08
Nov 24

Caos vial: mercado vs. demagogia

 

El 29 de octubre pasado hice poco más de una hora y media entre mi casa y el zoológico La Aurora; un recorrido que normalmente no me hubiera llevado más de 20, o 30 minutos. Entre mi casa y el Obelisco hay 16 cuadras, y sólo ese recorrido me tomó 55 minutos.

Esto es porque el tráfico en la ciudad de Guatemala se ha ido complicando desde que, en 2007, escribí mi primer artículo sobre el tema, cuando noté que los planificadores estaban dispuestos a probar cualquier disparate para desfogar el tráfico antes que siquiera considerar una opción del mercado. Más tarde, en 2011, desayuné con Gabriel Roth, editor de Street Smart, libro que aborda el tema del crecimiento del parque vehicular y la mala calidad de calles y carreteras. Y con él conversé bastante sobre el tráfico.

En la ciudad de Guatemala, casi toda hora es hora pico.

El tráfico en Guatemala terminó de colapsar luego de que en 2020, con la excusa de los encierros forzados y del covid, las autoridades mataron el transporte colectivo urbano —que, mal que bien, medio funcionaba— y en connivencia con los empresaurios del sector, estatizaron el servicio después de haber creado incentivos perversos para que mucha gente comprara automóvil, o moto porque no había cómo transportarse.

Te cuento esto porque hace unos días el profesor Carlos Méndez publicó la propuesta de que una forma de arreglar el tráfico sería cobrar por carril de uso. Algunos carriles serían más baratos que otros y los precios cambiarían con la carga vehicular. En horas pico, el cobro por kilómetro sería más alto. Desde 2007, pasando por 2012, 2016 y 2023, he recomendado lo mismo. Pero los planificadores prefieren cualquier cosa, incluso el deterioro sostenido, antes que una solución de mercado.

Carlos explicó que la idea no es loca y que hoy es posible con el nivel de precisión que tienen apps como Waze o Maps. Faltaría incorporarles el cobro por ubicación, vinculado a un sistema de pago con el teléfono u otro mecanismo.

Entre las objeciones que recibió la propuesta, me llamó la atención que algunos de los amigos de Carlos opinaron que eso violaría la libertad de locomoción; pero, por supuesto, no se cobra por la libre locomoción, sino por usar bienes escasos que tienen costos (las calles). Sólo pagarían los que usan los carriles, en vez de que paguen todos; y, por lo tanto, no toda la gente pagaría los costos de las calles, como es ahora por medio de impuestos.

Claro que habría que afinar detalles, pero, como atinadamente comentó el profesor José Antonio López, con los incentivos correctos la creatividad se encarga de los detalles.

Me dan tristeza las opiniones de quienes sostuvieron que los guatemaltecos no estamos preparados para eso, que eso sólo funcionaría en el primer mundo, que nos falta educación y que lo del tráfico es responsabilidad del estado. Esas formas de pensar definitivamente nos condenan, porque supuestamente somos ignaros. Da escalofríos la gente que cree que los pipoldermos deberían tener la facultad de decidir quién puede circular y cuándo.

Finalmente, y en todo caso, tener vehículo propio trae consigo la responsabilidad de enfrentar los costos que ello implica: darle servicio cada X kilómetros, cambiar llantas, batería, frenos y amortiguadores cuando toca, tener seguros para uno y para terceros, pagar combustible, pagar estacionamiento cuando toca, amortizarlo si se compró a plazos, tener un guardadito para eventualidades, pagar lavado (o lavarlo uno, que también tiene costo) y pagar las calles que usa (sólo cuando las usa, y sólo si las usa).

Lo que urge, pues, es una solución de mercado, sin prejuicios ideológicos, sin demagogia y sin iniciar el uso de la fuerza para que las personas actúen contra sus intereses y sus mejores juicios.

Columna publicada en República


23
Feb 24

Tráfico urbano: ¿Sufrimiento por falta de soluciones audaces?

 

Ojalá me equivoque; pero…¿a veces no te da la impresión de que un porcentaje del tráfico es para crear condiciones artificiales para que la gente pida más y más regulaciones?

Es un disparate, claro; pero se me ocurrió cuando el jueves, 15 hice dos horas entre mi casa, en la Villa de Guadalupe y la Torre del Reformador. El peor tramo fue entre el Centro Comercial Los Próceres y el Hotel Barceló. Nada raro, vas a decir; pero…había por lo menos tres policías municipales de tránsito en el crucero de la Séptima avenida y Segunda calle de la zona 9, justo bajo la torre citada. ¡Y ahí mismo había un nudo gordiano de carros!

Policías de tránsito en el nudo bajo la Torre del Reformador el 15 de febrero de 2024.

Ese nudo era causado, principalmente, por conductores que, por no esperar racionalmente su turno, se dejaban ir y bloqueaban el crucero. De esa forma dejaban trabados a los que iban con semáforo verde. ¿Estaban pintados los agentes? ¿Por qué es que los agentes no multan a los pilotos que bloquean cruceros? Los pilotos que bloquean cruceros -por desesperados y por abusadores- causan muchos problemas parecidos en el bulevar Los Próceres casi siempre que paso por ahí. La falta de educación vial, por cierto, merece un artículo aparte.

Nada de raro, vas a decir; pero…¿cuánto crees que hice entre la Torre del Reformador y la Quinta avenida y Once calle? ¡Ocho minutos!..sin un solo PMT.

Nudo gordiano de tráfico bajo la Torre del Reformador el 15 de febrero del 2024.

He notado, también, mucho énfasis mediático en lo fastidioso el tráfico y si, claro que el tráfico es fastidioso; pero el clamor por una intervención política para resolver, el tráfico, lo que trae es más poder para que los políticos y sus burócratas invadan la esfera de acción privada de las personas mediante regulaciones y controles, y más poder para que los políticos y sus burócratas tomen más dinero de los tributarios.

Ya ves que, recientemente la Municipalidad de Guatemala se atribuyó la facultad de cobrar por el servicio de estacionamiento en la vía pública; cobro que, ¿te diste cuenta? ¿Qué servicio? y si la vía es pública, ¿por qué cabe un cobro?  

¿Sabes qué va a pasar? Tu Muni va a poner sus parquímetros inteligentes…supuestamente para eliminar a los extorsionistas cuidadores de carros;  y vas a tener que pagarles a los parquímetros y a los cuidadores.  Si el problema eran los cuidadores, a estos se les remueve a fuerza de batonazos.  No hace falta poner un sistema de exacciones por un supuesto servicio…en la vía que ya es pública.  

Además, si los propietarios de los inmuebles pagan tasas por el mantenimiento de las calles, que son las vías públicas (del público, ¿verdad?), ¿por qué es que Tu Muni, y no los que pagan las calles, es la que va a cobrar por estacionar en las calles? 

Estoy a favor de que el uso de las calles tenga un precio.  No sólo para parquear, sino para circular.  Ese precio debería ser cobrado por los que pagan por el mantenimiento de las calles (es decir por los propietarios de los inmuebles).  Y si no te gusta esa solución, otra sería que sea total y absolutamente prohibido estacionar en las calles (y no habría que instalar parquímetros, ni habría cuidadores).  Entonces habría incentivos para la construcción de estacionamientos privados que sí prestarían el servicio de parqueo. 

El problema es que los pipoldermos -cual Mickey Mouse como aprendiz de hechicero- van a probar todo tipo de artimañas políticas, sobre todo si acarrean esquilmar a las personas, antes de explorar soluciones que empoderen a los usuarios de las calles, a quienes pagan por ellas y a los tributarios.  

Total…los pipoldermos del 2020 mataron lo que quedaba del transporte colectivo urbano durante los encierros forzados.  Con eso incentivaron las motos y la multiplicación de los automóviles.  Ahora las motos y muchos carros son un problema. Y los pipoldermos de 2024 quieren resolver el desastre que hicieron mediante actos de hechicería. Y para ello necesitan que no sólo se agrave el problema, sino que se agrave la percepción del problema.

Los conductores que bloquean cruceros le hacen mucho daño a la fluidez del tránsito.

¿Recuerdas cómo desató el nudo gordiano Alejandro Magno? Pues eso. Yo digo que se necesitan soluciones audaces y no las viejas prácticas coercitivas y arbitrarias para entrarle al problema.

He notado, también, mucho énfasis mediático en lo fastidioso el tráfico y si, claro que el tráfico es fastidioso; pero el clamor por una intervención política para resolver, el tráfico, lo que trae es más poder para que los políticos y sus burócratas invadan la esfera de acción privada de las personas mediante regulaciones y controles, y más poder para que los políticos y sus burócratas tomen más dinero de los tributarios.

Ya ves que, recientemente la Municipalidad de Guatemala se atribuyó la facultad de cobrar por el servicio de estacionamiento en la vía pública; cobro que…,¿te diste cuenta?…¿Qué servicio? y si la vía es pública, ¿por qué cabe un cobro?  

¿Sabes qué va a pasar? Tu Muni va a poner sus parquímetros inteligente,supuestamente para eliminar a los extorsionistas cuidadores de carros;  y vas a tener que pagarles a los parquímetros y a los cuidadores.  Si el problema eran los cuidadores, a estos se les remueve a fuerza de batonazos.  No hace falta poner un sistema de exacciones por un supuesto servicio en la vía que ya es pública, o sea, de todos. 

Además, si los propietarios de los inmuebles pagan tasas por el mantenimiento de las calles, que son las vías públicas (del público, ¿verdad?), ¿por qué es que Tu Muni, y no los que pagan las calles, es la que va a cobrar por estacionar en las calles? 

Estoy a favor de que el uso de las calles tenga un precio.  No sólo para parquear, sino para circular.  Ese precio debería ser cobrado por los que pagan por el mantenimiento de las calles (es decir por los propietarios de los inmuebles).  Y si no te gusta esa solución, otra sería que sea totalmente prohibido estacionar en las calles, como no sea para carga y descarga (y no habría que instalar parquímetros, ni habría bisne para los cuidadores).  Entonces habría incentivos para la construcción de estacionamientos privados que sí prestarían el servicio de espacios para parquear. 

El problema es que los pipoldermos -cual Mickey Mouse como aprendiz de hechicero- van a probar todo tipo de artimañas políticas, sobre todo si acarrean esquilmar a las personas, antes que explorar soluciones que empoderen a los usuarios de las calles, a quienes pagan por ellas y a los tributarios.  

Total…los pipoldermos de 2020 mataron lo que quedaba del transporte colectivo urbano durante los encierros forzados.  Con eso incentivaron las motos y la multiplicación de los automóviles.  Ahora las motos y muchos carros son un problema. Y los pipoldermos de 2024 quieren resolver el desastre que hicieron, mediante actos de hechicería. Y para ello necesitan que no sólo se agrave el problema, sino que se agrave la percepción del problema.

¿Recuerdas cómo desató el nudo gordiano Alejandro Magno? Pues eso. Yo digo que se necesitan soluciones audaces y no las viejas prácticas coercitivas y arbitrarias para entrarle al problema.

Columna publicada en República.


03
Nov 23

El tráfico, rancheras y frustración

 

Cuando me atrapa el tráfico, ¿sabes qué hago? Pongo música ranchera, subo el volumen y canto a mis anchas.  Si no tengo prisa, ni voy a un compromiso, me relajo.  Si tengo prisa…un poco también, porque no hay nada que pueda hacer para remediar la situación.  Si voy a un compromiso, llamo para avisar que voy tarde.

Pero claro…no me toca pasar cuatro horas en el tráfico todos los días y eso debe ser espantoso.  Estoy seguro de que ese estado de cosas genera mucha frustración y desgaste, y es uno de los caldos de cultivo para la agresividad y la hostilidad que se notan cada vez más entre los chapines.

El problema del tráfico excesivo en la ciudad de Guatemala es un problema de mercado y hasta que no se entienda así, su solución posible está muy lejos (y en otras ciudades, pero me voy a centrar en el capitalino porque es el que me toca ver y vivir).

A ver, si la solución fueran un sistema de transporte colectivo eficiente y un metro, no habría tráfico fastidioso en ciudades como la CDMX, ni en Nueva York, ni en Washington, D. C.

Claro que el transporte colectivo y el metro son útiles; pero no elimina los embotellamientos en ninguna de aquellas ciudades porque es natural que las personas prefieran usar sus propios vehículos; y porque no tiene costo alguno visible el uso de las calles y carreteras.

En ciudades como la de Guatemala hay otro elemento que hay que tomar en cuenta: No es suficiente que el transporte colectivo (o el metro, si lo hubiera), o las góndolas colgantes (si las hubiera) sean seguras.  Aquello sirve de poco si cuando caminas de tu casa a la estación te pueden quitar la compu a punta de pistola; y si lo mismo puede ocurrir cuando caminas de tu trabajo a la estación.  La inseguridad ciudadana -que está como si les hubieran dado permiso a los ladrones para asaltar a gusto- no anima a usar el transporte colectivo.

Claro que nunca faltan quienes ofrecen soluciones coercitivas, por medio de legislación prohibitiva y de recursos punitivos.  Pero esas no sólo no son soluciones, como lo probó el Hoy no circula en la CDMX; sino que son violatorias de los derechos individuales y son fuentes de corrupción.

Toda solución sostenible para problemas de convivencia social como el tráfico denso, deben apoyarse en normas generales y abstractas aplicables a todos por igual, sin privilegios. Ya te imaginarás que prefiero soluciones de mercado.  Si te interesa el tema, checa Street Smart una obra fundamental para entender el transporte como elemento crucial para el bienestar económico y social. La obra, editada por Gabriel Roth sostiene que muchos de los problemas que hay en calles y carreteras –a causa del congestionamiento, altos costos, corrupción y mal mantenimiento, por citar algunos– pueden ser solucionados mediante la aplicación de los mismos principios solucionan otras necesidades. Es una obra para empezar a abordar el tema desde la perspectiva de principios y para entender la naturaleza del problema y la de sus posibles soluciones basadas en el principio de no agresión.

Cuando alguien va en un bus después de haberlo esperado por media hora en la calle; y sabe que le falta entre una y dos horas para llegar a su casa después de un día productivo no está para cantar rancheras.  Para el problema del tráfico, una solución de fondo y sin falsear la realidad debería ser prioridad de carácter nacional y no sólo municipal, porque cada día que pasa va a empeorar…como siempre…para los más vulnerables.

Columna publicada en República.


13
Oct 22

La mala educación en el tráfico

 

¿Sabes qué tipo de gente me parece muy despreciable? La gente que -en el tráfico- bloquea un crucero deliberadamente para avanzar…¿tres metros?  Algo así como el conductor del vehículo rojo de la foto de abajo.

El del vehículo rojo tuvo la oportunidad de dejar pasar a los dos, o tres vehículos que venían en la avenida tratando de cruzar la calle; pero decidió no hacerlo y aceleró, sólo para quedarse varado también.  Ese tipo de gente son como el perro del hortelano, que ni comen, ni dejan comer.

¿Otros personajes despreciables en el tráfico?  Los motoristas que se encaraman en las aceras y ponen en peligro a los peatones.  ¿Y qué tal los motoristas que van como almas que lleva el diablo y lastiman, o rompen espejos de los automóviles?

Hace dos semanas un extranjero visitante en la ciudad de Guatemala iba en Uber cuando uno de aquellos motoristas pasó rompiendo el espejo del automóvil.  El visitante no sólo se asustó mucho (debido a la mala reputación de seguridad que tiene Guatemala), sino que se apenó muchísimo por lo contrariado que estaba el conductor de Uber y porque le pareció evidente que el daño le iba a causar muchos costos.

El tráfico pesado en la ciudad es un hecho sobre el cual tenemos ningún control.  ¿Pero qué es lo que sí podemos controlar? Nuestra actitud.

  • La vieja receta de tus padres y abuelos nunca falla: Pide por favor y da las gracias. Baja tu vidrio polarizado para que las relaciones en el tráfico no sean anónimas, entre vehículos impersonales.  Bájalo para que que las relaciones en el tráfico sean entre personas.
  • Si te dan paso y no da tiempo de bajar el vidrio para dar las gracias, enciende brevemente las luces de emergencia.
  • Cede el paso siempre que puedas, no pelees por avanzar tres metros.  Los actos de bondad se multiplican.
  • No bebas, si manejas.  Beber y manejar es criminal.
  • El tráfico no es una competencia, no es una carrera, no hay ganadores, ni perdedores.  Bueno…sí hay perdedores si uno va tenso, irritable y dispuesto a la violencia.
  • Las condiciones del tráfico demandan atención.  Que no se te vaya el pájaro.  No textees, usa los carriles correctos, planifica bien tu tiempo.
  • Ni sabes qué hago en el tráfico denso.  Pongo mi playlist de música ranchera y canto…aunque un motorista cretino pase rayándome la parte de atrás del carro y salga huyendo.

¡Animo!


22
Jun 21

Benditas las personas…

 

Benditas las personas que, en el tráfico, no bloquean los cruceros de calles.  Benditas las personas que, en el tráfico, dejan paso para que fluya el tránsito a pesar de los embotellamientos.  Benditas las personas que, como los automovilistas de la foto de abajo actúan de forma civilizada y cortés a pesar de las circunstancias adversas.

Ayer, en la 20 calle de la zona 10 los automovilistas en este crucero dejaron un espacio para que los que circulaban sobre la avenida pudieran cruzar hacia la 19 calle y el tránsito fluyera a pesar del embotellamiento.

…y que un mal rayo parta a aquellos automovilistas que bloquean cruceros, que impiden el flujo del tránsito y que actúan con prepotencia y mala educación.  Que un mal rayo parta a los abusadores y desconsiderados que empeoran la situación en los embotellamientos.

Uno, o dos minutos más tarde con respecto a la foto anterior, el conductor de un vehículo, en la vía citada arriba no dudó en adelantarse 2 metros y bloqueó el paso sobre la avenida con lo que empeoró una situación que ya era fastidiosa.  ¡Por adelantarse pinches dos metros!

El tráfico pesado y los embotellamientos son hechos sobre los cuales tenemos poco, o ningún control; pero, ¿sabes qué si podemos controlar en esas circunstancias? Nuestra actitud.


30
Ago 19

¿Soluciones para el tránsito?

Como tengo suerte de chucho enano pocas veces me atrapa mal el tráfico. Pero en ocho días, el mal tránsito me tragó dos veces: una en la carretera a El Salvador a las once de la noche, ¿vas a creer? ¡A las once de la noche! ¿Y la otra? Entre la 20 calle de la zona 10 y Oakland Mall a tal punto de que llegué más rápido caminando, que el auto en el que iba.

Tráfico en la ciudad de Guatemala.

Escucha el podcast aquí.

De casualidad, el miércoles me topé con un tuit que exhortaba a ofrecer soluciones al tráfico infernal, la autora del buen aporte fue @patigabs y hubo resultados que merecen atención. Algunos fueron del orden de aquellas soluciones que requieren de coacción arbitraria para que se hagan realidad; pero otras no. Unas eran de largo plazo y costosas, y otras no. En fin, te comparto algunas.

Entre las que requieren coacción se hallan la de escalonar los horarios laborales, medida que implicaría la amenaza del uso de la fuerza contra quienes no accedieran a escalonar sus horarios. Además, podría perjudicar el giro de los negocios y causar daños y perjuicios arbitrarios. Eso sin contar con que no faltarían quienes pedirían excepciones y habría privilegios y quizá corrupción. ¡Vaya que no vi una sugerencia del tipo Hoy no circula!

Descentralizar la capital y crear una capital administrativa en otro departamento parece razonable; pero es más fácil y barato decirlo que hacerlo. ¿Ser movería a toda la burocracia, o se contrataría nueva en la nueva capital?

La peor de todas es la de aniquilar totalmente a la raza humana.

Vivir cerca del trabajo y que los niños estudien cerca de casa suenan interesantes; pero, ¿y si no hay buenos colegios cerca de tu casa que está cerca de tu trabajo? ¿Qué va primero?

A mí me gustan la de mejorar la seguridad ciudadana y el transporte colectivo; pero esto último, me parece que solo pasa por liberar el mercado del transporte. ¡Ya basta de hacer experimentos!

A mí me gustan mucho las sencillas que dependen de cada uno individualmente, como ser corteses, no bloquear cruceros, ir en el carril correcto y no distraerse con el teléfono.

¿Tú qué opinas?

Columna publicada en elPeriódico.


09
Oct 17

El tráfico y colas donde no las había

Es un despropósito eso de fabricar colas y taponar el tráfico donde antes los automóviles fluían bien.

Ese es el caso del entronque donde se encuentran la 20 calle y la Diagonal 6 de la zona 10.  Hace unas semanas, la Emetra dispuso poner agentes en esa área, y el tráfico dejó de fluir.  Ahora hay colas donde no las había antes.

Durante años, mi ruta hacia el trabajo era por la 11 avenida de la zona 10, entre el bulevar Los próceres y la Diagonal 6.  Un día de tantos resultó que quienes programan el semárforo que hay en el entronque de aquella vía empezó a darle prioridad a los vehículos que iban por la Diagonal 6 y se hacían colas largas en la 11 avenida.

Entonces, empecé a irme por la 10 calle rumbo al entronque citado arriba, donde a pesar de la densidad del tráfico que viene del Oriente, tanto ese, como el de la 20 calle circulaban sin problemas.  Si uno iba por la 20 calle y cruza a la izquierda, con rumbo a la Diagonal 6, o con rumbo a la 19 calle, era raro que uno tuviera que detenerse, y el tráfico que venía de Muxbal, por ejemplo, también fluía sin tropiezos.  Uno podía pasar casi sin detenerse, incluso tomando en cuenta que la estación de la PNC que hay en el área, suele estacionar vehículos chocados, sobre una parte de la Diagonal 6 y estos hacen estorbo.  A veces se hace doble fila sobre la 20 calle y se arma un embudo en donde esta se encuentra con la Diagonal 6 y le gente trata de colarse; con lo que crece la tensión -que no había antes-.

Es un desatino tratar de arreglar algo que funciona bien; y eso es lo que ha ocurrido en aquel entronque.  Ahora hay colas de dos cuadras donde antes no las había.  Ahora hay tensión y malos modos donde antes no los había.  Como errar es de humanos y rectificar es de sabios, ¿será posible desfacer este entuerto?

La foto 1 muestra la cola del tráfico el jueves pasado a la hora en que pasé por ahí; la foto 2 muestra al agente de la PMT que impide el paso fluido de la 20 calle a la Diagonal 6; y la foto 3 muestra los vehículos que la PNC tiene estacionados sobre la Diagonal 6 y que, a pesar de que estorban, no impiden la fluidez.


16
Dic 16

Civilizados, aún en el tráfico

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El tráfico está pesado; ¿qué tal si contribuimos a hacer la experiencia menos desagradable? ¿Qué tal si bajas el vidrio polarizado, das la cara y pides –por favor– que te den vía…y das las gracias cuando te la dan?

Si bebes, no manejes y si manejas no bebas, así decía un eslogan sabio de la radio en los años ochenta. ¡Es criminal conducir con tragos de más, o bajo la influencia de drogas! Mi padre murió por conducir con tragos de más y ya no pudo conocer a sus nietos, ni celebrar los éxitos de ellos y de sus hijos. En serio, no conduzcas bolo, ni drogado.

Mucha gente va entre el tráfico como si compitiera en Los juegos del hambre, pero no tiene que ser así. Si uno ya sabe que el tráfico va a ser denso, no está de más salir 15 minutos antes de lo acostumbrado. Si uno sale con tiempo extra, habrá menos tensión a la hora de enfrentar un posible embotellamiento y, si hay menos tensión, habrá menos incentivos para ponerse agresivo.

Seamos generosos y amables. Si vamos sobre una avenida con la vía y hay personas en las bocacalles que quieren entrar a la avenida con sus vehículos, ¿por qué no dejar pasar a una, o dos dependiendo de las circunstancias? Si hacemos eso ayudamos a otros, hacemos un pequeño acto de bondad y educamos a otros.

El tráfico demanda nuestra atención, ¡vivos los quiero! Si “se nos va el pájaro” causamos atrasos y entorpecemos el flujo de vehículos. Si alguien nos da el paso, aprovechemos la oportunidad y digamos Gracias. No nos quedemos parados en los cruceros de calles. Por favor, usemos los carriles que nos corresponden. Si vamos a cruzar a la izquierda, usemos el carril izquierdo, y si vamos a seguir recto, usemos el carril del centro. Si vamos vivos podemos planificar con tiempo.

¡No texteemos! Textear y hablar por el teléfono son actividades distractoras y peligrosas. La mara que maneja y textea, o habla por móvil arriesga su vida y las de los demás, y les causa atrasos innecesarios a otros.

¡Felices fiestas! (Menos a los grupos de interés que bloquean calles y carreteras). Seamos prudentes y recordemos lo que nos decían nuestros padres: Digamos por favor, y demos las gracias.

Columna publicada en elPeriódico.


06
Nov 16

El tránsito y las soluciones parciales

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La Municipalidad de Guatemala prohibió que el transporte pesado circule en el la ciudad capital de lunes a viernes de 5:00 a 9:00 horas, y de 16:30 a 21:00 horas. Según la comuna un vehículo pesado es a partir de 3.5 toneladas. Los sábados las disposiciones de restricción son de 12:00 a 16:00 horas. Mientras que de lunes a domingo de 5:00 a 21:00 horas también tienen prohibido transitar los automotores de doble remolque, y tampoco pueden estar estacionados dentro del municipio.

La disposición del Palacio de la Loba dio paso a un paro de transportistas y las actividades productivas empiezan a resentirse y  diversos sectores temieron que la situación  pueda llegar a niveles críticos…pero por el momento el asunto fue solucionado.

Mientras tanto, todo intento de solución parcial para el tránsito denso en la ciudad de Guatemala va a perjudicar a unos en beneficio (o en supuesto beneficio) de otros; esto es porque las soluciones parciales -del tipo de aquella prohibición- causan daños y perjuicios.  Es lo que suele ocurrir cuando grupos de interés demandan de las autoridades que resuelvan problemas de la convivencia social por medio de legislación específica y concreta.  El constructivismo racionalista -que ha de creer que gobernar es como jugar Minecraft–  impulsa a resolver los problemas desde arriba, a base de legislación, mediante prohibiciones o mediante obligaciones, es generadora de conflictos y en el largo plazo mina la autoridad.

Toda solución sostenible para problemas de convivencia social como el tráfico denso, las competencias deportivas en las calles, o las procesiones, por ejemplo, deben partir de normas generales y abstractas aplicables a todos por igual.

Si te interesa el tema, checa Street Smart, una obra fundamental para entender el transporte como elemento crucial para el bienestar económico y social. La obra editada Gabriel Roth sostiene que muchos de los problemas que hay en calles y carreteras –a causa del congestionamiento, altos costos, corrupción y mal mantenimiento, por citar algunos– pueden ser solucionados mediante la aplicación de los mismos principios solucionan otras necesidades.

Los métodos electrónicos de cobro permiten el uso pagado de calles y carreteras, sin necesidad de cabinas y sin que los vehículos tengan que detenerse. ¿Por qué no aprovecharlos para aliviar los congestionamientos, como en Singapur? Quizás, en vez de prohibir la circulación de ciertos vehículos y causarles daños y perjuicios a ciertas actividades, lo razonable sea que el uso de las calles y carreteras tenga distintos precios. Un precio para circular de 5:00 a 9:00, uno menor para circular entre las 9:00 y las 16:30 para que luego se eleve el precio por la circulación entre las 16:30 y las 21:00. De esa forma, el uso de la calle, o carretera tendría un costo que los usuarios podrían comparar con otros costos mediante un precio.

Las de Street Smart son soluciones que respetan la vida, la libertad y la propiedad de la gente mediante normas generales y abstractas; ¿qué tal si optamos por estas y no por soluciones a medias y que implican el uso arbitrario de la fuerza?

Lo cierto es que las calles, son bienes públicos (o sea estatales) de acceso público (a diferencia de los bienes públicos (o estatales) de no acceso público -como la Casa Presidencial, o ciertas áreas del aeropuerto-.  Todos los ciudadanos -o más precisemente, todos los tributarios (incluyendo a los transportistas)- somos los propietarios de aquellos benes públicos y, especialmente en el caso de los que son de acceso público es natural que haya conflicto en cuanto al uso que deba dárseles en ausencia de unanimidad por parte de los propietarios.  Para evitar la tragedia de los comunes (el fenómeno de que el uso y abuso de un bien limitado lleve a su destrucción) es prudente que una autoridad regule el uso de los bienes en cuestión con el propósito de evitar que el bien que es de todos se deteriore y hasta se destruye.  Esa autoridad puede ser privada, o pública; pero debe ser autoridad.  Sin embargo, la autoridad reguladora no debería prohibir el uso (sobre todo si la prohibición causa daños y perjuicios); pero sí podría ponerle un precio al uso.

Estas meditaciones, basadas en meditaciones del cuate Fabricio Terán, pueden ayudarnos a ir resolviendo el tema este del transporte y el trásito, el de las antorchas y las bandas del 15 de septiembre, las 21K y otras competencias y las procesiones entre otras actividades parecidas. La opción, advierte Fabricio, es explicarles a los ciudadanos y a los tributarios que las calles no son de ellos, en realidad; sino del estado y de las municipalidades y que por lo tanto los ciudadanos y tributarios son sólo usuarios, y no propietarios. A mí, esa opción me da escalofríos.


23
Ago 15

Intereses vrs. derechos

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Esto es lo que ocurre cuando intereses colectivos prevalecen sobre los derechos individuales.

Muchos de los males de la sociedad guatemalteca están enraizados en la creencia generalizada de que es legítimo que  grupos de ciudadanos y políticos se pongan de acuerdo para imponer sus preferencias, gustos, aficiones, artes, deportes, ritos y más sobre las demás personas.  Acabo de oír sirena de bomberos, o ambulancia en este tráfico artificial y me pregunto: ¿Llegarán a tiempo?

El tráfico de hoy -con todos los daños, perjuicios y costos- que ocasiona es cortesía de la carrera 21K, de la Municipalidad de Guatemala y el Banco Agromercantil.

¿Qué diferencia esta actividad de otras -que también entorpecen gravemente el tráfico- como las procesiones de las festividades previas a la Pascua y de las antorchas del 15 de septiembre?  Que la carrera 21K es un capricho político de Tu Muni; en tanto que las otras dos son expresiones culturales enraizadas en un proceso evolutivo de la sociedad guatemalteca.

Una es una carrera estándar como cualquiera que igual podría celebrarse en San Salvador, Boston, Madrid, Ugadugu, o Ulan Bator.  Pero el carácter chapín se expresa y se manifiesta en las procesiones (aunque uno no sea religioso) y en las antorchas (aunque uno no sea nacionalista).

Puede que me equivoque, claro; pero  por ahora, creo que hay diferencias.