¿Guías caninos, o casualidad? Acompañantes misteriosos

 

Es la tercera vez que nos pasa algo así.  Anoche regresamos caminando de la casa de mi hermana a nuestra casa -que es una distancia de ocho cuadras-. Ni habíamos caminado la primera cuando nos encontramos con un perrito encantador.

Era de tamaño mediano y cuando nos acercamos a él decidimos bajarnos de la acera porque pensamos que iba a ser hostil.  El animalito no reaccionó a nuestro paso y no le pusimos más atención hasta que nos dimos cuenta de que iba a nuestro lado.  

Gracias por tu compañía, muchacho.

A ratos caminaba a nuestro lado, a ratos se adelantaba y cuando teníamos que doblar en una esquina el perrito nos esperaba y doblaba antes que nosotros. ¿Cómo sabe, un perro, cuál es el camino exacto que vamos a tomar?

Para hacer la historia corta llegamos a casa, cerramos la puerta, nos echó una ´última mirada, le dijimos adiós y le dimos las gracias por su compañía.  Y se volvió por donde vino.

No es la primera vez que nos pasa algo así y en esta, como en las ocasiones anteriores, me gusta pensar que el perro decide acompañarnos.  Pero, ¿por qué nos echan esas miradas tan tiernas? ¿Cómo saben por donde ir cuando se adelantan?

La vez anterior fue en Ciudad Vieja un 7 de diciembre luego de ver loas.  Estacionamos con mi madre, el Ale, Raúl y yo fuera del pueblo y nos tocó caminar bastante en la noche.  Y ahí apareció, un perro chulito, de la calle, que nos acompañó hasta el carro.

La primera vez fue una noche que caminábamos del centro comercial Los Próceres a casa y nomás salimos de aquel centro comercial se nos unió un perro callejero que hizo lo que los dos anteriores.  A ratos caminaba a nuestro lado y a ratos se adelantaba.  Y cuando hubo que doblar, el can dobló para esperarnos unos metros adelante.  De todas las cuadras que caminamos, ¿cómo sabía que había que cruzar en esa?

En esa ocasión teníamos unas chimichangas que habían sobrado, en casa, y se las bajamos; pero el perrito no las quiso comer.  Nos echó una mirada tierna, dio la vuelta y se volvió por donde llegamos. ¿Los perros callejeros no reciben comida? Pregunto porque una vez, en Panajachel, les compramos galletas a los perros de la calle y se rehusaron a comerlas.

¿Qué te diré? Me encanta cuando ocurre eso; pero…me quedo me quedo con ganas de invitar al chucho a entrar.  Claro que no lo hago porque nuestra casa no es apropiada para perros y son responsabilidad. Pero…que ganas de quedarme con uno de esos animalitos.

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