Si tienes entre 30 y 50 años de edad y no creciste en Guatemala bajo una tiranía como las de Cuba y Venezuela, detente un momento a recordar que le debes eso a soldados como el general Héctor Mario López Fuentes, que falleció ayer.
Cuando yo estaba en Quinto bachillerato, López Fuentes era el jefe de la zona militar de Jutiapa; y cuando yo estaba en la Universidad ocupó el mismo puesto en Zacapa. En 1982/83 fue Jefe del Estado Mayor del Ejército. Al mando de un ejército profesional, el general López Fuentes fue uno de los artífices de la derrota de la guerrilla marxista-leninista que desde 1961 intentaba romper el orden constitucional y establecer una dictadura del proletariado y un régimen inspirado en el de Fidel y Raúl Castro. Un régimen totalitario y colectivista de esos que en el mundo costaron millones y millones de vidas humanas.
Para 1982 la guerrilla guatemalteca vivía los momentos más intensos del triunfalilsmo. La dirigencia guerrillera se creía, de verdad, que había llegado el momento en el que las masas campesinas se alzarían y apoyarían su revolución. El Ejército Guerrillero de los Pobres fue la organización guerrillera que más activamente involucró a los campesinos en acciones de tipo guerrillero y creó una red compleja de apoyo y control poblacional que puso a la gente entre la espada y la pared. Si te interesa esta parte de la historia te recomiendo Escaping the Fire, un libro que todo chapín debería leer para entender que ocurría en aquel entonces.
Al mando de generales como Héctor Mario López Fuentes, el Ejército (como parte del gobierno y de una campaña nacional para evitar que la guerrilla estableciera la dictadura que pretendía) modificó su forma de enfrentar a la guerrilla y, por ejemplo, organizó las Patrullas de Autodefensa Civil con lo que empoderó a los campesinos de tal manera que estos -armados y con apoyo- ya no estaban a merced de las presiones guerrilleras para unirse a la revolución (que los campesinos no querían). Las PAC fueron clave para evitar el triunfo guerrillero que parecía inevitable en aquellas fechas. Los cambios que hubo en el actuar del Ejército llevaron a las organizaciones guerrilleras a escenarios para los cuales no estaban preparados. López Fuentes fue arquitecto de aquellas modificaciones que rescataron a miles y miles de personas de una guerra que casi nadie quería. El programa Fusiles y Frijoles -con el apoyo del Programa Mundial de Alimentos- no sólo armaba a la gente para que pudiera enfrentar las presiones de la guerrilla; sino que como las personas no podían sembrar y atender sus cultivos, fue necesario llevarles ayuda alimenticia que necesitaban desesperadamente. El Ejército pasó de una actitud principalmente represiva a una gue se ganaba la confianza y colaboración de los campesinos. El Plan Victoria 82 es otro ejemplo. Por primera vez se intentó enmarcar la lucha contra la guerrilla en una visión coherente y de largo plazo; entre otros lineamientos importantes, como negale a la guerrilla el acceso a la población, se fijaron políticas que prohibían acciones como hacer fuego, desde aviones, a áreas pobladas, irrespetar costumbres y tradiciones, o tomar propiedad ajena en las poblaciones. Esto, claro, no te lo cuenta la historia oficial, ¿verdad?
Treinta y tres años después de aquellos tiempos, el general Héctor Mario López Fuentes falleció víctima del cáncer y en medio de una campaña -de la exguerrilla y sus simpatizantes- para forzar la idea de que en Guatemala hubo un genocidio; sin que haya elementos suficientes para tipificar ese delito. En medio de una campaña en la cual ni se recuerda, ni se habla del contexto de pesadilla en el que el Ejército actuó para evitar que crecieras en una tiranía como las de Cuba y Venezuela. Murió amado por su familia, respetado por quienes sirvieron a su lado y olvidado por quienes deberán estar agradecidos con él. Murió como soldado patriota y valiente, de esta tierra en la que cada día luchamos por nuestra libertad.
Adiós, entonces, al general Héctor Mario López Fuentes, a quien ojalá que la Historia le haga justicia.
Gracias Luisfi por recordar a un Guatemalteco de honor!!
¿En serio señor Figueroa? Si el fin fue que no se impusiera un sistema como el cubano, el ejéricito de Guatemala falló pues nos dejó al nivel de Haití. Usted tiene derecho a loar al ejército, pero convenientmente deja fuera de su comentario las barbaridadades que se cometieron contra civiles. Y que conste que nunca he simpatizado con la guerrilla, para que no vaya ustede a creer que sino comparto su analisis es por eso. El general López Fuentes, como otros de sus compañeros de armas, murió en la impunidad.
Espero que no borre mi comentario
Hola Magaly. Verá…dejo fuera “las barbaridades que cometió el Ejército”, como usted dice, porque dígame, así honradamente, ¿no le parece que de eso hay escrito un montón? ¿Leyó lo que pusieron los diarios hoy? En cambio, dígame, así honradamente, ¿quién cuenta lo que leyó hoy en Carpe Diem? ¿Quién informa a las nuevas generaciones para que no sólo tengan una perspectiva de la Historia, sino que puedan hacerse ideas propias sobre lo que de verdad ocurría y por qué?
Voy a permitirme discrepar con usted con respecto a Haití. ¿Ha visto fotografías y vídeos de aquél triste país? ¿Ha hablado con personas que han estado allá, o que tienen familia allá? La pobreza en Guatemala (en todos sentidos) es una desgracia; pero para nada se parece a la desesperanza que hay allá. Vea el nivel de comercio que hay en la Terminal, en el Cenma, en Coatepeque, en Quetzaltenango, en Huehuetenango? ¿Ha visto que en Guatemala hasta los mendigos tienen teléfonos móviles? Nada de esto se parece a Haití, ni de cerca. ¡Claro que los guatemaltecos podríamos tener un mejor nivel de vida!; y para eso tenemos la tarea de construir una república y la de fortalecer mercados. No ayudan la repetición de consignas y de estribillos. Y, en todo caso, el Ejército entregó el poder (no se quedó como los Castro), e inició un proceso que está en nuestras manos mejorar y superar.
El general López Fuentes muríó sin que se le hiciera justicia.
Finalmente, ¿se dio cuenta de que no borré su comentario? Esto es porque a pesar de que diferimos usted se mantuvo respetuosa para con alguien a quien le tengo respeto. De no haberlo hecho yo no hubiera publicado su comentario, a pesar de su advertencia. Es bienvenida en este espacio.
Ciertamente, a Doña Magaly se le siente la ponzoña característica del ” revolucionario” que no vió,no vivió, no peleó,solo leyó y mal acerca del conflicto. Si es joven le contaron y si no es joven, tambien. Muchos niños que hoy ondean la bandera del proletariado y ni siquiera saben que es y muchos viejos que saben que es, no lo viven. Hablan y hablan. Gracias a militares así, como Lopez Fuentes, hoy esta manga de atorrantes pueden ponerse la clásica camiseta del Che con toda libertad. Por ellos tenemos democracia. Debil pero tenemos.Si no simpatiza con la guerrilla, de donde sacó el sentimiento y la información de que Lopez murio impune?
Gracias a este hombre, Guatemala fué gloriosamente defendida y librada de hundirse en un estiercolero creado por febriles mentes extranjeras. Es idiscutible que en el proceso de esa lucha fueron muchos los inocentes que cayeron pero afortunadamente lo mas importante fué logrado … EVITAR que la infame guerrilla se apoderara de mi patria. Usted LuiFi lo define como lo debería definir un pueblo totalmente agradecido por tan valiente misión defensora: “Murió como soldado patriota y valiente, de la tierra de la libertad. Adiós, entonces, al general Héctor Mario López Fuentes, a quien ojalá que la Historia le haga justicia.”… Soldados como él son los que merecen ser recordados con respeto y gratitud…. DESCANSE EN GLORIA, GENERAL HECTOR MARIO LOPEZ FUENTES y muchas gracias por su entrega!!!!!!
Yo personalmente puedo dar cuenta de lo ridículo que fue darle fusiles y armas a los civiles, las comunidades se convirtieron en ciudadelas feudales donde el comisionado militar tenía el poder y se hacía lo que el comisionado decía, porque quien se oponía a los intereses era asesinado sin más acusandolo de guerrillero, familias completas fueron masacradas por ser contrario a los intereses y opiniones del “comisionado” no por ser guerrilleros, puede ir a comunidades en Jocotan, Camotán, Esquipulas si quiere, puede preguntar por un hombre que mató a su primo por una gallina, no intente tapar el sol con un dedo señor Figueroa, armar a la sociedad civil es lo más estupido que un ser humano puede hacer, principalmente si la gente no tiene idea del porqué tiene un arma en la mano, ojalá y todas las vidas que se perdieron gracias al gran invento de las PAC se las cobren en el más allá
Hola Walter, yo tuve otra experiencia con las PAC. En Panajachel la gente vivía muy atemorizada por la guerrilla -a la que llamaba “Los canchitos”-. Las patrullas le restituyeron seguridad a las personas y con la seguridad, la tranquilidad. Usted tiene razón en cuanto a la arbitrariedad de los comisionados; pero esta figura existía bastante antes que Fusiles y frijoles y ciertamente -como todo poder arbitrario, ¡como todo poder arbitario!- era fuente de abusos y delincuencia. No es tapara el sol con un dedo lo que pretendo, lo que quiero es mostrar otra perspectiva, contar lo que pocos cuentan, que se vea “la película completa”, que haya algo más que el pensamiento único que tanto le gusta a la exguerrilla. Puede ser que armar a la población fuera una jugada audaz; pero funcionó para evitar que la guerrilla ganara y estableciera la dictadura del proletariado, la tiranía y todo eso que ya sabemos que pasa cuando ganan ese tipo de grupos.
¿Y Sabe? Posiblemente compartimos algo: un ansia de justicia.
En todo caso prefiero armar a la cuidadanía, que en la gran mayoría de los casos se defendió de los terroristas, que desarmarla como lo hicieron Castro, Hilter, Stalin y el resto de dictadores comunistas/socialistas para poder llevar a cabo sus planes totalitarios