Los compas y la miseria

La revista Forbes recién publicó 10 trabajos que no existían hace 10 años: Desarrollador de APP, Minero de datos, Consultor de educación, Experto en millennials, Administrador de redes sociales, Ejecutivo de escuchas, Cuidador de ancianos, Experto en sostenibilidad, y Diseñador de experiencias para usuarios.

Aquí no hay espacio para describirlas; pero lee el artículo completo en http://tinyurl.com/d2djkbo porque como dice la canción, el mundo está cambiando, y cambiará más. Empero, mientras que el mundo dinámico va a mil por hora; a la dirigencia popular se le paró el reloj. ¿Por qué, si no, habría de engañar a la gente para que siga aferrada a la tierra? ¿Para que crezcan las deudas de miles de familias hundidas en la utopía agrarista? ¿Por qué, si no, habría de azuzar a la gente para que se oponga a las hidroeléctricas? ¿Para que no haya luz y la gente tenga que contentarse con sembrar maíz en vez de dedicarse a desarrollar APP, o a administrar redes sociales desde una oficina más cómoda que una parcela?

¿Qué hay detrás, por ejemplo, de las acciones de la dirigencia popular en Santa Cruz Barillas? ¿Qué papel ha jugado la parroquia local en la oposición a las minas y a la hidroeléctrica? ¿Qué porcentaje de la población de aquel allá tuvo relación con la guerrilla? ¿Por qué es que hay mara, en Facebook, pidiendo colaboraciones para los compas de Barillas? El uso de la palabra compas debería llamarnos la atención. Talvez no se les paró el reloj, sino que nos arrastran de vuelta a los setenta.

Si te indigna la miseria que impide que la gente pueda alimentarse, educarse y cuidar de su salud, la pregunta que debes hacerte es: ¿cuáles son las causas de la riqueza? Pregunta ineludible porque aquellas necesidades se satisfacen con recursos económicos (conocidos como riqueza). Es evidente que las sociedades en las que los diseñadores de experiencias para usuarios y los mineros de datos pueden desarrollarse, son más ricas que aquellas en las que la dirigencia popular quiere mantener a la gente atada a la tierra, cual siervos de la gleba oenegera y agrarista.

Yo, con José Raúl González, me niego a creer que la gente es pobre por su gusto. Más bien, creo que es víctima del engaño de grupos de agitadores que viven de mantenerlos en la pobreza.

Esta columna fue publicada en El Periódico.

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7 comments

  1. Pablo Estrada

    el tema de la pobreza (o empobrecimiento), es complejo, eso de que hay pobres por gusto suena banal y superficial; manipulación existe, claro, pero y la explotación? la terrible desigualdad (y no me refiero al acceso a tierras, sino a meras oportunidades)…

  2. Pero es que ese es precisamente el punto Pablo. Las oportunidades no se dan solo por que sí. Debe haber un sistema de incentivos correctos (de nuevo la pregunta: ¿cuál es la causa de la riqueza?) que permita la creación de la riqueza y como bien dice Luis, permita que empleos altamente especializados y bien remunerados existan.

  3. 1. ¿En serio querés hablar de la “necesidad” de generar trabajos especializados en un país que se muere de hambre?

    2. ¿En serio querés ver cuidadores de ancianos en un país en donde no cuidamos a niños, mujeres, hombres…?

    3. ¿En serio querés no entender el que alguien reclame un trozo de tierra? ¿En serio no querés saber qué le pasaría a esta gente si se queda de donde vivir?

    4. ¿En serio querés amar cualquier señal de progreso sin cuestionarte como se implementa, a quién afecta?

    y sobre todo

    ¿en serio crees que podés entender como piensa la gente que tiene hambre? ¿en serio les culpás por no entender tu visión de progreso? ¿no ves que les han dado por todos lados toda su vida y que desconfían de cualquier cambio a su ya jodida vida?

    ¿en serio todo lo que no te gusta o cualquier manifestación la tenes que ver como “roja”?

    ¿en serio no podés pensar fuera de tu burbuja teórica y ver que la gente allí afuera está jodida y el camino hacia el progreso no está en joderla mas?

  4. 1. Nooooo, Jorge, de plano que no propondría la “necesidad” de generar trabajos especializados en un país que se muere de hambre. Mi artículo no e es acerca de eso. Es acerca de que la gente se merece salir de la miseria…precisamente para dejar de morirse de hambre.

    2. Pues…sí. Usted dispone que una cosa excluye a la otra; pero, por favor, ¿explíqueme por qué es que una cosa excluiría a la otra? Cuidar ancianos, en el contexto del artículo es un empleo, una forma de ganarse la vida, como podría ser cuidar niños. Porfa, si va a comentar mis artículos no saque de contexto mis argumentos.

    3. Yo…que no tengo casa propia, quisiera tenerla. Pero no me siento cómodo con la idea de exigírselas a otros, ni con la idea de que otros trabajen para dármela. ¡Yo también quiero tierra! Por otro lado lo que cuestiona el artículo (y aquí le reitero que por favor se atenga al artículo) es que el agrarismo vaya a sacar a la gente de la miseria. ¿De verdad cree que “un pedazo” de tierra va a sacar a la gente de la pobreza? Si así fuera no existiría la deuda agraria. Lo que saca a la gente de la pobreza es la productividad, y ¿de verdad cree, usted, que si la gente tuviera “un pedazo de tierra” viviría mejor. ¿Qué entiende, usted, por “pedazo de tierra? ¿Como de cuánto estamos hablando?

    4. Esta no la entendí; pero si quiere hablar de progreso, para que hablemos de lo mismo, le recomiendo “The Rational Optimist”, por Matt Ridley: http://tinyurl.com/6pmqck7

    No. No se si pueda entender como piensa la gente que tiene hambre; pero como el hambre es una necesidad, sí se que las necesidades se resuelven con recursos económicos (conocidos como riqueza). Mi humilde opinión es que más que condenar a la gente a “un pedazo de tierra”, bien podríamos ayudarla a escapar de la tierra. Esa es la idea que ilustré con los empleos que mencioné.

    Con respecto a las manifestaciones rojas, la verdad no me gustan porque los muertos a causa de los regímenes rojos se cuentan por millones. Muchos asesinados, pero muchísimos a causa del hambre y el frío. Espero que a usted, como a mí, también le repugnen los regímenes totalitarios rojos, o de cualquier color. Y vea…no es que yo me invente que las manifestaciones sean rojas. Vea las pintas en la Sexta Avenida, plagadas de hoces y martillos. Vea el uso de la palabra “compas”. Vea la abundancia de banderas negras y rojas. Todos estos son íconos rojos, o sea, de filosofías y regímenes totalitarios.

    Finalmente le recomiendo que se relaje y que use algo de su energía para ayudar de verdad a la gente. ¿Qué tal un poco de teoría? ¿Un poco de ciencia económica? ¿Qué tal algo menos de ideología? ¿Qué tal si identificamos las causas de la riqueza y compartimos con la gente pobre ese conocimiento? Saludos.

  5. “¿Qué tal algo menos de ideología?” me pregunta alguien que en el 2012 todavía habla de “rojos”.

    ¿No puede ver usted una manifestación de gente pobre porque ya piensa que están manipulados? ¿Acaso las manifestaciones sólo se pueden hacer con máscaras de V de Vendetta en el Obelisco para que pensemos que no son “rojas”?

    Pues muy bien, hablemos de economía. Su punto de partida es que la gente pobre “es víctima del engaño de grupos de agitadores que viven de mantenerlos en la pobreza”. Me está diciendo entonces que Guatemala tiene tanta gente viviendo en la pobreza por los grupos de agitadores. ¿Los salarios bajos también los ponen los agitadores? ¿los horarios abusivos de trabajo también? ¿las condiciones precarias de los puestos de trabajo también? pues vaya con los agitadores.

    Ahora hagamos el siguiente ejercicio. ¿Qué hemos hecho en Guatemala los no pobres por los pobres? ¿La clase política? ¿Los empresarios? ¿Los profesionales? ¿Los intelectuales? y lo resumo en la pregunta del millón:

    ¿Qué ha hecho la gente que ha tenido oportunidades de salir adelante por los que no? ¿Está allí la clave del crecimiento de un país? Yo creo que si, está en crecer y no olvidarse uno de contribuir de vuelta a la sociedad para que otros puedan crecer también. Y no, la solidaridad, ayudar, motivar, no es sinónimo de “regalar”.

    Lamentablemente no vivimos en un mundo en donde “si te esfuerzas saldrás de allí”. Hay n mil factores más que te impiden “salir de allí”. Creo que la clave está en quienes hemos podido avanzar y tenemos el privilegio de sacar un rato para debatir en internet nuestras ideas.

    Y por cierto, si, yo ya hago mi parte por ayudar, ese tipo de ataques son muy baratos Luis.

  6. Hola Jorge…¿no leyo,o sí? ¿Vió lo de las hoces y martillos? ¿Vió lo de las banderas rojas y negras? ¿Vio lo del uso del vocabulario propio de “la revolución”…compas, por ejemplo? Lo de “rojos” se lo inventa usted, yo no uso esa terminología, yo uso regímenes o filosofías totalitarias. Y eso no me lo invento…¡si las manifestaciones están llenas de esa iconografía!

    A ver, dígame si la dirigencia de esas manifestaciones no es “roja” (para usar su terminología) si usan hoces y martillos?

    Usted pregunta: ¿Los salarios bajos también los ponen los agitadores? ¿los horarios abusivos de trabajo también? ¿las condiciones precarias de los puestos de trabajo también? Esos los pone la inflexibilidad del Código de trabajo. El impuesto a los rendimientos del capital. Una economía asfixiada por…ah, ¿qué opinan los agitadores de la inflexibilidad del Código de trabajo? ¿Qué opinan del impuesto al rendimiento del capital?

    Los salarios bajos y las malas condiciones de trabajo ocurren por la baja productividad y porque hay más gente buscando trabajo que oportunidades de empleo. Si hubiera más oportunidades de empleo, que gente buscando trabajo, “otro gallo cantaría” ¡Por eso es que yo estoy a favor de la productividad y de la multimplicación de las fuentes de trabajo productivo! Porfa…¿podríamos estar de acuerdo con que lo mejor es que la mayoría de la gente pueda tener un buen empleo que le permita tener una vida digna?

    Usted pregunta: ¿Qué ha hecho la gente que ha tenido oportunidades de salir adelante por los que no? Pues…la mayoría de ellos les da empleo. Les da trabajo. Otros (también la mayoría) contribuye con obras de caridad. Cuantos empleos cree usted que “da” el dueño de una fábrica? ¿20, 200, 300? ¿Sábe qué más les “da”? Les da bienes y servicios que la gente necesita (o quiere). Ropa, muebles, alimentos, ¿sigo la lista?

    ¿Está allí la clave del crecimiento de un país? Yo creo que si, está en crecer y no olvidarse uno de contribuir de vuelta a la sociedad para que otros puedan crecer también. Y no, la solidaridad, ayudar, motivar, no es sinónimo de “regalar”. Estoy 100% de acuerdo con usted en cuanto a crecer y en cuanto al valor de la benevolencia. En lo que no es en el concepto de “devolver”. En una sociedad sana las relaciones son voluntarias y pacíficas; Cuando yo paso al mercado y compro mis tortillas, le doy a doña Olga (la de las tortillas) mi dinero y ella me da sus tortillas. Intercambiamos y no hay nada que devolver. Cuando yo hago mi trabajo, y mis jefes me pagan a fin de mes, intercambiamos, y no hay nada que devolver. No hay nada que devolver…a menos que las relaciones no sean voluntarias. Entonces, cuando las relaciones son por la fuerza, son saqueo, o son expoliación (como cuando unos grupos usan la ley para extraer dinero de otros y vivir de ellos) entonces sí “hay que devolver” ¡por eso tenemos que acabar con los privilegios, y con la facultad que tienen unos de vivir a costa de otros! ¿Podemos estar de acuerdo en esto? Ojalá que sí. ¡NO a los privilegios!

    ¡Hagamos un mundo en el que si te esfuerzas saldrás de allí! Acabemos con los factores que le impiden a la gente salir de allí. Acabemos con todos los privilegios. ¡Con todos!

    Sorry si lo ofendí con la última parte; aveces se me va la mano con el entusiasmo (como con los signos de exclamacipón del párrafo anterior). Lo que quería decir es que la clave para acabar con la miseria está en la ciencia económica (no en la política, ni en la economía). Está en la asignacion correcta de recursos. En la productividad. En la elección correcta de los medios para alcanzar los fines. Vea que coincidimos en los fines: los dos queremos acabar con la miseria. En lo que diferimos es en los medios.

    Saludos

  7. […] mejorar nuestro futuro; pero no determina nuestro futuro.  ¡Podemos cambiar ¡ y de eso se trata Los compas y la miseria; mi columna que motivó tus […]