Samuel Pérez Attías tropezó de nuevo, y con la misma piedra

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En su colulmna Reacción libertaria, Samuel Pérez Attías afirma que lo calumnié cuando dije que él engaña a sus lectores al asegurarles que  los libertarios no leemos a ciertos autores. Verás: según el diccionario engañar es  hacerle  creer a una persona una cosa que en realidad es mentira.  En esa columna, además, le atribuye al columnista, Fritz Thomas, algo que él no ha dicho, ni ha escrito. ¿Por qué es que Pérez hace cosas así? ¿Por qué es tan descuidado?

Esto viene a cuanto porque, en una columna previa, titulada Libertarios esclavos Samuel quiso causar, en sus lectores, la impresión equivocada de que a los libertarios nos da pavor leer a Marx, entre otros autores.  A sus lectores les transmitió una idea falsa de la realidad.

Yo quisiera, de verdad, que Pérez Attías se tomara unos minutos para explicar cómo es que dar una impresión equivocada, transmitir una idea falsa de la realidad, y hacerles creer a unas personas cosas que en realidad son mentiras, no son engaño.  Digo…porque cómo va a ser que Samuel acuse a los libertarios de tenerle pavor a Marx (por ejemplo) si  muchos de nosotros hemos pasado meses y meses leyendo no sólo a Marx, sino a Engels, Kolakowski, Harnecker y otros.  Puede que seamos masoquistas (broma), pero que no friegue. Yo no he leído a Klein, pero por hueva, y no por pavor…y porque tengo otras cosas que leer. Y claro, habrá libertarios que no hayan leído a Marx; pero seguro que hay socialistas que no han leído a Mises, ni a Rand, ni a Nozick, ni a Hayek.  ¿O me equivoco? Pérez Attías quiere que sus lectores le creean cuando él dice que algunos son todos y con ese argumento acusa, señala y critíca.

En Reacción libertaria, el autor tropieza de nuevo… y con la misma piedra con que ya había tropezado en Libertarios esclavos.   Quiere que sus lectores no se den cuenta de que él ejerece las malas prácticas que según él usamos los libertarios.  De entrada acusa a los libertarios de ser una secta; y luego -en un contexto en el que clama por la libertad de pensar, y contra los que se molestan porque se cuestione su ideología,  y clama por que otros salgan de sus zonas de conofort- se queja de que sus columnas sean objeto de acuciosidad.  ¿Pérez preferiría que sus argumentos engañosos fueran aceptados sin ser cuestionados?

Samuel se queja del uso de adjetivos; pero él no tiene empacho alguno en titular una columna con la frase: Libertarios esclavos; ni de señalar a los libertarios radicales.  Que nos explique, por favor, por qué es que él sí puede hacer esas cosas, y los demás no.  Por otro lado, ojalá y tuviera tiempo para explicarnos por qué es que es incorrecto, o inapropiado referirse como estatista, o comunista a un pensador, o a un activista que es marxista-leninista, o maoista, y que cree que el estado debería controlar la economía, la salud, la producción, la educación, la información y otras cosas parecidas.  De veras.  Porfa.  Si un animal camina como pato, tiene plumas de pato, pico de pato, palmas de pato y hace ruidos de pato, es pato.  ¿Será que -desde la particular perspectiva de Samuel- es incorrecto o inapropiado referirse como libertario a un pensador, o activista que cree que la coacción arbitraria debe ser eliminada total y absolutamente de las relaciones sociales, y que cree que la única igualdad posible en la sociedad es la igualdad de todos ante la ley?  Los conceptos son abstracciones por medio de las cuales integramos y comprendemos las experiencias que tenemos como consecuencia de la interacción con nuestro entorno.  Sirven para encontrar similitudes y diferencias. Sirven para clasificar y como adjetivos son predicados del sujeto, dicen algo del sujeto; y por eso es que los conceptos de libertario radical, o de anarco-capitalista, o de objetivista son tan útiles  y válidos para describir a libertarios radicales, anarco-capitalistas u objetivistas;  como los de estatista, colectivista, o comunista lo son para describir a estatistas, colectivistas, o comunistas.

Pérez se queja de que se cuestione al mensajero en vez del mensaje.  Empero, no me parece inapropiado pedir, con nombres y apellidos, que el autor de una columna en la que critica a otras personas explique por qué afirma cosas que no son reales y por qué es que usa instrumentos de retórica que asegura que otros no deberían usar?  ¿Por qué es que no es válido pedirle a Pérez Attías que nos cuente por qué es que el cree que no se deben usar conceptos, o adjetivos para describir acciones, o formas de pensar?  Si yo no vuelvo a usar estatista, ¿dejará él de usar libertario?  ¿Cómo dirá libertarios, cuando quiere referirse a los libertarios sin usar la palabra libertarios?

¿Sábes qué se me hace? Que Samuel se masca cuando escribe esas cosas; y que por eso es que se descuida.

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4 comments

  1. Sin contar también con que muchos libertarios venimos del socialismo y/o estatismo y hemos llegado aquí por el ejercicio de cuestionar nuestras premisas.

  2. Bravo Luisfi, es bueno no dejar pasar las cosas. En el artículo de marras no hay mas que ad hominems.

  3. Lázaro Chacón

    A estas alturas no hace falta leer a comunistas/socialistas para saber que son los mayores asesinos de la historia y causantes de mucha pobreza y sufrimiento. No hay que leer que comió el perro para saber que lo deposite unas horas después va a apestar

  4. En lo personal, me divierto más leyendo las payasadas de ese cuate, que las tiras cómicas.

    Es bien sencillo, es gente que no vive lo que predica.

    Saludos