Ahora que leo que los pipoldermos han estado activamente integrando a la juventud en el sistema de clientelismo en Guatemala no deja de darme algo de rabia.
Si los promotores del estado niñera, del estado benefactor mercantilista, patrimonialista, o clientelista ya estropeó generaciones anteriores de chapines, ¿no te da rabia que estén estropeando a los jóvenes de ahora? Clientelismo, por cierto, es la dependencia que algunos grupos de interés tienen con respecto la concesión de prestaciones obtenidas de parte de la función pública; y qué, sino clientelismo, es lo que se promueve cuando se integra a los jóvenes a la piñata del presupuesto del estado y al sistema de expoliación legal?
La dirigencia juvenil estatista y los pipoldermos que los convierten en parásitos deberían morirse de vergüenza. A principios del siglo XX, el poeta Miguel Hernández escribió estos versos para España; versos que ahora tengo el atrevimiento de tomar para Guatemala:
La juventud siempre empuja,
la juventud siempre vence,
y la salvación de Guatemala
de su juventud depende.
Pero no…no si la juventud chapina es egullida por el sistema corrupto que, en vez de exigir libertad y respeto, sólo se suma a la clientela ovejuna que lo que pide son 15 minutos para pegarse a la teta del estado.