23
Abr 08

Sigue el subsidio a los empresaurios

El Banco de Guatemala compró $24 millones, para mantener artificialmente alta la cotización del dólar que hoy anda por Q7.51. Estas compras constituyen un subsidio cambiario para los empresaurios que dependen del dólar caro para ser competitivos. Deliberadamente benefician a cierto tipo de exportadores, en perjuicio de todos los demás; pero especialmente de los importadores, de los que compran bienes de capital en dólares y de las personas que alquilan, o amortizan sus viviendas en aquella moneda.

Además, siendo que el tipo de cambio es un precio, su alteración política manda mensajes equivocados a los agentes económicos que, en esas circunstancias, hacen su cálculo económico con base en precios mentirosos. Usted ya se imaginará que eso lleva a asignaciones de recursos que de otra forma no se darían; y evita que se produczan asignaciones que deberían estar ocurriendo. Pero claro…¿a quién le importa todo esto?


11
Abr 08

Arrastrados por el tunel del tiempo

Los precios tope y los subsidios eran prácticas comunes durante los gobiernos de Arana, Lauguerud, Lucas y Ríos Montt. Y la administración socialdemócrata está por darnos, a los chapines, una arrastrada por el tunel del tiempo que nos llevará de vuelta a los años 70.

Hoy amanecimos con la novedad de que “El presidente Álvaro Colom decidió implementar un paquete de medidas económicas que incluiría fijar precios tope y subsidiar algunos productos, para paliar la crisis ocasionada por el incremento a los precios de la canasta básica”.

Los que tenemos memoria, y los que ya hace ratos que nos alumbra el sol, recordamos a qué llevaron los precios tope. ¿Recuerda, usted, cuando los panitos eran así de chiquitos? ¿Recuerda cuando las baterías, el papel toilette, la Incaparina, y otros productos básicos desaparecieron de los supermercados? ¿Recuerda que la industria lechera fue asesinada por los precios tope?

Aquí, y en la Cochinchina, los precios tope son una mala idea porque desincentivan la producción. Y son una peor idea porque obligan a la administración a multiplicar el uso de la fuerza contra la sociedad. Privan a los consumidores de productos que necesitan; ahogan a los productores y los orillan a la quiebra, o a quebrantar la ley. Multiplican la necesidad de burócratas contralores y supervisores. Como en una perinola maldita, todos pierden con los precios tope.

La administración socialdemócrata amenaza con subsidios, política setentera que manda mensajes confusos a los consumidores. Abarata artificialmente los productos subsidiados y alienta su consumo irracional sobre la premisa falsa de que su costo es bajo. Engaña a los consumidores y los lleva a tomar decisiones que de otra forma no tomarían, si tuvieran la información correcta sobre los precios. Beneficia artificialmente a productores que, si no tuvieran el apoyo de los pipoldermos*, se verían obligados a resolver sus problemas de costos.

Como en una perinola maldita, todos pierden con los subsidios.

*Pícaros políticos que por el momento detentan el poder.


31
Ene 08

No hay nada como el capitalismo salvaje

No hay nada, como el capitalismo salvaje, para sacar de aprietos a los socialistas.

“En medio de la peor escasez alimenticia de las últimas décadas, el gobierno de Venezuela dejó a un lado su virulenta retórica antinorteamericana y negoció la adquisición de decenas de toneladas de productos de primera necesidad con las mayores corporaciones alimenticias de Estados Unidos. El plan de abastecimiento que inició esta semana el presidente Hugo Chávez, con ayuda de la gigante petrolera estatal Pdvsa, paradójicamente incluirá entre los principales productos a distribuir paquetes de arroz de Texas y Arkansas, frijoles negros de Idaho, así como aceite comestible de Tennessee y Iowa”.

La dictadura de Fidel Castro no hubiera sobrevivido sin el auxilio de las ONG gringas, y sin el multimillonario subsidio soviético; y claro, sin el apoyo de los EUA, la URSS no hubiera pasado de los años 20. El régimen de Chávez también durará, gracias al capitalismo salvaje.