Ayer fue el primer día en que 630 cazadores de fumadores salieron a las calles a multar a quienes fuman en lugares prohibidos.
Parte de la nueva burocracia antitabaco está integrada por 330 inspectores de saneamiento ambiental y 300 técnicos en salud rural. Ellos están facultados para prevenir y sancionar a los infractores. La Gestapo del tabaco hará inspecciones sorpresivas en 213 mil empresas y le darán prioridad a la inspección de restaurantes, discotecas, bares, cafeterías, centros comerciales y centros educativos.
El castigo al fumador es de Q520. Los establecimientos que permitan fumadores deben pagar Q5 mil 200. El monto se duplica y triplica según su reincidencia. La falta o deficiente señalización de los símbolos de no fumar representa una multa de Q7 mil 800 la primera vez. Repetir esa infracción se castiga con el cierre del lugar 3 días hábiles.