Los diputados acordaron modificar la fecha en que cobrará vigencia el Convenio de La Haya, que regula las adopciones internacionales, y pasaron la fecha al 30 de abril del 2008.
En un seminario para consensuar las enmiendas al proyecto de ley de adopciones diputados de diferentes bancadas acordaron que cambiarán la fecha con el propósito de “esperar a que Estados Unidos lo aplique”.
A mí me parece buena idea; porque los Estados Unidos de América tienen la mala costumbre de no suscribir este tipo de acuerdos (como el de la OIT) y luego demandar que otros sí se adhieran.
“Si Guatemala comienza a aplicarlo antes que Estados Unidos, ningún menor podrá ser adoptado en ese país, y no podemos darnos ese lujo, porque hay niños que realmente necesitan una familia”, expuso el diputado Pablo Duarte, al proponer la modificación, que será incluida en la ley de adopciones, que también cobrará vigencia en abril del próximo año.
Dicha ley es una desgracia por sí misma. Centralizará y asfixiará los procesos de adopción al crear un monopolio de las decisiones sobre el tema en un ente burocrático denominado Consejo Nacional de Adopciones. Y usted ya sabe lo que pasa cuando se centralizan y se burocratizan las decisiones: mordidas, atrasos innecesarios, abusos, arbitrariedades, y otras calamidades.
Por los niños que merecen una familia, en vez de estar a merced de burócratas y políticos: ¡No hay que aprobar estas normativas!