En orden de aparición:
* Mi amigo R iba rumbo a la zona 4, entre la Cámara de Industria y la Iglesia de Yurrita, cuando vio que desde un picop, unos sujetos preparaban armas para dispararle a un autobús. De repente y quién sabe por qué, los del picop desistieron, guardaron sus armas y siguieron su camino.
* Mi amigo F iba a misa, en la zona 14, cuando le intentaron robar su automóvil. A él le dispararon y la bala le atravesó el maxilar superior. ¡Ya salió del hospital!, pero pudo no haber contado la historia.
* Mi amiga F iba saliendo del Hotel Barceló rumbo a la Avenida de la Reforma cuando se vió en medio de una balacera. Afortunadamente ella sólo salió raspada de cuando se tiró al suelo.
* Mi amigo JC iba de regreso al Hotel Princess cuando, en la Avenida de la Reforma y 13 calle encontró un automóvil, con el baúl abierto, y dentro de él había un cadáver. La policía estaba tomando fotos de la escena.
* Mi amigo E estacionó su automóvil en una calle del Centro Histórico, ingresó a una tienda y cuando estaba frente al mostrador, atrás de sí oyó una voz que le dijo: No se voltee y deme las llaves de su carro. E, a quién ya le han robado dos autos más, se volteó porque creyó que era una broma, sólo para encontrarse con un sujeto que, pistola en mano le volvió a exigir las llaves de su vehículo.
* Mi amigo O vio que un sujeto se subió a la camioneta en la que iba y le escuchó el siguiente discurso: Gracias señor piloto por dejarme subir y gracias a ustedes por ponerme atención. Ahora vengo a ofrecerles unos chocolates; y a decirles que agradezcan que vendo chocolates en vez de venirlos a amenazar con pistola. Así que en agradecimiento porque no soy asaltante, les recomiendo que compren mis chocolates.
Todo esto ocurre mientras que las autoridades ponen la carreta antes que el caballo. Por ejemplo, el director de Planificación Urbana de la Municipalidad de Guatemala, Olver Hartleben, dijo que Tu Muni está ordenando la ciudad (léase coercitivamente y acabando con el derecho de propiedad), a fin de atraer más inversionistas al país y sobre todo a la capital.
¡Claro!, hacen, vuelven, planifica y ordenan; pero de la seguridad, que es lo más importante, ¿quién se ocupa?
