saludar a Trompita, la elefanta…y cuando estoy frente a ella recuerdo algo que cantaba mi abuela, Frances: Toda ele es letra, toda ele es letra, mas la elefanta, No. Me emboba, también el reino kan, que es el de las culebras.  

¡Me encanta la pantera!

Por supuesto que me parecen graciosos los pingüinos y los micos; y frente al espacio de los monos araña siempre recuerdo a Panchito, un mono que llevó mi padre ca. 1975 y que disfrutamos unas semanas en casa antes de que lo regaláramos porque en realidad no teníamos la infraestructura para cuidarlo apropiadamente.

Trompita es la sucesora de la Mocosita.

Me encanta pasar por la Casa de te; y pasar a saludar a Baco, reclinado en su barril con copa en mano. 

Baco frente a la casa de té.

Con las chicas la pasamos re bien, entre risa y risa y entre broma y broma; y me encantó que en el lugar había muchísimas familias.

De niño recuerdo haber ido al zoológico La Aurora con mi abuelita Juanita y mi tía abuela, La Mamita.  En aquel entonces (finales de los años 60)  el zoo era como eran los zoos antes.  Con jaulas.  Muy diferente a los recintos ambientados que hay ahora.  Ya hace por lo menos 30 años que La Aurora empezó a adquirir su carácter actual gracias a una buena administración y a patrocinadores generosos.

@luisficarpediem

Visita al Zoo con el equipo #zoo #animales #luisfi61 #excursion #visitaguatemala

♬ If You Believe – Strive to Be & Patch Crowe

¿Hubo pelo en la sopa? No…pero…

Al pasar el acueducto de Pinula, justo a la entrada del zoo nos encontramos con unos personajes que vestían chalecos anaranjados.  Uno de ellos -muy amable- (demasiado amable, notamos después) nos dijo que el parqueo estaba lleno debido a que había un convivio.  Como es temporada de convivios nos pareció que ¿qué no? y, además, yo no sabía que hay nuevos estacionamientos en el lugar.  La cosa es el sujeto nos ofreció parqueo más adelante, se encaramó en mi pick-up (lo cual nos cayó en gracia a todos) y nos condujo a un callejón que hay poco más adelante.

A mi me dio mala espina que fuera un callejón, y no un parqueo.  Además en casa tenemos la regla de no dejar el auto en la calle. Así que empecé a sentirme incómodo. Nos bajamos del carro y el personaje nos dijo que se pagaba por adelantado Q. 35 por hora y Q100 por tiempo indefinido.  Eso me dio pie para rechazar su oferta y considerar ir a dar una vuelta larga para tratar de entrar al estacionamiento del La Aurora.

Ahí va el sinvergüenza colgado en el auto.

Entonces el hombre ofreció bajar el precio del tiempo indefinido a Q50 pero ya nos habíamos echo ojos con el equipo y habíamos decidido no dejar el pick-up ahí. El hombre se mosqueó un poco y nos fuimos. ¡Quién sabe de la que nos libramos!

Ah, y se me olvidaba

Por primera vez recibí tarifa de la adulto mayor.  En vez de pagar la tarifa normal por entrar al zoo, que es de Q40 pagué la de mayores de 60 años.  

Ya había recibido tratamiento de la tercera edad cuando renové mi licencia de conducir y mi DPI.  Pero fue chistoso aprovechar esta ventaja. 

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